Félix R. Mora conoce a Jorge Rulli en 2014, en un viaje que hicieron juntos desde Balaguer, Lleida, a Madrid, en el que se pudo comprobar la gran humanidad y espíritu revolucionarios de este hombre. Karlos Luckas, lo conoce en 2015, durante el I Encuentro de Reflexión por una Revolución Integral, en Miraflores de la Sierra, Madrid. La impresión de Karlos fue idéntica a la de Félix, Rulli era ya algo mayor y tenía alguna dolencia física, pero con ello y todo, asistió al Encuentro con entusiasmo y participación, con gran humildad nos explicaba algunas circunstancias de su amplia experiencia personal y sobre todo política. De hecho, conectó muy bien con Karlos porque, como se sabe, los canarios y la gente de Latinoamérica, en general, comparten caracteres similares. Tal fue así que dejó a Karlos la dirección de un amigo suyo residente en el sur de Tenerife, compañero argentino de armas en los años 60, que también conoció al mismo Ché Guevara antes de su aventura en Cuba, a fin de que lo visitásemos y diéramos recuerdos del propio Rulli. Así se hizo, y junto a Alfredo, Karlos le hizo la visita, y el hombre emocionado les regaló un libro del propio Rulli dedicado por éste.

Respecto a la vertiente política de este gran hombre, simplemente destacar aquellos hitos que, por otra parte, son bastante conocidos, pero que muestran claramente la talla y dimensión de un hombre de claros perfiles revolucionarios, al estilo y modelo propio del rebelde idealista revolucionario de los años 60 del siglo XX. Según cada época histórica avanzaba, iba desarrollando los perfiles ideológicos correspondientes, así, pasa en su juventud, a ser un patriota de la juventud peronista radical, para luego apoyarse en el marxismo leninismo, y lo más sorprendente, en el transcurso de los años, evoluciona autocríticamente hacia posiciones libertarias ruralistas que facilitan su acercamiento a las ideas generales de Félix R. Mora y los planteamientos reflejados en el I Encuentro de RI. En realidad, es difícil escribir la historia de Argentina en la asegunda mitad del siglo XX y no encontrar a Rulli de protagonista en todos sus momentos más decisivos. Fue un perfecto ejemplo de persona íntegra, estoica y de entrega desinteresada por la “causa de la revolución”, tal y como la iba percibiendo en el transcurso del tiempo. Tuvo la oportunidad de estudiar directamente las experiencias de las “revoluciones de liberación nacional y socialistas” de Cuba o China Popular, pero, y lo que es más importante, no ser engullido por la vertiente politicista burocrática y fascista de ellas.

Ello es justamente el aspecto más destacable de Rulli. A pesar de ser “testigo y partícipe” directo de procesos revolucionaristas claves del siglo XX en Latinoamérica, sobre todo Argentina, con una vida entera dedicada a la militancia, desde los 15 años a los 83, habiendo sufrido tortura y larga prisión, y finalmente haber tenido la posibilidad de alzarse hacia un puesto o posición burocrática o académica en los últimos tiempos, lo que decide es continuar con su vocación netamente revolucionaria y estoica, abanderando proyectos políticos populares relacionados con la nueva realidad de destrucción eclógica del planeta, y de promoción de un modelo de organización política y social de base, la lucha radical contra la política escocida de los transgénicos, la crítica demoledora de la actual política agroexportadora de las élites de Argentina y en favor de la vida rural-popular y sus tradiciones, como son los Grupos de Reflexión Rural (GRR), sus múltiples intervenciones recogidas en vídeo y publicar varios textos importantes respecto a la naturaleza de esta política escocida, como Transgénicos y fracaso del modelo agropecuario” (2003), el “Libro de los Editoriales” (2008), “Pueblos Fumigados” (2009).

Por todo lo expresado, hoy, cuando inicia su ausencia física eterna, es más importante aún recordar que su actitud revolucionaria y estoica, además de sus particulares contribuciones en la lucha revolucionaria y anti-ecocida, tan transcendental hoy día, permanecerá por siempre como un ejemplo y camino a seguir por aquellos que han decidido andar en la misma senda de trasformación integral de las políticas explotadoras del imperialismo capitalista y de las opresivas instituciones de los Estados nación. ¡Larga vida, Rulli!

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