De Félix Rodrigo Mora.
Continuando lo expuesto en mi anterior artículo editado en esta página, “Propuesta a quienes me siguen”[1], y siguiendo lo debatido en el VI Encuentro RI, paso a concretar diversos aspectos de sus contenidos.
Hasta ahora, como movimiento o corriente RI (Revolución Integral), hemos ido tratando y llevando a la gente varios asuntos parciales: naturaleza del ente estatal, denuncia del feminismo de Estado y procapitalista, intima unión entre capitalismo y Estado, necesidad de la revolución[2], ineficiencia productiva y criminalidad laboral del grancapitalismo actual, ética del trabajo libre, denuncia del inmigracionismo neonegrero y racista antiblanco, seres nada y autoconstrucción del sujeto, rechazo del proyecto de la Unión Europea para islamizar Europa, defensa de las libertades individuales y la libertad de conciencia, condena de la izquierda fascista y procapitalista, rechazo de la medicina estatal yatrogénica establecida por el Ministerio de Sanidad y la OMS, recusación de la mascarilla obligatoria y de la vacunación forzosa, apología de las libertades individuales, defensa y desarrollo de la cultura popular de los pueblos de la península Ibérica, inclusión en la alimentación humana de las hierbas y frutos silvestres, respaldo a la liberación de los pueblos oprimidos por el Estado español y, para el caso de Cataluña, repudio de la farsa españolista y procapitalista del “procés”, exposición de la catástrofe demográfica en curso y defensa de un revolución erótica, condena de todos los imperialismos hoy en pugna, y rechazo del imperialismo ruso que invade Ucrania, desarrollo del Proyecto Arrendajo para forestar con bellotas, popularización y reivindicación del comunal, de la economía comunal y de lo comunal, por citar los más importantes.
Esto, con todos sus méritos, no es suficiente, también porque es parcial.
Cada uno de ellos es sólo parte, y nunca hemos pasado de lo parcial, nunca hemos tratado, en tanto que acción política revolucionaria, del todo. Ahora necesitamos una propuesta holista, global, que abarque la integridad de los asuntos hoy en debate público, aprehendidos desde la realidad.
Necesitamos de una práctica política, cultural y social que parta de esa totalidad, con la intención de que el movimiento RI sea decisivo en el panorama político como fuerza revolucionaria, contra el reformismo soplagaitas, los grupos y partidos estatuidos por el CNI, los mercaderes políticos de la partitocracia, las religiones políticas y sus jaurías, los golfos financiados por la CIA, o por el imperialismo ruso, o por China (o por todos a la vez), los parleros conspiracionistas de extrema derecha, el nuevo franquismo constitucionalista y demás fuerzas del conservadurismo.
Así pues, ya se nos ha quedado pequeño hacer sólo el Proyecto Arrendajo, o el comunal, etc., ahora tenemos que estar en el todo. Día a día.
¿Por qué? Una razón es el desarrollo interno del proyecto e ideario RI, pues hemos alcanzado el punto es que hacer eso es posible. Y además necesario, pues si no lo hacemos, sufriremos un gran retroceso, por decir lo menos. Estamos a punto de tener dos documentos decisivos, el Manifiesto y el Manual, que empujan en esa dirección.
Otro elemento es el agravamiento de todas las contradicciones objetivas propias e inherentes al sistema de poder tiránico actual, hasta el punto que el sentimiento de que “esto”, el actual orden social, marcha a la deriva y va de mal en peor, se está generalizando, estado de ánimo que nos es muy conveniente. La súbita explosión, a partir de 2022, de militarismo, rearme, guerra, preparativos bélicos, pobreza, escasez e inflación a escala de todo el planeta agudizan esa percepción.
Un tercer factor es la quiebra acelerada de las nuevas formaciones y fuerzas políticas que el sistema de dominación va creando. Desde 2014, hace sólo 8 años, ha lanzado y gastado tres de importancia, la izquierda procapitalista institucionalista, ahora en el gobierno, el “independentismo catalán” embaucador y farsante del “procés” y el nuevo franquismo demagógico y vociferante, y eso por no referirme a las sectas de internet, que tras la traición perpetrada en los años 2020-2021, cuando encauzaron por vías anodinas y conformistas el movimiento popular en contra de la política sanitaria del ente estatal español y la OMS, ahora son apenas nada.
