Inicio Foros General Cajón de sastre Estrategia y RI: del texto «Modesta contribución..

Viendo 2 entradas - de la 1 a la 2 (de un total de 2)
  • Autor
    Entradas
  • #2302
    Roberto Serna
    Participante

    A raiz del texto «Modesta contribución a la revolución integral desde una incoherencia personal aún evidente pero decorosa» queremos abrir un debate público sobre estrategia.

    Ver Texto

    #2303
    Roberto Serna
    Participante

    Retomando el hilo de tu reflexión. La primera idea que has lanzado acerca de la idealización de la “no violencia” me parece importantísima. Del mismo modo que resulta contraproducente idealizar la violencia. Para abordar de una forma integral un cambio revolucionario, o yendo más allá, la misma esencia humana, debemos de entender la vida en toda su complejidad, no mutilada que es como el Sistema nos la quiere presentar. Un macarra es un “ser nada”, del mismo modo que lo es un “hippie” pacifista.
    Es evidente que no estamos en 1936, ni siquiera en los años de la primera transición cuando algunos grupos optaron por la lucha armada o por el sindicalismo revolucionario. La correlación de fuerzas ha cambiado con mucho a favor del Estado-Capital y las experiencias guerrilleras han fracasado estrepitosamente. Sin embargo el énfasis que movimientos como el 15M hacen en la “no violencia” nos privan de nuestro legítimo derecho a la autodefensa o incluso de la posibilidad de pasar al ataque. Muchas veces esta llamada a la “no violencia” oculta un asunto mucho más trascendente: la cotidianidad de la violencia del Sistema, en sus dos vertientes, física y psíquica. De manera que al ser la agresión constante, especialmente a través de la violación psíquica de la propaganda, puede llegar uno a acostumbrarse. Así, la violencia sólo es “violencia” cuando se enfrenta al monopolio que de ella tiene el Estado.
    Pensando a largo plazo, si algún día consiguiéramos crear comunidades sostenibles y si fuese posible que estas se declararan independientes con todo lo que ello conlleva: negativa a pagar impuestos, a enviar nuestros hijos a las escuelas, a identificarnos, a acudir a sus “servicios sociales”… llegaría el momento en que el Estado intervendría para detener a los insumisos y llevarse a los niños. Sería responsabilidad de esas comunidades elegir entre una resistencia “pacífica” o “violenta” y para ello deben de estar mental y físicamente capacitados.
    Del mismo modo hay experiencias cercanas como los actos de sabotaje llevados a cabo en el marco de las luchas contra el TAV o contra la presa de Itoiz que a mi parecer han sido positivos y bien recibidos por gran parte del tejido social que las apoyaba. También, pero en sentido negativo, por su papel de comparsas en el espectáculo antiglobalización están las acciones del “Black Block” anarquista, que a modo de “show” violento daban cierta credibilidad a las protestas que desembocaron en la creación de ese engendro izquierdista llamado “Foro Social Mundial”, punta de lanza de las organizaciones globalistas reguladoras del mercado.

    Otro aspecto que mencionas, el descrédito y la difamación también pueden ser moneda de cambio. No tenemos más que recordar lo sucedido a la CNT con el caso Scala, típico caso de infiltración policial y posterior ataque de “bandera falsa”. La difamación por parte de la prensa orgánica hizo el resto.
    ¿Por qué la CNT fue el objetivo de las intrigas del Estado? Primero por su negativa a firmar los “Pactos de la Moncloa”, dando conformidad al espectáculo de la llamada “transición” y segundo por su independencia política y sindical (no participar en las elecciones sindicales, no cobrar subvenciones ni tener liberados…).

    Yendo más atrás en el tiempo podemos hablar de las rebeliones campesinas del siglo XVI en Europa, impulsadas por anabaptistas como Thomas Müntzer. Si bien este movimiento tenía un claro objetivo revolucionario colectivista, al ser aplastados, los supervivientes, fundaron comunidades que hoy día llamamos Amish o Menonitas, que si bien cuestionan muy acertadamente la tecnología y el Estado, han perdido su sentido político originario y se conforman con la coexistencia pacífica en el marco de la propiedad privada. Además han quedado encorsetadas en una serie de leyes muy estrictas que anulan el espíritu inicial. Los medios (el pacifismo al que no tuvieron más remedio que acudir tras su derrota militar) se convirtieron en un fin.
    Otro tanto podemos decir de las tierras del norte hispano de la alta edad media, que a pesar de haber logrado una independencia casi completa de la Corona y estar perfectamente armadas las milicias concejiles, consideraron innecesario atacar a dicha institución, por lo que en cuanto esta se vio fortalecida, acabó con el concejo abierto y los bienes comunales, bases de la vida popular rural.

