Pablo Sastre, autor del libro Batzarre, nuestro gobierno, ha escrito un artículo a favor del hecho migratorio, es decir, a favor del tráfico neonegrero de esclavos. Con este artículo Sastre se posiciona a favor del colonialismo, del expolio imperial de mano de obra barata, junto con todo el izquierdismo, los Estados y las patronales ultracapitalistas. Pablo sastre se pone al lado de aquellos que desean salvar la viabilidad del Estado de Bienestar, las pensiones y la seguridad social robando seres humanos de otros países. Países que, evidentemente, se empobrecen sobremanera con este saqueo.
Sastre renuncia así a la solidaridad internacionalista con los pueblos saqueados.
“¡Viva el hecho migratorio!”, vociferan. “¡Todo aquel que discrepe de este mantra (el mismo que el de la patronal y del Estado) es un racista!”, nos repiten sin parar.
Para colmo e ignominia Sastre dice defender la cultura vasca y su tradición. ¿Qué?, ¿en serio? Qué forma de tomarnos el pelo. ¿Qué cultura va a quedar con la sustitución étnica y cultural que provoca la inmigración masiva a Euskal Herria? Esta pregunta de Perogrullo, evidentísima, que expresa una verdad como un templo, es incapaz de contestarla porque está cagao con que le puedan llamar racista. Y es normal: no quiere ser excluido de los ambientes izquierdistas mussolinianos, llenos de guays del paraguai, llenos de feminazis y de loros amaestrados que repiten sin parar las ideas producidas en las universidades yanquis progres.
Sastre acusa indignamente a Félix Rodrigo Mora y, por tanto, al movimiento de la revolución integral, de pedir medidas represivas al Estado para detener las migraciones. ¡Qué mentiroso eres Pablo Sastre! Es alucinante la poca dignidad que tienes al escribir esto.
Como ya te escribió Alex Cosma en 2018, la revolución integral “no quiere PROHIBIR NADA A NADIE ni quiere tener poder para ello; por tanto, no quiere ni puede prohibir que lleguen millones de inmigrantes…” Lo que la revolución integral “afirma es que cada cual debe ser RESPONSABLE de sus acciones… Así mismo, afirma que las acciones de los inmigrantes y de los inmigracionistas es MUY NOCIVA para TODOS LOS PUEBLOS Y CULTURAS DEL MUNDO (y lo es)”. “Son bienvenidos todos aquellos, africanos incluidos, que vengan a sumarse a la revolución”.
Sólo te ha quedado la mentira para tratar de silenciarnos mediante la calumnia y de paso hacerle un servicio al Estado, defendiendo su plan migratorio neocolonial. Pablo, estamos hasta los mismísimos de acomplejados que quieren que les besemos el culo a los inmigrantes, a las mujeres, a los homosexuales o a los musulmanes sólo por el hecho de serlo. Vais apañaos si pensáis que vamos a seguiros en vuestro cierre de filas junto a la patronal y el Estado. Vade retro.
En Julio de 2018 en su artículo Los privilegiados cierran filas, (que ya tuvo respuesta) Sastre nos acusaba de racistas horribles por decir que la decisión de acoger a los inmigrantes debía recaer sobre los concejos abiertos vecinales. Ahora, seis años después, va reculando y recogiendo cable y ahora sí dice que las asambleas de trabajadores (en la jerga de Sastre) tal vez deberían gestionar la inmigración que llega a sus pueblos. Pero lo dice con la boca pequeña no vaya a ser que le hagan el anathema sit.
Sastre, olvidando aquella respuesta que ya le dimos desde esta misma página en 2018, simula que el debate es nuevo, y se atreve a llamar a Félix Rodrigo Mora (y por extensión al movimiento por la Revolución Integral) “nuevos críticos de la inmigración” cuando llevamos desde el mismísimo 2012 siendo de los primeritos que condenaban el hecho migratorio; y ya por entonces éramos perseguidos por sus amiguetes inquisidores del izquierdismo y el anarcoestatismo posmoderno mussoliniano y fasciofeminista.
Dice Sastre que nos dedicamos a repasar la hemeroteca para indicar que existen más delincuentes entre la población inmigrante. Esto no lo hacemos de ninguna manera, señor mentiras, pero ¿estás de broma? ¿de verdad piensas que esto no es así? ¿y tú nos hablas de conciencia de clase?
Mira Sastre, a pesar de ser cierto como la vida misma que los inmigrantes están increíblemente sobrerrepresentados en las estadísticas de robos, violaciones y violencias varias, ni Félix ni el movimiento por una Revolución Integral entramos en esta cuestión.
Léete e Ayaan Hirsi Alí, somalí con el clítoris mutilado, huida a Holanda cuando de joven la quisieron casar a la fuerza con un viejo, apóstata del islam y perseguida y amenazada de muerte por miles de musulmanes… léete lo que dice sobre la concepción que tiene el islam de la violación a una mujer. Te lo resumo: en el islam violar no es condenable moralmente en casos determinados de mujeres disidentes, solteras atrevidas, desobedientes, esclavas, rehenes…
Dice esta mujer en su libro Mi vida, mi libertad: “Quien dice que el islam es una religión de paz y tolerancia no sabe qué es el islam. El islam te convierte en esclavo. El totalitarismo es el puro marco moral del islam. Regula todos los detalles de la vida y subyuga el libre albedrío. El islam lleva a la crueldad. Te sometes, careces de voluntad personal, no eres un individuo libre, no existe la ética personal. En el islam la libertad de expresión y de conciencia no tienen ninguna cabida. Es una jaula mental. Los ateos merecen la muerte y el Corán manda matarlos. El multiculturalismo de occidente es un suicidio. Las personas musulmanas son educadas en la docilidad hasta el punto de no pensar por sí mismas. Mahoma fue un tirano y un perverso. El Corán legitima el crimen”.