Esta incapacidad del sistema para generar sus propias propuestas con presencia real en la base de la sociedad, lleva al actual régimen, formado por políticos-mercenarios, intelectuales-mercenarios y activistas-mercenarios, que no creen en nada salvo en el dinero. En unos pocos años, el poder constituido se ocupará de arreglar esto -lo que no le va a ser fácil, debido a su destructividad inherente- pero mientras tanto las condiciones nos son favorables. Nos beneficiamos del vacío político existente.
Las formaciones y grupos reaccionarios de toda laya tienen como enemigo decisivo a la realidad. Se han acabado los “buenos tiempos” en Europa, y quienes hacen política pensando en ellos no logran situarse en el ahora…
Mi propuesta, en las actuales condiciones, es convertir al movimiento RI es una fuerza que aspire a la hegemonía en el teatro de operaciones de la acción política, ideológica y cultural, que no se queda es cuestiones aisladas, parciales, sino que dirija la atención de las gentes hacia lo decisivo global. Por tanto, hacia la revolución. Debemos hacerlo, y podemos hacerlo, siguiendo la máxima clásica de “si debo, puedo”.
Nuestra meta es llegar a ser un movimiento con arraigo social, alejado absolutamente de las instituciones y sus corruptelas, capaz de llevar sus formulaciones a la opinión pública en todas las circunstancias, que sea apto para convocar y realizar acciones en la calle y que posea una implantación apropiada.
Para realizar esta estrategia, hay que reformular lo esencial de nuestra línea de acción, colectiva e individual.
En una situación tan llena de oportunidades como la actual, ¿qué necesitamos? Sobre todo, persona que sean comunicadoras, organizadoras y activistas razonablemente competentes. En el movimiento de la RI (Revolución Integral), que hasta ahora ha sido apenas nada en lo asociativo, se suponía, implícitamente, que las gentes que iban llegando colaboraban conmigo, me ayudaban de un modo u otro, pero no asumían tarea por sí mismas de una manera organizada y autónoma. Sólo recientemente esa funesta suposición ha ido cambiando, lo que se ha manifestado en actuaciones diferenciadas, de gran interés, aunque todavía iniciales. Por eso, principalmente, los miles de personas que han estado y están en contacto con la RI no han encontrado (una parte de ellas) un espacio, unos procedimientos, unas tareas y una estructura asociativa en la que integrarse.
Ha faltado, y falta todavía, una exposición concentrada y sintética del ideario, los principios, el proyecto y el programa de la Revolución Integral, lo que obliga a quienes desean conocerlos a perderse en una maraña de libros, artículos, videos, etc. Eso va a ser remediado con dos documentos, uno grupal, el Manifiesto de la RI, breve, y otro personal, elaborado por mí, un pequeño libro, el Manual[3], que estarán disponible en un tiempo no excesivo.
Su estudio (digo estudio, que es más que una simple lectura) hará que cualquier persona pueda conocer, comprender y dominar lo esencial de nuestra formulaciones e ideas, lo que es valiosos por sí mismo y, sobre todo, para realizar las apropiadas tareas de comunicación, difusión, crítica y activismo[4].
La labor de difundir y comunicar es primordial, y no puede hacerla una sola persona. Se requiere que estén activos varios, o mejor, muchos centros de emisión de ideas, sean individuos o grupos, cada cual a su manera y todos unidos en lo esencial de los contenidos. Ganar la batalla de la comunicación y difusión es decisivo, porque comunicar en organizar, asociar, y lo que resulta de ello es poder contar con muchas más personas para las labores de propagar. De todo ello resultará una presencia social sólida y extensa en la base de la sociedad actual, lo que con la herramienta del activismo (que, en su momento, empuñaremos con la energía necesaria)[5] permitirá al ideario y programa RI tener una función regeneradora en la actual formación social, que es una sociedad muerta a todos los efectos, y que nosotros vamos a resucitar.
