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(Y A TODOS LOS EXPERTOS SUMISOS DEL SISTEMA Y SU CIENCIA SECUESTRADA)

Hola gilipollas, te voy a cantar las cuarenta a ver si te enteras, básicamente porque eres gilipollas y creo que para ese virus existe cura, y también, por qué no decirlo, porque me tienes hasta los huevos de tanta sandez en tweeter, vídeos youtuber, aplausos borreguiles en los balcones y otras mierdas semejantes. Te crees muy listo, gilipollas, y sin embargo lo único que haces es escupir el mensaje totalitario que previamente ha introyectado en tu cerebro de mico la balumba mediática amplificada ad nauseam por la situación de encierro generalizado.

Escucha y aprende, españolón de mierda. Escucha también tú, progre de los cojones, e ir poco a poco asumiendo que vuestras horas de ejercer como auténtico desperdicio de oxígeno y espacio están contadas. Despabilar o morir. He aquí la única disyuntiva válida a partir de ahora.

Mira gilipollas, no es que el estado no esté haciendo bien su trabajo y deba reformarse, es que su trabajo siempre fue jodernos y mantenernos atados a la cadena de la servidumbre y la única solución sensata es derribarlo.

Mira gilipollas. El capitalismo no es un sistema socioeconómico generador de abundancia y progreso infinitos necesitado tan solo de alguna corrección técnica aquí y allá. El capitalismo es un sistema de servidumbre extremadamente ladino y cruel. Una máquina que lo fagocita y lo deshumaniza todo. Un mecanismo de desposesión del pueblo de todo aquello que podría hacer por sí mismo. Un paradigma de explotación y masacre al débil, de cosificación y reducción a meros números cuantificables de todo lo que una vez estuvo vivo. Un cáncer que, como buena metástasis, solo tiene como propósito crecer indefinidamente sin finalidad racional alguna. Un conjunto de ideas y prácticas capaces de fomentar hasta el paroxismo las peores facetas de la naturaleza humana y hacer de ellas virtud. NO gilipollas, el capitalismo no es reformable. Debe ser destruido.

Mira gilipollas. No es que la tecnociencia sea un ente neutro formado por expertos angelicales embutidos en batas blancas y que jamás se inmiscuyen en asuntos de materia política. La tecnociencia lleva décadas avanzando a golpe de talonario, y quienes pagan, mandan, determinan que debe ser investigado y que no, y hacia que fines se deben dirigir las utilidades ulteriores de todo descubrimiento e invención. La ciencia, tal y como hoy la conocemos, es una nueva religión al servicio de una tiranía que tan solo cambió de forma, pero nunca se fue del todo. Sí, gilipollas, necesitamos de ciencia y conocimiento. Hasta un gilipollas como tú puede llegar a esa conclusión. Pero escucha, gilipollitas del alma, lo primero que necesita el conocimiento es salir de los corsés totalitarios en los que tanto gobiernos como empresas capitalistas lo han atrapado y dentro del cual, dicho sea de paso, no pocos resabiados y arrogantes “expertos” parecen desenvolverse como pez en el agua siempre que les sigan pasando la minuta. Y no, gilipollas, la solución no la encontrarás en las universidades, antros infectos que deberían ser dinamitados cuanto antes mejor.

Mira gilipollas. De nada sirven los indudables avances de la ciencia médica si continúan sometidos al estado bajo el falso debate entre sanidad pública y privada. La sanidad debe ser POPULAR, autogestionada y descentralizada lo más posible. Quizá solo centralizada de manera temporal cuando sea preciso responder a emergencias de tipo epidémico como la que ahora nos asola, quien sabe, pero en todo caso, jamás de manera definitiva y mucho menos a manos de una estructura a todas luces ajena y enemiga de toda comunidad humana. Y por supuesto, gilipollas, jamás en manos de instituciones tan nefastas como el ejército.

