En respuesta al artículo de Esteban Vidal publicado el 18 de enero de 2024: ABRIR EL DEBATE SOBRE CUESTIONES CANDENTES DEL MOMENTO: INMIGRACIÓN Y LAS FORMAS POLÍTICAS DEL PODER[1].

Introducción

En su texto, Esteban Vidal, pone en cuestión asuntos clave para comprender nuestra época y, sobre todo, se opone a articular un proceso de transformación revolucionario en favor de una nueva civilización: el profundo desprecio que Esteban Vidal muestra por la democracia directa y la revolución es de un servilismo sin parangón, digno de paniaguados. Sus injurias y difamaciones con respecto a las personas que sostienen posiciones contrarias a los procesos migratorios están completamente a ras de suelo.

Nótese el título del artículo, “ABRIR EL DEBATE SOBRE CUESTIONES CANDENTES DEL MOMENTO”. Abrir el debate, ¿dónde? Si es en el seno del movimiento de revolución integral, llega tarde. Si es en relación a la opinión pública, llega tarde. Se entrevé que es una respuesta a la publicación en fechas recientes del último libro[2] y artículos de Félix Rodrigo Mora, los cuales no son más que una recopilación y actualización de lo antedicho. Por lo demás, el poder constituido es 100% afín a las ideas que Esteban expresa en su texto, incluida la oligarquía universitaria y el ejército español, por supuesto.

Así mismo, y unido a esto último, se debe poner atención a la “conversión” y giro de 180 grados que ha sufrido su autor, Esteban Vidal, en cuanto a su postura sobre estos y otros muchos asuntos. Esteban Vidal[3] fue autor del blog llamado Reflexiones de un emboscado, ya clausurado (2007-2016). Por haber contenido aportaciones de gran valor, todas sus publicaciones (235) han sido recopiladas con la finalidad de que el lector pueda tener acceso a ellas[4].

Es totalmente natural que nuestras reflexiones y argumentaciones vayan mutando con el paso del tiempo; que éstas incrementen su potencial, se enriquezcan e incluso difieran de lo dicho en el pasado. Sin embargo, no es casual que el autor haya entrado de lleno en el mundo académico una vez doctorado en Ciencias Políticas, con sus exigencias curriculares y pecuniarias. Sus análisis geopolíticos siguen siendo de notable altura, tanto que el ejército español ha publicado uno de sus textos en la revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE)[5], una vez, claro está, que Vidal ha abandonado cualquier simpatía por la idea misma de revolución.

El asesoramiento al Ejército es puro colaboracionismo con el Estado, el principal enemigo de la libertad, cuya meta es investigar, perseguir, secuestrar, torturar y asesinar, en el marco de la terrible dominación que padecemos. Se puede objetar que sólo ha realizado una colaboración puntual en una revista del Ejército y que no es para tanto. Bien, vale, de acuerdo, pero tomamos nota[6].

Dicho lo cual, entremos ahora en el meollo de las barbaridades, barbaridades académicas, que nos deja el autor.

Sobre emigración

EV nos va dando una de cal y otra de arena en su atropellado análisis de los procesos migratorios. Para abrir boca, nos introduce en el tema para aclararnos si lo que hoy vivimos se trata de un fenómeno de emigración masiva. Parece el insulto de un académico hacia la gente de a pie, cuando es una realidad que la mayoría de la gente común observa y padece:

“[…] determinar qué inmigrantes, cuántos, en qué plazo de tiempo y a qué lugar llegan para aclarar si estamos ante un fenómeno de inmigración masiva.” Cum laude.

Luego nos viene a decir la clásica pantomima sobre que “todo el mundo sabe que inmigración ha habido siempre”, para decir inmediatamente después que es un fenómeno cargado de importantes negatividades: “Lo cierto es que la inmigración la ha habido desde siempre, desde mucho antes de que existiesen los Estados y el capitalismo, y la seguirá habiendo. Es inevitable, al margen de que sea un fenómeno cargado de importantes negatividades.”

