En esta página misma página, hace unos días se ha publicado la Convocatoria para crear Asambleas Locales: el futuro en nuestras manos, del colectivo Biltzarre (https://www.revolucionintegral.org/index.php/item/686-convocatoria-para-la-crear-asambleas-locales).
Sin duda, desde el movimiento por la Revolución integral (que no represento, solo soy un participante más, pues nadie es más que nadie), se apoya la recuperación de los concejos locales, o batzarres en euskera, dado que luchamos por la autogestión, el autogobierno y la autodefensa populares. De ahí que entiendo que se cuelgue tal convocatoria en esta web.
Aunque en esa misma Convocatoria evitan decir que los concejos han de ser omnisoberanos, sin la existencia del Estado; tema que tampoco aclaran en su página web: www.biltzarre.eus (se puede traducir automáticamente al castellano, u otra lengua). Este olvido es muy peligroso, ya que dentro del régimen constitucional-dictatorial vigente se permite la existencia de pseudo-concejos (para pueblos inferiores a los 100 habitantes, pero lo podrían modificar según los intereses del poder constituido) y pseudo-comunal (en la Navarra actual más del 50% del territorio). Lo cual da pie a que esta propuesta sea absorbida sin grandes dificultades por el Estado y sus estructuras de poder.
Este “lapsus” no sería tan preocupante si no fuera porque el resto de su propuesta es deficiente y superficial, vacía de contenido real. Lo que sí posee es una perspectiva conspiracionista, por ende reaccionaria, patente en dicha convocatoria y en su página web (en breve publicaré un libro definitorio sobre el conspiracionismo, titulado El conspiracionismo, la extrema derecha y el Estado).
El conspiracionismo, una religión política fascista de derechas, está corrompiendo multitud de proyectos potencialmente transformadores y revolucionarios, pues está triunfando en el “mundo alternativo”, en especial, tras la pandemia coronavírica.
Pero ninguna propuesta ni proyecto popular-transformador será viable, es decir, no reaccionario, si no renuncia a esta nefasta religión política; así como a las demás (feminismo, animalismo, inmigracionismo, ecologismo, veganismo, pacifismo, etc.).
Por tanto, animo al colectivo Biltzarre a reflexionar con detenimiento sobre esta problemática, porque, en gran parte, de ello depende si acaban por unirse al camino de la revolución o, en cambio, se suman a la populosa senda reaccionaria.
Ha raíz de la pandemia del COVID-19 los medios de comunicación y los gobiernos de todo el mundo,o al menos en el Occidente colectivo desempolvaron el recurrente y peyorativo término para desacreditar,ridiculizar y excluir de forma categórica del debate público a todo aquel individuo o sector de la población que se atreva a cuestionar o poner en duda cualquier postulado que provenga de la versión oficial como única y verdadera, ya sea de la ciencia, la medicina, la historia o la información , introduciendo un paralelismo en la mente colectiva de la población entre el término negacionista actual con el concepto originario de negación del Holocausto y el antisemitismo.
Puntualizar que convendría diferenciar entre judaísmo (religión) y sionismo (ideología) en los círculos conspiraciónistas.
Algo parecido sucede con el término y concepto de conspiracionista. Es cierto que en el mundo de los teóricos de la conspiración hay mucha caca y ningún proyecto real de transformación y lucha personal y colectiva para una sociedad humanista, con valores y sin Estado. Ello se debe a que en general son un fiel reflejo de la sociedad actual en la que tienen un gran desconocimiento de nuestra historia como pueblo y a pesar de que cuestionan el modelo actual, las instituciones y partidos políticos han interiorizado la necesidad de un estado que sea quien garantice las leyes, las normas y el modo de vida a la sociedad.
No es cierto que el llamado conspiracionismo tenga una base ideológica ya que carece de un programa de acción ni postulan modos de actuar sobre la realidad. es un absoluto error de análisis. El llamado conspiracionismo es un grupo muy heterogéneo en el que hay personas de toda clase social, con distintas visiones sin la más mínima organización, proyecto ,ni ideología.
Aseverar que todo aquel que crea o dé por hecho la teoría de la conspiración es ser de extrema derecha, colaborador del Estado o un recalcitrante reaccionario es como decir que toda la disidencia por el mero hecho de ser disidencia comparte los ideales cosmovisión o líneas de acción de la RI.
Que haya personas o algún minúsculo sector que se sientan identificados o simpaticen con tal o cual ideología totalitaria no hace automáticamente que el resto sea absorbido o representado por ese sector de extrema derecha.
