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  • Autor de la entrada:Félix Rodrigo Mora

revolucion

En las condiciones actuales, bastante mejores que las de 2015, cuando se celebró el I Encuentro RI, conviene relanzar la idea e ideario de revolución integral.

En este tiempo hemos editado dos Recopilaciones de Textos en sendos libros, ha sido mantenida la página con artículos que tienen miles de visitas, hemos realizada intervenciones públicas conjuntas (como las del 6D, o Día de la Constitución), se han publicado por personas particulares afines al proyecto libros de enorme interés («El comú català» o «Bienaventurada la maleza porque ella te salvará la cabeza», bien innovadores), está a punto de salir el de filosofía moral, que resultó del II Encuentro, se han celebrado charlas, se han hecho videos, se han abierto u orientado blogs ya existentes, hay varios libros en preparación, un cierto número de personas ha auto-mejorado y mejorado su calidad personal en el contexto RI, etc. Además, las lógicas diferencias que en cualquier comunidad humana se manifiestan han sido resueltas con espíritu convivencial y afectuoso.

En efecto, el proyecto RI ha sido y es un lugar en que ejercitar la relación, la amistad y el afecto, además de un ámbito de trabajo. Dado que hoy estamos en una sociedad hobbesiana hiper-estatal, asentada en la guerra de todos contra todos, la naturaleza relacional, convivencial, de RI es una baza que, desarrollada, proporcionará resultados sustanciosos. También es cardinal la presencia que han tenido y tienen las mujeres, cuestión enfatizada por observadores externos…

En 2016 no hubo Encuentro, y eso está bien, pues no puede ser un evento rutinario sino un quehacer a tomar o retomar sólo cuando sea necesario.

Las circunstancias son bastante mejores

El año 2015 fue el del ascenso, al parecer imparable, del montaje mediático-político, erigido contra la idea revolucionaria en lo que subsistía del 15-M y en toda la sociedad, en particular entre la juventud. Por eso el I Encuentro, objetivamente al menos, fue un acto a la defensiva. En Cataluña bufaba el «procés», no menos institucional y engañoso, y en otros territorios los restos del viejo «radicalismo» continuaban concitando un cierto interés popular, Bildu por ejemplo, en Euskal Herria.

Hoy, menos de tres años después, la situación es otra. El montaje mediático- político va de mal en peor. El estrepitoso venirse abajo de sus soportes externos (Venezuela, Grecia, Irán, etc.) está siendo decisivo. Su ejecutoria en los ayuntamientos que domina oscila entre lo inane y lo patético. En suma, ha probado que la vía institucional, parlamentarista y partitocrática, negadora del ideal revolucionario, no lleva a nada. Pero hay más. Su desmoronamiento es, además, el declive de los «ismos» que lo componen, meollo de las religiones políticas.

En el plano mundial, la decadencia del progresismo y de los lúgubres productos ideológico-políticos a él asociados está permitiendo el ascenso de los populismos, termino confuso que engloba muchas realidades diferentes pero que tiene un significado indudable: mientras antes la estructura de las ideas y formulaciones del poder constituido era monolíticamente progresista e izquierdista hoy se ha producido una división, una grieta.

Si el poder se está dividiendo eso permite operar con más libertad y eficacia, aprovechando tal desacuerdo interno. Hay una efervescencia en la base de las sociedades occidentales, una desazón, que las hace progresivamente permeable a las formulaciones revolucionarias, por el momento únicamente entre los sectores conscientes, muy minoritarios. Mucho más por cuando sabemos que la actual situación de bonanza económica es coyuntural, con una duración probable de 3-5 años desde la fecha, y que la nueva crisis económica convulsionará al cuerpo social. No se olvide que, en última instancia, el 15-M, con sus virtudes y defectos, surge en 2011 de la gran crisis de 2008/2009.

Se está dando, además, un esclarecimiento espontáneo de asuntos otrora decisivos. Es el caso de la revolución rusa, cuyo centenario fue en 2017, y que ha recibido un número notable de análisis, algunos particularmente buenos. Lo mismo sucede con el islam, sobre el que se están realizando numerosos análisis de calidad (los de Ayaan Hirsi Ali, joven mujer negra, por ejemplo), y sobre al Andalus, cuyo mito fascistizante se puede dar por refutado. Es verdad que tales aportaciones todavía no han llegado al gran público pero que eso suceda es sólo cuestión de tiempo. Forma parte del ideario de RI abrirse a todo lo positivo que se vaya produciendo, incluso si es parcial, no del todo acertado y ajeno a la idea de revolución.