Negatividades, se entiende, que debemos aceptar sin más, sin resistencia alguna, como siempre han hecho las clases populares. Lo que se critica y evalúa es el modelo migratorio actual. Evidentemente, éste tampoco es inevitable; a no ser que nos debamos arrodillar sumisamente ante las imposiciones estatales, en especial, ante la caterva de expertos y académicos universitarios.

EV nos dice, por un lado, que “La necesidad de mano de obra, los problemas demográficos y fiscales, y la búsqueda de una mayor competitividad económica operaron como incentivos para atraer inmigrantes”, para luego indicar que “parece que estas motivaciones de querer prosperar profesional y materialmente no son legítimas para los que demonizan a estas personas, lo que, además de reflejar la inmundicia moral en la que habitan, probablemente se deba a que su modelo de sociedad sea el de la miseria y la esclavitud, al mismo tiempo que legitiman de forma tácita la rapiñería y abusos de la oligarquía empresarial española”.

Se le debe recordar a EV que los fenómenos migratorios masivos (al margen de migraciones consecuencia de fenómenos por causas, vamos a decir, “naturales”, o de escasez material notoria) se han producido históricamente por las necesidades de dominación de estados, imperios o clanes, para la incorporación de mercenarios y esclavos (tanto mano de obra laboral como militar). Uno de estos fenómenos, que tiene bastantes similitudes con la coyuntura presente, y que sirve como botón de muestra, se produce en el área territorial de Arabia hacia el siglo VII d.C., en plena decadencia de los imperios romano (de oriente) y persa en la zona. Ambos poderes promueven una migración masiva desde Arabia hacia los límites de sus imperios (la provincia siria-romana en el noroeste y el área de influencia persa al noreste), para abastecerse de mano de obra en un momento de decadencia demográfica y falta fuerza militar. Proceso que socava definitivamente ambos imperios, tomando predominancia más adelante el islam, que surgirá en dicha coyuntura.[7] Las primeras élites que instrumentalizaron el islam, quiénes históricamente lo crearon como instrumento de dominación, fueron las árabes. Las primeras que lo hacen hoy son las de los Estados de confesionalidad musulmana.

El Estado alemán, como hegemónico en la UE, ha recibido más de 1 millón de sirios[8] y 1,4 millones de ucranianos[9] a partir de guerras –conflictos imperialistas– que ellos mismos han creado (junto con EEUU y los Estados principales de la OTAN).

Seguimos con la doble lectura que EV hace del asunto del islam, diciéndonos primero una cosa y luego la contraria. En primer lugar: “En este contexto histórico y social es en el que se inscribe el intento de instrumentalizar el islam por las elites occidentales para integrarlo en el modelo multicultural de la sociedad que preconizan.”

Para luego soltar bilis en sentido inverso: «Las teorías de una sustitución étnico-cultural de las sociedades occidentales, o de que hay un plan para islamizar a Occidente, son sólo teorías de la conspiración que demuestran, por un lado, el desconocimiento del funcionamiento y las lógicas de los procesos migratorios, y por otro lado reflejan la mala fe, por la intencionalidad que encubren, de quienes las han elucubrado y difundido. No se diferencian en nada sustancial de la teoría de la conspiración mundial judía, sólo que en este caso los malos son los musulmanes o los árabes (otro pueblo semita, dicho sea de paso). El fin de este tipo de teorías es envenenar la vida colectiva y sacar réditos políticos de ello».

Es decir, por un lado, nos dice que las élites occidentales han intentado instrumentalizar el islam, integrarlo en sus territorios; y, por el otro, que esto mismo es solo una teoría de la conspiración. La realidad palpable es que islamización forzada avanza a buen ritmo. Debe ser que en los pasillos de la universidad todavía se ven pocos velos[10].