Pero, atención, se habla mucho de que estamos en “el ocaso de la revuelta”, debido a la densa y ominosa “paz social” existente, que hace muy poco fructuosa toda actividad transformadora[6]. Pero esto no va a ser eterno, tendrá un final, y cuando comience la era de la insurgencia hay que estar preparados para aprovecharla.
Un segundo elemento organizador y movilizador es la definición analítica de cada situación y cada momento político, económico, moral, del sujeto, internacional y social, así como los asuntos que destacan y que deben ser tratados, por medio de intervenciones en el seno de las clases populares. Hasta ahora nos hemos reducido a actuaciones parciales (y además no centrales, no decisivas), lo que debe cambiar en el futuro inmediato.
¿Cuál es el análisis de la situación que hoy debe fundamentar nuestra estrategia general? Está centrado en el asunto de la libertad, en todas sus manifestaciones, por tanto, en la lucha, empleando todos los procedimientos cohonestables con la moral natural, por una sociedad de la libertad. Ello desemboca en la constitución del individuo apto para la libertad, que es lo contrario del ser nada construido como tal, como ente nadificado, para que sea objeto pasivo ante todas las acciones liberticidas. Así pues, en torno a la libertad y a la conformación de un ser humano que lo sea realmente, estará lo esencial de nuestro quehacer, de nuestras intervenciones públicas.
Otras materias decisivas son los que siguen. El militarismo y los preparativos de guerra planetaria. La sobreexplotación, crisis económica y pobreza. El genocidio europeo, dirigido por la Unión Europea, y la Unión Europea en sí, como institución antieuropea. La cuestión del trabajo libre con rechazo del régimen salarial capitalista. La denuncia del gran capitalismo con un programa concreto para su aniquilación real[7]. La recusación del parlamentarismo como sistema totalitario antidemocrático, con defensa del régimen de democracia directa. El rechazo de la legislación actual, positiva, empezando por la Constitución vigente, en beneficio del derecho/derechos consuetudinario/s de los pueblos de Iberia. La defensa de lo humano frente al antihumanismo institucional, hoy devenido mero exterminacionismo. El repudio absoluto de toda participación en las instituciones y de cualquier vinculación con las terminales mediáticas y dinerarias del gran capitalismo trasnacional, así como de todos y cada uno de los bloques imperialistas[8]. La cuestión demográfica y la libertad erótica y amorosa. Los sistemas de adoctrinamiento, la intelectualidad mercenaria, el vil aparato mediático y la universidad. El secuestro de la juventud por el sistema, para hacer de ella una masa de viejóvenes sumisos, a fin de lograr su conversión en fuerza revolucionaria. La regeneración y reconstrucción del ser humano, como autoconstrucción del yo por el yo. La emancipación de la mujer del Estado feminista y del feminismo neopatriarcal. La moralidad popular frente a la inmoralidad institucional, su edificación paso a paso. La afirmación, supervivencia y liberación de los pueblos oprimidos frente al Estado español. El asunto, decisivo, de la recuperación de las culturas populares, autorrealizadas y orales, de los pueblos peninsulares. La salud, personal y social, frente al sistema sanitario autoritario, liberticida y yatrogénico del Estado de bienestar. El comunal, como pasado y como futuro, además de como modelo de sociedad holística, del que aprender. La preservación del medio natural a través de la promoción del arbolado. Resistir y derrotar a la extrema derecha que está triunfando ahora en Europa.
En total, son 22 puntos, 23 con el más decisivo y estructurador, la libertad. Sobre ellos debe girar nuestra actividad. Estos asuntos, y quizá algunos más, serán tratados conforme a las circunstancias, a su oportunidad en cada momento. Con un designio de comunicación y formación, que marchará siempre unido, según se ha expuesto, a un propósito asociativo, ir incorporando gente nueva al movimiento RI.
