MURRAY N. ROTHBARD en su libro «La ética de la libertad» (Unión Editorial. Madrid 1995, p. 264) se pregunta: «¿Es que los libertarios han de mostrarse indignados por los controles de los precios o por el impuesto sobre la renta mientras se encogen de hombros o defienden incluso positivamente el crimen último y definitivo del asesinato masivo?»
Pues al parecer sí, se han encogido de hombros durante el crimen masivo o plan-demia del Covid-Corona-timo perpetrada a partir de 2020 contra la humanidad por los Estados Sanitaristas Totalitarios. Resulta que célebres libertarios como Jesús Huerta de Soto, Miguel Anxo Bastos, Juan Ramón Rallo, Daniel R. Carreira y otros más, están ignorando los crímenes, el terrorismo anti Libertad y anti Derechos Naturales llevado a cabo por la Tiránica Medicina Estatal, sin levantar la voz en contra de tales canallas y sus canalladas. ¿Será porque en este caso los crímenes y los criminales van revestidos con las batas blancas del supuesto «bien común sanitario», uno de los principales ejes del Estado Dictatorial Farmamédico o Bestia terapéutica unilateral que vela por la «salud del pueblo»? ¿Acaso han olvidado el largo historial de las compañías médicas farmacéuticas unidas a los Estados en causar carnicerías masivas con «medicinas maravillas» que lanzan sobre poblaciones incluso después de conocer que conllevan gravísimos efectos insaludable? ¿Qué es eso de ponerse de perfil, tan conocidos anarcocapitalistas siempre críticos, cuando se trata de combatir y enfrentar al aparato sanitario-médico-farmacéutico estatalizado, el cual se caracteriza desde hace más de un siglo por una enorme falta de ética médica; por una gran falta de integridad en el proceso científico; por una mafiosa saña en perseguir los argumentos científicos contrarios y prohibir otras medicinas más antiguas, naturales y no dañinas; además de por una notable carencia de respeto por los derechos humanos y libertades básicas, enajenados por su codicia de ganar dinero y poder a costa de convertir al mayor número de seres humanos en enfermos crónicos? ¡Ojo! ¿Es que los bozales y las vacunas ya están desoxigenando incluso las neuronas, las mentes y las teorías libertarias? En fin, quizás sea que a los significados discípulos o profesores propagadores de M.N.Rothbard, les pasa como a él: que sienten demasiada admiración por la medicina moderna «científica» y ello les hace incapaces de ver sus barrabasadas e implantación despótica.
MURRAY N. ROTHBARD, en su libro «La ética de la libertad» (Unión Editorial. Madrid 1995, p. 355) dice: «En los siglos XVII y XVIII, cuando hizo su aparición la medicina moderna como nueva ciencia, surgió un número suficiente de sociedades científicas, integradas en buena parte por aficionados, que hoy llamaríamos «Amigos de la Medicina», que crearon una atmósfera de estímulo y de apoyo a los nuevos conocimientos. A buen seguro, no habría avanzado gran cosa la medicina de no haber habido médicos profesionales, hombres que dedicaron toda su atención y todo su tiempo a la nueva disciplina y consagraron toda su capacidad y sus energías a su fomento y a sus nuevos avances. La medicina seguiría siendo todavía hoy día simple pasatiempo de aficionados de no haberse desarrollado la profesión de médico».
Pero Rothbart no menciona que estos profesionales a los que tanto admira por su dedicación apasionada durante los últimos tres siglos a la susodicha medicina alópata, también la han convertido en una nueva religión sacerdotal de facto, de rango católico o mundial y dogmático, hasta el grado de ser ahora una medicina tirana etnoscentrista, perseguidora de las demás medicinas heterodoxas a las que considera «heréticas» e inadmisibles; es más, hasta el punto de alcanzar un monopolio y poder de tal envergadura que hoy por hoy esta medicina moderna «científica» maneja, dirige y manipula a su conveniencia e interés a los Estados, logrando que éstos repriman por la fuerza y el abuso la libertad de sus pobladores en nombre de una falsa Sanidad Pública; hasta el asco y la aberración de que a partir del año 2020 en adelante dicho ideario medicinal y sus ejércitos de profesionales formados en el mismo han pasado a esclavizar masivamente a la gente y a quitarles todo tipo de libertades básicas, las cuales nunca antes fueron perseguidas tan depredadoramente como ahora incluso hasta el antinatural hecho de quitarnos la libertad básica y biológica de usar el sistema respiratorio y el sistema inmunológico tal y como nos lo da la Naturaleza al común de los seres humanos cuando nos crea: libres y fuertes, sin ninguna necesidad de artificios, bozales y medicamentos farmamédicos industriales. Rothbard, al desencarnar antes de esta esclavizadora época que hoy nos toca vivir, se salvó de ver lo equivocado que estaba con su estimada medicina moderna «científica», la cual no sólo se ha transformado en una gran Bestia Yatrogénica que pisotea la libertad humana sino que además no ha conservado ni siquiera la ética médica que los médicos habían ido transmitiéndose unos a otros desde Hipócrates. Dicho lo cual, si Rothbard creía encomiable y digna de poner como ejemplo la medicina moderna «científica» y la formación de sus profesionales, de cara a inspirar y alentar a los libertarios en el campo del libertarismo para así hacer crecer y desarrollarse este movimiento de manera similar, ¡apañados vamos!
Fej Delvahe
Reseña de Félix Rodrigo Mora: