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Latinoamérica, continente sumamente rico por su cultura y naturaleza, ha sido desde sus inicios parte del proceso de consolidación del capitalismo a nivel mundial, primero al ser colonizado, pillado y despojado de sus riquezas por el imperio español estuvo a la base de la acumulación de capitales originales y, a partir de la independencia continúo siendo neocolonizado por el imperio Inglés, los estadounidenses e incluso la Unión Europea quienes siguen extrayendo sus riquezas y explotado su mano de obra barata, contando siempre con el apoyo y la colaboración de las elites latinoamericanas que se han enriquecido a su servicio (Guido,…).

Desde entonces, los países que la conforman han formado parte del sistema capitalista, actualmente, después de más de 500 años de colonización y despojo, no solamente el capitalismo, en su fase corporación-nación está completamente consolidado en el continente sino que se encuentra en decadencia, lo que no le ha quitado toda su fuerza y poder tanto político como ideológico y militar.

El sistema socio-económico en que vivimos se encuentra en una profunda crisis multidimensional, no sólo en el continente americano sino en todo el mundo: la acumulación de capitales, posible gracias a la explotación de los seres humanos y a la destrucción de la naturaleza, entra en crisis debido a las contradicciones propias al sistema capitalista, ya que esa explotación/destrucción no procura más a los capitalistas un enriquecimiento suficiente como para acumular capitales cada vez mayores, a las tasas que ellos consideran rentables(1).

Razón por la cual, buscando mayores beneficios y más rápidos, los «capitalistas» se reconvierten a actividades muchísimo más rentables que la producción de bienes y servicios, obteniendo grandes cantidades de dinero a través de la especulación financiera, el crimen organizado, la industria militar y la guerra, ya que con estas actividades obtienen una tasa de retorno de capital muy rápida y como se financian con el dinero de los contribuyentes el negocio es redondo; El crimen organizado, que es una de las actividades económicas más rentables(2) , la corrupción y otras formas de obtener dinero y enriquecerse rápido forman parte de las actividades de los gobiernos e incluso de las grandes corporaciones transnacionales, convirtiéndose en parte inherente al sistema.

Latinoamérica sufre directamente los efectos de la crisis, la riqueza de los diferentes Estados se obtiene destruyendo, con tecnologías cada vez más sofisticadas, los territorios de las comunidades y la naturaleza, es decir con la extracción creciente de sus riquezas naturales, convertidas en mercancías y recursos del capitalismo; Lo que degrada cada vez más las condiciones de vida de la población que cada día es más pobre y tiene menos control sobre sus territorios; Los servicios sociales como la salud y la educación se han degradado terriblemente y el ambiente tanto cultural como natural está completamente deteriorado. Las clases dominantes y gobiernos se benefician de la corrupción, de la especulación financiera, de la compra y venta de armas y del crimen organizado, despilfarrando y derrochando el dinero que obtienen con la sangre del pueblo. Esto hace que el descontento de la población crezca, las clases medias ven sus niveles de vida deteriorarse y, las grandes compañías venden sus productos chatarra, llegando hasta las capas más pobres de la población a la que nada puede restituirles la tierra pillada, el agua pura de los ríos, el aire no contaminado y toda la biodiversidad y cultura que han ido desapareciendo a medida que el sistema penetra hasta el último rincón y demuestra cada vez con mayor evidencia su incapacidad para crear las condiciones necesarias para que la población satisfaga sus necesidades esenciales, viva bien y sea feliz, lo que está causando una gran indignación y descontento a nivel nacional e internacional.

«Para apaciguar y acabar con este descontento e indignación, los Estados /gobiernos progresistas de Sudamérica se han presentado como una alternativa al capitalismo salvaje que ha imperado hasta ahora, en la fase corporación nación del capitalismo, aliándose a las clases dominantes y continuando con el extractivismo encubierto por «empresas nacionales» dependientes de las Corporaciones Transnacionales, ya que, entre otras cosas, no tienen ni el know how ni la capacidad financiera necesarios para tener un verdadero control sobre los proyectos extractivistas» (Venes, Francisco Miguel, 2016). Por lo que no son una alternativa efectiva para la sociedad actual, sino únicamente un paliativo que se utiliza como pantalla para hacer creer a la población que esos Estados están buscando realmente un cambio social en beneficio del pueblo: «La revolución del siglo XXI». El dinero obtenido con el extractivismo se distribuye supuestamente mejor en servicios sociales y «desarrollo», entendiéndose este como la construcción de infraestructuras (carreteras, inmuebles, hidroeléctricas (incluyendo los que benefician a las empresas mineras), etc., y en actividades asistencialistas que crean una mayor dependencia de la población y no satisfacen sus necesidades ni tampoco alientan a los pueblos a tomar en mano, en forma autónoma su propio futuro. En este sentido, la construcción de infraestructuras procura también suculentas ganancias y un rápido retorno del capital a las compañías constructoras, a los fabricantes de materiales de construcción, a las compañías de transporte, nacionales e internacionales, etc., mientras se difunde y expande un discurso social y ambiental completamente cortado de la realidad, un discurso que no va a las raíces del problema: la explotación, la destrucción y la decadencia en la que nos ha sumido el sistema capitalista, pero sirve como pantalla que desvirtúa todo intento de construir un sistema socio-económico-cultural diferente y liberar a los seres humanos de la explotación y de la dominación de unos sobre otros.

A pesar de la falta de coherencia entre lo que está pasando en la realidad y el discurso progresista un gran número de personas en el mundo que se llaman de «izquierda» continúan a sostener a los Estados progresistas, bien que algunos empiezan a dudar que sean realmente la solución a los problemas por los que atraviesa la región y dejen de creer en ellos, los Estados progresistas siguen presentándose como una alternativa, pero ésta es cada día es más frágil y menos eficaz en tanto que pantalla mistificadora(3) , en el caso de Brasil, por ejemplo, Fabio Nassif (2016) dice claramente, sin hacer una crítica de derecha sino tratando de ir más allá tanto de la derecha como de la izquierda: «lo que sí vale la pena es debatir por qué no debemos defender el lulismo (aunque se debe denunciar las ilegalidades y el espectáculo mediático montado alrededor del dirigente Lula).

La opción del ala mayoritaria del PT a lo largo de los años, fue la construcción de un proyecto de conciliación de clases con esta burguesía nefasta que tenemos en Brasil, proyecto que triunfó con la elección de Lula en 2002. El líder obrero gobernó entonces a favor de las antiguas y nuevas élites durante ocho años, seguido por su sucesora Dilma que logró formar gobiernos aún más a la derecha y que hoy se ha rendido a una política estrictamente neoliberal… El lulismo es el símbolo más fuerte de la conciliación de clases. Conciliación, en este caso, significa necesariamente traición de clase. Y es por ese motivo que Lula fue aceptado por el capitalismo global. Aceptó, aplicó y convenció a las masas de que estas reglas de juego solo eran administrativas».

