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  • Autor de la entrada:Javier De Miguel Möller

 

“No saber lo que ha sucedido antes de nosotros

es como ser incesantemente niños”

Cicerón

A principios de febrero se publicó la traducción al castellano del libro El comú català. La historia dels que no surten la historia, de David Algarra Bascón. Un grupo de amigos y amigas decidimos llevar adelante una traducción colectiva del libro por considerar importante que su contenido llegase al resto del territorio que hoy señorea el Estado Español, además de a más territorios de habla hispana, y después de un año de traducción, sumado al arduo trabajo posterior de su autor, ya tenemos el resultado.

El libro original, en catalán, ha tenido un amplio recorrido en Cataluña, llegando a muchos lugares y haciéndose multitud de presentaciones del mismo, desde su publicación, en noviembre de 2015. La traducción permitirá ahora que llegue a todos los rincones de lo que hoy es España, siendo un nuevo avance para la comprensión de la historia popular de los pueblos de la Península Ibérica, la historia de la gente común, la mayoría de las veces ocultada y falseada (especialmente por la escuela y la Universidad) para introducir en la psique colectiva actual la teoría del Progreso, según la cual todo lo anterior era peor, y todo lo actual, mejor, para, con ello, hacer aceptable el mundo en el que hoy nos han sumido y nos hemos dejado sumir. Pero el esfuerzo que se está haciendo por la autogestión del conocimiento en este campo, desde la gente común y sin expertos, ha contribuido ya a desacreditar en amplios sectores de la sociedad tal teoría.

El libro El común catalán. La historia de los que no salen en la historia, hace un recorrido por la historia de Cataluña teniendo como protagonista al pueblo, sus instituciones de autogobierno, su manera de relacionarse y de trabajar, su economía, sus valores, etc… El periodo de estudio va desde las sociedades prerromanas hasta el siglo XX, desde el origen de los bienes y prácticas comunales, con todo lo que ello lleva aparejado en cuanto a modo de existencia, hasta el final de ese modelo, con el triunfo del Estado. 

Es ya imposible de ocultar la existencia de bienes comunales, existentes aún hasta nuestros días, aunque profundamente desnaturalizados en la mayoría de los casos, así como de la asamblea general de vecinos, que en cada territorio recibe un nombre (Concejo Abierto en Castilla, Universitat, Consell Obert o General en Cataluña, Batzarre en Euskal Herria…). Medios de producción comunales como pueden ser tierras de labor, molinos, fraguas, montes, prados y pastos, rebaños, hornos, pozos, fuentes, salinas, batanes, etc…El libro en cuestión, trata, además de describir, a través de la documentación que ha llegado hasta nuestros días, las prácticas comunales y de autogobierno, y de inteligir los orígenes de tales prácticas, señalando a las prácticas de sociedades prerromanas y al cristianismo revolucionario anti-romano. Por la gran crisis múltiple y civilizacional que hoy vive Europa, fijarnos en los grandes momentos históricos de nuestros territorios para encarar con arrojo el futuro se torna imprescindible, en un momento donde la concentración de poder de los Estados y de la gran empresa multinacional es mayor que nunca, así como la decadencia integral del individuo medio que lleva aparejada.

Una parte del libro se dedica a estudiar los orígenes del surgimiento de la comunidad catalana, demostrando que es el pueblo con voluntad creadora el que la crea y no ningún conde o mandamás. En esta primera parte, se describen las instituciones de autogobierno propias de Cataluña, la Universitat  o Consell Obert, o asamblea general de vecinos y vecinas para el autogobierno del municipio, y los diferentes tipos de propiedad, tanto la que era mayoritaria en extensión, la propiedad comunal, como la propiedad familiar, además de diversas maneras de gestionarla. Hay que fijarse en la cuestión del trabajo, en especial hoy en día cuando el trabajo asalariado está destrozando al ser humano, por robarle su autonomía personal, por ser un trabajo completamente desnaturalizado, repetitivo, no-convivencial, parcializado, mercantilizado hasta el exceso y exento en la mayoría de ocasiones de utilidad, grandeza y sublimidad. No asombra que en los tiempos del común, en multitud de ocasiones, se trabajara o se acabara de trabajar festejando y cantando (habiendo canciones para casi todas las labores), y hoy en día se vaya maldiciendo.    

