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    David Algarra
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    Bueno, a lo que íbamos, Alex. El mismo Félix en varias de sus obras evidencia “el derrumbe de la convivencia y la sociabilidad, de la cordialidad y los buenos modales, del afecto, la amistad y el amor, entre otras muchas desgracias” (Pensar el 15M y otros textos, 2012) que hace de las asambleas y de casi cualquier tipo de conversación, una lucha de egos y de ver como aplastamos al contrario. Por eso te comentaba que me parecía importante cuidar las formas, sin por ello tener que renunciar a tus convicciones, ni mostrarte como un impostor. Creo que es compatible. Cuidar las formas sería, digamos, parte de la belleza, no tiene nada que ver con la autocensura y ser políticamente correcto. Dices que te molesta el exceso de buenos modales. Intentaré aplicar los justos.

    Dices que tus descalificaciones no van contra las personas sino contra sus actitudes. No es lo mismo decir “persona cobarde”, “cobardes personas”, “ser cobarde” que por ejemplo “personas que actúan con cobardía”, etc. Lo primero es categórico, lo segundo si va en la línea que comentas. De todas maneras, gracias por la aclaración, yo también a veces caigo en las descalificaciones categóricas, somos humanos.

    He leído prácticamente toda la obra de Félix, la cual valoro muchísimo aunque eso no implica que esté de acuerdo con absolutamente todo. Por otro lado, esas discrepancias no me impiden colaborar con él y con otras personas. El calificativo de “seres nada” es una de esas discrepancias que mantengo desde el principio. Desde Parménides, un filósofo que tengo también en gran consideración, se dice que “el ser es y no puede no ser”. Mantengo que somos un potencial de las distintas capacidades humanas (capacidad de amar, de ver, de reflexionar, de hacer…) y nuestra vida es un proceso de actualización de este potencial. Decir ser-nada es una contradicción ontológica. Se trata, eso sí, de darnos un sistema donde podamos acercarnos a una plena actualización de nuestro potencial humano, algo que ciertamente no ocurre en estos momentos.

    Está claro que hay diversas formas de entender esto de la RI y parece ser que especialmente se dan dos divisiones, los que somos catalogados de pusilánimes, irresponsables, buenistas, cobardes, victimistas, etc. por diferentes razones y los que obviamente creen seguir la línea ortodoxa, que es del todo respetable. Comparar nuestras reflexiones con las ideas de partidos políticos como Podemos creo que no es afortunado, va por el compañero José Francisco. Encontraríamos partidos políticos para casi cualquier tipo de reflexiones vistas de forma parcial, también para las vuestras, pero no creo que este sea el camino y además, no sería cierto. Estoy de acuerdo con José Francisco que en la vida también hay dolor y que también hay que poner buenas dosis de combatividad, pero también hay que poner luz en lo que ignoramos o en lo que sólo sabemos a través de terceros o en lo que conocemos de forma muy parcial. Unos cuantos genocidios y matanzas se han producido porque nos ignoramos unos a otros.

    El medievalista Rémi Brague tiene una frase que me gusta mucho, dice “Se trata de aceptar que el otro pueda ser tan sincero en sus convicciones, que yo creo falsas – o, al menos incompletas- como yo lo soy también en las mías, que creo por supuesto verdaderas”. Da que pensar y obliga a tener en consideración las ideas del otro, sin apresurarse a calificarlo de irreflexivo.

