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  • Autor de la entrada:Alfredo Velasco Núñez

El espíritu de la época de la Europa de entreguerras vino marcado por la emergencia de la sociedad de masas. Con el crack de la Bolsa de Nueva York la crisis económica de Occidente se transformaría en social. Las masas paradas y depauperadas pondrían su fe en la Revolución o la contrarrevolución, pero estaba claro para todos que las masas entraban en la política de una forma rupturista con lo viejo y violenta.

Lo viejo era la Democracia Liberal que aparecía amortizada y corrupta. Apenas lograba mantener el orden social (crisis de disciplinamiento de la masa laboral, huelgas…) y carecía de aspiraciones a una justicia social más igualitaria (desigualdad, autoritarismo…). La gente creía en la posibilidad y pertinencia de una alternativa de izquierdas, bien comunista, bien socialista, bien anarquista. Por la derecha tradicional, diversos autoritarismos temían la Revolución y la rebeldía de las masas. Su adaptación a la sociedad de masas daría como resultado el triunfo del fascismo.

Los grupos contrarevolucionarios usaron el fascismo como un útil instrumento de movilización violenta contra las izquierdas y, en especial, contra el obrerismo organizado. Era un movimiento nacionalizador uniforme frente a las particularidades de los países naturales. Mas bien, fue un proceso de fascistización de los autoritarismos «de orden», una impregnación en sus principios, valores y símbolos, como una forma de hacer atractivo el conservadurismo para las masas con un cierto aire de modernidad. Era un movimiento en el que la violencia tenía un carácter esencial y no secundario. En la práctica ejercían una política del matonismo consistente en raptos, palizas y actos humillantes con sus enemigos. Del futurismo tomaron la exaltación de la guerra como algo positivo.

Frente al fascismo nació su opuesto, el antifascismo. Era de legítima defensa frente a la violencia contra la izquierda y de las sensibilidades más enraizadas localmente frente a su uniformización nacionalizadora. El antifascismo buscaba la paz y la solidaridad entre los pueblos. Buscaba el mestizaje de los pueblos frente a los delirios de pureza de los mismos.

Y dentro de la Guerra civil Española de 1936-1939, hubo vascos de izquierdas y nacionalistas, fuera de Euskal Herria, que combatieron contra el fascismo principalmente en torno a dos núcleos: Madrid y Barcelona. A través de su historia, observamos las encrucijadas de aquella generación.

Las milicias antifascistas vascas que lucharon en torno a Madrid eran de obediencia sobre todo comunista, jóvenes estudiantes nacionalistas vascos y militares vascos. Demostraron un gran heroísmo en el combate, tuvieron numerosas bajas y lucharon hasta en final de la guerra. Destaca su comandante Ortega, carabinero (policía de aduanas) y comunista, que tuvo la infamia de ser el responsable de la ejecución del líder del POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista, comunistas antiestalinistas) Andreu Nin.

Sin embargo, las milicias vascas antifascistas de Barcelona tuvieron un devenir diverso. Ya había pasado el hito fundamental de la guerra: los sucesos de mayo de 1937. Ya no era una guerra revolucionaria, en que los combatientes milicianos eran voluntarios de organizaciones políticas y sindicales que deseaban hacer una Revolución en España. Se habían ordenado las quintas y todo el mundo debía servir en el Ejército de la República: habían sido militarizados. Tampoco era una guerra de liberación nacional de los pueblos españoles. Franco fue apoyado decisivamente por nazis alemanes, y fascistas italianos y portugueses. Pero, habían llegado las Brigadas Internacionales comunistas y el conflicto se internacionalizó. Por otro lado, la República había entregado el oro del Banco de España a Stalin para que éste le nutriera de armamento moderno y, con la excusa de asesorar militarmente, los comunistas bajo las órdenes rusas consiguieron cada vez más poder y dirigir la guerra. Los comunistas querían una guerra civil hasta la victoria apartando el deseo revolucionario. Pero la guerra, a partir de la caída de Euzkadi, no se podía ganar y el pueblo español había superado su tolerancia al espanto (hambre, bombardeos, víctimas…). La gente deseaba la paz. Además, los comunistas emplearon el método del palo y la zanahoria: a los que les obedecían les daban privilegios y a los que no los acosaban. Los comunistas instauraron un régimen dictatorial con su policía política pues Stalin deseaba eliminar a los anarquistas y revolucionarios para quedar él como único representante histórico del socialismo a nivel mundial. Se empleaba a los competidores del comunismo como carne de cañón, se los encarcelaba en prisiones ocultas, se les disparaba por la espalda, hubo matanzas, etc.