Trata además la manera de relacionarse de sus miembros, describiendo las diversas formas de ayuda mutua existentes, desde el soporte a las familias que atravesasen momentos difíciles económicamente, a través de cofradías, hermandades o gremios, hasta el trabajo colectivo que se realizaba para fines comunes o particulares. Este trabajo comunitario, según las zonas y lo que ha llegado a nuestros días, recibía varios nombres, como vediau, tornajornal o tornallom,  o trabajo a jova. Todo esto se manifestó posteriormente en el surgimiento de un movimiento obrero autogestionado y autónomo, procedente de la sociedad rural tradicional, y el ataque definitivo para su aniquilación fue la imposición del Estado de Bienestar, en nuestro territorio impuesto por Francisco Franco en 1963, perfeccionado luego por el parlamentarismo y hoy tristemente defendido por amplios sectores sociales. 

El Estado de Bienestar fue la punta de lanza para el desquebrajamiento social, pues creó una sociedad de individuos atomizados, donde nadie conoce a nadie y donde todos se desentienden de todos, pues ya es el Estado quien se ocupa de cuidar, asistir y ayudar en los momentos difíciles, pero en vez de a través de una relación de reciprocidad y ayuda mutua, en una férrea relación jerárquica a través de miles de funcionarios y trabajadores sociales, generando la soledad patológica de las sociedades modernas hiperestatizadas. Además, cuando el Estado de Bienestar, con apenas medio siglo de existencia hace aguas por todos lados, ofrece un lúgubre futuro para una sociedad inhábil ya para resolver sus propios problemas. Reflexionar y entender hasta donde podamos las diferentes “solidaridades” que se daban en la sociedad popular tradicional nos sitúa en una posición ofensiva en los crudos tiempos que vienen en vez de en pedigüeños perpetuos de limosnas (en forma de ayudas sociales) al Estado.  

Es a destacar el estudio que se hace sobre el papel de la mujer, aportando diversos ejemplos concretos de mujeres de las clases populares (como Na Mercadera, que en 1285 se enfrentó a un caballero francés con lanza, escudo y espada, apresándolo y consiguiendo luego un botín de guerra a través de su rescate) destacando su autonomía, demostrando el gran peso que tenían en la sociedad tradicional, así como la igualdad entre los sexos existentes, por ejemplo en el campo jurídico, “donde la mujer disfrutaba de la totalidad de los derechos civiles”, corroborando de nuevo que es el Estado el que reintroduce el patriarcado (a través del Código Civil de 1889), y que eran las clases altas quienes se regían por el derecho romano patriarcal, pero no las clases populares, como hoy nos quiere hacer creer el neo-patriarcado feminista a través del Ministerio de Igualdad y sus retoños.  

Todo lo dicho, supone un choque con la historiografía oficial, que graba incansablemente en la psique colectiva la existencia de un feudalismo medieval donde la gente común no tenía independencia ninguna, donde las mujeres no valían nada, y donde los campesinos únicamente dependían de los señores “feudales” de turno. Este mito histórico, creado por la modernidad a partir de la Revolución Francesa, tiene ya los días contados. 

En la segunda parte del libro, se estudia la decadencia de este modelo, de la sociedad popular rural tradicional catalana (cuyo recorrido es similar también a otros territorios peninsulares), según el poder real (estatal) y señorial van en aumento, siempre con conflictos múltiples con las comunidades campesinas, llegando hasta la época del liberalismo como punta de lanza y con la Constitución de 1812 como norma insigne para la aniquilación de todo este universo, a través de la expropiación de los bienes comunales y de la intromisión de la legislación estatal dirigida desde Madrid contra el derecho consuetudinario, de usos y costumbres, del común de cada territorio. Son numerosos los casos de enfrentamiento que esto genera entre el pueblo y el Estado, pues cuando la gente común comprobaba que la vía legal no valía de nada, se daban a la ocupación de tierras que tradicionalmente habían sido comunales, produciendo enfrentamiento tras enfrentamiento con las autoridades estatales, en especial con la Guardia Civil. Esto será una constante en nuestra historia y una de las principales chispas de la Guerra Civil Española.