Mira gilipollas, y míralo bien claro ahora que no paran de mostrar su verdadera faz. Los perros de presa del estado, no están ahí para defenderte de los malos. Los malos de verdad a quienes defienden son el peor de tus enemigos, y estos últimos visten colores y ropajes ideológicos de todo tipo, izquierdosos o super patrióticos derechistas de la requetehostia, lo mismo da. Gilipollas, la guardia civil a quien tanto valoras es el brazo largo del estado y su sombra por todos y cada uno de los rincones del territorio. El propósito de esta gentuza es que nada ni nadie se le escape a la lógica de la explotación, el beneficio de las minorías poderhabientes y los amos del corral. Gilipollas que tanto bramabas como un ignorante lo bien que se debe de vivir encerrado en una cárcel, ¡trágate ahora unos cuantos meses de encierro! ¡aprende lo que se siente y lo “bien que se vive” con la cabeza abotargada entre cuatro paredes sin poder salir, a merced de unos cuantos mercenarios de uniforme!. ¿Sabías, gilipollas, que la inmensa mayoría de los presos, más allá de los casos truculentos y sanguinarios magnificados a posta por los medios, son gente que ha crecido y vivido en entornos marcados por la pobreza y la drogadicción? ¿Sabías, gilipollas, que si a la vida te hubiese dado una mano de cartas siquiera un poco diferente de la que tienes actualmente entre manos, también tú podrías haber acabado entre rejas? ¿tú, gilipollas, que te crees tan listo, cumplidor y ejemplar ciudadano? ¿Sabías que no es tan difícil como normalmente se cree, terminar dando con tus huesos en prisión?

Mira, gilipollas oligofrénico revienta-cacerolas. La democracia o es directa o no existe. Dime que votas a vox, haz toda la demagogia que quieras contra el gobierno del PSOE y PODEMOS por su chapucera gestión de la crisis del coronavirus… O dime que votas a PODEMOS o al SOE y que los fachas son todos unos malvados. ¿Sabes qué? Tanto los gilipollas de un bando como los del supuestamente opuesto, tenéis una pizca de razón, pero no dejáis de coincidir en lo fundamental… ¡gilipollas!, ¡que no os enteráis de la vaina! Continuad pues entreteniéndoos como buenos gilipollas que sois en debates diseñados para que gilipollas como vosotros pierdan el tiempo en gilipolleces adornadas de terminología técnica sin ni siquiera llegar rozar lo verdaderamente relevante. Pero sobre todo, ante todo, volved a votar como gilipollas en las próximas elecciones y a poner a parir a abstencionistas que han demostrado tener más razón de la que tú tendrás en tu puta vida de gilipollas si sigues por este camino.

Mira gilipollas. Si quieres que las cosas cambien de manera significativa y a mejor, lo primero que debes hacer es cambiar tú. Eso es, debes dejar de ser un gilipollas. Durante décadas te has ido tragando toda la ideología de mierda que esta supuesta democracia ha ido metiendo en tu cabeza de gilipollas. ¿Te acuerdas de aquellos años felices de las “vacas gordas”, que en realidad nunca lo fueron tanto, en donde proclamabas ufano y a los cuatro vientos aquellas gilipolleces ya legendarias del “yo paso de política”, “a mí la política no me afecta” o “todo es depende del cristal con que se mire” y otras insensateces gilipollas más? Ahora vas despertando gilipollas, y hay que reconocer que algo se nota. Sin embargo, no te has liberado aún de conceptos-gilipollez nocivos y paralizantes como la fe en el estado salvador, la esperanza gilipollas en la reforma de los “defectillos” del sistema, la patria de los gilipollas, el abandono TRAIDOR y gilipollas de toda lucha y esfuerzo contra la injusticia a cambio de una postración gilipollas y sumisa al estado “del bienestar”, la religión tecnocrática gilipollas, el haber abrazado un modo de vida individualista y egoísta (y gilipollas) olvidando consciente y negligentemente los lazos comunitarios y de buena vecindad, el haber preferido “la isla de los famosos” (gilipollas nivel dios) a la lectura de un buen ibro y a la cultura… Tantas y tantas calamidades, gilipollas, se podrían haber evitado tan solo con una migaja de tu puta conciencia y menos de tus gilipolleces…

Porque hay una cosa que debes de tener clara desde ya, gilipollas. YA NO SIRVE ECHARLES LAS CULPAS A OTROS, GILIPOLLAS. Ya no tienes donde esconderte. Podemos fracasó, y encima todavía habrá gilipollas dispuestos a darle carta blanca a VOX y a los ideólogos carroñeros de la Fundación Gustavo Bueno en una nueva exhibición de colosal gilipollez. Algunos incluso habrán sido antiguos votantes gilipollas de los morados, de aquellos de las microgilipolleces postmodernas de género o de otro tipo. En cualquier caso, la decepción guarda a la vuelta de la esquina. Y lo peor de todo es que lo sabes, ¡GILIPOLLAS!.