Es por ello que, para hacer un análisis de dichos gobiernos nos es necesario compararlos con los principios de la revolución integral (RI), a los que consideramos la única alternativa radical que se nos presenta actualmente, ya que no se refiere a la transformación de uno solo de los elementos del sistema sino al sistema en su conjunto y al conjunto de interrelaciones entre todos sus elementos, el tipo de energía y de tecnología que utiliza y sus objetivos y valores sociales. La crisis multidimensional requiere una respuesta integral que situe al ser humano en el centro relacionandolo con todas sus dimenciones: espiritual, socio-económica (lo que implica la tecnología con la que los seres humanos se relaciónan con la naturaleza), cultural y ambiental. Una revolución integral que ya está en marcha, mostrando que un nuevo paradigma socio-económico y cultural está naciendo al interior mismo del sistema capitalista en su fase corporación-nación. Hasta ahora, las llamadas revoluciones han sido momentos históricos, en los que la suma de pequeños cambios en el sistema de dominación durante muchos años se manifiesta abiertamente en un corto periodo de tiempo, generalmente por medio de la violencia, como un cambio en todos los aspectos de la vida social, incluyendo las formas de Estado, de gobierno, de sistema socio-económico, de las formas de organización, los valores y comportamientos sociales. Sin embargo, en retrospectiva, no podemos considerar a las revoluciones burguesas del pasado como integrales ni tampoco como radicales pues, aunque han derrocado la dominación y el poder de una minoría de la población sobre la mayoría y trastocado completamente la sociedad, los modelos económicos y las ideologías en las que se sustentan promueven nuevamente la dominación, la explotación, la destrucción y la muerte. Una clase dominante ha substituido a las otras, el sistema económico social continúa procurando riquezas a unos pocos mientras que la mayoría de la población vive en la pobreza y la naturaleza se deteriora cada vez más; La explotación y la esclavitud continúan en forma cada vez más execrable, lo que remete en cuestión la manera como la historia nos ha sido contada hasta ahora es decir, la ficción según la cual se nos ha querido hacer creer que las revoluciones forman parte de un proceso ascendente de menos civilización, modernización y progreso a más civilización, modernización y progreso. Esto nos lleva a redefinir los conceptos de progreso, modernización y desarrollo, así como el concepto de revolución, lo que implica el cambio de nuestra perspectiva en la manera de realizarla: «La forma más sencilla de cambiar nuestra perspectiva es dejando de pensar en la revolución como si de una cosa se tratara -«la» revolución, la gran ruptura radical- y empezar a preguntarnos: «¿qué es una acción revolucionaria?» (Graever, David,…).

Es decir, tenemos que situar la dinámica del cambio social en el contexto socio-económico actual, constatar que ni militarmente ni ideológicamente existe una correlación de fuerzas favorable al cambio de paradigma socio-económico y, saliendo de los caminos trillados, redefinir el concepto, la teoría y la praxis de la revolución que queremos: Primero dejando las ficciones y las mistificaciones que nos hacen creer que está únicamente puede llevarse a cabo en forma violenta en un enfrentamiento entre las clases dominantes y la población dominada; Segundo construyendo la relación de fuerzas necesaria para realizar el cambio.

La RI que se vislumbra como la única alternativa radical que puede sacarnos de la situación caótica en la que nos encontramos, no solamente podrá ser no violenta (como la caída de la URSS y del muro de Berlín) sino que podrá incluir en sus filas a personas y grupos que no necesariamente sean obreros o campesinos pero ideológica y pragmáticamente luchen y trabajen junto con ellos por su libertad y autonomía, contra todo tipo de explotación del trabajo humano y destrucción o degradación de la naturaleza. No solamente tendrá que fortalecer y consolidar los cambios incipientes precursores de otra sociedad que se están dando a nivel mundial (colectivos, ecoaldeas, organización de la familia, tecnología, etc.), sino que tendrá también que terminar con la dominación y con la división de la sociedad en clases dominantes y clases oprimidas y explotadas, tendrá que acabar con la explotación y con la esclavitud y extirpar de raíz la idea de que son el progreso tecnológico, la modernidad, el desarrollo y el crecimiento económico los medios que le permitirán alcanzar sus objetivos libertarios.

Esto será únicamente posible por medio de una RI en la que la multitud de acciones de cambio que existen actualmente se manifiesten (ya se están manifestando) como la suma de múltiples pasos hacia la revolución que se han ido acumulando durante cientos de años y en este momento se hacen visibles, mostrando los cimientos de otra sociedad, que de manera incipiente se están formando al interior de la sociedad actual. La sumatoria de acciones revolucionarias, individuales y colectivas que se están llevando a cabo actualmente, de manera a veces inconsciente y unas pocas veces con una amplia consciencia y compromiso, constituyen el germen de una revolución integral que ya está en marcha y que para, constituirse realmente en alternativa histórica al sistema actual tendrá que llevarse a cabo en forma consciente, comprometida y radical.

Nuestra convicción es que vivimos una época pre-revolucionaria en la que si logramos que todas esas iniciativas se lleven a cabo en forma informada, consciente y comprometida, se organicen formando redes y se unan a todos los niveles, se logrará constituir una relación de fuerzas suficiente como para socavar la explotación, opresión y destrucción. Al mismo tiempo que se vaya construyendo una nueva sociedad que no solamente substituya una clase dominante por otra, ni unas instituciones por otras, ni una forma de explotación por otra con cambios cosméticos sino, que termine con todo tipo de Estado y sus instituciones en tanto que estructuras de poder, se libere a las personas de toda explotación y opresión. Una nueva sociedad en la que todos trabajen juntos, sin jerarquías, con nuevas entidades de gobierno y administración del pueblo y una gran convivencia amor y amistad.

Solamente la consolidación de la Revolución integral que se está llevando a cabo desde ya, tanto a nivel individual como colectivo, permitirá encontrar soluciones que en forma coordenada y articulada nos vayan sacando del caos en el que vivimos, a todos los niveles (local, nacional e internacional). Como dice, Félix, Rodrigo Mora (2013) «La revolución ha de ser integral, y no sólo social, porque en ella se ha de efectuar un cambio total, que altere no sólo la naturaleza de la sociedad en el terreno político económico sino en todas las facetas de la existencia, creando un orden de cosas completamente nuevo, aunque apoyado en lo mejor y más valioso del mundo tradicional popular, unificando tradición y revolución». Esta Revolución integral, deberá ser, en la medida de lo posible, no violenta, socavar al Estado-nación y a todas las instituciones burguesas, suplantándolos por entidades de gobierno del pueblo y por comités de ejecución no jerárquicos que se ocupen de los problemas sociales, ambientales y culturales. Lo que implica «la abolición de la concentración institucional del poder en manos de varias elites» (Fotopulos, Takis, 2005).

1.1 Que es la RI

Es un cambio integral, radical y sistémico en construcción, tanto a nivel individual como social. Es un cambio que ya está en marcha, yendo a las raíces de la explotación/destrucción en forma radical pero, requiere expandirse, multiplicarse y elaborar una estrategia con un marco teórico conceptual en el que se establezcan sus principios, lineamientos metodológicos y teóricos, no para atarse a ellos de forma dogmatica sino que, al contrario, para dar a cada colectivo, comunidad y a cada pueblo instrumentos que le permitan participar a la revolución coordinadamente con los demás y construir en forma completamente libre, autónoma y diversa la nueva sociedad que se vislumbra en el futuro y ha comenzado a nacer. La RI ya está en marcha, no es otra de las tantas ficciones con las que se nos ha manipulado y desviado de nuestros objetivos de libertad, buen vivir y autonomía sino que parte de la realidad concreta a la que se está tratando de transformar, con muchas dificultades.

Sin embargo, a pesar de todos los obstáculos que el sistema actual genera para impedir que se consolide, sigue caminando. Tiene su base en miles de iniciativas y proyectos que, con diferentes niveles de conciencia y compromiso, representan la transferencia del capitalismo hacía un sistema radicalmente diferente, aunque, sin todavía romper completamente con la lógica del primero, se salen tangencialmente de esta lógica y empiezan a darse valores, comportamientos y objetivos que ya no corresponden a la lógica del poder, de la acumulación de capitales y del dinero. En América Latina, como dice Arturo Esteva (2016): «una fuerza teórico-política comienza a recorrer Abya Yala/Afro/Latino-América de forma sostenida, contra viento y marea y a pesar de sus altibajos. Surge de la activación política de la existencia colectiva y relacional de una gran variedad de grupos subalternos –indígenas y afrodescendientes, campesinos, pobladores de los territorios urbanos populares, jóvenes, mujeres solidarias. Es la ola creada por los condenados de la tierra en defensa de sus territorios ante la avalancha del capital global neoliberal y la modernidad individualista y consumista. Se le ve en acción en tantas movilizaciones de las últimas dos décadas, en encuentros inter-epistémicos, en mingas de pensamiento, cumbres de los pueblos, y en convergencias de todo tipo donde los protagonistas centrales son los conocimientos de las comunidades y los pueblos que resisten desde las lógicas de vida de sus propios mundos. Involucra a todos aquellos que se defienden del desarrollo extractivita porque saben muy bien que «para que el desarrollo entre, tiene que salir la gente», como con frecuencia lo manifiestan las lideresas y líderes Afrocolombian@s que experimentan el desplazamiento de sus territorios bajo las presiones del llamado progreso».