    Para mí, hay que diferenciar entre el acto de migrar (emigrar e inmigrar son dos palabras para un mismo proceso) y las formas de subsistencia de los que migran y de los que no lo hacen. En sí mismas las migraciones no son deshumanizadoras, se han producido migraciones durante toda la historia del mundo, los territorios del mundo han recibido la llegada de gentes de otras partes del planeta y muchos pueblos han recibido influencia y han influido en otros pueblos. Un buen ejemplo es la península ibérica, sus habitantes somos el fruto de innumerables cruces de diferentes culturas durante milenios. No es el cruce entre etnias, ni las influencias culturales las que nos destruyen, creo. De hecho, hay innumerables ejemplos de gentes de las clases populares que han estado abiertas a ello desde siempre y fueron los poderes verticales los que intentaban segregar e impedir que fluyeran en todas direcciones las diferentes formas de entender la vida. Me viene a la memoria, como la Iglesia católica en Catalunya, durante la Baja Edad Media, obligaba a judíos y musulmanes a llevar en sus ropas un pequeño círculo de tela de un color determinado para que fueran reconocidos y prohibía los matrimonios mixtos. Detrás de toda prohibición está el objeto de la prohibición, en este caso una costumbre existente y previa que está lo suficientemente extendida para poner en riesgo unos determinados intereses de una clase dominante. Como curiosidad decir que precisamente les obligaban a llevar esos círculos de tela porque en apariencia no se diferenciaban de los cristianos, un buen libro para entender esto es “Els jueus Catalans” de Manuel Forcano. De hecho se conocen asentamientos judíos en Catalunya desde principios de la Alta Edad Media, siglos después de la destrucción del Segundo Templo. Es decir, después de tantos siglos de mezclas en apariencia eran indistinguibles unos de otros.

    Así que creo que lo que nos deshumaniza es aquello que hacemos que va en contra del desarrollo de nuestro potencial. No si nos movemos de un sitio a otro, como hicieron por ejemplo los habitantes pirenaicos cuando a finales de la Alta Edad Media bajaron de las montañas y fueron ocupando el resto del territorio. Estaremos de acuerdo, ahí sí, que el trabajo asalariado va en contra del desarrollo de este potencial, independientemente si somos autóctonos o no.

    Dices que los emigrantes se limitan a disfrutar del trabajo y esfuerzo que otras gentes han hecho para crear esas condiciones. Eso, creo, es contradictorio, si esas condiciones son deshumanizantes, tienen también responsabilidad los autóctonos y si no hay trabajo asalariado en un lugar porque los autóctonos han hecho la revolución no habrá migrantes que vengan para ocupar un puesto de trabajo salariado. Y si esas condiciones no son deshumanizantes, unas personas autóctonas que desarrollan su potencial humano pueden estar dispuestas a aceptar, no desde el paternalismo, sino desde la ayuda mutua, a otras personas que buscan mejorar sus formas de subsistencia porque en su lugar de origen no sea ya posible por cualquier circunstancia. Durante mi estudio del común catalán, he podido constatar, como en las comunidades rurales se producían diferentes situaciones cuando llegaba un foráneo que quería formar parte de la comunidad, muchas veces era aceptado, siempre, evidentemente que el foráneo estuviera dispuesto a aceptar las normas de la comunidad y a aportar por el bien común, aunque ya se encontrara con unas condiciones preestablecidas. Repito, las migraciones se han producido siempre y no todo han sido ocupaciones colonialistas o imperialistas.

    Dices que la mayoría de emigrantes no van a grupos de estudio y reflexión, esto es igual que para la mayoría de autóctonos. Dices que la mayoría de emigrantes no luchan por arreglar los problemas de la sociedad, esto es igual que para la mayoría de autóctonos. Y podríamos seguir comparando y llegar a una misma conclusión porque la clave no es el migrante.

    En un anterior mensaje hice referencia a las comunidades imaginadas y las comunidades reales, creo que se pasaron por alto porque no las expliqué. Se trata de un concepto del profesor y escritor Benedict Anderson. Una comunidad imaginada se crea induciendo una conciencia de grupo, en la cual sus miembros no se conocen entre sí. Están unidos por vínculos verticales con la abstracción (Nación, Dios, Raza…) inducida desde arriba. Por ejemplo la nación necesita una conciencia nacional, el catolicismo una conciencia católica, el Islam una conciencia islámica. Mientras que en una comunidad real sus miembros se conocen y cooperan, por lo tanto tienen numerosos vínculos horizontales. Las comunidades reales suelen ser de pocos miembros, ellas mismas acostumbran a imponerse límites de escala (el número de Dunbar suele ser un buen indicador). Cuando se supera ese límite tienen costumbre de escindirse de forma consciente, formando nuevas comunidades, nuevos asentamientos. Por ejemplo, los Huteritas hoy lo hacen.