Lo mismo es posible decir de los avances que están dándose en la comprensión objetiva del fenómeno de la globalización, sobre todo en lo referente a su relación con la expansión de los Estados, en la naturaleza de la Unión Europea y el significado de Alemania dentro de ella. Así mismo, la inviabilidad del Estado de bienestar y el llamado invierno demográfico cuestiona el meollo mismo del actual orden político-económico. La guerra de los sexos, tan generosamente financiada desde el poder, está encontrando una contestación creciente en sectores cada día más amplios, además de originar inmensos costes ocultos, no sólo económicos sino políticos e ideológicos, que se vuelven contra quienes la promueven con tanto ardor.

En una sociedad en decadencia avanzada, como la actual, los asuntos no-políticos y pre-políticos ocupan cada vez más un lugar decisivo. Está la educación y la juventud, con una generación de jóvenes incapaces de pensar por sí mismos y sin personalidad propia. La angustia por no ser, propia de los seres nada, suscita una expansión temible de las dolencias y las enfermedades psíquicas, haciendo de la depresión la primera causa de baja laboral. La soledad y todas sus secuelas, inevitable en un orden hobbesiano, y la aniquilación incluso de la familia nuclear, son ya lacras inherentes al actual sistema. Avanzamos, al parecer, hacia una situación en que la expansión de las enfermedades mentales puede llevar al colapso del sistema. Éste es insufrible por deshumanizado, invivible por antinatural, más y más cada dia.

Corresponde al proyecto de RI tratar los problemas no políticos (sin abandonar los políticos) desde categorías éticas y morales, axiológicas y convivenciales. En este asunto puede estar ahora lo más decisivo. Levantar la bandera de libertad personal, la realización del yo, un orden social acorde con la naturaleza humana y la autoconstrucción de la persona nos permitirá llegar muy lejos.

El descarrilamiento del «procés» en Cataluña, que ha tenido lugar conforme a los análisis aportados desde hace años por quienes estamos en el proyecto RI, lo que constituye un éxito analítico colosal, es una lección viva de política práctica, que muestra a la gente qué es Europa hoy y cuál no es/si es la vía para la liberación de los pueblos en ella oprimidos. En los próximos años iremos recogiendo los frutos de esto.

Resumiendo, los rasgos de la situación actual son dos: 1) las disfunciones, complicaciones e incluso aberraciones personales y sociales, lejos de remitir se agravan y generalizan, aunque, por el momento, algunos (los económicos) conozcan un relajamiento parcial y transitorio, 2) los paradigmas integradores de las masas en el orden constituido, resultantes del credo progresista, así como las fuerzas culturales y políticas que de él se derivan, están padeciendo un declive y refutación desde la experiencia, lo que está haciendo que las mentes comiencen a abrirse a nuevas formulaciones. Se observa ya una inicial búsqueda de lo nuevo y distinto.

El paradigma del cambio social que ha dominado la cultura occidental desde la segunda mitad del siglo XIX está formado por los obrerismos, en particular el marxismo en sus muchas variantes (socialdemócrata, comunista, etc.). El derrumbe de la Unión Soviética en 1991 obliga a un cambio de paradigma, aunque los partidos comunistas se reconvirtieron con las religiones políticas, lo que les ha permitido (a ellos o a sus residuos) sobrevivir. Pero eso es cada dia más difícil. El marxismo es una forma extremista de la teoría del progreso, una cosmología burguesa. Su decadencia es irremediable, y se manifiesta en que ya no produce casi nada, ni textos ni ideas, y en que sus escasos teóricos son muy mayores, pues no tiene renovación generacional. Por tanto, ha llegado al final, estratégicamente hablando, a largo plazo, por más que todavía pueda operar aquí y allá. Llama la atención que si hoy se desea leer algo de cierta calidad, hay que acudir a autores de la derecha…

Estamos, por tanto, en unas condiciones crecientemente favorables para promover un nuevo paradigma acerca de la transformación de la sociedad y la mejora integral-radical de la persona. Ahora es más fácil constituir una nueva interpretación del movimiento de las sociedades, hacer que sectores significativos (aunque siempre minoritarios) la hagan suya y realizarla en la práctica. Eso existe, ciertamente, sólo como posibilidad, que puede ser adecuadamente aprovechada o dejada pasar, desaprovechada. Nada en esto está determinado, nada es fatalmente necesario.