    De todas formas, para mí la situación en la que nos encontramos es más cercana a la que vivieron las cristianos primitivos. No cabe duda de que hubo un sector revolucionario del cristianismo que fue víctima de las sucesivas persecuciones decretadas por el Imperio (el Donatismo fue un claro ejemplo). De forma similar a lo que aquí pasó con el anarquismo se utilizó la represión y la difamación a partes iguales (recordemos el incendio de Roma), pero fue el colaboracionismo el que dio los mejores resultados, el palo y la zanahoria en definitiva. Finalmente con Constantino, se funden el Estado y la Iglesia en una nueva forma de dictadura política que renovaba y fortalecía al decadente Imperio. Perviviría otros mil años en la forma del Papado y el Sacro Imperio por un lado y Bizancio por el otro.

    Cabría preguntarse entonces que estrategia oponer a un aparato Estatal aparentemente invencible y que constantemente se renueva aprovechando las ideas de sus oponentes.
    La respuesta no es nada fácil, exige permanecer en alerta y no descansar nunca en cuanto a la reflexión y el análisis de las nuevas maniobras políticas. Lo que ayer nos era útil (como lo fue el sindicalismo revolucionario, las distintas luchas anticoloniales e independentistas, incluso el ecologismo o las luchas asamblearias en los barrios) puede que hoy no lo sea, al no darse las condiciones de enfrentamiento necesarias, ya que nunca debemos de olvidar que las luchas parciales no dejan de ser un medio, nunca un fin en si mismas. Es lo que ocurre por ejemplo con movimientos de masas tipo 15M, que utilizando un discurso psudolibertario y prácticas asamblearias en el fondo no aspiran a ningún cambio real de las estructuras de dominación (excepción hecha de algunas personas bienintencionadas que tuvieron escaso eco en el mismo). Simplemente porque estas son capaces de adoptar nuevas formas aparentemente más democráticas (listas abiertas, consultas a la militancia, asambleas…) y porque el adoctrinamiento a través de las nuevas tecnologías permite incidir en los movimientos sociales y sus demandas orientándolos en la dirección adecuada. Por otro lado la obsesión por el crecimiento cuantitativo conlleva también una degradación de las ideas, que tienden a ser suavizadas para hacerlas agradables a la mayoría de los ciudadanos. De ahí lemas como el famoso “Somos el 99%”, o los “No nos representan”, “Si se puede”, “Lo llaman democracia y no lo es”… perfectamente asumibles por el ciudadano medio y que recuerdan al viejo “Basta Ya” o al movimiento Manos Blancas desarrollado en su momento por los servicios de propaganda del Estado.
    Así que tienes toda la razón cuando dices que hay que tener cuidado con la “asambleitis” y las dictaduras de las mayorías. En una sociedad sana, como era la de los paisanos del mundo rural popular, no hacía falta hacer asambleas constantes ni distribuir a todo el mundo en comisiones, ni hacer aspavientos con los brazos y las manos… la convivencia debe surgir como algo natural, igual que las asambleas o el trabajo cotidiano. Y claro está, quien quiere permanecer al margen, respetando a los demás, puede hacerlo, de lo contrario estaríamos instaurando una nueva dictadura de aspecto democrático. También si algún día hay que decir las cosas claramente a los caraduras, que son bastantes, o a quienes no respeten al prójimo, se les dicen sin trabas sectarias ni excusas buenrrollistas que han dado al traste con tantos proyectos. De eso desgraciadamente creo que muchos tenemos malas experiencias.