La mayoría de estas iniciativas, sin embargo, tiene un carácter reformista, mismo si pretenden oponerse a que el capitalismo y su cultura de destrucción y muerte se sigan expandiendo, son paliativos o alternativas parciales, cosméticas y carecen de una visión sistémica y global del cambio social, lo que les impide luchar y trabajar en forma unida. Las luchas y esfuerzos se fraccionan, actúan en forma aislada los unos de los otros y no llegan a constituir una fuerza lo suficientemente potente como para derrocar al sistema capitalista y construir otro. Por lo que es necesario trabajar por que el mayor número de personas, comunidades y colectivos tomen conciencia, se comprometan y lleguen a formar parte de la RI, creando sinergias y comprendiendo las interrelaciones que existen entre ellas, luchando contra las divisiones y rivalidades que, al contrario, mantienen a las personas, comunidades y colectivos divididos, aislados y sujetos al sistema al que siguen reproduciendo.

1.2 Características de la RI

No es un enfrentamiento violento entre clases sino que es una lucha integral contra la dominación, promoviendo la toma de conciencia y el compromiso de todas las personas y organizaciones que participan en ella, llevando a cabo cambios revolucionarios cotidianamente en cada acción o actividad consciente y comprometida en la que participan: «El proyecto de revolución social necesita algo más que el voto, algo más que la confianza pasiva de los electores, algo más que una elite ilustrada: Necesita procesos de toma de conciencia de las multitudes explotadas, procesos de conformación colectiva de un nuevo sujeto consciente de sí mismo y de las ataduras y posibilidades de su ser social en el marco de la actual estructura de clases, así como de sus potencialidades para trascenderla y superarla aboliéndola. Esa es la gran maldición y al mismo tiempo la gran posibilidad del proyecto revolucionario. Nadie lo va a implementar por nosotros. Luego nosotros y nosotras (las grandes masas de explotados y oprimidos) debemos ser capaces de conquistar una conciencia acrecentada, hecha de experiencia práctica tanto como de reflexión teórica. Así, la acción transformadora no puede más que ser una acción pedagógica de masas», (Carretero, Miramar, José Luis, 2015).

La RI promoverá la no violencia, sus armas serán ideológicas y buscara en lo concreto debilitar al sistema en sus puntos más débiles, como el consumo. Ya que como dice Ted Trainer: «El capitalismo no puede sobrevivir si la gente deja de comprar, consumir y gastar a un ritmo acelerado. Nuestro propósito es ir construyendo gradualmente las prácticas y sistemas alternativos que permitan a cada vez más gente salirse del mainstream (de la corriente principal), abandonar la sociedad de consumo, y asegurarse cada vez una parte mayor de sus necesidades materiales y sociales a partir de esos sistemas y fuentes alternativos que surjan de sus barrios y pueblos. Esta revolución, no hay duda, trata de la muerte del capitalismo; no obstante puede ser una revolución de tipo pacífico y no-violento, por la cual se vayan desarrollando poco a poco dentro de los viejos sistemas otros nuevos sistemas locales, de pequeña escala y participativos que los reemplacen… Nuestra tarea crucial es conseguir montar los sistemas alternativos y llevarlos lo suficientemente bien en el tiempo que nos queda, de tal modo que la gente pueda ver que hay estupendas alternativas, y se acerque para unirse a nosotros… Los que estamos en el movimiento alternativo debemos en consecuencia laborar todo lo intensamente que podamos para conseguir tener la alternativa lista y funcionando para que pueda ser vista como un bote salvavidas» (Trainer, Ted, 2014).

Ruptura con la democracia burguesa y sus instituciones (Estado-nación, parlamento, sufragio universal, etc.), ya que las luchas de la izquierda ya sean violentas o electorales se caracterizan por su carácter reformista, así como las numerosas iniciativas sociales se sitúan todas en el marco de la institucionalidad burguesa y no salen de ella. Los gobiernos progresistas, por ejemplo, nacen de procesos democráticos con una elevada participación popular, ya sea institucional o no institucional «no exigen sacrificios a las mayorías en nombre de un futuro glorioso, sino que tratan, por el contrario, de transformar el presente de quienes nunca tuvieron acceso a un futuro mejor» (Boaventura de Sousa Santos, 2014). Hay que recordar que la universidad, como la escuela, las iglesias y los medias de comunicación son también instituciones del Estado que ejercen el poder ideológico de las clases dominante, por lo que, en general, las personas y gobiernos que pertenecen a dicha estructura muy difícilmente van a hablar y trabajar por la disolución del Estado capitalista y la construcción de entidades de gobierno y administración populares. Estamos en un periodo de transición histórica entre el capitalismo caducado (pero todavía con suficiente fuerza y poder como para acabar con la humanidad entera) y una nueva sociedad, un nuevo mundo y una nueva vida (con toda la fragilidad del recién-nacido) que son los que hay que imaginar, reinventar y construir, si queremos superar la situación actual. Para eso el pueblo tiene que ir más allá y depasar tanto en forma teórico-conceptual como en la praxis los gobiernos como el de Correa, Evo, etc.

La RI no es un discurso abstracto ni una nueva mistificación sino una realidad concreta basada «en las luchas y trabajo de la población, el apoyo mutuo y la solidaridad, la confianza, el respeto, la fraternidad y, en general, en el amor entre los seres humanos» (Llamamiento internacional BRI, 2013 ). Es un cambio social subterráneo, tanto individual como colectivo, en el que la lógica, objetivos y valores del sistema capitalista se derrocan, trabajando silenciosa y discretamente como las termitas para implementar una nueva vida, una nueva sociedad y un nuevo mundo.

No es un cambio reformista ni parcial, o sea que rompe con el Estado y sus instituciones para terminar en forma radical con la monopolización de los recursos y las riquezas acaparados por las elites nacionales e internacionales, con la explotación del trabajo y con la destrucción de la naturaleza, al mismo tiempo que los pueblos construyen nuevos objetivos sociales, una nueva sociedad y un nuevo mundo.

No es un movimiento político jerarquizado formado por partidos ni una organización unificada con un programa mistificador sino que tiende a ser la constitución en fuerza de cambio de miles de movimientos e iniciativas descentralizados que actúan en forma descentralizada y autónoma a nivel nacional e internacional con los mismos lineamientos, valores y objetivos sociales, dándose sus propias reglas, planificando y realizando sus propios objetivos (en el marco de los lineamientos y valores de la RI) y basándose en la auto organización, autodeterminación y asambleas populares soberanas (Llamamiento internacional, 2013)

 

1.3 Obstáculos que se presentan a la RI

Podemos citar los siguientes obstáculos que impiden actualmente que las iniciativas tengan un carácter revolucionario radical:

1) No hay una estrategia global que incluya los diferentes niveles (local, nacional e internacional) y de una unidad a las iniciativas y proyectos que están en marcha, ya que, como dice Fotopoulos (2005) las iniciativas y movimientos «son y serán muy importantes en la RI únicamente si se llevan a cabo como parte integral de un proyecto político con estrategias, medios y objetivos claramente anti sistémicos… en caso contrario «no tienen ningún potencial de convertirse en un movimiento masivo y nunca perderán su carácter de estilo de vida, siendo en el proceso fácilmente marginadas o integradas en el sistema» (Fotopoulos, Takis, 2005)(4).