Los próximos cinco años serán determinantes. Si acertamos con la estrategia podremos dar un enorme salto adelante. Por lo demás, hay que tener en cuenta que el poder constituido es también consciente de que éste es un tiempo de obligada modificación de los productos políticos-ideológicos y de fundamentales virajes doctrinales, por lo que está zarandeando a sus peones intelectuales, así como a sus planificadores y estrategas, para producir nuevos elementos destinados a la dominación mental de las multitudes. Pero, por el momento, tales no están disponibles, ni mucho menos, lo que establece un tiempo de inestabilidad e indeterminación de varios años, excelente para nuestros fines.

Elementos negativos del presente son los que siguen. El poder está logrando un éxito asombroso en el control psíquico de la juventud, especialmente de la universitaria, a la que nadifica con una eficacia estremecedora, haciéndola insensible, al parecer, a cualquier formulación transformadora, e incluso a cualquier innovación civilizatoria menor. Este rapto y secuestro de la juventud es un acontecimiento crucial, un reto que debe ser tratado con un máximo de atención. Al mismo tiempo, un sector muy amplio de la sociedad se ha retirado a la vida privada, estando enteramente desmotivado y desmovilizado, por ahora. Pero, volviendo a la cuestión de la juventud, un signo de esperanza reside en su ruptura con los poderes mediáticos, especialmente con la prensa y la televisión, para refugiarse en Internet, que tiene por espacio de libertad, no sin razón hasta el momento. El éxito entre los jóvenes de los videos de YouTube insinúa un descontento con la retórica oficial, que debe ser estratégicamente explotado, antes de que YouTube sea reconquistado por el poder.

Lo indudable es que vivimos tiempos de cambios sustantivos en la concepción base acerca de la transformación social y la naturaleza de la persona, de inestabilidad doctrinal y analítica, de inseguridad anímica y malestar psíquico. Eso hará también que un número creciente de personas y colectivos se sitúen en un estado mental de búsqueda, lo que atraerá a más personas al proyecto RI, a poco que hagamos para darlo a conocer.

Podré un ejemplo ilustrativo. El fracaso del 15-M (creado en 2011), en lo principal, no se dio en 2012-2014 sino en 2009-2011, pues al formarse no existía lo que tenía que haberse construido previamente a su surgimiento: 1) un análisis de la situación), 2) una línea estratégica, o de acción, 3) personas formadas y de calidad, aptas para estructurar el movimiento. Se repetirá, no hay duda, el 15-M, aunque con formas diferentes y en condiciones y fechas que no podemos prever hoy, y para cuando eso suceda estaremos preparados. La próxima vez no fallaremos.

Elementos de estrategia

La noción central es que para avanzar tenemos que tomar los grandes problemas de nuestro tiempo y darles un tratamiento que sea a la vez objetivo, o verdadero, y contrario al orden constituido, o revolucionario, y que posea un sentido transformador y no meramente descriptivo o intelectual. Pero eso no ha de hacerse con un enfoque erudito sino conforme a los criterios de la sana sabiduría popular, proporcionando argumentos de peso pero no estudios intelectualistas. Pasó el tiempo de los libros cargados de erudición, como son los míos, que resultaron de la necesidad de fundamentar diversos elementos esenciales de una nueva interpretación, y ahora se trata de retornar a los orígenes, a la sabiduría popular adecuadamente actualizada y reformulada. La verdad sobre algún asunto puede exponerse en un libro de 500 páginas, en un texto de 3 o en un video de media hora. Ahora conviene más acudir a las dos formas de comunicación citadas en último lugar.