    En las sociedades preindustriales se daba una mezcla de las dos, existía la comunidad imaginada inducida desde el poder y también la comunidad real que era creada desde abajo. Era lo que E.P. Thompson llamó cultura patricia (y su economía moral paternalista) y cultura plebeya (y su economía moral de la multitud) respectivamente. Esta cultura plebeya tenía sus propias tradiciones y creencias, distintas a las de la cultura patricia. Por ejemplo, decir que el cristianismo es parte de la tradición de la cultura popular desde la Alta Edad Media es muy matizable. Es sabido que las creencias espirituales del mundo rural siempre han solido ser diferentes de las existentes en las ciudades. En la Antigua Roma, antes de que el cristianismo fuera religión oficial del imperio, sus ciudadanos tenían en poca estima a los que vivían en pagus (zonas rurales) y les llamaban paganus (habitante del campo) de forma despectiva, porque seguían sus propias tradiciones.

    Posteriormente, cuando el catolicismo se convierte en la nueva religión de Estado, los llamados despectivamente como paganos serán los no-cristianos, que igualmente viven en pueblos o aldeas y que tienen su folclore local, sus cultos y creencias preromanas de corte animista. La cristianización en el mundo rural será muy lenta, se dice que en la Alta Edad Media los pueblos y aldeas estaban mal cristianizados y al principio será un fenómeno más bien urbano. Y en la Baja Edad Media a través de los informes de las visitas episcopales a las aldeas y pueblos, al menos en Catalunya, se puede vislumbrar la preocupación que sentía la clase eclesiástica porque la gente seguía un cristianismo con unas connotaciones que eran consideradas paganas (de forma despectiva) y que más bien eran de corte animista y relacionados con los ciclos de la naturaleza. Ya, en época moderna (siglos XVI-XVII), en Catalunya, fue un fenómeno sin parangón en el resto de la península, la caza de brujos y brujas (que en realidad eran personas que seguían unas tradiciones anteriores al cristianismo). Incluso me enteré hace poco que hasta finales del siglo XVIII en el pueblo de Sotres (el pueblo más alto de Asturias) no tuvieron iglesia y los hombres y mujeres vivían juntos sin casarse, prometiéndose fidelidad bajo un tejo.

    Es decir, las tradiciones y las costumbres eran muy locales, pero no por ello eran fijas e inmutables y cerradas a influencias externas. Según la historiadora Lidia Montesinos: “Las costumbres son una materia escurridiza y su positivación (su integración en el derecho positivo) nunca es perfecta y absoluta; pero además, el carácter permanentemente negociado de las costumbres dificulta que estas puedan ser capturadas”. Por el contrario, las tradiciones de la cultura patricia nos han llegado ahora como tradición popular, pero ya digo que fue un proceso lento, que ofreció gran resistencia y que en muchas ocasiones la Iglesia y el Estado no tuvieron más remedio que asimilar algunas de esas tradiciones anteriores, dándoles una cobertura cristiana. Con esto no quiero negar lo positivo del cristianismo, que es mucho y que fue muy diverso, pero si es bueno diferenciar entre casta sacerdotal que tenía un interés particular en ampliar la comunidad imaginada infundiendo una conciencia católica y lo que es el verdadero mensaje cristiano.

    En la actualidad hay exceso de comunidad imaginada y escasez de comunidades reales. De hecho, el concepto pueblo hoy día tiene más carácter de comunidad imaginada que lo que fue realmente en el pasado: una pequeña comunidad de gente que se conocía y se apreciaba. Por el hecho de no existir prácticamente comunidades reales en Occidente, aparte de la familia, amigos y poco más, tampoco existe una verdadera cultura popular, lo que hay ahora es una cultura de mercado. Así que eso que dicen los partidos identitarios, que la emigración destruye la cultura popular es falso, porque no la hay desde hace tiempo. Lo que existe es una cultura construida desde arriba y el llamado multiculturalismo es sólo un paso más en esa construcción desde lo alto, igual que estamos en la transición del Estado al globalismo o gobierno mundial. La cultura popular se crea desde comunidades reales, formada por gente próxima, que se conoce. Independientemente de su condición, de su origen, lo importante es que se conozcan y lleguen a apreciarse. Eso no impide que estemos condenados a entendernos aquellos que no nos conocemos tanto, que vivimos en lugares distantes, si no queremos que esté mundo reviente. Es responsabilidad de todos.

