Es una estrategia nefasta para tratar de mejorar algo el enfocarse constantemente en lo negativo o lo que se pretende corregir. Algunas personas que han estado estudiando los mejores modos de afrontar problemas en el ámbito educativo se han percatado de que da mejores resultados tratar de empatizar con las personas con que se está tratando y querer siempre ver el lado positivo tratando de enfatizar en lo que se hace bien y lo que se puede hacer para mejorar antes que no enfatizar en los errores que se comenten.
Las personas que tenemos una conciencia renovada de nosotros mismos y los demás tenemos presente que tratar de armonizar con el conjunto y promover un buen ambiente es siempre más benéfico que criticar y comunicar negatividad constantemente. Ésto siempre hablando del entorno cercano a la persona con el que se pretende convivir o tener una relación amigable.
Contrasta esta forma de actuar con lo que normalmente se transmite a través de los medios de desinformación. Éstos casi siempre se centran en lo negativo, los hechos delictivos y en la crítica constante de precisamente sucesos entorno a los sectores más vulnerables. No es casual y no es debido a una falta de conciencia de estas personas ya que hay que ser ingenuo para no caer en la cuenta de que es ésto una estrategia deliberada para minar y fomentar el desánimo así como alentar los hechos que se dicen criticar. Enfocar la atención en crímenes, robos, escándalos, delitos sexuales, catástrofes y precariedades varias provoca en la mente de los posibles destinatarios de tales informaciones la sensación de que en torno suyo (ya que tanto víctimas como verdugos son en su mayoría personas en condiciones desfavorables) el ambiente es como el descrito a pesar de que sean muchas veces hechos aislados.
Diferentes formas de crueldad y maldad de diversa índole son nombradas y descritas a veces generando elementos perturbadores que alientan en la mente de los receptores de éstas informaciones imágenes e ideas que en otras condiciones ni si quiera cabrían en su imaginario. Tales informaciones son en realidad un ataque hacia las personas y una forma de manipulación que pretende fomentar comportamientos desequilibrados y deshonestos entre ellos ya sea para fomentar los delitos descritos o para fomentar la persecución y acusación entre personas, es decir, la lucha interna y los ataques entre individuos. Los individuos más vulnerables serían las personas de menor edad, personas poco dadas a la reflexión, personas en situación límite y personas con escasos o débiles vínculos en su entorno. La estrategia es la más mezquina: la de hacer leña del árbol caído. Pero también a veces se trata de debilitar los vínculos entre individuos en determinados entornos sociales.
No quiero dejar de afirmar, y esto es una opinión discutible, que aunque se suele hacer más hincapié en personas de condición económica más débil también la lucha del Estado es contra el pueblo todo, sea cual sea el poder económico o incluso aunque estén éstas alineadas con el poder ya que éstas posiciones suelen ser coyunturales por tanto la alianza es siempre a favor del Estado y los que se se alían, hoy están arriba pero pueden no ser necesarios en un futuro. En pocas palabras la lucha es Estado vs pueblo.
Ser conscientes de esta estrategia del Estado convierte cada ataque en una punzada y produce en la víctima una reacción de rechazo como defensa al ataque. Por eso suele suceder que se vuelve insoportable y por tanto podemos detectar personas más conscientes de menos tan sólo conociendo si revisan asiduamente los productos de la desinformación, a no ser que sean objeto de algún análisis con el fin de producir una estrategia de defensa claro está.
Hola, Alberto.
Creo, además de lo expuesto por ti, que este tipo de «informaciones», al plantear que el hombre es un lobo para el hombre, tienen por objeto legitimar a las instituciones estatales como garantes de la «paz social». Aquellos que, en gran medida, son responsables de tales situaciones se presentan como salvadores.
Efectivamente, una epistemología mucho más adecuada es integrar la totalidad de lo existente, no sólo lo negativo.
Un saludo, Jesús.
Hola amigos,
Aparte del mensaje hay que tener en cuenta el medio y el contexto. En mi caso, si escribo un texto para publicar de manera impersonal, sin dirigirlo a nadie en particular, me preocupo por la verdad y la claridad. Es más objetivo y distante, un análisis de lo real y exposición de la barbarie existente.
Sin embargo, cuanto más cercana sea la transmisión de dicho mensaje, un cara a cara con alguien, intento ser comprensible y amable. Me cuesta, pero es un verdadero acto de amor. Aunque la complejidad de la vida complica todo…
Un abrazo