Como íbamos diciendo, gilipollas, ya no tienes donde esconderte. Todas tus excusas se han ido por el wáter abajo. Se las está llevando el coronavirus una por una. Si algo bueno se puede decir de este bicho es que, si no te mata, al menos tendrá la decencia, nos hará el favor de dejar a todos los gilipollas al desnudo; sin más excusas a las que agarrarse.
Gilipollas. Tuyo es el deber de cambiar tu actitud, de reflexionar y luchar por transformarte. De volverte cooperativo, de defender tu individualidad también, sí, pero no bajo los parámetros gilipollas, asociales y manipulados conque la concibes ahora. Tuyo es el deber de dejar de quejarte por lo que hagan políticos corruptos o empresarios tan gilipollas como explotadores, porque el que les vota, el que les mantiene y el que hace suyas todas las gilipolleces vomitadas por sus medios a diario, ERES TÚ, Y NADIE MÁS QUE TÚ ¡GILIPOLLAS!. En su orden de ideas no existen debates, tan solo gilipolleces para marear la perdiz y mantener a gilipollas como tú encandilados con banalidades para gilipollas.

Gilipollas. La verdadera solución a este mundo pasa por retornar la política y la economía a la escala local, por sustituir al estado por una confederación de asambleas en régimen de democracia directa, por la voladura del capitalismo y por el sometimiento a decisión popular y horizontal de toda orientación y aplicación que deba tomar el conocimiento, científico o de otro tipo. Todo debate que no apunte a estos objetivos no sirve para nada que no sea entretener a los gilipollas como tú.

¡Quieto que te veo venir, gilipollas!, se te huele a kilómetros, gilipollas. Eres patéticamente predecible, gilipollas, y ya sé con qué me vas a salir hora… gilipollas. Como buen gilipollas que eres, no podrás más que ver semejante propuesta como un despropósito, una auténtica aberración, una solución con potencial de tornarse peor que la enfermedad que intenta curar. Incluso puede que tengas la desfachatez de reírte de ella y tomártela a guasa haciendo honor al dicho “piensa el gilipollas que todos son de su condición gilipollas” Sí gilipollas, era de esperar. Aún te sobrará tiempo para desdeñar la única alternativa válida capaz de parar la catástrofe, como un sueño infantil para ingenuos. Demasiado bonito para ser verdad, dirás, con tus aires de soberbia y tu careto tan perfectamente hostiable de gilipollas.

No gilipollas, no te vendo el mundo perfecto ni creo en él. No gilipollas, tampoco creo que muchos males humanos dejen de existir ni siquiera en el mejor de los mundos. Pero, gilipollas, lo que sí es cierto es que es posible mitigar, canalizar y resolver dichos males hasta donde se pueda en un marco social mucho mejor organizado que este, más razonable y más justo. ¡Gilipollas!, tienes delante nada más y nada menos que la posibilidad de una vida que merezca ser vivida. Una vida diametralmente opuesta a la existencia de gilipollas asalariado y maula sinsustancia en la que te arrastras días sí y día también entre esa masa de gilipollas autómatas que son como clones tuyos. 

Y ¿sabes cuál es el principal impedimento para la puesta en práctica de dicha solución, muy por encima de ejércitos, policías, políticos, empresarios, ricos y poderosos beneficiarios del presente orden de cosas?

EL VIRUS DE LA GILIPOLLEZ. LOS GILIPOLLAS COMO TÚ.
SIN VOSOTROS, EL PODER, NO SERÍA NADA.
HALA, A SEGUIR ESPERANDO QUE LOS PROBLEMAS OS LOS SOLUCIONE UN PARTIDO O UNA MAQUINITA. A SEGUIR COMIENDO DE LA MANO DE QUIEN OS MACHACA…
A NO SER QUE DECIDAS LO CONTRARIO.
PIENSA Y CAMBIA, O CONTINÚA MURIENDO TU PATÉTICA VIDA DE MIERDA.
EL VIRUS SOLO ESTARÁ DEVORANDO UNA CARCASA VACIA DE DONDE TODO HÁLITO DE VIDA SE FUGÓ HACE TIEMPO…
GILIPOLLAS.

SARS-Cov-2

Internacional Paisanista

Esta entrada tiene un comentario

  1. Alberto Melchor Herrera

    Ja Ja,
    está bien, no puedo leerlo todo porque de tanto decir esa palabra me causa un poco de mal rollo, pero me gusta el contenido

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