El concepto de sustitución NO es “maximalista”: o todo o nada, o toda la población es sustituida, o no se puede hablar de sustitución. Si una parte relevante del porcentaje poblacional cambia, esa “sustitución” se está dando de facto. Así pues, no es una teoría, es más bien una realidad y una expectativa a corto y medio plazo respaldada por muchos datos oficiales y realidades observables a pie de calle en el día a día en no pocas ciudades del estado español y de gran parte del resto de Estados europeos. Además, la evolución de la composición de la sociedad no puede analizarse como una foto fija, sino como una tendencia. Sustitución étnica significa también sustitución étnica de los aparatos de Estado. Actualmente, un alto porcentaje de los soldados del Estado Español son inmigrantes, principalmente latinoamericanos y norteafricanos. Los aparatos de represión de los Estados, sin inmigración, no tendrían recursos humanos para sostenerse.

Entrando ya en referencias a la identidad y la cultura, EV nos dice que “[…] al plantear la cultura e identidad de las poblaciones receptoras de inmigración como algo estático, cuando la realidad es lo contrario.”

Es obvio que las culturas cambian y evolucionan; por ahora, bajo la lógica dominante y hegemónica del Estado-Capital (a peor, claro). A las corrientes que apostamos por la REVOLUCIÓN y cuestionamos el modelo migratorio actual no se nos puede acusar de “querer un modelo de identidad cultural estático”, porque un proceso revolucionario real conlleva una mutación y recreación cultural y civilizatoria formidable. Lo contrario a esto es la subordinación a la homogeneización cultural que pretende aplicar el poder constituido, de la mano de la casta intelectual y académica.

Acto seguido, EV aduce que se demoniza a las personas que deciden emigrar. Nada más lejos de la realidad: se pide, nos pedimos, responsabilidad. Indica que “[…] trabajadores altamente cualificados que no encuentran salidas profesionales […]” y que “[…] las opciones profesionales disponibles en la economía española son muy malas porque están pésimamente remuneradas […]”.

Muy bien, pues esto es una consecuencia, sobre todo, de los fenómenos migratorios; es decir, el dumping laboral, la reducción de salarios y la depauperización de la vida de los autóctonos es causada por la influencia de quienes llegan para aceptar condiciones pecuniarias inferiores. En cualquier caso, quienes aspiramos a ser verdaderamente críticos -revolucionarios-, tratamos de poner énfasis en no demonizar al migrante, aunque esto implique exigirle responsabilidad. Tanta como se la exigimos al pueblo autóctono. Lo surrealista es que un académico sea tan ciego como para no observar la realidad, y que niegue que, efectivamente, la emigración es un proceso instigado por el Estado y por la gran empresa capitalista. ¿Acaso EV desconoce las peticiones de una patronal alarmada por la falta de mano de obra barata? ¿Acaso desconoce los planes, públicos y conocidos, de los Estados europeos para hacer viables las pensiones o la Seguridad Social? ¿Realmente se puede ser tan fútil de no ver que esto supone una clara sustitución étnica?

Insiste EV con el demonio y el insulto: “[…] los inmigrantes no son mercenarios, tal y como se les presenta para demonizarlos. Lo cual refleja un planteamiento xenófobo y puramente irracional.”

No es eso lo que dice la RAE sobre el concepto MERCENARIO; vemos que en una de sus acepciones define a “mercenario” como “persona que desempeña por otra un empleo o servicio por el salario que le da”. Por tanto, todo asalariado puede ser considerado como mercenario.

Una parte de quienes en sus países de origen (emisores) se dejan llevar, en esencia, por el dinero, el bienestar y lo económico-material, son quienes precisamente emigran por cuestiones económicas. En los países receptores sucede lo mismo. Y no pocos jóvenes también se van de aquí hacia el norte[11]. No somos xenófobos por describir y criticar el primer caso, porque también lo hacemos con el segundo; seríamos xenófobos además de endófobos, es decir, todófobos. Nuestras consideraciones sobre ética, axiología, la totalidad de la condición humana bipartida, etc., de la que tanto aprendió EV hace algunos años, son claramente la mejor medicina para las mentiras, insultos y acusaciones que él mismo lanza[12].