Lo que cuenta en la acción transformadora es la corrección y pertinencia del programa. Si éste conecta con la realidad y responde satisfactoriamente a los problemas reales más profundos y acuciantes, tarde o temprano conseguirá la adhesión de un sector significativo, por cualitativo[9], de la gente popular. Ello es un momento histórico, en el que el sistema de poder y el modelo de sociedad establecido se adentran en una crisis estructurar irremediable, consecuencia del agravamiento de sus propias contradicciones internas.
A mi entender, es de enorme importancia que los varios miles de personas que se han ido acercando al ideario y proyecto transformador, social-personal, que yo preconizo, en los últimos años, sepan que está habiendo un cambio sustancial en todo ello. Ahora el movimiento RI se está transformando en una fuerza social, cultural, personal y política a la que incorporarse, en el que integrarse, en la que actuar transformadoramente, al margen por completo del o institucional y lo capitalista, ciento por ciento alternativa, radical, fraternal, combatiente. Esto es, revolucionaria para las condiciones del siglo XXI en los países desarrollados de Occidente, provista de voluntad de lucha y de victoria.
Es tiempo de que pasemos desde la elaboración y difusión -está ultima, por lo general, efectuada de manera simple y rudimentaria- de ideas e ideales a la fase siguiente[10], para conseguir que la unas y los otros llegue a sectores significativos de la población, se constituya el movimiento RI (Revolución Integral) como una fuerza pujante en lo asociativo y podamos desempeñar una función de importancia en la vida social. Estamos en una sociedad muerta de personas nadificadas y tenemos que adoptar formas de acción superadoras de esas dos tremendas realidades. Hoy padecemos en nuestro país una situación de desmovilización casi total, que vamos a aprovechar para tomar posiciones desde las que influir decisivamente cuando eso se convierta en su contrario, en interés, protesta y lucha[11]. No me refiero a una situación revolucionaria, algo que será bastante a largo plazo, sino a fases de crisis parcial, a medio plazo, del orden constituido, con irrupción de las clases populares en el debate público y en las calles.
Nuestra baza principal son la solidez, globalidad, verdad y coherencia del ideario y el programa que defendemos, así como su correspondencia con la realidad del siglo XXI. Eso es lo decisivo, pero al mismo tiempo es insuficiente. No basta con llevar razón, hay que encontrar el modo de que las propias ideas penetren en el cuerpo social, para que sean las clases populares, en sus sectores más avanzados, las que las realicen en la práctica. Eso es la revolución.
Para lograrlo, mis formulaciones y propuestas son las que siguen.
Uno. Realizar intervenciones públicas de manera regular, tomando como base los grandes problemas de cada momento, sean sociales, internacionales, políticos, culturales, morales, económicos, etc., para formar a quienes están ya con nosotros, llevar nuestros contenidos a la opinión pública, estimular el debate de las ideas, atraer hacia la RI a personas preocupadas por aquellas cuestiones, realizar las críticas pertinentes y, cuando se den las condiciones, exhortar a la acción combativa en plazas y calles[12].
Dos. Eso equivale a realizar análisis continuos de los principales asuntos y de la forma específica que adoptan en cada coyuntura, lo que equivale a tener una actividad interna a la RI que sea rica, regular y fuerte en el terreno del debate, el estudio, el análisis y la discusión. Esto lo tenemos que efectuar de manera metódica, regular.
Tres. No hay esfuerzo comunicativo y de difusión si quienes tienen que hacerlo no están preparados para ello, si no disponen de un caudal suficiente de ideas, argumentos, formulaciones y propuestas. Pero la acción explicativa, en todas sus manifestaciones (charlas, libros, videos, mensajes de wasap, tertulias, artículos, panfletos, etc.), se necesita un dominio básico de las materias a tratar. Eso significa que tenemos que formar a las personas para comunicar, pues comunicar es concienciar y asociar, y asociar también para que el proyecto comunicativo se multiplique de manera autogenerada[13].