    Y ya que hablabas de artes marciales, una parte más de la RI ha de ser la de recuperar saberes tradicionales como son estas últimas. No cabe duda que las milicias concejiles medievales jugaron un factor fundamental tanto en el desarrollo de las batallas como en la negociación política con la Corona, que por temor a ellas permitió a las villas autogobernarse. Todavía quedan por ejemplo la lucha canaria, el palo canario y la lucha leonesa como ejemplos.
    Al igual que la meditación, el yoga, la oración o los paseos al aire libre nos pueden ayudar a tener una buena disposición mental, las artes marciales nos pueden ayudar a estar en buen estado mental y físico. Además, bien entendidas, fomentan el compañerismo y el apoyo mutuo.
    Yo he practicado el Kali o Eskrima, que tiene raices hispano-filipinas y Wing Tsun y la verdad que me han ayudado mucho, a nivel de autoestima y también de autocontrol.

    Mencionas la “autosegregación” y en mi opinión es otro aspecto clave. Por una parte creo que muchos de nosotros hemos necesitado ese “retiro” personal para no engolfarnos en la vida cotidiana moderna, que no deja de ser bastante triste en lo espiritual y en lo político. Por otra parte a nivel grupal, no en el sentido de crear un guetto o secta, sino por la necesidad de tener modelos reales de la sociedad que queremos en los que podamos experimentar nuestras ideas en vez de hacer castillos en el aire y lanzar utopías imposibles. El tema del movimiento “neorrural” es un ejemplo, si bien por lo que yo conozco está bastante despolitizado, puede que en un futuro, una buena parte del mismo simpatice con las ideas de la RI. También, como ya se empieza a vislumbrar, el Estado y sus satélites de Podemos y el ecologismo institucional harán esfuerzos de captación para llevarlo a su terreno mediante subvenciones y probablemente algunas innovaciones de corte participativo. De momento es un pequeño movimiento, pero conforme se vayan agotando los recursos naturales y empeorando la calidad de vida en las ciudades, no tardará en crecer.
    La influencia que puede tener la RI debería de hacerse mediante el aprendizaje vicario, totalmente de acuerdo. Las comunidades simpatizantes que se construyan deberían de ser cuidadosas para que por un afán de crecimiento excesivo, no acaben destruidas por los vicios de los nuevos miembros, haciendo un trabajo extra en cuanto a desarrollo de las virtudes humanas y la convivencia. Para que se propague la RI nada mejor que personas virtuosas que sirvan de referencia a otras. La propaganda, en el sentido de generar lemas o simplificaciones que puedan resultar más atrayentes, es algo que yo no contemplaría. El campeón de la propaganda es el Sistema ya se trate de contar mentiras o medias verdades. Nosotros debemos de ir siempre con la verdad por delante, aunque resulte incómoda y “poco atrayente”, eso si, adaptando nuestro lenguaje al interlocutor, que no todo el mundo ha estudiado historia ni es capaz de leer “la democracia y el triunfo del Estado”. Eso es un trabajo por hacer, ya que no supone renunciar a nada el utilizar un estilo más sencillo y mejor explicado. A fin de cuentas, lo que puede ofrecer la RI es verdad, autenticidad, frente a la sarta de mentiras y manipulaciones a la que estamos acostumbrados.
    Soy consciente de que de esta manera no veremos un gran crecimiento a corto ni a medio plazo, pero igualmente ese crecimiento será real, no ficticio ni a costa de vender nuestros principios.