2) La incapacidad de analizar los problemas en una forma holística y sistémica, que muestre como cada problema forma parte integrante de un sistema socio-económico global, la forma en la que los diferentes problemas se interrelacionan los unos con los otros y la imposibilidad de resolverlos al interior mismo del sistema. La imposibilidad de resolver dichos problemas en el marco del sistema capitalista y la necesidad absoluta de llevar a cabo una revolución integral en la que participe el mayor número de personas y organizaciones, para llegar a resolverlos en forma conjunta.

3) La falta de conciencia de la mayoría de las personas y organizaciones que participan en dichas iniciativas, ignorando que forman parte fundamental del cambio global en marcha actualmente, que están contribuyendo a construir otro mundo, que su contribución al cambio es indispensable y tienen una gran valía y responsabilidad históricas y, de que, si realmente quieren un cambio que salga del sistema capitalista actual que vaya más allá del discurso, deberán ir a las raíces del sistema, derrocando al Estado-nación y luchando contra la propiedad privada de los medios de producción, el trabajo asalariado, la guerra, toda forma de dominio de un ser humano sobre otro y la degradación y destrucción de la naturaleza.

4) La cooptación por medio de salarios y prebendas (poder, viajes, puestos en el gobierno, embajadas y ONG, etc.), con los que son pagados la mayoría de autoridades, líderes y técnicos, crea una elite nacional e internacional cuyo interés es que el sistema se siga reproduciendo, ya que está atada por el dinero, fuerte cadena que esclaviza a las personas y organizaciones, haciendo que no osen traspasar los límites de dicho sistema.

5) El miedo que causan la represión del Estado y los cuerpos paramilitares de la oligarquía que están siempre prontos a marginar y reprimir, hacer desaparecer o asesinar a los que se atreven a ir demasiado lejos o no se dejan comprar con dinero y prebendas.

6) El reformismo(5) y la ideología social-demócrata, la izquierda, el progresismo y en general toda lucha que se hace por reformas, tratando de resolver los problemas en el marco del sistema de dominación «De la acción por reformas no puede salir la revolución porque hay una diferencia cualitativa entre una y otra» (FRM, 2013).

7) La división y rivalidades que existen entre organizaciones e iniciativas por financiamiento, territorio y poder, lo que les impide unificar sus esfuerzos y constituir una fuerza lo suficientemente potente como para contrarrestar al sistema y construir otro.

Si se logra superar estos obstáculos, la RI no será solamente integral y radical sino será múltiple, multidimensional, ubicua y universal. Estará constituida por una multi-cadena de redes, organizaciones y comunidades diversas a través del mundo, actuando de forma sinérgica en todas las capas sociales de la población (excluyendo únicamente a las clases dominantes, los explotadores y manipuladores a su servicio), en todas las profesiones (incluyendo artistas, científicos y técnicos de todo tipo) en todas las organizaciones, en todos los sitios web y en todos los países. No es un solo grupo de personas los que la llevaran a cabo sino una multitud de colectivos, organizaciones, comunidades y personas, cada uno con sus actividades y formas de gobierno y funcionamiento autónomos pero, con los mismos valores, objetivos y lineamientos de construcción del futuro. Sin recetas ni dogmas que uniformicen las luchas y los trabajos pero con una sintonía teórico-conceptual según la cual, todos los participantes trabajen y luchen coordinada y articuladamente por alcanzar libertad, autonomía, justicia, etc., respetando la diversidad de cada uno y haciendo uso de diferentes metodologías en la práctica. De manera que los valores, lineamientos y principios de la RI sean omnipresentes en todo lugar en el que existan protestas, descontentos y voluntad de construir un mundo mejor y se prolonguen en el tiempo y en el espacio.

La RI deberá llegar a ser un movimiento arrollador, consciente e imparable, tal como las explosiones atómicas en las que la explosión de un átomo desencadena una cadena infinita de pequeñas explosiones que se provocan las unas a las otras, la RI (individual y colectiva) deberá expandirse y multiplicarse lo más rápidamente posible con el fin de acabar con las guerras, la explotación y la destrucción del ambiente tanto cultural como natural, al mismo tiempo que abre un rico futuro a los jóvenes y niños. Ese es el reto.

 

1.4 Lineamientos y valores principales

1.4.1 Lineamientos

a. No puede haber un cambio radical del sistema socio-económico capitalista si no se impugna toda forma de Estado, en tanto que estructura de poder de las clases dominantes, y sus instituciones nacionales e internacionales (incluyendo las instituciones ideológicas como la escuela, las universidades, las iglesias, los medios de comunicación, etc.), al mismo tiempo que se empieza a construir un nuevo paradigma socio-económico basado en la autonomía individual y social, el autogobierno, la solidaridad y el trabajo conjunto, sin explotación de los seres humanos ni destrucción de la naturaleza;
b. No puede haber un cambio radical del sistema socio-económico capitalista, si las personas, pueblos y comunidades no rompen conscientemente con las ficciones que los encadenan y recuperan su espiritualidad: el amor por la justicia, el respeto por todo ser vivo, por lo bello, lo bueno y por la verdad, así como la solidaridad y generosidad propios de su naturaleza ancestral;
c. No puede haber un cambio radical de sistema socio-económico ni hacerse valer los Derechos humanos, que son un engaño bajo las instituciones propias al sistema capitalista, si no salimos integra y radicalmente de ese sistema, lo que implica la extinción no solamente de los Estados-Nación sino que también de las instituciones nacionales e internacionales, así como la creación y consolidación de entidades federadas de gobierno del pueblo a nivel nacional e internacional;
d. No puede haber un cambio radical de sistema socio-económico ni hacerse valer los Derechos humanos(6) sin romper con las dicotonomía y encasillamientos en los que el sistema capitalista nos ha encajonado(7), impidiendo que tengamos una visión holística y sistémica de nuestra vida y de nuestro mundo, es decir sin reintegrar:

  1. La realidad a la vida cotidiana, desenmascarando las ficciones que nos apartan del camino de la libertad y la autonomía;
  2. El conjunto de dimensiones de los seres humanos (físicas, espirituales, intelectuales, artísticas, científicas, políticas, etc.), convirtiéndonos en personas multidimensionales;
  3. A los seres humanos y a la naturaleza como parte de un solo Universo en el que todos los elementos son interdependientes;
  4. A lo individual con lo colectivo y lo comunitario;
  5. A la ciencia y a tecnología modernos a la tradición y conocimientos tradicionales; utilizando las tecnologías tradicionales, las tecnologías modernas y las tecnologías apropiadas(8) según cada contexto y localidad, descartando las tecnologías, basadas en los últimos avances de la ciencia, que sean inapropiadas para los pueblos y sus territorios (como la agricultura industrial y la medicina alelopática) ;
  6. A las mujeres y hombres, ancianos, jóvenes y niños; A los diferentes pueblos y naciones a nivel nacional e internacional;
  7. Al conocimiento y la técnica, la tecnología y la ciencia, la teoría y la práctica, el trabajo manual y el trabajo intelectual.

Tampoco podrá realizarse ese cambio si no se entreprende una lucha contra la industria militar, contra la guerra y contra toda forma de violencia (la que solamente podrá ser utilizada en forma defensiva cuando sea estrictamente necesario) para salvaguardar la integridad de las personas y de los pueblos. Sólo la unión y organización del pueblo en torno a una estrategia de cambio integral y radical podrá constituirse en una fuerza lo suficientemente solida y potente como para terminar con ellas y construir la paz.