Cuatro. Para realizar los tres puntos anteriores, el Manifiesto y el Manual serán decisivos, como herramientas no sólo formativas y explicativas sino además asociativas y organizativas[14]. Cuando estén editados hay que establecer un plan para difundirlos, llevar sus contenidos a la gente, estudiarlos, aplicarlos a la mejor compresión de los asuntos del momento, usarlos para las intervenciones públicas y valerse de ellos para la imprescindible confrontación de ideas, proyectos y programas con otras corrientes e individuos[15].
Cinco. Nuestra meta es crear las condiciones para lograr que todas las personas del movimiento RI, o próximas a éste, tengan unas capacidades comunicativas suficientes, una disposición activista y una mentalidad asociacionista destinada a atraer a las personas a organizarse en nuestro movimiento. De ello depende el sí o el no de la realización práctica nuestro ideario.
Seis. El movimiento RI se ha de organizar según los principios de la democracia directa. Los equipos de base serán los que tendrán lo principal de las capacidades decisoria, mientras que los de segundo o tercer nivel deberán responder ante ellos, hasta llegar a la Junta Directiva[16]. Los cargos serán anuales y rotativos, sin remuneración[17]. Las decisiones se tomarán por mayoría simple. Mientras todo el sistema se pone en marcha, ha de constituirse una Junta Directiva provisional, que cese en sus funciones cuando el conjunto de la estructura esté mínimamente constituido y activo. Habrá que redactar un Reglamento, que en tanto que estatutos, establezca la normativa interna del movimiento RI.
Siete. Iremos desarrollando entre las personas adheridas al movimiento RI una mentalidad activista y combativa.
Ocho. Dada la enorme confusión mental e intelectual existente, necesitamos de la controversia y la crítica. Esta, la mayoría de las veces, ésta sólo pretenderá esclarecer los asuntos a través de un debate correcto, que atraiga a las personas confundidas al ideario y programa RI, provocando un mínimo de disgusto y heridas[18]. Pero en algunos casos habrá que convertir la crítica en denuncia.
Nueve. Una tarea principal de la Junta Directiva, de la provisional y de las posteriores, será el asesoramiento. apoyo y promoción de las personas y los equipos de estudio, trabajo y acción. Tal se ha de realizar para que nadie se sienta solo, perdido, sin apoyo e impotente, si desea sumarse a la acción revolucionaria. Una parte de ello es visitar a las personas y a los equipos, organizar con ellos entrevistas, sesiones de análisis de materias decisivas y similares[19]. Aquélla dará respaldo práctico a las iniciativas particulares con espíritu revolucionario que vayan surgiendo.
Diez. El movimiento RI, agrupación de individuos que desean efectuar una transformación holística de la sociedad y de ellos mismos, tiene que ser una comunidad convivencial. En ella aspiramos a que se practique la amistad, el apoyo mutuo, la afectuosidad en actos y la cooperación, como negación de la atomización y la asocialidad que impone el actual sistema. Al mismo tiempo, dado que somo seres bipartidos y que en toda comunidad humana existen conflictos (que suelen tener efectos positivos como solucionadores de problemas reales), necesitamos para su adecuado tratamiento, por un lado, un Reglamento interno apropiado, ya citado, por otro, una ética convivencial. Sobre ésta, mucho queda por hacer.
Once. Ahora, el 70% de la población, habita en ciudades, lo que requiere efectuar un esfuerzo comunicativo y asociativo especial dirigido a la población urbana. Ello puede concretarse en argüir y exponer en pro del comunal urbano y el comunal explicado a la juventud urbanita, los problemas y luchas de las clases trabajadoras industriales y de servicios, la cuestión del trabajo libre, la vida en las megalópolis y el futuro de éstas, el urbanismo, la reconversión/vaciado de las ciudades, los asuntos de la energía y los problemas de la tecnología, en tanto que cuestiones específicas.
Doce. No vamos a admitir el secuestro de la juventud por los poderes constituidos, que la han reducido a una masa social, cultural y políticamente anulada, pasiva. Vamos a constituir un grupo de trabajo sobre la juventud, para tratar sus problemas[20]. Lo mismo sobre la mujer, en lucha contra el régimen neopatriarcal actual, el Estado feminista y la ideología feminazi/SCUM[21].