Sobre la democracia directa

Vamos a entrar ya en el siguiente bloque donde EV nos deleita en relación a las formas de organización de la sociedad y para lo que él es el paraíso en la tierra: la anarquía.

“En cuanto a la cuestión de las formas políticas asamblearias entiendo que existen dos grandes tipos: la democracia y la anarquía.”

Atentos a la lección de primero de Ciencias Políticas. En 1868 Bakunin funda la “Alianza Internacional de la Democracia Socialista[13]”, la que es considerada la primera organización anarquista de la historia. Desde los inicios, y específicamente de parte de uno de sus mayores referentes del anarquismo, se ha comprendido que la democracia (“socialista”, es decir, con medios de producción socializados, incompatible con el capitalismo) es una noción que se opone perfectamente al Estado.

Más: “La democracia, tanto si es directa como si es representativa, consiste en el gobierno de la mayoría.” […] “Tanto la democracia directa como la representativa son formas políticas asamblearias”.  

No, la “democracia representativa” no es asamblearia, y ni siquiera es democracia. Esta conceptualización supuso una ruptura histórica y surgió a partir la constitución de EEUU, a pesar de que en ella no aparece el concepto democracia, sino el de representación.  Aceptar esta artimaña es aceptar de buen grado el conjunto de la modernidad estatal-capitalista[14]. Decir que la “democracia representativa[15]” es asamblearia, por el hecho de que se reúna en “asamblea” (dictadura parlamentaria), es una broma de mal gusto fruto de tragarse el sapo de la tergiversación de los Padres Fundadores.

Si hay sectores sociales injustamente excluidos de un sistema de democracia directa, el error está en el régimen de inclusión de ese sistema, no en el propio sistema de democracia directa. Por ejemplo, desde la Alta Edad Media estuvo ampliamente extendida la noción de “vecino”, fruto del sistema comunal-concejil peninsular en el que la participación democrática se asocia a un miembro por fuego (casa habitada). Esto no es una medida discriminatoria, sino organizativa. Por supuesto, versiones organizativas puede haberlas diferentes y variadas.

La democracia directa está para organizar de la manera más justa y razonable posible la esfera pública; o sea, lo que hay que decidir y organizar en común. La tensión entre individuo y comunidad es siempre delicada. Son, por tanto, la calidad del sujeto autoconstruido junto a sus iguales, y el sistema de valores y cultura imperante que se haya construido los que velan por una organización comunitaria directa que no socave la libertad individual. Las sociedades concejiles han funcionado, al menos de manera intermitente (por periodos y zonas), con máximo respeto a la libertad individual, a la propiedad familiar, etc.

Sirva el ejemplo de un terrateniente (individualista) sobre el que el concejo no tiene poder de coacción (para limitar su riqueza y poder); aquél sería un gran propietario con potestad absoluta sobre gran parte de su entorno, por tanto, privilegiado respecto a tus vecinos. Ese sería el contexto de una anarquía individualista como la que promulga EV.

Tenemos claro que la libertad siempre es libertad en peligro. Efectivamente, se pueden imaginar muchos procesos de degradación y declive de un sistema democrático directo, que lo lleve a mutar hacia formas de totalitarismo y estatismo. Por esto, no pueden disociarse los asuntos políticos del resto, en cuanto a la condición del individuo, la sociedad, las libertades, los deberes, la ética, el derecho, etc.

EV se adentra ahora en una supuesta prescripción de la moral impuesta por la asamblea, al parecer olvidando su propia prescripción de que “Lo personal no es político[16]”, la cual nosotros seguimos afirmando, igual que “a más moralidad, menor legalidad” o “convivencialidad frente a hegemonía de lo asambleario”.