1.4.2 Todos estos lineamientos deberán basarse en los siguientes valores

a) Amor y respeto entre los seres humanos, ellos y la Madre Tierra
b) Libertad
c) Distribución equitable de las riquezas y recursos
d) Solidaridad y trabajo conjunto
e) Fraternidad planetaria (internacionalismo),
f) Respeto de la diversidad cultural y natural
g) Autonomía
h) Democracia inclusiva
i) Autogestión, Autogobierno y Autodefensa
j) Poder popular

 

1.5 Nuevo paradigma socio económico

La definición de una estrategia de RI deberá contemplar la construcción y consolidación de una economía y una sociedad solidarias, basadas en:

a) El respeto a la naturaleza y a los ecosistemas y el manejo ambiental sostenible;
b) Un sistema económico-social y cultural solidario basado en el apoyo mutuo, la solidaridad, la confianza, el respeto y la satisfacción de las necesidades sociales;
c) La producción y tratamiento ecológicos de insumos, productos y deshechos;
d) El intercambio solidario;
e) El consumo responsable;
f) La repartición equitativa del trabajo y de las riquezas creadas;
g) La creación para todos de empleo y servicios sociales dignos;
h) La seguridad y bienestar social para todos;
i) Cajas de ahorro y crédito comunitario y bancas solidarias nacionales e internacionales;
j) Sistemas de monedas no oficiales, no especulativas que permitan el intercambio a diferentes niveles (local, nacional e internacional).

 

1.6 ¿Cómo?

Trabajando con coherencia entre medios y fines: Tenemos que estar muy conscientes de que el proceso de Revolución Integral es una transición desde el sistema vigente hacia una nueva sociedad y una nueva humanidad. El camino para ir de un lugar a otro es el aprendizaje y los intercambios a todos los niveles que nos permitan ir aprendiendo y definiendo a donde vamos a corto y mediano plazo, partiendo del lugar en el que estamos hasta donde queremos llegar a largo plazo. Hace falta, pues, que los medios para realizar esta transformación estén en concordancia con los fines que anhelamos. Que nuestro discurso sea coherente con nuestros pensamientos, discurso, actitudes y comportamientos individuales y colectivos. Por otra parte, la RI tiene que ser sumamente creativa y no centralizada por lo que, las formas de organización y el proceso de consolidación de la RI no pueden sujetarse a reglas uniformes ni a nivel nacional ni a nivel planetario, sino que tiene que ser decididas en asambleas autonomas o consejos abiertos(9) en las que todos tengan el derecho a participar en la toma de decisiones, según el contexto geográfico/histórico y cultural de cada comunidad y de cada pueblo.

1.7 Escalas de acción

Como lo señala Francisco Miguel Venes (2012), existen desde ya «diferentes escalas de acción que tienen que construirse a partir de una diversidad de actores y actrices en varios ámbitos sociales», poniendo como ejemplo en el Ecuador, el enfrentamiento directo o defensa del territorio (que es criminalizado por el Estado y los intereses mineros) o, saliendo del derecho constitucional, la resistencia de múltiples movimientos a la injusticia y su lucha por la autonomía.

1.8 ¿Quién, dónde, cuándo?

Existen desde ya focos de resistencia que nos muestran la existencia de actores que están luchando desde ya por un cambio, como dice el Llamamiento internacional (200 ): «La dominación intenta socavar la dignidad humana, que es en sí misma semilla de la resistencia y de la construcción de otros mundos. Comunidades originarias, pueblos indígenas, movimientos sociales y políticos autogestionarios y colectivos resistentes en cada rincón del planeta continúan su larga batalla para defender la tierra de la explotación, de la desarticulación de sus culturas y de la humillación de sus gentes. Tanto en el campo como en la ciudad, la dignidad nos dota de formas legítimas de autodefensa de los pueblos, de los valores humanos y de la propia humanidad. Las movilizaciones se multiplican allí donde resiste la dignidad: la insumisión y la desobediencia refuerzan la no-colaboración con las estructuras dominantes (estados, instituciones y empresas). Son focos de resistencia a la asimilación y plantan cara al poder. Son inteligencia colectiva en emulsión, creación y garantía de que otros mundos son necesarios y empiezan a hacerse realidad.

Por lo que, la RI podrá ser construida únicamente, a medida que dichos focos de resistencia se consoliden y fortalezcan y cada uno de nosotros y nosotras, devenga más consciente y comprometido (rompiendo con todas las dicotomías y encajonamientos), tome en mano su responsabilidad histórica y se convierta en sujeto autónomo de cambio social. A medida que realicemos nuestra responsabilidad en la construcción del presente-futuro y del de los jóvenes y niños. La RI está siendo construida por todas las personas y colectivos íntegros, conscientes y comprometidos que, a diferentes niveles y en todas partes trabajan juntos desde ya con los demás para consolidar la democracia inclusiva y el poder autónomo de las organizaciones y de los pueblos, tomando las decisiones en asambleas, sin jerarquías ni jefes que manden y decidan al margen de la voluntad popular(10) .

 

1.9 Ética, espiritualidad y transformación individual parte fundamental de la RI

La RI implica obligatoriamente no solamente el cambio social-económico y cultural sino que también la recuperación de la dimensión espiritual de los seres humanos, que bajo toda sociedad de dominación no son más que objetos utilizados para el servicio de las elites «Bien que el cambio buscaba desde fines de 1800 «no sólo derrocar el régimen económico basado en la ruda explotación, la especulación y el fraude, sino también por agitar la sociedad en la vida intelectual y moral por sacudir el estupor, rehacer las costumbres, llevar al ambiente de pasiones viles y mezquinas del momento el soplo vivificador de las nobles pasiones, de los grandes entusiasmos, de los generosos ideales» (Kropotkin, 2001)

Entendiéndose por dimensión espiritual, la capacidad ilimitada de amar tanto a la naturaleza como a otros seres humanos, a la libertad, a la verdad, a la belleza, a la virtud, al bien y a lo bueno. Esto significa, como dice FRM una revolución axiológica en la que los valores de lucro y acumulación del sistema capitalista sean trastocados por valores que exigen una profunda vida interior «Si en un sentido estricto la revolución que hacer tiene como contenido la realización de la libertad igualitaria para todo el cuerpo social, en lo axiológico ha de concebirse como la realización del bien y la virtud. Los recursos espirituales tienen que ser su propósito y también su fuerza motriz, pues su esencia es el despertar de las fuerzas del espíritu» capaces, tal vez, de superar, desbordar y vencer a las fuerzas de la opresión, si se fomentan lo suficiente» (FRM, 2015, págs. 315-16). Lo que no implica, de ninguna manera una vida complentativa cortada del quehacer revolucionario, sino al contrario, exige una coherencia absoluta entre lo que se dice y lo que se hace, entre la dimensión espiritual y el actuar concreto de cada persona a nivel individual y social, ya que, tenemos que estar consientes de que toda espiritualidad cortada de una práctica revolucionaria y de una dimensión social es una espiritualidad vacía de contenido, un cascarón repleto de discursos vanos e incoherentes que no solamente no tendrán ninguna influencia sobre la realidad ni sobre el cambio social, sino que, al contrario, serían ficciones o supercherías que lo frenan y desvirtúan. «Es por ello que «el tema especifico de la crisis psicològica y espiritual, de las personas y la humanidad, y su superación, es clave para la revolución integral. Del mismo modo que hacemos critica al modelo económico y político y proponemos alternativas estructurales, también hace falta pensar criticamente sobre nuestra crisis como sujetos, llenos de individualismo, ego, competititividad, la politica del ojo por ojo diente por diente… y su posible superación, a traves de poner sobre la mesa nuevos valores y formas de hacer, critica y autocritica, ejercicios de mejora y autotransformacion, una cosmovisión del amor…no podemos caer en el politicismo y el economicismo, y no salirnos de los paradigmas meramente estructuralistas sería un error» (Laia Vidal, comunicación personal 2016).