Trece. Debemos formular la propuesta estratégica de ir constituyendo una situación de doble soberanía en barrios, ciudades y pueblos, una autoorganización popular que vaya quitando atribuciones a la autoridad estatal, concretada sobre todo en el ayuntamiento. Concejo abierto contra ayuntamiento, esa es la clave[22]. En cada problema social o político de peso, hay que ir erigiendo los organismos de la soberanía y libertades populares, contra las instituciones estatales vigentes. Tales organismos de soberanía popular deben ir ordenando el territorio en que operen en lo político, económico, educativo, sanitario y otros asuntos decisivos.
Catorce. La autoconstrucción del sujeto, concebido como revolución personal[23], tiene que ser objeto de tratamiento. La moralidad, tanto en su expresión social como, sobre todo, en su manifestación personal, o sistema de convicciones autoelegidas que guían la propia conducta, la vamos a ir tratando.
Quince. En los tiempos que vienen tenemos que tratar sobre lo relacionado con la supervivencia y la producción de bienes de primera necesidad, una vez que el grancapitalismo como sistema productivo se manifiesta cada vez más ineficiente, avanza el rearme y las guerras, etc.
Dieciséis. Tenemos que llevar nuestro ideario por toda Europa, Iberoamérica y Norte de África, constituyendo un grupo de acción con esta finalidad.
Diecisiete. Diversas medidas concretas ya habladas son las que a continuación se citan. Habrá una revista mensual en la web RI, una persona se ha hecho ya cargo de su dirección. Se formará un grupo de video y audio, principalmente para fijar contenidos, así como un taller de charlas y tertulias. Hay ya el acuerdo de que El Bosquejo tenga una segunda etapa, aunque con otros procedimientos. Se formará una sección de producción de textos, desde libros a panfletos, poemas y artículos. En su momento, se constituirá una sección de activismo. E iremos teniendo más ideas concretas a ir realizando, conforme vaya expandiéndose la creatividad de todas y todos.
Dieciocho. Conviene que se sepa ampliamente que tenemos un plan de acción de objetivos dilatados y ambiciosos. Que se sepa por todas partes, para que las personas que repudian el actual estado de cosas, pero hasta el momento no sabían qué hacer, o se sentían solas e impotentes, se vayan uniendo a la RI.
Félix Rodrigo Mora
Otoño 2022
[1] Ruego, a quienes no lo han leído, que lo lean, y además lo estudien. Y a quienes lo han leído, que vuelvan a hacerlo, y a estudiarlo.
[2] Como: a) inevitabilidad de la constitución de situaciones revolucionarias periódicamente, en todas las sociedades y también en la actual, b) posibilidad de, si se ha trabajado anteriormente a su constitución, para sacar partido de ellas, lograr realizar efectivamente la revolución en el marco de una de esas situaciones revolucionarias objetivamente conformadas.
[3] El titulo exacto de este es “Revolución Integral. Manual”.
[4] El resto de los documentos, escritos y audiovisuales, también debe ser estudiados, cómo no. Pero es diferente entrar en contacto con ellos para, simplemente, aprende y estar informado, que para dominar sus contenidos y poder transmitirlos. Comunicar y transmitir es vencer, si ello va unido a la tarea de asociar, de organizar. Y a la critica de otras corrientes y tendencias.
[5] Dado el enloquecimiento liberticida, criminal y genocida de las actuales élites mandantes españolas y europeas, de nada valen las simples palabras, si no van acompañadas de una enérgica, dura y persistente acción en la calle, que lleve el temor (eso sólo para empezar) a quienes nos dominan y avasallan. Hay una cierta mentalidad cooperacionista y buenista, supuesta “cívica”, que todo lo espera del “dialogo con las autoridades”, dialogo en el que nada se consigue, ni siquiera las reformas más insignificantes. Hoy la virtud cívica, querámoslo o no, para no naufragar en la nada, ha de adoptar la forma de combate. En primer lugar, de combate por la libertad y de combate por la supervivencia y continuidad de lo humano.