    La idea del Redependentismo es buena aunque igual se podría decir “verdadero independentismo”, hay que evitar renunciar al valor real de las palabras. Es posible que ante la decadencia de los Estados-nación tradicionales, se produzca la independencia o semiindependencia de algunos territorios del Estado Español. ¿Tiene esto algo que ver con la RI? En mi opinión si, ya que nuestra propuesta es la independencia total respecto de los Estados podríamos plantearnos la independencia de los nuevos Estados independientes. El trabajo consistiría principalmente en separar claramente los pueblos o naciones de los Estados y en pensar un modelo alternativo que puede estar basado en el confederalismo libertario tradicional. No hay que confundirlo con el “municipalismo libertario” de Bookchin que básicamente es una táctica de “entrismo” en las instituciones para “destruir el capitalismo desde dentro”, tarea tipicamente troskista que ya nos ha demostrado en qué desemboca: una nueva generación de funcionarios izquierdistas y profesionales de la política y la administración como ha demostrado la “entrista” CGT y sus aliados, todos entusiastas de Bookchin y su Ecología Social (por cierto, financiados por el señor Rockefeller y la fundación Tydes, amén de varias Universidades norteamericanas, es decir, su gobierno).
    La verdadera independencia debe de ir acompañada de una recuperación de la cultura tradicional de los pueblos, siendo secundarias las manifestaciones “folklóricas” que por supuesto siempre serán utilizadas por los Estados independientes como medio de propaganda. Así mismo se debe de hacer frente al “globalfascismo”, la muy presente dictadura de la cultura global que arrasa sin piedad cualquier otra bajo la excusa del internacionalismo progresista. ¿Como luchar contra esta cultura de masas que controla el cine, la prensa, la tv, internet…? Aquí entra en juego lo que decías del “retiro” e incluso el “silencio” que no es más que la dignidad de apagar todo ese ruido y comenzar desde cero. Como diría Durruti: “No nos dan miedo las ruinas”.

    Lo que no me parece tan bueno es reivindicar un “Derecho humano a vivir sin Estado”. La idea de “pedir algo que el sistema no puede satisfacer” me parece peligrosa. Basta con un juego de palabras y los Estados dejarán de ser Estados por decreto, ya se va viendo en la jerga de los nuevos funcionarios de Podemos que la palabra Estado apenas se pronuncia, todo es ciudadanismo y estructuras “horizontales”. También esta de moda lo de “Yo soy ciudadano del mundo”, expresión que suscribirían con entusiasmo todos los grandes jerifaltes capitalistas, partidarios de un sólo Estado global. Igual que ocurre con el Capitalismo, que suena tan mal que en breve tendremos un nombre más adecuado y aceptable al estilo del “ecosocialismo”. De todas formas, el cambio cualitativo sería el dejar de pedir y pasar a hacer.

    Las tres fases que apuntas: 1. Autosegregación, 2. Formación de comunidades y 3. Publicación gradual me parece que reflejan muy bien lo que ya está ocurriendo de aquí a unos años.
    1- La autosegregación de las personas decentes que ya se están desentendiendo de los “movimientos sociales” tradicionales (ecologismo, obrerismo, feminismo, okupación…) y de la sociedad misma, al comprender que todos ellos son parte del problema y de la perpetuación del Sistema.
    2- La formación de comunidades que ya se está dando en parte en el movimiento neorural.
    3- La publicación gradual es algo que se empieza a hacer, y la RI es la principal responsable (en gran parte gracias a personas como Felix que ha sabido congregar a gente afín de muy diversas procedencias).

    Para mi la clave está en que ese incipiente movimiento neorural se politice y acabe tomando partido por la RI. Desgraciadamente me parece que una gran parte del mismo sólo lo contempla como una salida personal o bien en el aspecto espiritual, muchas veces incluso sectario. Deberíamos centrar nuestros esfuerzos en ello, por ejemplo acercándonos a las comunidades y tratando personalmente con sus gentes, invitándoles a los encuentros, creando redes de solidaridad…

    Sobre la Rojava, me parece que no estamos sino ante una especie de Zapatismo 2.0 que pronto se especializará en el turismo revolucionario. Tiene muchos aspectos en común, sobre todo el tomar como base el “municipalismo libertario” y la “ecología social” de Bookchin. También que los antiguos jefazos marxistas (el subcomandante Marcos y ahora Ocalan) abandonan sus antiguas tesis troskistas o estalinistas para pasarse al “anarquismo”. Además hay un extraordinario seguimiento mediático, aquí te pongo reportajes de New York Times y de Aljazeera sobre las bondades de la “revolución libertaria”:
    Por ejemplo de la “activista” y reportera de Aljazeera Dilar Dirik (que no tiene reparos en trabajar para la monarquía Qatarí, financiadora de los islamistas y activa participante en la invasión Libia)
    http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/profile/dilar-dirik-.html
    New York Times nos hace un idílico cuadro de propaganda a favor de Rojava y Bookchin
    http://www.nytimes.com/2015/11/29/magazine/a-dream-of-utopia-in-hell.html?rref=collection%2Fsectioncollection%2Fmagazine&action=click&contentCollection=magazine&region=rank&module=package&version=highlights&contentPlacement=6&pgtype=sectionfront&_&_r=2
    No debemos olvidar los vínculos de la ecología social con el gran capital globalista (Rockefeller, Tydes Foundation…) y con el gobierno norteamericano (que financia a los intelectuales universitarios del Institute of Social Ecology).
    En este enlace tenemos a sus financieros (parte de abajo), los dos mayores son Rockefeller y “Ben & Jerry’s Foundation” (controlada por Unilever), que a su vez financia a “Tides Foundation” (“Mareas”, curiosamente), un fondo financiero “progresista” al que acuden los grandes millonarios filántropos para desarrollar sus movimientos ciudadanos ecoizquierdistas.