Esto es muy difícil pues, la espiritualidad bajo el sistema actual se ha convertido, no solamente en una mistificación manipuladora, sino también en una mercancía a la que se compra y se vende, arriesgándose una persona honesta a caer en manos de estafadores y charlatanes, pero es sumamente necesario plantear la necesidad de reivindicarla como parte integral de la RI, ya que esta significa una transformación global del individuo revolucionario que deberá cambiar individualmente y en colectividad, imaginar, crear y consolidar una nueva espiritualidad y nuevas actitudes y comportamientos sociales, con una nueva ética. Esto significa igualmente una lucha constante contra la violencia, la manipulación y el dominio a todos los niveles (individual, familiar, comunitario, regional e internacional), un cambio de actitudes y comportamientos sociales masivos, de manera a crear un contrapoder suficientemente potente que se oponga e impida la guerra y la violencia en las que vivimos. Como dice Silo, «no se habla de soluciones simplemente personales ya que éstas no existen, en un mundo social e histórico es la acción hacia el mundo y hacia las otras personas, desde luego la acción con sentido, la que permite salir hacia todas las soluciones» (Silo, 200 ).

 

1.10 Algunos pasos concretos, fundamentales

Estos pasos, de ninguna manera deben darse separados en el tiempo y en el espacio, sino que como está pasando actualmente, tendrán que darse simultáneamente en muchos lugares, en todos los tiempos y a diferentes niveles cada vez con mayor consciencia y compromiso de las personas y comunidades que los entreprenden. Algunos los tendremos que dar todos individual y colectivamente, sin importar el lugar en donde estemos, ya que es responsabilidad de cada persona consciente prepararse del mejor modo posible para la realización exitosa de la RI y comprometerse a participar en ella. Pero, hay otros pasos que tendrán que ser tomados en el marco de una comunidad o colectivo y no tendrán que llevarse a cabo por todos, aunque todos estén indirectamente implicados en ellos, sino que en función de las capacidades y limitaciones de cada uno, así como de las exigencias de la RI en los diferentes contextos. Es, como para fabricar un avión, cada constructor del futuro podrá especializarse en algo según sus gustos, preferencias y posibilidades pero todos tendrán que tener mentalmente la imagen global de cómo funciona y está organizado el sistema en su conjunto, así como de la utilidad y forma de funcionamiento de cada elemento, las normas, reglas y objetivos que se quieren alcanzar al fabricarlo. Aunque cada persona u organización trabaje o luche en un aspecto particular del cambio social deberá ser en sintonía con lo que están haciendo los demás y junto con los demás, trabajando en la forma más eficiente, coordinada y articulada posible en la RI, que, como dijimos anteriormente, ya está en marcha.

Por otra parte, al mismo tiempo que todos estos pasos se incentivan y consolidan, cada colectivo o comunidad deberá, en el límite de sus posibilidades y limitaciones, crear un ingreso mínimo (en dinero, en moneda no oficial o en forma de trueque, intercambiando horas de trabajo contra mercancías u horas de trabajo contra horas de trabajo, etc.) garantizado para todos aquellos que participen a la construcción de la RI en la comunidad o colectivo. Una nueva organización del trabajo debe empezar a ser estudiada e implementada desde ya (cosa que algunos colectivos ya están haciendo), poniendo en marcha poco a poco nuevas formas equitativas de organización del trabajo (social, productivo, artístico, científico, etc.) con tiempos y modalidades de trabajo y ocio decididos por todos, la satisfacción de las necesidades esenciales aseguradas para todos y el desarrollo de múltiples servicios sociales para todos también.

El primer paso sería la auto reconstrucción de las personas tanto a nivel individual que colectivo: «Ganar la batalla de las ideas, concentrada en lo más decisivo, es preparar la revolución. Así pues, hay varias tareas: a) crear ideas revolucionarias, b) difundirlas, c) combatir a las ideas reaccionarias con argumentos verdaderos, d) organizarnos para realizar las actividades precedentes. La experiencia ha mostrado que un factor limitante clave es la calidad del sujeto: sin personas de valía no hay revolución posible. En los últimos decenios el par Estado-capital se ha concentrado en la destrucción planificada de la persona para constituir una sociedad del conformismo total. Ha creado seres nada, sujetos incapaces y embrutecidos, que sólo desean consumir más y más, que llevan una existencia puramente zoológica o vegetativa, y que además están orgullosos de ello. Sin regenerar a la persona no se puede avanzar. Tenemos, en consecuencia, que prestar una atención decisiva al sujeto real, sin dejarnos llevar al callejón sin salida de apostarlo todo a lo económico (economicismo), o a lo político (politicismo), o a una mezcla de ambas. La experiencia del último medio siglo es contundente: no hay avance en la lucha contra el capital y el Estado a través de acciones meramente reformadoras. Ha llegado el momento de establecer una estrategia de revolución integral, que se complemente con otra no menos sustantiva de autoconstrucción del sujeto. Ha llegado, también, el momento de librar una lucha de ideas hasta el fin contra el reformismo, el economicismo, la mentalidad de gueto, la preocupación por lo pequeño y, en general, toda la ideología socialdemócrata, se presente bajo las etiquetas que se presente. Tenemos, en la actual fase histórica, una oportunidad muy fidedigna de destruir al capitalismo y eliminar al Estado. No la desaprovechemos. En ese sentido los próximos 10 años serán decisivos (FRM, 2013).

El segundo paso (que ya se está llevando a cabo en forma incipiente, sería la consolidación de las redes de alianzas que ya existen y la creación de nuevas redes a todos los niveles (local, regional, nacional e internacional). ¿Cómo podemos desarrollar una red internacional? Se tienen que compartir y después coordinar y articular las diferentes experiencias nacionales y locales sin compartimentalizarlas ni fragmentarlas sino enmarcándolas en el marco global de la RI. ¿Cómo podemos desarrollar redes a nivel local? Tratando de involucrar a las personas y colectivos que trabajan y luchan en diferentes temas, mostrándoles como dichos temas están interconectados y forman parte de un mismo sistema, que es al que hay que derrocar uniéndonos en una estrategia común, mostrándoles que para lograr sus objetivos tienen que relacionarlos con los objetivos de todos y trabajar en armonía con todos, creando espacios de discusión y debate sobre esta interconexión y las estrategias de lucha conjunta que pueden surgir a diferentes niveles. Solamente una práctica de cambio radical acompañada por una teoría y objetivos claros pueden mostrarnos la forma en la que nuestras ideas libertarias se pueden traducir en las actividades cotidianas, a diferentes niveles, creando al mismo tiempo redes locales multidimensionales, relacionadas también con otras redes nacionales e internacionales de manera a ir tejiendo la estrategia en todos los niveles.

El tercero, el desarrollo de tecnologías y medios de comunicación, información, reflexión y debate que se pongan al servicio de la RI, eliminando poco a poco la dominación, los controles, la mediocridad y vulgaridad de los medios que actualmente utilizan dichas tecnologías para manipular a las «masas». Se necesitaran científicos, técnicos e ingenieros identificados con la RI, no solamente en la comunicación sino que en todos los campos (medicina, agricultura, educación, etc.) que sean capaces: 1) de transformar las tecnologías actuales que se desarrollan en torno al dinero, al poder y la acumulación de capitales en tecnologías apropiadas al servicio de la población; 2) de crear nuevas tecnologías apropiadas para cada situación; 3) de enseñar y transferir dichas nuevas tecnologías en las escuelas de la RI (desde párvulos a la universidad) de manera que el monopolio de la ciencia y tecnología que existe actualmente no se reproduzca y el mayor número de personas de todas las edades los dominen y puedan utilizarlos.

El cuarto, que ya ha comenzado también, la creación y consolidación de entidades de gobierno y administración en los diferentes colectivos y redes, que decidan sus propias normas y leyes;

El quinto, una campaña a todos los niveles, contra la guerra y la represión en forma de atraer y congregar al mayor número de personas y organizaciones que están contra la guerra, estableciéndose un contra poder del pueblo y desmontando el aparato policíaco y militar en todas partes del mundo, ya sea convenciendo a policías y soldados de confraternizar en torno a la RI, ya sea creando una fuerza unida lo suficientemente solida como para influir en la balanza política nacional y mundial, impidiendo que la represión y la guerra continúen.

 Ileana Valenzuela.