[6] Esta situación ha sido creada por la extrema izquierda procapitalista, que ascendió gracias a recibir un apoyo mediático y monetario inmenso, colosal, algo nunca visto, en los años 2013-1016, destinada, entre otras muchas malfetrías, a anular los movimientos populares, con el argumento de que todo se conseguiría en el parlamento y por medios legales. Pero tal desmovilización general y total está en entredicho ahora, debido a que dicha izquierda procapitalista se está haciendo irrelevante. Por eso también, es el momento de apoyar toda manifestación de protesta y rebelión.
[7] Esto va a llevar a fuertes pero muy formativas controversias con quienes, en la izquierda, sobre todo, utilizan frívolamente la expresión “anticapitalismo”, como autodefinición demagógica, engañadora, fullera. Demandarles que expliquen en qué consiste su supuesto rechazo del capitalismo y qué modelo de actividad productiva no-capitalista proponen para una futura sociedad de la libertad, es decisivo.
[8] Ahora se observa qué todas las fuerzas políticas, grandes y pequeñas, están tomando posiciones a favor de uno u otro bloque imperialista, en pugna ascendente entre sí. Unos son pro EEUU, favorables a la OTAN y a la UE, otros se inclinan hacia Rusia y, ¡horror!, hacia China. Nosotros estamos en contra de todos los bloques imperialistas, a la vez que estamos a favor de todos los pueblos a que ellos someten. Nuestro binomio ideológico es claro: pueblo/pueblos y revolución. Ello nos impide recibir fondos, dinero, de unos o de otros, lo que no les sucede a quienes están al lado del imperialismo ruso y, con ello, del imperialismo chino, el más aterrador en la hora presente, o quienes se sitúan a favor de EEUU, la UE y la OTAN. El que apoya a alguna forma de poder recibe dinero de ese poder, quien no apoya ninguna forma de poder no recibe nada de nadie con poder, de manera que está supeditado al respaldo popular. Tal es nuestro caso.
[9] Las sociedades las mueven minorías. Esta idea es muy desagradable, pero es así objetivamente. Un sistema de poder como el vigente, que tritura, aniquila y nadifica a la persona, hace imposible que “las grandes masas” se sumen a un proyecto revolucionario, al menos en el actual momento. Pero tales no son necesarias para lograr el cambio cualitativo social. Una minoría puede lograrlo, siempre que se dé una situación revolucionaria previamente establecida de manera objetiva. El grueso de la masa popular se irá incorporando paso a paso al proceso transformador.
[10] Conviene advertir que esta fase, a realizar ahora, sólo puede darse porque la fase anterior ha existido.
[11] Pensemos en las grandes movilizaciones populares que en los últimos tiempos ha habido o está habiendo en Chile, Cuba, Irán, China, Rusia, etc., que en algún caso han llegado al borde de lo insurreccional, y que se dan tras años de apatía, calma y sumisión.
[12] Los asuntos que han sido tratados de manera sectorializada y aislada, el Proyecto Arrendajo, el comunal, el curso de autoconstrucción personal y algún otro, tienen que ser reformulados para situarlos dentro de la estrategia y programa RI.
[13] En general, no se entiende, entre nuestra gente, la importancia de la comunicación, la explicación y la difusión. Vivimos en una sociedad que opera así, con las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ocupando un lugar decisivo. Tenemos que insistir mucho más en esto, hasta lograr que sea comprensión y tarea de todos. Bastaría con un sistema de difusión de las ideas RI formado por varias docenas de personas que actuasen regularmente para que lográsemos una penetración grande en la sociedad, siempre que se entienda -y se realice- que comunicar es asociar y agrupar, esto es, incorporar al menos una parte de las nuevas personas contactadas a la estructura organizativa RI. Difundir y comunicas es una tarea asequible a todos y cada uno. Ahora, cuando hay en nuestro país, y en todo el mundo, un vacío enorme de propuestas e ideas, y cuando los montajes partitocráticos de diversa naturaleza realizados desde arriba en los últimos 5-8 años están “quemados”, el esfuerzo explicativo, si es entendido y realizado de forma ambiciosa y amplia, puede ser muy fructífero. El sistema actual parece fuerte, pero en realidad es débil, y sólo es fuerte por causa de nuestra debilidad.