    Otro aspecto desagradable es que sus instituciones “populares” no esconden lo que parece ser un programa estratégico de Naciones unidas. La jefatura suprema la ostenta el Comité Supremo Kurdo, nombrado por el PYD (la sucursal Siria del PKK) y los políticos del Consejo Nacional Kurdo (y ONG’s internacionales claro que participan en el y en los diversos organos de gobierno “autonomos”). Sus principios son “igualdad de género”, “sostenibilidad ambiental” y “reforma social”… ¿que narices tiene esto de revolucionario? ¿no son las mismas consignas del PSOE, Podemos e IU? La única diferencia es que como carecen de suficientes funcionarios, permiten la “participación”, eso si, contando con las instrucciones de las ONG’s capitalistas, en las decisiones locales, (bien, podemos elegir que día se recoge la basura, e incluso podemos hacerlo nosotros mismos, gran avance).
    Con respecto al “caballo de Troya” mi postura es clara: el Estado no es tonto, si nos hacemos pasar por reformistas, solo nos engañaremos a nosotros mismos y eso si, echaremos a perder todo el trabajo que estamos haciendo para conseguir algo auténtico. Recordemos los enfrentamientos que en su momento tuvieron los anarcosindicalistas frente a los “troyanos” de la CGT que tanto reclamaban participar en los comités de empresa y las elecciones sindicales. El Estado les premió por ello y son la tercera fuerza sindical, con sus subvenciones, sus liberados y sus luchas pateticas.

    Si que es importante la “marca”, en el sentido de ¿que impresión queremos causar en la gente? Por ejemplo se ha hablado de la web, de reducir costes o incluso de pasarla a un blog sencillito. Eso me parece un error grave. Frecuentemente lo primero que la gente ve sobre la RI es la web o los grupos de facebook, luego puede participar en el encuentro o conocer algún grupo o proyecto, pero esa primera impresión es fundamental. Si nos negamos a pagar un alojamiento decente y no tenemos un buen diseño (como es el que hay, que David hizo estupendamente a costa de mucho trabajo y voluntad), estaremos dando una imagen cutre, poco seria, que es lo contrario de lo que buscamos, es decir, gente seria y comprometida. Tenemos las siglas RI que deberíamos dar a conocer, yo creo que cada cual puede poner sus medios para hacerlo.
    Se ha hablado también de crear una editorial y bueno, ¿por qué no plantearse hacer un periódico de tirada mensual o anual? En mi opinión sería un buen momento, ¿no crees? Ahora que nos enfrentamos a la censura de nuestras ideas entre los medios “alternativos” esta sería una forma directa de enfrentarla, junto a la de una editorial.

    Por último es necesario que se consolide una red de comunidades libres, autogestionadas y políticamente comprometidas, esto permitiría además que quienes inician nuevos proyectos no se sientan solos y que puedan contactar con individualidades y colectivos afines, pero bueno, es algo que debería surgir en los encuentros entre las personas que andan construyéndolas. Yo de momento sólo estoy en disposición de darles todo mi apoyo, pero no de vivir en comunidad, aunque podría planteármelo en un futuro.

    En fin majo, es mi humilde opinión, a ver si sirve para avanzar entre todos. Aupa y un abrazo fuerte.

Viendo 2 entradas - de la 1 a la 2 (de un total de 2)
  • El foro ‘Cajón de sastre’ está cerrado y no se permiten nuevos debates ni respuestas.