Guatemala. Abril 2016

(1) Las nuevas tecnologías permiten una tal expansión de la producción que los costos marginales por unidad tienden a descender a tal punto que la tasa de ganancia de las empresas desciende igualmente y no llega a satisfacer a los empresarios. Se produce una cantidad de excedentes que no llegan a venderse en forma rentable, lo que desincentiva las inversiones. Las empresas se ven obligadas a buscar medios para aumentar artificialmente los precios de los productos y disminuir la producción al nivel donde se obtienen las ganancias máximas. Gran parte de la población se ve marginada en el momento de la producción pues la tecnologia remplaza el trabajo humano y excluye a miles de personas del mercado laboral e al momento de la comercialización cuando, debido a los precios elevados artificialmente no pueden acceder a los mercados en tanto que consumidores.

(2) El poder económico que el crimen organizado trasnacional ha alcanzado es colosal. Entre el narcotráfico, contrabando, piratería, extorsiones, trata de personas, comercialización de medicamentos apócrifos y hasta delitos relacionados con el medio ambiente, obtiene ganancias anuales estimadas en 2.1 billones de dólares. De ese dinero sucio las organizaciones criminales –incluidas las mexicanas– logran lavar hasta el 70 por ciento en el sistema financiero mundial, calcula la UNODC (Pérez, Ana Lilia, 2011)

(3) Lo que cada día hace más evidente para las clases dominantes la necesidad de que el Estado utilice la fuerza militar y la represión, indispensables para controlar a la población que cada día realiza la verdadera naturaleza de esos régimenes, como lo podemos constatar con el aumento de la violenta represión y miliarización crecientes.

(4) Lo que se verifica cuando vemos que la falta de este proyecto y estrategia unificadores muestran a estas iniciativas como completamente ineficaces. En vez de construir una RI fortalecen al sistema vigente ya que la mente de las personas que participan en ellos (tanto autoridades como comunidades) continuan a estar domesticadas y encadenadas al dinero, al prestigio y el poder que les dan ciertos privilegios sobre la mayoría de la población

(5) «… las estrategias reformistas no solo no nos conducen a una sociedad basada en la autonomía, sino que incluso, a efectos prácticos, acaban fortaleciendo las propias instituciones oligárquicas y los sistemas de valores correspondientes…» (GRA, 2015). Lo que no significa que toda reforma sea negativa sino que, cuando las reformas (o sea los pequeños pasos dirigidos a corto plazo hacia la RI a largo plazo) no se realizan en el marco de una estrategia de cambio global radical, con objetivos transformadores a mediano y largo plazo, adquieren un carácter retrogrado y se convierten en actividades que obstaculizan la realización de la RI.

(6) «creo que el verdadero problema de los Derechos Humanos es que históricamente han sido usados para colonizar otras regiones del mundo. Existen actualmente mares y mares de documentos que muestran como los derechos humanos han sido utilizados como instrumento de dominación y de opresión y que, en consecuencia no han tenido para nada la eficacia liberadora que se les atribuye, porque nacieron al interior de un contexto determinado y son hijos de una historia determinada. La globalización, en particular, ha puesto en evidencia el aspecto del universalismo jurídico que consiste en la neutralización de la instancia democrática, y resuelve las relaciones entre el poder y el individuo solamente con medios jurisdiccionales» (Barcellona, Pietro, 2001).

(7) Este encajonamiento y dicotomía de cada tema social, económico, cultural y político es el que favorece el fraccionamiento y especialización de cada movimiento y ONG en múltiples temas diversos, incapacitandolos para analizar los diferentes problemas como parte de un todo en el que todos los elementos están interconectados, de manera que avanzan únicamente soluciones parciales, e incluso se oponen a un cambio radical del sistema global.

(8) Es innegable que la «Tecnología apropiada» en la actualidad es un término bastante popularizado y novedoso, su difusión se inicia en la segunda mitad de la década de los sesenta de manera incipiente. Probablemente la diferencia de la Tecnología Apropiada como corriente actual con la que desde siempre el hombre ha practicado, estriba en su carácter sistemático, el que se inspira en una convicción y, por tanto, se trata de promover su difusión a esferas donde ya no nace de manera espontánea. Otro rasgo distintivo de la Tecnología Apropiada de estos últimos años, es que para muchos consiste en partir, sí, de las tecnologías autóctonas pero para mejorarlas, haciéndolas más eficientes y/o productivas. Más aún, para otro grupo de tecnólogos se trata de llenar el vacío de conocimiento que existe entre esas mismas tecnologías autóctonas y las altamente mecanizadas, hasta encontrar puntos medios… lo apropiado o adecuado dice relación con la disponibilidad de recursos y el volumen de la demanda sobre la producción… Lo que queremos dejar claro es que toda tecnología está determinada por el sistema productivo, la propiedad de los medios de producción y las relaciones sociales que la rigen. A su vez, toda tecnología y por tanto, todo sistema económico funcionan sobre determinado proyecto político. (Salinas, Amezcua, Bertha, 1978). 

(9) Los Concejos Abiertos según Daniel, Boyano Sotillo (2016) son en España verdaderos ejemplos de democracia real participativa, son escuelas políticas de base autogestionadas por la vecindad, donde la mujer tenía derecho a voto varios siglos antes de que el Estado Español y otros estados lo permitieran. Las decisiones más importantes sobre sus bienes vitales (montes, agua, caminos…) se tomaban oyendo la voz de toda la vecindad sin excepción. También existen en las comunidades indígenas de Latinoamérica, siendo ejemplo de democracia directa e inclusiva, que no es tomada en cuenta por los Estados, nisiquiera por los que se llaman progresistas, cuando se oponen a las hidroelectricas, la explotación petrolera u otros proyectos que los despojan de sus territorios.

(10) Una democracia inclusiva en la que se utilice una concepción multidimensional (política, económica, social) que tenga como objetivo la distribución igualitaria del poder en todos esos campos, así como la reintegración de la sociedad y la naturaleza (Fotopoulos, Takis, 2005).

 

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. David Algarra

    Contundente escrito, con esto tengo para horas de reflexión. Ha sido un honor compartir unos días con Ileana. La charla que dio en el encuentro me impactó mucho. Su nivel de oratoria, tranquilidad de espíritu y claridad de ideas es una fuente de inspiración y de enseñanza para mi. Es una gran alegría saber que en este planeta tantas personas compartimos tanto. Gracias por venir.

    P.D.: El sábado 14 de mayo pasaré un día con Ileana, antes de su marcha de Catalunya hacia Francia. Iremos a Balaguer, a ver el invernadero de plantas medicinales de la Dolça Revolució. Si alguien le interesa que se ponga en contacto conmigo, o nos vemos allí a las 10:00.

  2. ivan kurtz

    Quiene mucho abarca poco aprieta! La clave es la reconstrucción del sujeto. De la persona individual y colectiva destrozadas por la deshumanización en curso. Y, en mi opinión, el camino de transición a esto, el haga clic para la Revolución Integral sería utilizar las instituciones legales del sistema opresivo de manera revolucionaria en una herramienta social muy objetiva y específica de CONVERSIÓN DE PROPIEDADES INDIVIDUALES EN PROPIEDAD COLECTIVA PRODUCTIVA auto auto-sostenible, autogestionada y autofinanciada: la comuna restaurada o cooperativa capaz de sanar la subjetividad de las personas.
    http://www.propriedadecoletiva.org
    Empoderando as pessoas e assim capacitando as pessoas para a Revolução.