“Las disputas y disensiones internas inherentes a la política asamblearia de la democracia directa son contrarrestadas, al menos parcialmente, con la prescripción de una moral determinada y el fomento de lo que es entendido como virtud, es decir, una serie de valores que dictan la conducta de cada individuo y que llegan a adquirir un carácter positivo con la aprobación de normas y regulaciones de obligado cumplimiento. La asamblea no se limita a ser así un órgano político, sino que también interviene en la definición de lo que es moral y de aquello que no lo es.”

Insistimos: nuestra meta es una sociedad y una cosmovisión revolucionaria con autonomía y libertad individual a la vez que autonomía y libertad colectiva. Conquistar y mantener un sistema así implica una cosmovisión y cultura suficientemente virtuosa, donde lo individual y lo colectivo tengan un equilibrio aceptable. No defendemos una sociedad perfecta, pero sí una sociedad en la que se puedan –y deban (y que la cosmovisión mayoritaria así lo conciba)–, hacer críticas y autocríticas, mostrar disensos, incluso que un conjunto de personas pueda marcharse de una comunidad, o que una comunidad completa pueda “desfederarse” del resto.

Para EV “La democracia directa conlleva un elevado nivel de centralización política”. Sin embargo, la democracia directa no conlleva per se un elevado nivel de centralización política. Ni por si sola, ni mucho menos entendida en el contexto-programa lógico e integral en el que la planteamos. La democracia directa es descentralizada y subsidiaria, donde el poder real y directo recae sobre el ámbito local-comarcal. En dicho contexto, para materializar la no existencia de un ejército profesional, el armamento general del pueblo debe articularse necesariamente de manera organizada, confederal, de abajo arriba, donde las milicias locales-comarcales se coordinen cuando así sea acordado, sin menoscabo para la autonomía de cada milicia local-comarcal[17]. Lo mismo se puede decir para la gestión del resto de asuntos.

En una más de sus contradicciones, EV nos dice ahora que «La noción de libertad negativa que entraña la anarquía, esto es, libertad como ausencia de interferencias externas, tiene importantes consecuencias en el tipo de sociedad resultante. La primera de ellas es el principio de no agresión, de forma que en anarquía no se le reconoce a nadie el derecho a coaccionar a otras personas. Sin embargo, sí se reconoce el derecho a la legítima defensa, tanto individual como colectiva.»

Pero ¿quién reconoce ese derecho? Si la democracia directa es una forma de dictadura de mayorías que obliga a una convivencia social forzada y que oprime al individuo, ¿qué es la anarquía? ¿El paraíso de los sabelotodos?

«Las relaciones sociales, de las que las relaciones políticas son un tipo específico, se desarrollan a través del libre pacto mediante contratos, convenios, etc. En lugar de la politización de todas las esferas de la vida humana que implica la democracia directa, la anarquía constituye la recuperación de lo prepolítico que se convierte en el espacio en el que se desenvuelven la mayor parte de las relaciones de las personas.

Cuando los acuerdos entre personas y grupos de personas afectan a terceros es cuando son llevados al ámbito de la asamblea en donde se toman decisiones que afectan a la vida colectiva. En la asamblea participan los miembros de la comunidad, sin intermediarios, y llegan a acuerdos conforme a los procedimientos y normas que previamente hayan estipulado. Sin embargo, a diferencia de las restantes formas políticas, nadie es coaccionado para que los acuerdos sean cumplidos, sino que su cumplimiento depende de los propios individuos que han alcanzado dichos compromisos.»