En el II Encuentro me ofrecí a colaborar con quienes, grupos o personas, desearan tratar un tema determinado, para fijar un argumentario sobre él, Tener un cuerpo argumental es la meta primera y principal, particularmente para problemas decisivos, como los de la emigración, el sexismo, la natalidad y otros. En ellos, y en todos, hay que cargarse de razón, arguyendo con eficacia. Entonces, en 2016, no me hallaba en condiciones de hacerlo, al estar absorbido por trabajos eruditos que me succionaban todas las energías. Ahora he reformulado mi plan de trabajo a fin de dejar mucho tiempo para cooperar con las amigas y los amigos.

Me encuentro, así pues, disponible para entrevistas, conversaciones privadas, intercambio epistolar, diálogos por el móvil, conversaciones por skipe, y también para dirigir cursos, desplazándome a donde sea necesario. Lo cierto es que eso ya lo estoy haciendo. Un exitoso logro de la cooperación en el marco del programa RI es el libro «Ética y revolución integral. Reflexiones para una sociedad convivencial», 301 páginas, de J. Franco, R. Rodrigo, F. Rodrigo y R. Vidal, a punto de ser editado.

La meta del proyecto RI tiene que ser, en la presente etapa, CREAR SABIDURIA POPULAR. Y, luego, difundirla. Y, además, absorber y hacer nuestra toda la sabiduría popular (y la erudita o culta digna de tal calificativo) que nos vaya llegando, para elaborar un sistema poderoso-suficiente y completo-finito de argumentos, aunque limitado en extensión. Ahora bien, todo cuerpo de ideas realmente innovador es, por mucho tiempo, patrimonio de minorías, al requerir un dilatado periodo para popularizarse. Es imposible que sea de otra manera. En dar a conocer nuestro ideario estamos en una fase de acumulación cuantitativa, hasta generar una masa crítica que, en determinadas condiciones sociales, nos permitirá conseguir avances sustantivos, que se presentarán de golpe.

Hacia un Manifiesto

Lo ya elaborado sobre el proyecto RI tiene dos defectos, que está disperso y que es bastante incompleto. Para empezar, no sabemos qué puede ser un proceso revolucionario en las sociedades europeas en el siglo XXI. Lo ignoramos hoy pero si nos ponemos a pensar lo podremos ir estableciendo, al menos en sus rasgos básicos, en un futuro cercano. Tenemos ya estudios valiosos, no sólo los críticos con las falsas y perniciosas revoluciones del pasado, la francesa, la liberal española del siglo XIX, la rusa, la acaecida en la zona republicana en la guerra civil, las «antiimperialistas» del siglo XX, etc. sino también de otras transformaciones, éstas positivas, desde el alzamiento de Espartaco a, sobre todo, la revolución de la Alta Edad Media y su ideología guía, el cristianismo en su expresión cenobítica o monacal revolucionaria.

Podemos, y debemos, hacer y difundir un MANIFIESTO. No ahora, todavía, pues necesitaremos unos dos 2 años, en la forma de un pequeño libro de bolsillo de 50-70 páginas, que dé curso a los principales interrogantes sobre la transformación de la sociedad y el ser humano en las condiciones actuales. En él quedaría expuesto el nuevo paradigma de revolución, la interpretación depurada, en un texto abierto a posteriores ampliaciones, que no sea doctrinal ni teórico sino analítico e indicativo, propositivo y constructivo, así pues, promotor de acción revolucionaria. Un texto a difundir sección a sección en una serie específica de videos, que lleve sus contenidos a la juventud.

Una vez terminado dicho MANIFIESTO podremos penetrar a fondo, con él como herramienta de trabajo, en la sociedad. Además del MANIFIESTO conviene realizar un programa reivindicativo, que se dirija a los sectores más activos en la calle, para estar ahí desde ahora mismo, dando la batalla al sistema de dominación, preparando las condiciones para el relanzamiento de un movimiento popular similar al 15-M. Téngase en cuenta que vamos hacia una sociedad de la pobreza, en particular para la juventud, y que eso requiere con urgencia un tratamiento.

Otros instrumentos de trabajo, hoy imprescindibles, son los videos. Nuestro proyecto tiene que poner a punto un sistema para producir regularmente videos, con un equipo encargado. Internet, en tanto que logro tecnológico singular, permite, por paradójico que ello sea, la vuelta a la cultura popular de tradición oral, que ha sido la específicamente popular desde que la humanidad existe hasta hace medio siglo. Este asunto es del todo decisivo. La juventud, que huye y escapa, con razón, de la sapiencia académica ful, se concentra ahora en la nueva cultura popular oral y visual. Ahí tenemos que estar.