Dice Sastre que igual que se denuncia a la emigración habría que denunciar a los altos funcionarios y grandes empresarios que aculturan. ¿A nosotros nos lo dices? ¡Qué cara más grande que tienes! La denuncia del Estado y del capitalismo es un asunto absolutamente central para el ideario del movimiento por la Revolución Integral y para Félix Rodrigo Mora.
Luego Sastre nos dice que “no digo que no tengamos que preocuparnos sobre la cuestión migratoria” pero, pero, pero, pero, pero….
Nos dice este señor que nuestra cultura se está perdiendo por muchas otras causas aparte de la inmigración masiva ¿Y? Esto no es argumento alguno para no posicionarse firmemente contra el expolio imperial de mano de obra joven a los países del tercer mundo. Como soluciones Sastre nos propone que se aumente el nivel de conciencia de clase. ¿Pero que conciencia de clase hay en decir lo mismo que la patronal cuando ésta, día y noche, se desgañita con su ¡viva la inmigración, necesitamos más y más millones, no seáis racistas!?
Yo, Kiko, que soy el que escribe este texto y soy pastor, vivo en Aragón donde el 90% de los pastores asalariados son inmigrantes. El sueldo y las condiciones laborales del oficio de pastor en Aragón están por los suelos porque, entre otras cosas, este es el resultado de la presión migratoria sobre las clases bajas autóctonas. ¿De qué conciencia de clase nos hablas? ¿Es acaso conciencia de clase llegar a un territorio e, ignorando las condiciones de los autóctonos más pobres, aceptar sueldos y condiciones de miseria de forma absolutamente insolidaria con los que ya viven ahí en serias dificultades? Tu conciencia de clase, Pablo Sastre, es una conciencia paternalista que no mira de igual a igual al inmigrante. Nos hablas de conciencia de clase, pero ignoras la responsabilidad de cada cual en el comportamiento esquirolizante. Deshumanizas al inmigrante tratándole sólo como una víctima. La pregunta es ¿conciencia de clase, pero de qué clase? Si tuvieras conciencia de clase estarías radicalmente contra el hecho migratorio.
Desde su cacareada y supuesta conciencia de clase los izquierdistas quieren inmigrantes para que les reparen las carreteras, les recojan la fruta, les pastoreen al ganado, les cuiden a los abuelos y a los niños, les construyan y limpien las casas, ingresen en el ejército, sirvan en la terracitas… ¡Menuda conciencia de clase la de esta neoesclavitud asalariada étnica! Conciencia de clase 100% clasista y 100% racista. Una presunta conciencia de clase que resulta, desemboca, termina en un apoyo completo al ultracapitalismo. Félix nos cuenta en su libro Erótica creadora de vida. Propuestas ante la crisis demográfica, libro editado hace seis años, que:
“Debido a la emigración los empresarios han dejado de pagar los gastos de reproducción de la mano de obra en los segmentos de menos ingresos y más jóvenes, con lo que los sueldos de los menores de 40 años se han reducido a la mitad en sólo un decenio, cuestión de la que luego se tratará. Con la emigración se dinamizan de una manera extraordinaria los mercados de compra y venta, la concesión de créditos bancarios, el negocio inmobiliario, la industria automovilística, la producción alimentaria y la circulación del dinero. Sin aquélla la agricultura industrial de exportación y los servicios no son posibles en las actuales condiciones. Con ella la aportación de tributos al Estado, directos e indirectos, alcanza niveles nunca antes conocidos, lo que es crucial para el capitalismo “público”, el ejército, las diversas policías, la casta partitocrática, la pedantocracia y el aparato funcionarial; por eso todos ellos son apasionados del hecho migratorio. Gracias a la emigración los bancos españoles se han implantado sólidamente en los países receptores de mano de obra, a través de la gestión de las remesas enviadas por los emigrantes a sus familias, y se están apoderando de una parte creciente de la economía local.”
Nos acusa Pablo Sastre de no oponernos a “las grandes empresas y a los funcionarios”. ¡Que desvergüenza la suya cuando es él el que, mientras nos acusa de pedir al Estado represión fronteriza, da un espaldarazo fundamental al Estado y al Capital con su apoyo al hecho migratorio! Debes saber Pablo que calumniar a los revolucionarios está muy bien visto en los salones del poder, ¡ojo no vayan a empezar a darte premios! Aún, y mira que llevamos años ya, el señor mentiras, también llamado Pablo Sastre, no ha entendido la diferencia que hacemos entre fenómeno migratorio y la persona migrada. Nosotros no estamos, lo diremos una vez más, a favor del odio al inmigrante como se azuza en ambientes ultraderechistas, pero tampoco estamos a favor del paternalismo ultradespreciativo, ultraclasista y neoesclavista del izquierdismo y del anarcoestatismo hacia ellos. Todos obsesionados con la defensa y viabilidad del Estado de Bienestar a costa de la pobreza de medio mundo. Rapaces imperialistas es lo que sois.
Nosotros nos posicionamos contra el hecho migratorio, no contra el inmigrante. Pero remarcamos que estamos por la Revolución, por el combate, no por la cobarde huida. Y llamaremos al pan pan y al vino vino. Que Pablo Sastre trate de meternos en el saco de los ultraderechistas es BASURA INDIGNA.
Y sí, Sastre y compañía, sois lo que ya dijo Félix en 2017, “unos neoesclavistas blancos de izquierda, partidarios de hacer la sustitución étnica, es decir, la limpieza racial de los pueblos europeos por medio de la inmigración”.
Enrique Bardají Cruz. 27-7-2024