– Introducción
Gracias a la realización de las Notas Sobre el Encuentro por la RI por Karlos Luckas, voy exponer mi posición y perspectiva ante el Encuentro y la RI. Dado que este proceso de preparación y desarrollo del Encuentro y, posteriormente, la RI, es el comienzo y génesis de, esperemos, un movimiento de significación histórica, la precocidad, vaguedad e insuficiencia de lo que voy a presentar únicamente debe ser ápice para su futura construcción y mejora.
Sin duda, los análisis, reflexiones, pensamientos, sentimientos, esperanzas y metas de cada persona alrededor del Encuentro son diferentes, incluso, en algunos casos, muy diferentes.
Por tanto, dependiendo del modo que cada uno entienda la realidad y su análisis de ella, del Encuentro y de la RI, y del grado de consciencia, disposición emocional, intelectual y moral, y fe en ciertos ideales, se tendrá una cosmovisión, una actitud y una involucración distinta; así pues, nuestro convencimiento, participación y compromiso determinarán cómo y qué proyectos y estrategias apoyaremos o construyamos.
Como aproximación al análisis y discusión de estos aspectos se pueden consultar los siguientes textos, que mayoritariamente comparto: Los 25 puntos del sistema de convicciones para una revolución integral, Refundación de Castilla y revolución integral, Nuevos movimientos sociales: evolución y perspectivas y Encuentro de 2015 de reflexión sobre revolución integral. Mi interpretación de Félix Rodrigo Mora, Sobre el sujeto de la revolución. Reflexiones sobre estrategia de María del Prado Esteban Diezma, La situación actual y nuestras tareas, Una reflexión sobre la estratégica de la revolución integral y Principios de una táctica en la dirección de la revolución integral de Karlos Luckas.
– Contenido
Dicho esto, considero un hecho que la primera opción (opción a) del documento Notas Sobre el Encuentro por la RI es la que va a ocurrir por simple urgencia y lógica. El conocernos e interrelacionarnos, para desde ahí, edificar lazos y empresas comunes es una necesidad ontológica, epistemológica y moral de cada uno de nosotros.
Aunque los proyectos y relaciones que se creen pueden ser muy distintos en forma como en número; se puede decir que es el primer paso en la dirección correcta, uno imprescindible, pero que no implica compromisos, responsabilidades, estrategias o tácticas colectivas que incluyan a todos los asistentes al encuentro o cercanos a él.
Por otro lado, puede ser planteada la propuesta de llevar a cabo la segunda opción (opción b), que con ayuda de otros colectivos podríamos formar una Gran Asamblea Horizontal por la RI, donde se debatieran y intercambiaran planteamientos reflexivos, analíticos, estratégicos y tácticos.
Esta opción parece compatible con las demás, y con otras que aún no han aparecido, por lo que espero que en tiempos venideros tomemos en consideración, individual y colectivamente, todas estas tesituras.
Sinceramente, me agrada la creación de foros y lugares de encuentro, debate, intercambio de conocimientos, mejora de la sociedad y personal,… que puedan dar lugar a acuerdos, metas, estrategias y tácticas comunes e innovadoras.
También, la tercera opción (opción c) puede ser un paso más o no; el cómo, cuándo y qué pasos se darán será materia a decidir entre todos y cada uno.
Por mi parte considero necesario el trabajo en esta dirección, y propongo que se creen foros de debate, trabajo y creación de textos y proyectos que desarrollen y potencien la RI. Además, sería muy importante que se crearan colectivos, ya que individualmente no es suficiente, que empezaran a vivir y materializar la RI.
En cuanto a las “Bases Mínimas” que comenta Karlos Luckas, considero primordiales unos Puntos o Bases Mínimas, tanto para definir y acordar los principios y valores últimos e imprescindibles que nos unen, como para proyectar, invitar y abrir al resto de personas y colectivos que se interesen o puedan hacerlo.
Más abajo están recogidos estas “Bases o Puntos Mínimos”, que son un mero intento de aproximación a algo tan complejo como grandioso y sublime.