Todo ello para tratar ¿qué materias? Los asuntos políticos explícitos están bien y suficientemente tratados en RI, y el acerbo argumental es bueno, de modo que se trata de continuar con ellos cuando lo demanden las condiciones. Lo urgente es considerar sobre todo, aunque no exclusivamente, durante un par de años, cuestiones prepolíticas, o de la existencia común de la gente. El declive demográfico, la maternidad y su contexto, desde el agotamiento del Estado de bienestar hasta el sexo heterosexual. La emigración, el ascenso de Europa como potencia imperialista y el futuro de la cultura europea. La globalización no tanto como asunto económico sino como concentración y acumulación de poder. La pobreza de las clases asalariada, cada día más grave y extendida en Europa. El sistema educativo y el estado de la juventud, cuestión del todo esencial, sobre la que hay un libro en preparación dentro de la RI. La epidemia de enfermedades psíquicas y sus causas, por tanto, las posibles soluciones. La ética y los valores en una sociedad desnortada, asunto que deberíamos coger con fuerza y hacerlo una de nuestras señas identificadoras. La persona, su mejora autoconstruida, es decir, la autogestión del yo. Todo ello tiene que ser analizado y ordenado con más detenimiento, pero por el momento sirve como indicación.

Asunto esencial es el de la sociedad convivencial. En el caos que se está constituyendo en el cuerpo social, con la gente trabada en innumerables desencuentros y conflictos con sus iguales, con la soledad y el desamparo acechando, y con los psicofármacos como nuevas drogas legales de uso obligatorio casi universal, relanzar la convivencia desde el programa de la RI es estratégicamente muy oportuno. Necesitamos estudiar esto más, en sus aspectos de realización.

De enorme éxito popular está siendo el ataque al capitalismo desde la noción actualizada al siglo XXI del comunal, el trabajo comunitario (hacendera en castellano, auzolan en euskera, etc.), las relaciones de vecindad recuperadas, el derecho consuetudinario y el concejo abierto. Ahí está, en efecto, la base reflexiva, finalmente localizada, para poner fin a la gran empresa capitalista, estatal o privada. Mientras las revoluciones «proletarias» del siglo XX se redujeron a sustituir el capitalismo privado por otro estatal incluso peor, la sabiduría ancestral de nuestros antepasados permite establecer un procedimiento para liquidar con éxito el capitalismo, desde la libertad social e individual, el pluralismo, la mejora de la calidad de las personas, la protección del medio ambiente y la constitución de una sociedad convivencial, asentada en la realización del bien moral, con virtud cívica y virtud personal. En este asunto, que resultó del análisis estratégico que hice hace ya más de diez años y que se plasmó en el libro «Naturaleza, ruralidad y civilización» (2008), tenemos un activo formidable, cuya utilización debemos estudiar y planificar.

De qué modo llegar a nuevos sectores de la población con nuestras ideas, atrayendo a más y más personas y colectivos al proyecto, tiene que ser una preocupación constante, que suscite respuestas creativas y originales los próximos años.

La formación de las personas

La formación personal es, sobre todo, un quehacer íntimo, privado. Es cada cual el que se construye a sí mismo, conforme a planes y proyectos pensados y escogidos con esa finalidad. Así se realiza la libertad de la persona y se impide, o al menos dificulta, el ascenso de tiranías y personalismos.

Al mismo tiempo, hay una parte del proceso autoformativo que es grupal. Éste afecta, en particular, al trasvase de conocimientos, al aprendizaje de habilidades comunicativas (oratoria, etc.), a lecturas en común con debate posterior, a los trabajos en equipo y otros quehaceres similares. En las actuales circunstancias parece que los cursos sobre temas monográficos, con un tiempo previo de preparación, una jornada de trabajo intensa y un tiempo posterior de maduración, son necesarios. Estoy trabajando en una lista de cursos, dirigidos a capacitar de un modo realmente efectivo a quienes a ellos asistan.

