• Categoría de la entrada:Artículos
  • Autor de la entrada:Juan Segura

Jordi Pigem, filósofo y ensayista catalán establece similitudes entre las sociedades modernas actuales y los modelos distópicos descritos por George Orwell en 1984 y Aldous Huxley en Un mundo feliz. Es una obra necesaria, porque mediante un lenguaje asequible pone sobre la palestra asuntos y procesos reales que son ocultados o distorsionados por los aparatos de desinformación al servicio de la élite.

La denuncia del transhumanismo se palpa en toda la obra. Pigem resume la historia de la ciencia y señala como a partir de Descartes se ha separado al ser humano de lo que observa, se ha centrado sólo en lo medible y en lo material y ha fomentado el estudio de fenómenos en condiciones aisladas de su entorno bajo variables que se pueden controlar. Éstos factores han permitido al ser humano influir en la naturaleza sin percibir que éste proceso se le podría volver en contra. Hoy la ciencia es capaz de hackear al ser humano o está en camino de poder hacerlo.

El Covid 19 quizá sea el mayor experimento de ingeniería social que ha sufrido la humanidad en toda su historia; y el autor lo aprovecha para sacar a la luz los abusos de la industria farmacéutica y médica; el dogma científico como nueva religión o el proceso de deshumanización que venimos sufriendo gracias a una campaña devastadora de propaganda y adoctrinamiento perpetrada por una élite tecno capitalista que, desde la sombra, pretende imponer un Nuevo Orden Mundial.

Pandemia y pos verdad es un libro útil porque permite al ciudadano, en camino de convertirse en esclavo feliz, abrir los ojos ante procesos y sucesos que le afectan directamente pero sobre los que no presta atención por estar inmerso en un ritmo frenético de trabajo asalariado y entretenimiento vacío impuesto por unas élites que se reúnen anualmente entorno al Foro de Davos para buscar maneras más eficaces de control y dominio, así como estudiar tácticas que faciliten su imposición y aceptación por la ciudadanía.

Quizá sea este aspecto el más delicado del libro de Pigem y sobre el que se debería hacer algún apunte para no caer en el conspiracionismo (cosa que el autor por suerte no hace). Las élites existen, pero no son ajenas al factor determinante que hace posible y efectivo el dominio de unos pocos sobre muchos. Ese factor determinante es el Estado. Las élites (locales y globales) no son algo oculto; son visibles y se aglutinan entorno de y al servicio del Estado. Y se debe dejar claro: no existe una élite tecno capitalista al margen del estado, sino que existen como un apéndice necesario de éste para dotarle de formas de control y dominio más eficaces. Lo que pasa por alto el autor, es que la ciencia o la industria farmacéutica están al servicio del estado.

Sus análisis son acertados, pero al no poner en claro la subordinación al estado de todos estos factores hace que esta obra no pueda ser considerada de referencia para la disidencia que persigue ya una Revolución Integral. Eso no significa que no sea útil, que lo es. Para una persona que comienza a tener inquietudes, que comienza a hacerse preguntas y a replantearse si el modelo en el que vivimos es el mejor de la historia, puede ser una obra reveladora y por tanto me parece muy recomendable su lectura siempre teniendo en cuenta donde están sus límites. Recomendaría el libro Los instrumentos del Imperio de Daniel R. Headrick como lectura complementaria para matizar y completar lo que a Pigem se le escapa.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Hola, creo que el autor de esta reseña no pretende apoyar el concepto de Nuevo orden mundial, aunque por si acaso alguien da por supuesta la validez de dicho concepto, considero conveniente señalar su esencia reaccionaria.

    Tanto en su origen como en su fundamento, el concepto de Nuevo orden mundial es conspiranoico y de extrema derecha, y sigue siendo usado como cortina de humo para ocultar el poder del Estado, y, por tanto, de las Fuerzas armadas que son su quid.

    Para no extenderme, recomiendo la definición del concepto de Nuevo orden mundial que realiza Félix Rodrigo Mora en un artículo reciente suyo: http://www.felixrodrigomora.org/el-imperialismo-ruso-invade-ucrania-no-al-no-a-la-guerra-si-al-si-a-la-revolucion/

    Saludos

  2. Juan Segura Segura

    Exacto.

    Mi intención era exponer lo que él dice en su texto. Los 4 primeros párrafos son un resumen de los asuntos que trata en el libro. Es decir, no es la opinión de Juan Segura; es la opinión de Jordi Pigem. Para nada la mía.

    En los dos últimos párrafos, señalo que, en su crítica se mueve al límite del conspiracionismo (sin entrar a saco como si hacen otros «intelectuales») y que no entra en profundidad en la crítica al estado. Y ahí creo que está la principal limitación del libro. Se queda en la superficie.
    He querido ser suave: por no extenderme demasiado en la crítica y centrarme en lo que dice el autor. También para no condicionar sobre su lectura y que cada cual pueda extraer sus propias conclusiones y expresarlas en los comentarios.

    Para la RI no es una obra de referencia por lo anteriormente expuesto. Aunque si creo que puede tener su utilidad para alguien que comience a abrir los ojos y a hacerse preguntas. Los procesos de cada uno van a su ritmo y yo reconozco que he sido tentado por el conspiracionismo antes de llegar a ser quien soy ahora.
    Quizá la lectura de Pigem pueda servir a alguien para comenzar a reflexionar y llegar a conclusiones como las nuestras o a lo mejor no.

    Cierto es que, como se mueve al límite de la conspiración y no entra de lleno en el problema fundamental de crítica al estado como principal responsable, puede generar confusión.

    Al Juan Segura del momento actual la lectura de Pigem no le aporta nada (mas allá de la curiosidad) porque ya he pasado por ese proceso de pensar que Bill Gates y los masones manejan los hilos desde una pirámide montados en naves espaciales.

    La intención de la reseña siempre ha sido exponer lo que el propio Pigem dice y que cada cual, cómo bien hace Jose, extraiga sus propias conclusiones, haga los matices que considere oportunos y le de estopa de la buena si así lo cree conveniente.

    Saludos a todos

Deja una respuesta