Una de las editoriales que trabaja mis libros me comunica que Traficantes de Sueños se niega a admitirlos. La cosa tiene su lógica, pues esa librería madrileña está vinculada al primer partido fascista de nuestro país, Unidas Podemos, ahora en el gobierno español.
Se da por supuesto que la función social de una librería es ponerse al servicio de la libertad de conciencia, la libertad de pensamiento y la libertad de expresión. No es el caso, y puesto que aquélla practica la censura lo mismo que el régimen de Franco, debe manifestar a la opinión pública que está en contra de la libertad de expresión y que, en consecuencia, posee una lista de libros prohibidos, igual que la elaborada durante siglos por la Inquisición, y hacerla pública. Eso sería lo honrado, lo decente.
Traficantes de Sueños es una expresión del estalinismo, del fascismo de izquierdas. En ella encuentran apoyo todas las manifestaciones del neo-falangismo propio del siglo XXI, el marxismo-fascismo, el culto enfermizo por el Estado, el feminazismo de la nueva Sección Femenina, el lebianofascismo, el “anticapitalismo” financiado por el Banco de Santander, el ecofascismo, el islamofascismo, el entusiasmo por el Estado policial, el militarismo del generalito Julio Rodríguez y otras variantes más de terrorismo de Estado.
La gran mayoría de los libros que difunde están editados por alguna agencia estatal o gubernamental, como sucede siempre o casi siempre con las publicaciones de la derecha o de la izquierda fascista y, por lo general, son libros-basura. Ahora, con la reciente designación de una feminazi, Paz Esteban López, para directora del CNI (Centro Nacional de Inteligencia, la CIA española), y con el caudillo del fascio-estalinismo español del siglo XXI, Pablo Iglesias, elevado a jefe del CNI, el futuro de Traficantes de Sueños va a ser esplendoroso.
En efecto, es la librería del gobierno, la librería del Banco de Santander, la librería del feminismo neo-nazi, la librería de la patronal española[1] y la librería de los servicios secretos del Estado español, la librería de la policía, la librería del ejército, de manera que ¡lo tiene todo! Y eso significa que está recibiendo dinero, mucho dinero, por múltiples canales…
En esta situación de fuerza, opulencia y poderío, ¿por qué se niega a hacer público su Índice de Libros Prohibidos? Será estupendo saber qué autores, además de Félix Rodrigo Mora, son considerados indeseables por el CNI. Así pues, ruego a la dirección de Traficantes de Sueños que, en un ejercicio de transparencia, publique su Índice de Libros Prohibidos, sin temor a que sea tildada de nueva inquisición, de nueva policía política, de nuevo aparato de censura, de nueva forma de nazismo… Eso son pequeñeces para quien lo tiene todo, comenzando por el apoyo del gobierno, el Estado y la gran empresa transnacional.
Por lo demás, pido a los cientos de personas que han sido y siguen siendo víctimas de la violencia de Podemos y sus organizaciones generadas, que es multi-violencia dirigida desde el CNI y el ejército español, que se vayan sacudiendo el miedo y pasen a denunciarlo y a combatirlo, igual que hago yo. El terror fascista sólo cede si se le replica golpe por golpe.
Al mismo tiempo hago ya desde ahora responsable al CNI-Podemos, es decir, al partido-policía, de cualquier incidencia física que pueda sucederme. Llevan persiguiéndome desde 2012, con 2014 como el año de un máximo de agresiones, no casualmente, el año que Podemos es formalmente creado y aupado al estrellato por la gran industria televisiva estatal-capitalista. Intuyo que, fracasado todo ello, están preparando nuevas embestidas contra mí. Son unos matones fascistas que ahora ya operan abiertamente a las órdenes del CNI, sin ni siquiera ocultarlo, y continuarán ejerciendo la violencia hasta que la revolución popular comunal integral los desarticule con mano de hierro y los lleve ante los tribunales populares.
Mientras tanto, golpe por golpe.
Félix Rodrigo Mora
28-2-2020
[1] Ésta agradece sobre todo a Unidas Podemos que defiende con tanto ardor y vehemencia su política a favor de introducir en el país 300.000 emigrantes cada año. Eso ya, por sí sólo, hace que la caja del principal partido fascistas de izquierda, Unidas Podemos, así como sus colegas de IU, las CUP, Bildu y algún otro, además de las ONGs neo-negreras, ingresen sumas considerables. Ellas y sus jefas…