Algunos extractos de ‘Las mil y una noches’ que son prueba del adoctrinamiento usado por el Imperio Islámico. Podemos observar que la calumnia y la exageración alcanzan niveles propios del cine americano. Si bien ambas formas de imperialismo, el islámico y el católico(1) tienen mi pleno rechazo, la que nos ocupa es la representada por este libro.
Preceptos de paz..
<< ¡Se debe devolver mal por mal, y duplicado! ¡Si no, aumentaría el número de los impíos y de los malhechores que infringen las leyes! ¡Y para los malos, no debe haber piedad en la venganza, pues la piedad como la entienden los cristianos es virtud de eunucos, enfermos e impotentes!» >>
Guerreros heroicos..
<< ¡Adelante, pues, musulmanes! ¡Y si la muerte está ahí, el Paraíso os aguarda! Al oír estas palabras, sintieron renacer su valor, y aguardaron a pie firme al enemigo, que se precipitaba sobre ellos. Sólo eran ciento tres los musulmanes; pero, ¿no vale un creyente por mil infieles? Y efectivamente, apenas estuvieron los cristianos al alcance de sus lanzas y de sus espadas, comenzó el vuelo de cabezas. Y Daul’makán y Scharkán a cada tajo lanzaban por el aire cinco cabezas cortadas. Los infieles se arrojaron sobre ellos de diez en diez, y saltaron entonces diez cabezas a cada golpe. Hicieron, pues, una gran carnicería, hasta que la noche separó a los combatientes. >>
«Aláh, Señor de reyes». Los Reyes son la cúspide de la estructura jerárquica, y la Jerarquía es el resultado del enfrentamiento: el ganador está arriba y el perdedor abajo. ¿Cómo puede ser buena una ideología que respalda esta estructura resultado del enfrentamiento?:
<< ¿Pero cómo has podido guiarte por el camino recto, ¡oh hermano mío! en medio de todos esos descreídos que niegan a Alah y no conocen a su enviado? Rumzán contestó: ¡La buena Grano de Coral fue quien me inculcó los principios sencillos y admirables de nuestra fe! Ella se había convertido en una buena musulmana, al mismo tiempo que mi madre Abriza, durante los días que estuvieron en Bagdad, en el palacio de mi padre Omar Al-Nemán. ¡Así es que Grano de Coral ha sido para mí, no sólo la que me recogió al nacer y me educó, sustituyendo en todo a mi madre, sino también quien me ha convertido en un verdadero creyente, cuyo destino está en manos de Alah, Señor de reyes! >>
Calumnia nivel Dios
<< ¡Oh guerreros cristianos! antes de luchar tenéis que aproximaros al Cristo y purificaros con el supremo incienso de las defecaciones patriarcales. Y todos contestaron: Benditas sean tus palabras, ¡oh venerable madre! Pero he aquí en qué consistía este supremo incienso de las defecaciones patriarcales: Cuando el gran patriarca de Constantinia hacía sus defecaciones, los sacerdotes las recogían cuidadosamente en toallas de seda y las secaban al sol. Después las mezclaban con almizcle, ámbar y benjuí, pulverizaban la pasta, completamente seca, la metían en cajitas de oro, y la mandaban a todas las iglesias y a todos los reyes cristianos.
Y este polvo de las defecaciones patriarcales servía de incienso supremo para santificar a los cristianos en todas las ocasiones solemnes, especialmente para bendecir a los recién casados, para fumigar a los recién nacidos y bendecir a los nuevos sacerdotes. Pero como las defecaciones del gran patriarca apenas bastaban por sí solas para diez provincias, y no podían servir para tantos usos en todos los países cristianos, los sacerdotes tenían que falsificar aquel polvo mezclándolo con otras materias fecales menos santas, como por ejemplo, las de los otros patriarcas menores y las de los vicarios. Hay que tener en cuenta que era muy difícil distinguirlas. Por consiguiente, aquel polvo era muy estimado a causa de sus virtudes, pues aquellos sucios griegos, además de las fumigaciones, lo empleaban en colirios para las enfermedades de los ojos y en estomáquicos para los intestinos. >>
Conversiones ¿voluntarias?
<< Después dispuso que los pregoneros publicasen que desde entonces el Islam sería la religión oficial de aquel pueblo, pero que a todos los cristianos se les permitiría perseverar en su error. Pero ninguno de los habitantes quiso seguir siendo descreído, y en un día solo, el acto de fe se pronunció por mil y mil nuevos creyentes. >>
Lucas, el poderoso guerrero cristiano..
<< Al llegar la mañana, el rey Afridonios, siguiendo el consejo de la Madre de todas las Calamidades, reunió a los jefes principales de su ejército y a todos sus tenientes, les hizo besar una gran cruz de madera, y los fumigó con el incienso supremo ya descrito y que estaba fabricado con defecaciones auténticas del gran patriarca, sin falsificación alguna. Así es que su olor era tan fuerte, que habríase matado a un elefante de los ejércitos musulmanes, pero aquellos puercos griegos ya estaban acostumbrados a él. Entonces la Madre de las Calamidades se levantó y dijo: ¡Oh rey! antes de dar la batalla a esos descreídos, es necesario, para asegurar nuestra victoria, que nos deshagamos del príncipe Scharkán, que es el Cheitán hecho hombre y manda todo el ejército. Él es quien guía a los soldados y el que les da valor. Muerto él, caerá fácilmente en nuestras manos el ejército musulmán. Enviémosle, pues, el guerrero más valeroso de nuestros guerreros, para que lo desafíe a combate singular y lo mate.
Cuando el rey Afridonios oyó estas palabras, mandó llamar enseguida al famoso guerrero Lucas, hijo de Camlutos, y con su propia mano lo fumigó con el incienso fecal. Después cogió un poco de aquella fenta, la humedeció con saliva, y le untó las encías, la nariz y las dos mejillas, le hizo aspirar un poco, y con el resto le frotó las cejas y los bigotes. ¡Y la maldición caiga sobre él! Porque aquel maldito Lucas era el guerrero más espantoso de todos los países de los rumís, y ningún cristiano entre los cristianos sabía lanzar como él la azagaya, ni herir con la espada, ni atravesar con la lanza. Pero su aspecto era tan repulsivo como grande era su valor. Su cara era extraordinariamente horrorosa, pues semejaba la de un burro de mala condición; pero mirado atentamente, se parecía a un mico, y observado con más cuidado, era como un espantoso sapo o como una serpiente entre las peores serpientes, y acercarse a él era más insoportable que separarse del amigo, pues había robado a las letrinas la fetidez de su aliento. Y por todas estas razones le llamaban Espada de Cristo. Cuando este maldito Lucas quedó fumigado y ungido fecalmente por el rey Afridonios, besó los pies al rey y se quedó esperando. Entonces el rey Afridonios le dijo: ¡Quiero que retes a combate singular a ese bandido llamado Scharkán y nos libres de sus calamidades! Y Lucas respondió: ¡Escucho y obedezco! >>
(1) Aunque en el texto aparece siempre como Cristianismo, se está refiriendo a la falsificación que hace el Estado Romano con la intención de exterminar a este peligroso enemigo desde su base ideológica. Por ello hay que llamarlo Catolicismo (anti-cristiano).
FUENTE: https://ciudadapestosablog.wordpress.com/2021/09/26/las-mil-y-una-noches-los-inicios-de-hollywood/