    Abrazos

    #2397

    Hola David, y demás amigos,

    Ya comenté mi caso de emigrante, quizá el único de todos los que habéis hablado del tema. Y quizá también el más duro hablando sobre ello. Además, he crecido en un pueblo de la Mancha de 7.000 habitantes con unos 2.000 inmigrantes, donde he conocido y conozco a unos cuantos. Igual que en Inglaterra los conocí durante 5 años.

    El comentario sobre que se mantienen posturas similares a partidos políticos es obvio. No sólo Podemos, sino todos los demás partidos, las instituciones estatales, ONGs, televisiones, empresarios,… apoyan la postura paternalista sobre los inmigrantes. Es ideología del sistema. Igual que: feminismo, homosexualidad, tecnolatría, multiculturalismo, transhumanismo, nacionalismo, islamismo, catolicismo, judaísmo, budismo, progresismo, positivismo,…

    Y algo sí que queda de nuestra cultura. Aunque de momento esté muerta y no se valore apenas. Hay gente que la aprecia y defiende. No sólo hay que crear una nueva cultura popular, siendo la creación lo importante. También será para mi una cultura de raíz occidental y europea, greco-romana y cristiana. Que también recoja las tradiciones prerromanas y las particularidades posteriores de mi tierra conquense. Yo no reniego de mi pasado. Y deseo que nadie lo haga, que amen lo bueno de su propia cultura e historia.