Por todo esto, cuando movilizaron a los vascos refugiados en Cataluña éstos respondieron con deserciones, obstruyendo la dinámica militar, con indisciplina, practicando el estraperlo para poder subsistir, etc. Tras diversas vicisitudes esperpénticas fueron disueltos y repartidos entre otras unidades tras haber perdido sus mandos por otros comunistas. Hasta la bandera ikurriña les arrancaron pues no era reglamentaria en el Ejército de la República.

Todas las vicisitudes de estas milicias vascas antifascistas estuvieron, además, acompañadas de la intervención del Gobierno Vasco nacionalista en tensión con el de la República y los comunistas.

Dando la voz a los propios protagonistas y por finalizar, el 25 de diciembre de 1936, primera Navidad de la guerra, el irunés Adolfo Bienabé, uno de los componentes de las MVA, resumió su posición en el frente de Madrid a «Euzkadi en Catalunya», su órgano de prensa de expresión: «Aquí vascos, catalanes, andaluces, asturianos, franceses, polacos, alemanes, ingleses; anarquistas, comunistas, republicanos, socialistas, todos hablamos el mismo idioma, o por lo menos lo comprendemos. Las ideas de redención de los pueblos salen definidas admirablemente por la boca de nuestros cañones. Y cuando un pueblo, cuando la Humanidad habla en lengua de acero, es invencible. ¡Y nosotros lo seremos!». En efecto, el antifascismo venció en la subsiguiente Guerra Mundial a un alto precio, pero en España, aún debe seguir vigilante (asesinato de Jimmy, miles de intimidaciones a homosexuales, inmigrantes sin papeles, etc, falta de justicia histórica, muertos en las cunetas de nuestro país; franquismo sociológico, etc).

Desde el movimiento de Memoria Histórica concluir que la Guerra Civil española fue en verdad: no una guerra entre hermanos sino una rebelión militar contra el pueblo, un genocidio de la clase trabajadora española y una invasión extranjera.

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Del autor de «La gesta traicionada» y «El hilo negro vasco» nos llega este nuevo repaso histórico a uno de los episodios más desconocidos de nuestra Historia. En 1936 el alzamiento fascista y la guerra que provoca coge a muchos vascos fuera de Euskal Herria. Muchos de los que quedan en territorio republicano se intentarán organizar a través de unas milicias que se crearon sobre todo en Barcelona y Madrid: son las llamadas Milicias Antifascistas Vascas. Estas milicias tratarán de preservar su caracter nacional vasco y en cierto modo estar bajo obediencia del lejano Gobierno Vasco, lo que provocará diversos conflictos con las autoridades republicanas. Este libro nos habla de vascos que lucharon (y en muchos casos murieron) de principio a fin del conflicto fuera de territorio vasco y que participaron en numerosos teatros bélicos distintos (defensa de Madrid, batalla de Brunete, Frente de Aragón, etc…) inspirados por la solidaridad anti-fascista.. La obra viene profusamente ilustrada (fotos, carteles, documentos…) y está editada por Sare Antifaxista y DDT.

 

Esta entrada tiene 7 comentarios

  1. Roberto Serna

    Me parece que se abusa de los tópicos. El antifascismo no fue en la mayoría de los casos mejor que el propio fascismo ni por supuesto fue revolucionario. Aquí un artículo de Felix interesante sobre el papel contrarrevolucionario del Frente Popular (antifascista) y la segunda república.
    Por otro lado hablar de fascismo contra antifascismo es simplificar y por tanto no entender los acontecimientos históricos que fueron muy complejos. (La mayor parte de los que lucharon en el bando nacional no eran fascistas).
    El estar orgullosos de la guerra civil ignorando los más de 100.000 represaliados por cada bando, el trauma posterior y la división que todavía persiste no han significado nada bueno y menos para una Revolución Integral.