Este trabajo se suma a unos cuantos otros, además de más que están en preparación y aún más que surgirán en el futuro, desde la autogestión del saber y el conocimiento, desde la base de la sociedad, como no podía ser de otra manera, para la comprensión de nuestra historia popular, meta en la que se ha avanzado de forma espléndida en los últimos 15 años. Es el caso de los libros Naturaleza, ruralidad y civilización, Tiempo, historia y sublimidad en el románico rural, Investigación sobre la II República Española, 1931-1936, O atraso político do nacionalismo autonomista galego, todos ellos de Félix Rodrigo Mora, Las Vecindades Vitorianas. Una experiencia histórica de comunidad popular preñada de futuro, Colectivo Egin Ayllu, Comunidades sin Estado en la Montaña Vasca, VVAA, Batzarra, gure gobernua, Komun: Assemblearisme i Comunalisme Populars a Euskal Herria, ambos de Pablo Sastre Forest, los textos de Jesús Franco Sánchez para el caso andaluz, como Ilustrados y liberales contra la vida comunal, La contemporaneidad: una pugna entre lo comunal y lo privado. Un ejemplo andaluz, Aproximación territorial a los bienes comunales en Sevilla durante la Baja Edad Media o Aprovechamientos vecinales y desamortización en Almonte, entre otros, y los documentales Batzarre y Stop al Expolio de los Bienes Comunales, disponibles en la web. Fuera de nuestro territorio, tenemos también el caso del libro Commons Democracy, de Dana Nelson, y con Prólogo de Esteban Vidal, de pronta publicación, donde se investigan las prácticas de autogobierno popular del pueblo americano, desde la época colonial más tardía al periodo de anteguerra. A todos ellos se suma la pronta publicación de la traducción, por parte de José Francisco Escribano Maenza, de la obra de Salviano de Marsella, Sobre el gobierno de Dios (siglo V), imprescindible para comprender el movimiento insurgente Bagauda y las transformaciones revolucionarias que se dieron en la Alta Edad Media Hispana, de donde surge el comunal, lo que será, de nuevo, un gran avance, por tratarse de un proceso revolucionario exitoso y positivo en nuestra historia.

Además del contenido de la obra de la primera edición en catalán, esta nueva edición cuenta con nueva información sobre los pueblos donde se ha ido presentando el libro en Cataluña, además de nuevas aportaciones de otras personalidades, como la asociación Stop Expolio de los Bienes Comunales, de León, quienes animan y asesoran al final del libro para la creación de Concejos Abiertos en la actualidad. También, diversas personalidades notables han suscrito esta nueva edición traducida del libro con positivos comentarios, como Gustavo Duch, Ignacio Abella, David Fernández, Carlos Taibo o Josep Pàmies.    

El trabajo, en definitiva, es un aporte para la liberación real de Cataluña, lo que sólo podrá darse sin Estado y sin Capitalismo, agentes históricos fundamentales en la destrucción de la identidad catalana popular, hoy en peligro de extinción, como Cataluña misma, principalmente por la grave crisis demográfica, que siempre va unida a la expansión de aquéllos agentes. Es un libro de comprensión del pasado pero cuya utilidad está en el futuro, de lectura obligatoria para la juventud, pues ofrece referencias para emprender un proceso revolucionario en la actualidad para resolver los graves problemas ante los que nos enfrentamos en el presente.

Si estáis interesados en conseguir algún ejemplar podéis hacerlo a través de la página de CAUAC, quienes lo han editado. Para organizar presentaciones del libro en Madrid podéis escribirme al correo javileck_1993@hotmail.com 

¡Seguimos en el esclarecimiento de nuestra historia!

Visca la Terra i visca el bon govern del Comú!

Javier de Miguel Möller

Abril de 2019

Nota:

1 Causa alegría visualizar la fusión que se produjo entre Tradición y Revolución en la pelea que se dio a principios de este siglo por resistir al avance del mega puerto de Valencia para el mayor desarrollo del capitalismo y en perjuicio de las comunidades campesinas aún existentes por el destrozo de su huerta tradicional. Al documental que se hizo de aquello se le llamó, A Tornallom, todavía disponible en Youtube para su visualización.

 

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