Somos el Colectivo Bagauda, un grupo de personas que queremos iniciar un proyecto para recoger la llama de la revolución perdida, recuperando lo positivo de la tradición.
Un proyecto convivencial en el medio rural, que eche raíces; que busque revertir este proceso de esclavitud y deshumanización en que estamos inmersos y que tienda a lo integral abarcando todos los aspectos de la vida.
A continuación exponemos los valores que nos mueven y que deseamos alcanzar. Somos conocedores de que es un proyecto ambicioso, pero al mismo tiempo conscientes de que la imperfección nos acompañará siempre. La realidad y sus limitantes nos permitirán desarrollar más o menos nuestros principios, pero no queremos perder la mirada en nuestro horizonte. Una mezcla entre Sancho y Quijote, es decir entre lo pragmático –en el mejor sentido de la palabra- y lo ideal. Por eso el esfuerzo y las ideas son de gran valor para nosotros.
Escribimos esta carta con el afán de encontrar compañeros y compañeras de viaje que se unan a nosotras, ya sea física y diariamente como colaborando como se quiera y desde donde se pueda.
Nuestros objetivos son:
– Constituir un proyecto con una ética elevada como eje central. Por tanto, los criterios morales deben estar por encima de los materiales. Esta elección nos lleva a tomar como deber primordial el buscar y alentar la extinción del Estado y el Capital, como condición sine qua non para crear un orden social libre, comunitario y humano, aceptando, soportando, combatiendo y superando el dolor y el sufrimiento que tal lucha nos brinde. En definitiva, buscamos ser elementos activos de la revolución integral.
– En contraposición a lo arriba expuesto, no nos mueve el epicureísmo, el disfrute, ni el goce. Nuestra meta no es la felicidad y el placer, sino la libertad. Los deberes bajo la primacía de la moral deben ser nuestras metas.
– Constitución y defensa de la asamblea como órgano de gobierno legítimo primando el consenso y usando el voto a mano alzada en su defecto.
– Alcanzar gradualmente mayores cotas de comunalidad diaria.
– Aumentar el desarrollo de la comunicación, identificando nuestras emociones, sin miedo a expresarse con total libertad y con el tono personal de cada uno/a.
– Desarrollar la capacidad de convivir con la divergencia, asumiendo la inevitabilidad de los conflictos, pero confiando en su resolución.
– Promover el desarrollo de la libertad entendiéndola como libertad colectiva, comprometida y con responsabilidad. Tu libertad no acaba donde empieza la mía, sino que tu libertad y la mía van juntas.
– Colaborar con proyectos compatibles con el fin de organizar redes de apoyo mutuo. Nos oponemos totalmente a la colaboración con las instituciones estatales o paraestatales, así como con cualquier otra organización de corte jerárquico. Consecuentemente rechazamos las organizaciones capitalistas, industrialistas, las relacionadas con las llamadas «religiones políticas» y las que no respeten la libertad de conciencia y de expresión individual.
– Relacionarnos con el entorno que nos rodea, con humildad y sin sectarismos pero sin renunciar a lo que nosotros somos o buscamos ser.
– Realizar las tareas a veces ingratas pero necesarias de cara a la transformación revolucionaria de la sociedad al mismo tiempo que primar el esfuerzo por el colectivo resistiendo a los momentos dolorosos.
– En la tarea revolucionaria consideramos fundamental el formar parte activa en la batalla de las ideas, esto es, en el desarrollo del factor consciente como arma principal del cambio. Esto nos lleva a marcarnos como meta a corto plazo poder dejar un espacio de tiempo importante para cada persona para dicha tarea, incentivando el estudio y la investigación cultural, histórica, filosófica, geopolítica, etc.
– Una de las primeras realizaciones en relación a lo anterior será la creación de una interesante y valiosa Biblioteca Social Autogestionada.
– Buscar la autoconstrucción individual, así como el trabajo emocional y la autosuficiencia material sin criterios productivistas. Intentando equilibrar pensamiento y acción.
– Recuperar los espacios para los niños y su convivencia con los mayores.
– Centrarse en trabajos tradicionales, agrícolas, pastoriles, silvícolas o artesanales; buscar la dignidad y el amor a animales, plantas y humanos. Plantar árboles y cuidar especies animales y vegetales autóctonas. Una lucha contra la industria, sus infraestructuras y la destrucción de la naturaleza.
– Búsqueda de la independencia de los combustibles fósiles, considerando como atraso las herramientas y medios de producción que nos aíslen y nos hagan dependientes de agentes externos, y considerando un progreso positivo en el proyecto la adopción de medios y herramientas compatibles con la independencia y la autosuficiencia en colectividad hermanada. Fomento del trabajo manual y de la tracción animal suave y digna; e investigación de herramientas alternativas de todo tipo.
– Nadie vive a costa de nadie, por lo que abogamos por un trabajo universal y obligatorio aportando cada uno según sus capacidades teniendo como meta las necesidades del colectivo. Todos rotamos en todos los trabajos evitando la especialización, compartiendo los conocimientos. Poner atención en los cuidados.
– Buscar la belleza estética no banal de la naturaleza. Mostrar atención por lo tradicional del lugar.
– Aguantar y soportar las enormes contradicciones a las que nos vemos obligados coyunturalmente o por la fuerza de los hechos.
– Buscar la profundización del amor, de la amistad, la confianza, el desinterés y el respeto.
No tenemos una ubicación concreta todavía. Estamos buscando y rondando el pirineo aragonés y navarro. Nuestro objetivo es asentarnos antes del 1 de Mayo del 2016. Quien quiera contactar con nosotros, conocernos y organizar todo esto, que nos llame al 652059551 (Afri) o que nos escriba a afrikaktiva@hotmail.com
Revolución Integral requiere la abolición del capital? O simplemente la abolición del régimen de capital, del capitalismo, en definitiva, el gobierno de las cosas sobre la gente?
Creo que si la Revolución Integral és «Recoger la llama de la revolución perdida, recuperar lo positivo de la Tradición …» entonces sería más inteligente recurrir a la tradición mutualista tornando así más rápido el aldeamiento, con la recolección efetiva y eficaz de los recursos materiales necesarios para la pacífica conquista de la tierra comum a ser liberada del mercado inmobiliario, si, dentro de esta tradición recurrímos a una coleta mutualista de recursos para la formación del fondo colectivo común. Siendo que en estos términos revolucionarios y de rescate de lo mejor del tradicionalismo (la restauración de la comuna), la colectividad trabajará para la devolución de estos recursos individuales sin intereses a los proprietarios mutuantes, y, la participación en la comunidad estará abierta en igualdad de condiciones, incluso para personas que no tienen capital para contribuir en este fondo colectivo comunal.