Puntualizar que para desacreditar a todo aquel que cuestione la ideología de género, feminismo de Estado, inmigración, cambio climático etc es catalogado y encasillado directamente de extrema derecha.
Culpabilizar de forma generalizada al mundo de la conspiración de corromper multitud de proyectos sin hacer una autocrítica ni asumir responsabilidades dentro de esos movimientos es intentar falsear la realidad o un lavado de conciencia.
Al igual que muchas personas tienen buen concepto del Estado y no asimilan que la esencia del Estado siempre fue y es tiranía,dogma, adoctrinamiento,control,latrocinio, monopolio de la violencia y obediencia debida ,algunos parece que estáis en la misma situación pero a la inversa. No sois capaces de asimilar en vuestra psique y discernir que los Estados en el siglo XXI ya superada la primera fase de globalización estén supeditados en ciertas políticas importantes a otros intereses. La única soberanía que tienen algunos Estados como el español son en la aplicación de políticas de andar por casa.
Los Estados como los veníamos conociendo hasta hace unos años no son soberanos en política exterior,geopolítica y económica.
El poder económico atraves de las distintas organizaciones privadas como el FMI,Organización mundial de comercio,Banco Mundial, Banco Central europeo etc tiene un arma infalible para subyugar a lo gobiernos y hacer que implementen las políticas que le interesa a ese poder económico…el dinero fiduciario y la deuda. Además de los distintos grupos de presión privados como tink thanks, fundaciones,CFR ( consejo de relaciones exteriores), Club de Roma,Club de París, Open sociaty, filántropos.ONGs y otras.
Esto no es una conspiranoia que intenta blanquear el papel de los Estados culpando de todo al poder económico.
Intentan sentar las bases para cambios sistémicos estructurales a largo plazo en los sistemas políticos, sociales, ambientales y económicos globales. Lo hacen a través de investigaciones, propuestas políticas concretas y la convocatoria de reuniones de alto nivel, debates, conferencias, y otros eventos.
En la actualidad las guerras ya no son exclusivamente un enfrentamiento armando entre dos ejercicios. Las actuales guerras son guerras asimétricas. La guerra en países desarrollados se traduce en guerra económica para estrangular las economías de los países mediante la deuda con paquetes de “ayuda” préstamos del FMI y la OMC o la devaluación de la moneda en algunos casos.
Para los defensores de la idea actual del Estado como único y supremo ente político en la toma de decisiones cabria destacar la imperiosa necesidad por vuestra parte de revisar el papel y el poder de los Estados en el contexto actual de la era de los globalistas y del poder financiero. Los análisis hasta la fecha se han quedado obsoletos a ese respecto aunque no quiera decir que los anteriores análisis sean incorrectos,pero el análisis actual debe hacerse en el contexto histórico actual antes citado.
Hacer o intentar hacer un análisis de las estructuras de poder político privadas actuales es necesario para entender a esas personas y que no son unos reaccionarios colaboradores del Estado que piensan firmemente que existe una conspiración a nivel mundial patrocinada por el poder económico donde los gobiernos son meros títeres a su servicio.
Los Estados nunca se caracterizaron por renunciar a su soberanía política ni territorial cuestión que en la actualidad es un hecho.
Con esto no estoy diciendo que los Estados vayan a desaparecer o no haya que combatirlos o no tengan su importancia ya que son quienes legislan y aplican las políticas.
Intentar comprender al otro en lugar de insultar, descalificar o buscar culpables externos es el camino necesario de encuentro para discernir en que tienen razón y en que no la tienen y que se sientan atraídos por nuestro proyecto.
Todas esas personas conspiranoicas están más cerca de nosotros de lo que lo puedan estar el resto de la sociedad que no cuestiona,no piensa, simplemente obedece y legítima la tiranía.
A.Alduan Fron.
Hola, muchas gracias Antonio por tu aportación honesta y valiente, tan bien expuesta y razonada. Muchas veces la razón y el discernimiento es suficiente, superando al enfoque académico de aporte de datos, que tanto criticamos. Estoy bastante deacuerdo contigo. Es un tema en el que no todos estamos deacuerdo en la R.i., y no necesitamos estarlo. Saludos
Por otro lado, para que no quede duda, no critico con mi comentario el intelectualismo de la R.I., lo veo muy necesario y valoro de igual manera los esfuerzos de Jose con sus libros y articulos. Solo queria señalar, que esa no es la única manera de razonar y argumentar -con datos- cualquier exposición, sino dejar ver cierto sentido común, cierta complejidad mayor de las cosas, y que no todo es blanco o negro en algunos casos pero si en otros.
Tampoco quiero parecer ambiguo, espero se comprenda lo que digo.