Una de cal y otra de arena. Estamos de acuerdo, como se ha dicho, sobre la condición prepolítica del sujeto, así como sobre la centralidad de la asamblea como órgano legislador; pero, que las decisiones que se tomen no puedan ser colectivas y que dependa de la voluntad de los afectados cumplirlas o no, no puede más que dejarnos perplejos. La condición humana es BIPARTIDA, con capacidad de obrar hacia el bien y hacia el mal. EV sigue enclaustrado en su paraíso marxista de la eterna felicidad del “planeta libre[18]”. Si alguien decide obrar de mala fe, concentrando propiedad y acaparando riqueza, tierras, talando bosques indiscriminadamente, destruyendo acuíferos, etc., la comunidad anárquica debe callar y acatar. ¿No es esto una infantilidad del País de Nunca Jamás? Asamblea sí, pero para lo bueno, para lo malo mejor mirar para otro lado. Anarcoindividualismo del malo, teñido de la llamada “Ley Natural”.

El comunismo libertario del anarquismo del mediodía europeo, sí está fundamentado en la democracia directa. Bien distinto del anarquismo de las zonas tradicionalmente protestantes noreuropeas, ultraindividualista, y muy cercano al liberalismo más ácrata. Por eso, él dice que su «anarquía» procede de otra corriente de pensamiento distinta a la de la democracia. Porque procede del liberalismo, que siempre ha sido anti-asambleario, porque era la ideología de los ricos, aristócratas y demás individualistas extremos, quienes siempre han mirado con horror que la gente común se reúna en asambleas y les imponga normas y límites por la fuerza. En el colectivo de la Revolución Integral abogamos por ser sujetos libres que de forma voluntaria forman comunidades asamblearias y se dotan de normas (resultantes de procesos deliberativos y de votaciones) de obligado cumplimiento para todos.

La «anarquía» de EV ya está en este sistema y por todas partes. Esto recuerda al anuncio de un coche potente: «¿Te gusta conducir? Siente la libertad de ir donde quieras». Puro liberalismo de ricos. La democracia que planteamos tampoco le dice a nadie cómo tiene que vivir su vida, se basa en un pacto social real que el individuo adulto tiene que aceptar o rechazar (y/o buscarse la vida en otra parte). Es un paquete de derechos y deberes, es libertad con responsabilidad, es libertad con el otro. Pero si uno quiere vivir de forma diferente, siempre tendrá la opción de irse a otras comunidades que acepten su propuesta, o la opción de proponer un cambio o un encaje personalizado en su comunidad.

En suma, el anarquismo de EV es utópico, irreal (y repetimos, cercano a la inoperante “Ley Natural”). Nunca materializado en la historia, pues sólo ha existido en la mentalidad burguesa. Incluso, EV, en el libro de Dana Nelson Democracia común. La política de participación en los primeros Estados Unidos[19], cuya traducción al castellano él mismo prologó junto a F. Rodrigo Mora, reconoció la existencia de “democracia” en aquellos sistemas populares de democracia directa. Así como existió en el sistema comunal-concejil de los Pueblos ibéricos durante siglos.

Desde la RI se elaboran propuestas realistas, basadas en la historia popular; por ende, imperfectas, como todo lo humano. Y nos precavemos ante las propuestas utópicas, ergo reaccionarias, de los expertos y sabios; en particular, las de aquellos anarquistas de salón que pontifican al calor del Estado.

Sobre la revolución

«Una revolución entraña violencia, sangre, muerte, fuego y sacrificios colectivos inauditos pero irrenunciables cuando se juegan principios, valores y planteamientos que dan contenido a la existencia, que hacen que las personas sean y se sientan humanas y no reducidas a la condición de larvas o insectos dentro de la conformidad de las sociedades actuales, compuestas por una abúlica y esperpéntica burguesía de masas[20]

Esto decía EV en 2015, enfatizando la irrenunciabilidad de la revolución. Hoy, por el contrario, nos deleita con lo que sigue: “Ni tan siquiera pienso que sea necesaria una revolución. De hecho, una revolución abortaría cualquier posibilidad superadora del contexto de opresión que producen los Estados. Una revolución es, dicho de un modo escueto y brutal (como toda revolución), matar a todos los que se te opongan y obligar al resto a acatar un determinado orden social mediante el uso de la violencia. Cualquiera puede imaginar rápidamente lo que saldría de ahí por mucho que dicha violencia fuese ejercida en nombre de la libertad.”

Esta concepción de la revolución es patética. Desde la ventana de su despacho EV sólo ve sangre y matanza, palurdos y gentuza. Ver así la revolución es de cobardes, de cobardes que han abandonado la noción de revolución[21]. La causa última de su transformación reaccionaria parece tener su origen en que se está vendiendo al Estado español.

No obstante, cabe recordar que la revolución, conforme a la propuesta de la RI, es, con mucha diferencia, un acto constructivo; sólo de forma secundaria uno destructivo.

Las propias ineficiencias, crisis y contradicciones sistémicas del Estado capitalista moderno llevan a su colapso, como ha sucedido a lo largo de la historia con todas las sociedades estatizadas (Imperio egipcio, Roma, Mayas, Imperio Jemer, etc.). Si bien son procesos históricos complejos que pueden durar siglos.

La violencia es inevitable, parte de la vida, y cuando, utópicamente (como los orientalistas y pacifistas) se pretende renunciar al legítimo armamento y autodefensa popular, por omisión se está dando carta blanca a que se perpetúe el monopolio de la fuerza por parte del Estado.

Repetimos: Negar el legítimo uso de la fuerza del Pueblo-Pueblos es otorgar su monopolio a las élites, al Ejército, al Estado.

Nuestra propuesta revolucionaria integral supone construir un tejido social, relacional y cultural paralelo/antagónico al Estado, un movimiento que gane vigor y capacidades a la vez que el sistema estatal-capitalista las pierda; a fin de que, en el momento estratégico oportuno, cuando el equilibrio de fuerzas favorezca al Pueblo-Pueblos, se pueda “dar el golpe definitivo” y eliminar todas las estructuras jerárquicas de dominación.

La revolución, en tanto que popular, no se hace escribiendo desde la torre de marfil académica, a sueldo del Ejército y el Estado. No se hace a base de utopías burguesas que lo legitiman.

La revolución se hace luchando en el día a día con nuestros iguales, sufriendo juntos codo con codo; construyendo relaciones y amistades, compartiendo ideas y opiniones, trabajando y conviviendo juntos, apoyándonos mutuamente.

Texto de autoría colectiva
8 de febrero de 2024

[1] https://elsabiocinico.blogspot.com/2024/01/abrir-el-debate-sobre-cuestiones.html

[2] Ese último libro de F. Rodrigo Mora se titula No a la emigración en Euskal Herria y en toda Europa.

[3] En adelante utilizaremos EV para referirnos al autor, Esteban Vidal

[4] Publicado en pdf en el canal de difusión de Revolución Integral en Telegram: https://t.me/Revolucion_Integral/2877

[5] El giro Indo-Pacífico de la política exterior de Estados Unidos: una aproximación geopolítica desde el realismo neoclásico.

[6] Sería preciso que el autor exponga públicamente si ha cobrado algo del Ministerio de Defensa; es decir, de las Fuerzas Armadas, y, en caso afirmativo, decir cuánto. En ausencia de respuesta, se dará por entendido que se ha convertido en un mercenario estatal que pretende escalar en la universidad del Estado, en tanto que lacayo del poder. Una suntuosa cantidad, unos 5000 euros, los debió cobrar únicamente por la elaboración de un texto (titulado En busca de la Europa geopolítica. La construcción de una potencia global), gracias al cual el Estado le otorgó un premio con una gran recompensa económica. Sorprende cómo el ente estatal compra a los anarquistas para domesticarles.