Si en un futuro se plantea la necesidad estratégica de organizarnos, será necesario realizar un análisis estratégico a la altura de las circunstancias, con exposiciones y debates del mismo calado. Obviamente, tendría que hacerse por medio de una Asamblea, o varias, como una red de asambleas.
Aunque personalmente me inclino por esta postura que expresa Félix Rodrigo Mora: “Del Encuentro, en lo orgánico, sólo debe salir alguna entidad de coordinación y facilitación. Todo ha de quedar a la iniciativa personal y de los grupos que se formen, y a las relaciones que libremente establezcan entre ellos.”
Como ejemplo está el magnífico trabajo que se está haciendo con la web, y propuestas alrededor de ésta que se están desarrollando. También algunas ideas como la creación de una pequeña editorial o la repetición anual del encuentro.
Además, estoy trabajando para una charla en el encuentro y posteriormente continuar la actualización e incorporación de los clásicos a la revolución y a la autoconstrucción del sujeto. Y como está expuesto en el apartado del foro de Te cuento nuestro proyecto, la posibilidad de elaborar colectivamente una profunda y ambiciosa obra de Análisis y estudio del Estado.
Aunque es cierto que me he interesado últimamente por la estrategia, mis conocimientos intelectuales, reflexivos, experienciales o analíticos al respecto son muy escasos; estado de cosas que quiero cambiar.
A pesar de esto, apuntaré la importancia de las ideas-ideales, y de su práctica. La comprensión de periodos y procesos de los que podemos extraer experiencias, conocimientos y lecciones útiles para el momento presente, como el Cristianismo o la Revolución de la Alta Edad Media, es necesaria y puede servirnos de inspiración. Al respecto haré dos puntualizaciones:
– Aun reconociendo que la dimensión religiosa tuvo su importancia, el verdadero elemento motriz de ambos movimientos fue la fuerza de lo mejor de lo humano, la pureza civilizadora de la auténtica relación entre hermanos. La idea del amor, como amor al prójimo, esfuerzo desinteresado y sacrificio por el bien, se expresó de manera prodigiosa; la práctica de esta idea, su materialización y aspecto determinante y más importante, fue la expresión máxima de lo humano.
– La conciencia y el sentir las realidades y experiencias que, descontando la falibilidad del entendimiento humano y la dificultad de comprender procesos históricos lejanos, acontecieron en ambos periodos, pueden servir de inspiración y para sacar lo mejor de cada persona; la elevación del espíritu y la sublimidad del recuerdo de nuestros antiguos hermanos deberán ser capaces de hinchar los corazones y las almas de los revolucionarios de hoy.
“A la Revolución —escuela de heroísmo, espiritualidad y humanismo — debemos darlo todo.”
Félix Martí Ibáñez
“Puntos de encuentro mínimos” o “Bases mínimas”
Incluso antes de presentar una introducción a los Puntos o Bases, siento la necesidad de remarcar la precocidad y temporalidad de su existencia. Se pueden entender como un deseo, un esbozo o proyecto que espero que sea continuado, mejorado y desarrollado por personas con mayor capacidad y virtud que las escasas que yo humildemente pueda tener.
Estos Puntos mínimos los considero una necesidad ontológica, moral, epistemológica y estratégica, aunque ciertamente este análisis es personal. Sin duda, reconozco la valía e importancia que el desarrollo de éstos puede tener respecto a los aspectos intelectuales, reflexivos, analíticos y estratégicos, pero es preciso enfatizar la necesidad de la materialización de aquellos en la práctica.
Por tanto, me atrevería a exponer que, a priori, existen dos planos principales en los que estas Bases se desenvolverían:
1. Dentro y alrededor de movimientos, proyectos y grupos que compartan ideas, ideales y metas cercanas al concepto y práctica de la Revolución Integral. Además de ayudar a construir y desarrollar el concepto de la RI, permitirán, dentro de la pluralidad, concretar unos puntos comunes con los que identificarnos; fomentará el desarrollo de metas y prácticas para realizarlas, el debate y la concreción misma de la RI.