  3. Raul Cima

    En primer lugar,le recomendaría a Ileana que sintetice su valioso pensamiento, ya que en una exposición tan larga se pierde el sentido (al menos yo). Pero leyendo por partes acuerdo en casi todo con ella.
    Yo creo, y tratando de sintetizar, que la Humanidad se ha enajenado, es decir, a perdido el contacto con su Ser Natural, se ha vuelto ajena a ella, y se ha volcado a los valores materiales y su acumulacion, de donde nace el lema que rige hoy al mundo: «Tanto tenés, tanto valés». Y es le esencia de lo que podemos llamar el Orden Social Capitalista.
    De acuerdo con ello, creo que la Revolución Integral, debe ser HUMANISTA, es decir, hay que HUMANIZAR A LA HUMANIDAD ENFERMA. Y para ello, yo veo dos pasos esenciales: 1): aclararnos nosotros los «revolucionarios» y acordar en todo esto, «el hecho» y «las causas» de esta enajenacion. Y cuando estemos claros, coincidentes y de acuerdo,2): salir al exterior con dos medidas: a)denunciando o expresando, tratando de hacer conciente en la sociedad, ese hecho como consecuencia de esas causas (Principios, Valores, acciones, etc.); b) rescatar al Ser Humano Natural en su esencia y dignidad y los Valores que se requiere rescatar, revalorar, es decir salir de la enajenacion y rescatar, volver a priorizar nuestra Esencia Humana Natural y los Valores que lleva implícito para recuperar su DIGNIDAD. Es decir, tenemos que construir un Nuevo Orden Social. Tarea harto difícil pero imprescindible si queremos salvar al Planeta y la VIDA.

  4. Sofía

    Ileana nos hace llegar este mensaje, que publico en su nombre.

    Estimados Raúl, Ivan y David, primero que todo les agradezco mucho sus comentarios y me excuso por contestarles con tanto retardo. Trataré de hacerlo sucintamente.

    1) Con respecto a la presentación del texto estoy de acuerdo con Raúl, si no se puede leer facilmente, por todo el mundo, es que hay que modificar la forma, cosa que voy a tratar de hacer este verano;
    2) Me alegra que él esté de acuerdo en casi todo, aunque es ese casi el que me interesa conocer, pues no podremos avanzar ni mejorarnos si la claridad de ideas no surje de los desacuerdos y debates, por lo que los invito a señalarme ese casi con el que no están de acuerdo (Ivan lo ha hecho varias veces);
    3) En lo demás estoy de acuerdo con Raúl, siempre y cuando esa humanización y esa recuperación de la dignidad se haga en el marco multidimensional de la RI y no se olvide que todo está correlacionado, que la teoría y la práctica están ligadas y no se pueden desligar la una de la otra.

    Con respecto al señalamiento de Ivan de que “quien mucho abarca poco aprieta”, estoy de acuerdo también, sin embargo cuando hablamos de RI no estamos diciendo que una sola persona, ni un solo colectivo o comunidad lo tenga que abarcar todo, ni que haya una sola RI y una sola estrategia sino que considero que:

    1) Se puede hablar de La RI como el proceso historico que se desenvuelve a nivel planetario en la fase de transición entre el capitalismo actual (no solamente considerado en su dimensión económica, sino en la social, cultural, espiritual, humanistica, tecnológica) y un nuevo sistema que estamos comenzando a imaginar, inventar y construir;
    2) Es necesario hablar al mismo tiempo de unas RI, tanto a nivel individual, comunitario, nacional e internacional, con estrategias diferentes según el contexto geográfico, histórico y cultural pero con los mismos lineamientos y valores; (lo que supone evidentemente la reconstrucción de cada sujeto tanto a nivel individual como colectivo y el respeto a la diversidad de cada uno). Lineamientos y valores que empece a esbozar en el artículo pero deben perfeccionarse y completarse (con las valiosas exposiciones de Fernando García y Karlos luckas por ejemplo, pero también con todas las otras exposiciones que se hicieron en el II encuentro y con las diferentes opiniones que vayan surgiendo). En ese sentido, siempre y cuando los lineamientos generales y los valores sean los mismos y se trabaje juntos en convivialidad (en federaciones u otras formas de organización, coordinación y articulación que irán surgiendo a diferentes niveles), las revoluciones integrales que se hagan en diferentes lugares y niveles formaran parte de La RI universal que será múltiple, multidimensional y ubicua, con múltiples estrategias y una gran diversidad dinámica;
    3) La utilización de las instituciones actuales en la construcción de la RI será necesaria en la etapa de transición en la que las diferentes personas, colectivos y comunidades deberán decidir en que momento es necesario utilizarlas. Sea las instituciones de gobierno, tales como el sufragio, la violencia, la legislación, las instituciones económicas como el dinero, la finanza e incluso religiosas como la iglesia. Lo importante (como con los pasos pequeños que se den dentro del sistema mismo que pueden ser reformistas o contribuir a la RI) no es si se utilizan o no las instituciones burguesas para construir la RI en la etapa de transición sino la claridad de los objetivos de las personas, organizaciones y colectivos que las emplean, su honestidad y transparencia. Si como lo hace Iván, se está tratando de montar una cooperativa integral en Brasil utilizando la legislación del país habría dos alternativas: una, la revolucionaria, que todos los participantes estén conscientes de están tratando de construir otra sociedad y otras entidades de gobierno sin jerarquías, ni estructuras de poder de manera que todos participen a la toma de decisiones y se comprometa a la construcción del proyecto ; La otra, reformista, es que esto se haga sin honestidad ni transparencia y surjan la dominación de algunos sobre los otros, el monopolio del poder y las jerarquías de manera que la iniciativa vaya degenerando, se integre al sistema (el dinero y el poder habitualmente corrompen) y lo reproduzca.

    Tenemos mucho que abarcar pero no lo haremos solos sino cada uno según sus posibilidades y limitaciones abarcará en el lugar en que se encuentra una pequeña parcela del proceso global al que deberan participar miles si no millones de personas con muy diversas actividades, intereses e ideas, de manera que cada uno apriete en el lugar que le corresponde, fortaleciendo al conjunto de apretadores y al proceso global. Pero hay que tener claro que cada iniciativa es una infima parte del proceso, interdependiente con todas las otras iniciativas, y no podrá tener validez sino en la medida en que los participantes tomen consiencia de que sus actividades forman parte de un proceso de cambio global y multidimensional. Se puede pensar también que algunas estrategias seran reconocidas como validas a nivel universal pero, pienso que cada iniciativa particular no podrá proponerse como parte de la estrategia universal sino hasta que demuestre en la practica su eficacia en el fortalecimiento del proceso y los demás colectivos y comunidades lo consideren necesario.

    En cuanto a las palabras de David, se las agradezco muchísimo. Hay momentos en los que uno necesita sentir que lo que hace tiene validez y sirve para la reflexión de otras personas, sobre todo personas como él que nos da un ejemplo de solidaridad, compromiso y trabajo conjunto. Un ejemplo de lo que podemos llegar a hacer con voluntad, esfuerzo y compromiso, aún si no hemos sido preparados para ello ni contamos al inicio con los medios financieros y otros para hacerlo. Un ejemplo también de la importancia de la investigación, del estudio y de la publicación de trabajos que fortalezcan el proceso de la RI, cosa que, por ejemplo, me falto poner en el artículo: la necesidad de formar circulos de estudio y debate, así como equipos de redacción y difusión como un lineamiento fundamental (cosa que estoy consciente ya se está haciendo en forma incipiente pero, me faltó poner).

    Una última reflexión, me parece la importancia de definir lo más exactamente posible el contenido de los conceptos de manera a que todos hablemos el mismo lenguaje y nos refiramos a lo mismo cuanto hablamos y escribimos. El concepto de institución, por ejemplo, que para muchos es una organización, generalmente del Estado, es para mi una abstraccion que las clases dominantes imponen en la sociedad, dandole la categoria de realidad concreta, para mejor dominar. La realidad es que no existen sino en nuestras mentes y somos nosotros al reconocerlas como realidades las que les damos vida. El Estado, el dinero en tanto que simbolo de poder, las religiones, por ej. Son instituciones y no podremos acabar con ellas sino hasta que las saquemos de nuestras mentes y las substituyamos por entidades concretas (reales) de gobierno popular, intercambio, etc.

    Un fuerte abrazo, Ileana

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