Sobre mí

Quiero aprovechar este documento para explicar algunas cuestiones acerca de mi situación. La campaña de calumnias y ataques que desataron contra mí en 2012-2014 no logró sus objetivos, aunque apartó de mis ideas y trato a miles de personas, redujo radicalmente la venta de mis libros, etc. El montaje mediático-político estaba entonces siendo gestado y lanzado y yo era un obstáculo, así que se tiraron a degüello… Han transcurrido tres años y la situación es otra. No sólo no han logrado destruirme sino que son ellos los que ahora han de encarar su propia destrucción, que además es irremediable a medio plazo. Yo he salido de la prueba fortalecido aunque mucho más aislado. Todavía hoy ocurre que colectivos que desearían invitarme a charlas no se atreven a hacerlo porque tiene miedo a agresiones en Internet, y en casi todas las que hago llegan notas de calumnias e insultos a sus promotores. Todavía. Claro que a medio plazo será, en el futuro, peor.

Pero ese es un aspecto. El otro es que recibo cada vez más comentarios de aprecio y respeto, e incluso de adhesión y admiración, algunos muy conmovedores. La charla que desarrollé en Elgoibar en setiembre pasado (2017), por el número de asistentes, el intenso clima emocional y sus efectos posteriores, fue una experiencia inolvidable, A medida que quienes me agredieron sin límites éticos se van sumergiendo en el caos y el desprestigio, más y más personas se atreven a saltar sobre la densa y amenazante maraña de mentiras y calumnias que contra mí se urdieron entonces, aproximándose a mis ideas. La evolución de los acontecimientos me otorga la razón en numerosos asuntos, mientras que se la quita a ellos. Diríase que están siendo víctimas de la realidad, lo que suele resultar definitivo. Yo al contrario.

Con casi dos docenas de libros publicados, como autor o coautor, y otro a punto de salir, blog y página, numerosos videos y audios y unas 20.000 personas que, con mayor o menor intensidad, coincidencias y regularidad, me conocen y siguen cada año, me encuentro en buenas condiciones para marcarme nuevas metas, superadoras. Además de lo ya expuesto sobre mi voluntad de cooperar con las amigas y amigos de RI en la tarea -decisiva- de constituir bloques argumentales para los grandes asuntos de nuestro tiempo, deseo trabajar en un nuevo libro, que concibo de manera diferente a los demás, como obra de la sabiduría popular y no como producto erudito, por tanto, mucho menos costoso de hacer, en tiempo y energías. Su título será «Del amor y sus contradicciones», para dar fundamento a un orden social convivencial. Voy, sobre todo, a atender a lo audiovisual, buscando conexión con la gente joven. Deseo poner a punto una relación de cursos, para realizarlos con un máximo de seriedad y eficacia. Estoy estudiando los procedimientos para elevar el número de seguidores anuales a unas 100.000 personas, en dos años.

Yo he ofrecido ayuda, pero ahora es el momento de solicitarla para mí. En efecto: necesito ser ayudado. Preciso de vuestra generosidad. Para fijar contenidos y realizar trabajos de documentación. Para debatir puntos oscuros de tales o cuales asuntos, que me permitan entenderlos mejor. Para aportarme vuestra sabiduría y experiencias. Para hacer que mis libros estén regularmente en unas 100 librerías (ahora están en 3). Para… Os espero, pero también os iré haciendo propuestas. Porque os conozco y os aprecio. Si todo va bien, 2018 será decisivo. 

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  1. ivan kurtz

    Eu sou brasileiro. Eu fiquei surpreendido positivamente com a abertura de espírito de Félix Rodrigo ter alguns trabalhos com Pedro Garcia e Adrian Rodrigues. Se Félix trabalhou de forma positiva com eles e se Félix quer vender mais livros, e, principalmente, se este livros estão já publicados em espanhol, então eu, atrevidamente, sugiro analisar melhor o trabalho do argentino Adrian Salbuchi https://www.facebook.com/adrian.salbuchi/ . Salbuchi insiste que os povos ibéricos têm mais a ganhar ao se voltar para os problemas ibero-americanos do que se os povos ibéricos restarem restritos à reflexão dos problemas europeus. Reflexões restritas à Europa não vão alcançar os objetivos da RI… : «Para empezar, no sabemos qué puede ser un proceso revolucionario en las sociedades europeas en el siglo XXI.».

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