    http://esfuerzoyservicio.blogspot.com.es/2015/06/primavera-de-1936-el-frente-popular.html

  2. Alfredo Velasco Núñez

    Hombre, Roberto, es una reseña, simplifica inmensamente las cosas y todo lo que dices es cierto, por supuesto. Un catedrático de Historia de América tenía un método de clase magistral que para cuando acababa el curso Colón no había zarpado de Cádiz. Las simplificaciones son necesarias aunque creo profundamente en la verdad del dicho libertario «Prefiero equivocarme por mi mismo a acertar por consigna». En cuanto a lo del orgullo de la guerra civil me parece una retórica repugnante. Te propongo que mires el siguiente documental integramente sobre la guerra en Siria elaborado desde el anarquismo revolucionario. Luego vuelve a leer tu último párrafo. Para los demás no les aconsejo el visionado pues hiere toda sensibilidad normal y puede que alguno se anime a pegar tiros. El enlace es «Ecos del desgarro.La historia de una revolución imposible» https://www.youtube.com/watch?v=Bx4PlIwITnU Lo siento por la siesta.

  3. Roberto Serna

    Me ratifico Alfredo: fascismo y antifascismo son las dos caras de la misma moneda. Un mismo sistema que cambia de apariencia siendo en esencia lo mismo.
    Las gestas guerracivilistas de unos y otros, igual que las de la segunda guerra mundial hechas por las potencias vencedoras (antifascistas todas, hoy dominadoras del mundo), al ser simplistas y propagandísticas, no nos ayudan a comprender la historia sino que nos condenan a repetirla una y otra vez.
    Lo mismo ocurre con lo de Siria, hablamos y hablamos sin saber nada del país ni de sus gentes ni su cultura y claro, nos dedicamos a reproducir la propaganda (de unos y otros) que nos llega a través de los medios y no nos molestamos en averiguar la verdad que suele ser incómoda y difícil.
    Simplifiquemos pues…

  4. Roberto Serna

    El video que has puesto es la misma propaganda que los medios internacionales han difundido sin cesar sólo que lo firman unos «anarquistas». En fin, da pena que le hagamos el juego de esa manera al poder para justificar sus políticas neocoloniales. Lo de los 15 niños arrestados por hacer una pintada (claro, aquí en en mundo libre eso no pasa) me recuerda a las famosas incubadoras destruidas por los malvados iraquís y el teatrillo de la enfermera kuwaití llorando. O las famosas protestas contra el malvado dictador Libio que según se decía fueron acalladas mediante bombardeos aereos y claro, tuvo que intervenir la bendita OTAN para salvar a los activistas.

    En fin, no hay que fiarse de los «activistas», son los profesionales de la política del siglo XXI.

    Para quien quiera leer algo serio recomiendo a Thierry Meyssan
    http://www.voltairenet.org/article172008.html

  5. Roberto Serna

    Bueno, y lo mismo esto ya sería para abrir un tema en el foro o escribir un artículo pero me gustaría puntualizar a qué me refiero con eso del activismo profesional.
    Te sugiero investigar el proyecto: “21st Century Statecraft” (El arte de gobernar en el siglo XXI). La fecha de nacimiento oficial del mismo data de comienzos de 2010, cuando Clinton pronunció un discurso sobre “La libertad en internet”.
    La primera piedra del proyecto la pusieron en noviembre de 2008, cuando el Departamento de Estado anunció la cumbre “Alliance for Youth Movement” (Alianza para un Movimiento Juvenil).
    También por iniciativa de estadounidenses e israelíes, en 2008 se crea la red “cyberdissidents.org”.
    Antes de eso tenemos el movimiento juvenil OTPOR en Servia creado durante los ataques de la OTAN (1999-2000) y posteriormente las «revoluciones de colores» de Ukrania y Georgia que siguieron aproximadamente el mismo patrón de protestas en la calle y posterior golpe de estado.

  6. Alfredo Velasco Núñez

    Gracias por la información. Yo te animaría a escribir ese artículo. Es verdad que estos temas es mejor en privado. Tu mismo.

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