2. Hacia sectores relativamente conscientes y al resto de la sociedad. Estos Puntos permitirían presentar ideas, valores, metas y prácticas creíbles, concisas, claras, verdaderas y necesarias en momentos críticos como el actual, un momento de crisis multicausal-dimensional. Para la realización de un proyecto civilizador revolucionario, este es uno de los pilares fundamentales que han de definirse y presentarse ante la sociedad.
Salvando mis carencias y defectos, espero que los siguientes puntos sirvan para el impulso, intelección y práctica de la RI.
– Necesariamente, la transformación que ha darse en la sociedad tiene que ser de carácter revolucionario, siendo las personas, quien a partir de su consciencia de la situación, afronten la reconstrucción de las dimensiones y aspectos importantes de ésta. Las vías y programas reformistas han caducado por su ineficacia.
– Este cambio revolucionario ha de ocuparse de los ámbitos más importantes de la existencia y de la realidad, aspirando a adoptar una disposición integral u holística ante ésta. El reduccionismo, la especialización o la parcialidad destacan por sus deficiencias e inexactitud.
– La persecución de este magno proyecto y grandes metas ha de comprenderse como un proceso histórico, dentro de su complejidad y dificultades estratégicas, que requerirá continuo esfuerzo, trabajo, combate y creatividad; el ser humano concreto lo realizará o no. Las utopías y los determinismos han probado ser meras ilusiones.
– Para la consecución de esta revolución integral es necesario trabajar principalmente en dos planos: el individual y el colectivo. Así pues, se debe afrontar una revolución del sujeto o personal y una revolución de la sociedad. No es suficiente sólo una revolución interior o sólo una revolución social, política, económica, espiritual, ecológica,…
– En lo referente a la revolución del sujeto, puesto que las metas y bienes inmateriales son superiores a los materiales, es posible apuntar varios de los más decisivos a la hora de afrontar la autoconstrucción del sujeto: amorversus odio, libertadv dominio-opresión, verdad v error-engaño-autoengaño, sociabilidadv individualismo, desinterés v egoísmo, esfuerzo v apatía, voluntadv pasividad, ayuda mutuav competencia, responsabilidad v delegación, luchav victimismo, servicio desinteresadov egocentrismo, experiencia y práctica v teoría y abstracción, frugalidad v placerismo, creatividadv adoctrinamiento, moral v nihilismo, bellezav fealdad, valentía y fortaleza v cobardía, sublimidadv mediocridad,…
– En cuanto a la revolución de la sociedad, se pueden concretar cinco ámbitos principales que imprescindiblemente han de ser transformados:
- Político. Para realizar en lo posible la libertad política, civil y de conciencia deben desaparecer las instituciones de poder y dominio, como el Estado. Los asuntos públicos serán reflexionados, decididos y organizados por medio de asambleas omnisoberanas.
- Económico. Ya que la gestión y toma de decisión residirá en asambleas populares, el gobierno de propiedades, bienes, entorno natural y servicios públicos será potestad de cada comunidad. La autogestión de la vivienda, comida, salud, educación y vestimenta tiene que sustituir al Capitalismo, y el trabajo libre, autónomo y cooperativo, al trabajo asalariado o esclavo.
- Ideológico-ético. Obviamente, cada comunidad requiere establecer unos ideales ometas por las que trabajar y desarrollarse; para ello será necesario unos mínimos principios éticos, además de valores como la convivencialidad, compromiso, valía y virtud del sujeto, esfuerzo, desinterés, ayuda mutua,…
- Ecológico. Dado que los bienes espirituales son más fundamentales que los materiales, es posible construir una sociedad de consumo, agricultura y tecnología mínimos. La desaparición de las grandes ciudades permitirá la soberanía de los municipios-aldeas, respetando al máximo el mundo natural.
- Social. Si se pretende constituir una sociedad operativa y verdadera, hará falta que sus componentes creen y se preocupen de todos los aspectos colectivos de lo humano, formando una verdadera cultura: rituales vitales-existenciales, fiestas, arte, historia, literatura, ciencia, filosofía, música, poesía,..
Gracias José Francisco