[14] También, aunque con menor eficacia pedagógica, sirven para el aprendizaje los libros, videos, cursos, artículos, charlas, etc. del ámbito RI ya publicados. Lo decisivo es considerarlos como herramientas para un aprendizaje personal destinado a continuar la labor de difusión.
[15] El Manifiesto y el Manual deberán ser mejorados y actualizados cada 2-3 años.
[16] Conviene que nuestro movimiento se despersonalice e institucionalice.
[17] En nuestro ideario no existe la dualidad pueblo/Estado, sólo pueblo. Por tanto, rechazamos absolutamente estar en las instituciones, apoyar a alguno de los bloques imperialistas y medrar con la gran empresa y sus Fundaciones. Eso, en lo financiero, nos hace depender de nuestros recursos exclusivamente, tan ínfimos, lo que es garantía de nuestra independencia y probidad. Somos el único colectivo y movimiento en este país que actúa así, pues hoy la política, la comunicación y la actividad intelectual son simplemente negocios, sólo negocios. Nadie cree ya en nada, salvo en el dinero. Quienes a ello se dedican son meros mercenarios.
[18] Ahora es tiempo de poner todo lo importante en claro, disipando la confusión, que es paralizante y desmovilizadora. Luego, lograda esa meta, habrá que entrar en una nueva etapa, de acuerdos, coincidencias y alianzas, pues el proyecto RI se propone efectuar una revolución plural, con diversas fuerzas sociales, corrientes y modos de pensar, para constituir una sociedad de la libertad, en primer lugar, de la libertad de conciencia.
[19] El tiempo en que podamos utilizar los recursos de internet para funcionar y fortalecernos terminará, a medida que nuestra influencia crezca, pues entonces nos irán obstaculizando y recortando, censurando y prohibiendo, de lo que ya hay indicios. Para entonces, tenemos que tener conformado un sistema organizativo de contacto.
[20] Que el suicidio sea, desde hace años, la principal causa de muerte entre la juventud, indica que hay problemas tremendos en ella, los cuales tenemos que convertir en impulso revolucionario.
[21] El feminismo totalitario tiene problemas graves ya, a pesar de los 20.000 millones de euros que le asigna el poder. El principal es el rechazo airado que recibe de una parte creciente de la población. En este momento de decadencia relativa suya, hay que lanzar contra él golpes demoledores, en el marco de una estrategia de liberación de la mujer del control del Estado. Hoy, según lo observable, dónde está poniendo el acento la gran empresa capitalista, en sus actos comunicativos, no es en el feminismo (al que quizá de ya por demasiado cañoneado) sino en el racismo antiblanco, para culminar el genocidio europeo. Ahí tenemos que estar atentos.
[22] Hasta que la aciaga Constitución de 1812 puso fuera de la legalidad al concejo abierto, existieron en todos los territorios ibéricos un sistema de doble poder y doble soberanía en el plano municipal, y a veces en el territorial, el concejo y el rey (Estado). Ahora se trata de retornar a esa situación para, en una etapa posterior, anular la soberanía estatal, dejando solamente la asamblearia popular, lo que sería el triunfo de la revolución. O sea, vamos a desandar el camino que nos han hecho andar a la fuerza.
[23] Ya tengo disponible el Programa del Curso, de título, “El yo construye al yo. Introducción a la espiritualidad civil de Occidente”. Pronto haré propuestas específicas.
FUENTES:
https://felixrodrigomora.org/hacia-una-actuacion-global-1-aportacion
https://felixrodrigomora.org/hacia-una-actuacion-global-2-aportacion
https://felixrodrigomora.org/hacia-una-actuacion-global-y-3-aportacion