La dificultad creciente que está teniendo el actual sistema para constituir propuestas creíbles y atractivas sobre los asuntos candentes del momento, invita a planear intervenciones públicas múltiples y coordinadas, con el fin de aportar ideas e ideales transformadores y cualitativamente superiores.
Ganar el bronco pero épico pugilato de las ideas es decisivo. Derrotar al poder constituido en las cuestiones medulares demanda dos quehaceres iniciales: 1) elaborar sistemas de propuestas contrarias y superadoras de las institucionales, esto es, construir argumentos lo bastante verdaderos, 2) llevar tales cuerpos argumentales a la opinión pública. Más adelante habrá un tercero, que aquéllos, una vez que han sido interiorizados por sectores populares cualitativamente decisivos, se conviertan en acción transformadora.
La reflexión estratégica tiene que localizar esos asuntos determinantes, de los que depende lo esencial de nuestra época. Contestar a la pregunta ¿qué es lo que define a nuestro tiempo, qué lo determina y ordena? es necesario. Estamos haciendo esa labor de análisis, que dará pronto sus frutos.
El segundo factor es dotarnos de cuerpos argumentativos en cada uno de los problemas o cuestiones decisivas (y también en el conjunto). Porque argüir con fundamento es vencer, aunque no a la manera de los sofistas o los demagogos, sino desde los hechos y la experiencia, desde la verdad.
Tales argumentarios, para que penetren en la opinión pública, hay que difundirlos perseverantemente. Y hay que hacerlo de manera concentrada, es decir, desde varios y si es posible muchos focos de emisión, con numerosas formas, estilos plurales y en diversas lenguas. Concentrar la pugna de las ideas en un determinado asunto en un momento temporal dado es garantía de que un bloque de argumentos va a penetrar más eficazmente.
Pasemos a un caso particular.
El próximo 6 de diciembre es el aniversario de la Constitución española de 1978. Es dia festivo, con puertas abiertas en el parlamento, tabarra en la televisión, verborrea a cargo de los jefes y jefas de la partitocracia, peloteo cursi de los pedantes, etc. Desde hace años he venido publicando artículos de crítica y denuncia de la Constitución concebida como expresión de la actual dictadura política, u orden autocrático. Y lo cierto que han tenido bastante éxito, siendo recogidos y reproducidos, en papel y en la Red. Pero lo hacía casi en solitario.
Este año deseo hacer, al menos, tres artículos breves, que aparecerán el 25 de noviembre, el 30 de noviembre y el 5 de diciembre, cada uno de ellos tratando un aspecto concreto del orden político despótico-tiránico-totalitario actual. El contenido propositivo será la libertad. La libertad política, una sociedad políticamente libre y autogobernada. La libertad concebida desde, en, para y por la revolución.
Lo óptimo sería que hubiera una intervención múltiple y coordinada para responder todas y todos a la vez, unidos en esta tarea, al actual régimen de dictadura constitucional, parlamentarista y partitocrática, a favor de un sistema popular de libertad política, libertad de conciencia y libertad civil.
Para ello pido colaboración. Que todos los que puedan hacer algo, mucho o poco, en esas fechas, lo hagan. En la Red, en letra impresa, sobre un muro, con una pancarta, con un cartel, con un video casero, con un audio… sin desechar lo que pueda introducirse en los aparatos mediáticos más o menos institucionales. Que coincidamos algunos, varios o muchos en esos días con las denuncias y las propuestas es fundamental. Una red de blogs, por ejemplo, que traten de la cuestión con coincidencia temporal sería magnífico. Que cada cual estudie lo que quiere decir y exponer, y que lo diga: hay tiempo todavía para ello. Que se recojan intervenciones o elaboraciones ajenas, con o sin comentario propio, o que se traduzcan de una a otras lenguas, caso de que no se desee trabajar personal o grupalmente esta cuestión. Que se apoye todo lo que se realice a favor de la libertad y en contra de la Constitución, lo haga quien lo haga.
Si lo hacemos con el asunto, el de la Constitución, lo seguiremos haciendo con otras muchas cuestiones, decisivas o menos decisivas, trascendentes o menos trascendentes, políticas y no políticas. Sí, lo haremos.
La ayuda mutua funciona igual para fijar contenidos que para realizar la difusión y popularización de dichos contenidos. En un asunto y en otro la creatividad e iniciativa individual son lo determinante.
Actuando coordinadamente estamos realizando los proyectos que se expusieron en el II Encuentro de Revolución Integral, mayo de 2016.
Félix Rodrigo Mora