[7] The Mecca Mystery: Probing the Black Hole at the Heart of Muslim History (Peter Townsend)

[8]https://elpais.com/internacional/2021-09-19/alemania-supera-en-parte-la-herculea-tarea-de-integrar-a-un-millon-de-refugiados.html

[9] https://www.swissinfo.ch/spa/alemania-demograf%C3%ADa_la-poblaci%C3%B3n-de-alemania-sube-a-84-4-millones-de-personas–con-1-4-millones-de-ucranianos/48604434 

[10]La población musulmana en Europa es diversa y está en constante crecimiento: Francia, se estima que hay entre 4,1 millones y 5,6 millones de musulmanes, según el Observatoire de laïcité y el Pew Research Center respectivamente. Según Jérôme Fourquet, el 19% de los recién nacidos en Francia en 2019 tienen un nombre de pila árabe-musulmán. Alemania, se calcula que hay 5,5 millones de musulmanes. Muchos de los cuales son de origen turco. Desde 2015, la política de acogida masiva de migrantes de Angela Merkel ha tendido a reducir el peso de los turcos dentro del islam alemán en favor de los musulmanes procedentes de Afganistán, África negra u Oriente Medio. Bélgica, un país sin pasado colonial en tierras islámicas, tiene unos 800.000 musulmanes. Cerca del 25% de la población de Bruselas es musulmana. Muchos son de origen marroquí, en particular de la región bereber del Rif. Reino Unido, hay unos tres millones, una cifra que ha triplicado desde 1991. Más del 50% de los musulmanes británicos nacieron fuera del Reino Unido. Muchos provienen del subcontinente indio y de países del África subsahariana como Nigeria, Sudán y Somalia. España tiene dos millones, la mayoría de los cuales son de origen marroquí.  Países nórdicos también han experimentado una fuerte oleada de inmigración musulmana en los últimos treinta años. En Dinamarca hay 300.000, mientras que en Suecia hay un millón. Principalmente de los Balcanes y Oriente Próximo.

[11]Se estima entre 100.000 y 200.000 los emigrados para el caso de los menores de 30 años en lo que llaman España. Los datos oficiales pueden consultarse en el INE, tanto las “Emigraciones con destino al extranjero” https://www.ine.es/jaxi/Datos.htm?tpx=61631 como el “Flujo de emigración con destino al extranjero” https://www.ine.es/jaxiT3/Datos.htm?t=24296

[12]No hay más que acercarse a sus primeros escritos, anteriores a la influencia en su pensamiento de la noción de sujeto aportada por Félix Rodrigo Mora y que ahora utiliza como arma arrojadiza.

[13] https://es.wikipedia.org/wiki/Alianza_Internacional_de_la_Democracia_Socialista

[14]Esto lo explica muy bien el filósofo político griego Takis Fotopoulos en “Hacia una democracia inclusiva” y en “Crisis multidimensional y democracia inclusiva”. También Cornelius Castoriadis y Abdullah Öcalan, por poner más ejemplos, defienden la tradición democrática como antagónica al Estado y al Parlamentarismo, y como revolucionaria. Carlos Taibo, anarquista, cuando habla de lo “libertario” y lo “libertarizante”, en el sentido de anarquismo no doctrinal, insiste en la democracia directa y el apoyo mutuo como sustrato base.

[15]Ahora para EV el parlamentarismo es asamblearismo. Aquí podemos ver otros de sus virajes en relación al asunto:

Sobre la dictadura parlamentarista

Los orígenes y la evolución del parlamentarismo

El Estado y el parlamentarismo

[16]  Lo personal no es político

[17]Además, las milicias concejiles tenían una naturaleza defensiva y no ofensiva, limitando de manera taxativa que pudieran estar fuera de su territorio en caso de necesidad de ampliar la defensa fuera de su territorio para hacer retroceder al enemigo.

[18] https://es.wikipedia.org/wiki/La_belle_verte

[19]https://felixrodrigomora.org/democracia-comun-la-politica-de-participacion-en-los-primeros-estados-unidos

[20] https://www.portaloaca.com/opinion/el-concepto-de-revolucion/

[21] https://www.portaloaca.com/opinion/sobre-la-tarea-revolucionaria/

Deja una respuesta