    Un abrazo

    #2398
    Alex Cosma
    Participante

    1- Modales: En última instancia, en la R.I. tiene que haber de todo, incluidos los modales «menos buenos», siempre que no imposibiliten el debate. En cualquier caso, insisto en que lo que yo observo (observo y callo mucho más de lo que hablo y escribo) es que, con la excusa del respeto, la pulcritud y la corrección, se esconde la pusilanimidad y la falta de argumentos… Es la misma actitud del pueblo en general: a falta de TODO, éste se limita a llorar y patalear, y a ser VÍCTIMA.
    No digo que todo esto lo vea aquí ,en la R.I., sino que mi actitud COMBATIVA está influida (azuzada) por esas otras actitudes MASIVAS que observo. La otra opción sería sumarme a la «barbarie sensiblera», y no, NO PUEDO NI DEBO.
    2- El hecho de que tal o cual filósofo teorice algo no quiere decir que sea VERDAD. Las disquisiciones sobre el SER a mi particularmente me CARGAN y no poco. Pues bien, tú mismo hablas del POTENCIAL humano, ese potencial que está oxidado por falta de uso. Por tanto, ya NO SOMOS (enteramente humanos). Quizá en castellano se pueda usar el ESTAR en vez de el SER… es una idea que dejo ahí. Pero el fondo del asunto, semántica al margen, es real y acertado. Hasta que alguien no nos da UNA BUENA HOSTIA EN TODA LA CARA no despertamos o reaccionamos. Eso es lo que ha hecho Félix con su ideario, incluida la expresión SER NADA (que nos guste o no es acertada en lo esencial… mira por donde, precisamente por no ser apta para PUSILÁNIMES). ¿Por qué a hay otras personas a las que ni de lejos les molesta esa expresión? Son (somos) tarugos insensibles? habrá de todo, pero lo que sí es cierto es que no somos pusilánimes. Lo único malo que encuentro en dicha expresión es es, a veces, es CACOFÓNICA (o como se diga), y queda mal dentro de la frase.
    3- Sobre la cobardía, más de lo mismo: sutilezas. Yo mismo aclaro en mis intervenciones que se puede ser cobarde y bella persona al mismo tiempo, por tanto ya va implícita la matización dirigida a sensibleros (que ciertamente quizá me podría ahorrar expresando la idea de la forma que tú dices, puede ser, no lo niego, pero cada uno tiene su estilo).
    4- Migraciones: Mira por donde ahora el sensiblero voy a ser yo, porque me ofende profundamente (je) y me parece un insulto a la inteligencia la comparación que insistes en hacer entre las migraciones del pasado y las actuales.
    a) Las grandes migraciones del pasado (LAS GRANDES) siempre ha ido ligadas a imperialismos, y ERAN LENTAS. Todo lo que es lento es asumible, por malo que sea, ahí tienes el ejemplo de la rana y el agua hirviendo; y donde dice rana por un humano y el ejemplo sigue siendo válido). Lo de ahora no tiene nada que ver dada su velocidad… Y no sólo la velocidad, sino la calidad humana de los migrantes: ¿qué piensan ellos de la modernidad, de occidente, de los europeos? Los que piensan que son el origen de todo mal, ¿a qué vienen? ¿a sumarse al mal? Y ojo a lo que sigue: los que no lo piensan ¿por qué vienen? porque esto les parece MEJOR (mejor para SU CULO, no hay ninguna grandeza en esa decisión); es decir, que no eres tú ni yo quién decidimos por ellos lo que es bueno o malo para ellos, sino que lo hacen ellos. Eso por un lado, por SU LADO. Y por el nuestro ¿qué hay? Pues, por resumir, dos tendencias: los que están a favor, o no en contra, de las migraciones masivas y veloces ACTUALES (es decir, las que SON y ESTÁN y no las que podrían ser o estar o han sido o estado en otros momentos de la historia), y los que están en contra o no a favor. Pues bien, aquí hay matizaciones que hacer, porque los de aquí ya hemos hecho EL RECORRIDO de la modernidad y unos quieren seguir haciéndolo (la mayoría, por desgracia) y otos no (por ejemplo los de la R.I.); en otras palabras: me ofennnnde profffunnnndamente (je) que alguien pueda pensar que yo estoy en contra de las migraciones masivas para proteger un tipo de vida de la cual estoy intentando salir (salir sin emigrar), equiparando mi discurso al de la ultraderecha (pro modernidad), por demás falso por ser, simplemente, el discurso necesario para afianzar el contrario, o supuesto contrario, el del progresismo (pro modernidad): tesis, antítesis, resultado síntesis. Las tres falsas.
    Resumen: deberá asumir la responsabilidad de su ERROR el inmigrante que decide sumarse AL MAL al cual pertenezco y al cual conozco muy bien por haber vivido en él y colaborado con él, y del que trato de salir o revertir a BIEN (sin emigrar).
    ¿Cómo es posible que restemos gravedad a lo que hace el emigrante sumándose al MAL, al mismo tiempo que nos llenamos la boca con lo MALOS que somos? eso no es coherencia (es otra cosa que me reservo para no llegar al límite de aguante de algunos). Yo, por contra, estoy LEGITIMADO para detectar y afirmar errores de los demás porque primeramente detecto los míos. Lo cual no implica que necesariamente acierte en una u otra «detección», pero al menos mantengo una COHERENCIA que sí es IMPRESCINDIBLE para no tener que añadir otra incapacidad a lista de incapacidades que me definen como SER NADA.
    Más resumido si cabe: ¿Cómo es posible, David, restar importancia al HECHO IRREFUTABLE de que los emigrantes que llegan a la modernidad no hacen otra cosa AFIANZAR el sistema de dominación del que dicen huir?
    Yo entiendo a los emigrantes, y los entiendo porque no han hecho el recorrido completo de la modernidad, y los cantos de sirena les empujan a querer realizarlo… Lo que es INADMISIBLE es que, so pretexto de defender la humanidad de los emigrantes (que, por lo demás, ni está ni se la espera, como bien has llegado a reconocer, muy a tu pesar) afirmemos o insinuemos que no podemos o no debemos constatar que la SUMA de todas esas decisiones (tan humanas y por «amor») son una prueba, a su vez IRREFUTABLE, de lo que equivocados y engañados (auto-engañados) que estamos; que ESTAMOS y que SOMOS: somos lo contrario tanto de la RAZÓN como de lo SENSIBLE, somos un DISPARATE con ojos. Y por supuesto la determinación de ULISES nos parece, no irrealizable, sino ininteligible.
    5- Sobre comunidades imaginadas y reales; quizá mi respuesta a tu larga exposición te parezca injusta, por brevedad; pero lo será por estar ya parcialmente respondida con todo lo anterior. Veamos:
    Tanto los «identitarios» como los proinmigración (enfrascados en el falso debate oficialista) defienden comunidades imaginadas, por tanto, no me parece muy certero terminar tu exposición poniendo a la primera corriente de las dos como la equivocada, o la perversa. En mi caso tengo muy claro que me diferencio de las dos corrientes: Yo no abogo por la expulsión de nadie de ninguna parte, ni por prohibirles nada, sino por decirles a los inmigrantes y los proinmigrantes, bien alto y bien claro, QUE LA ESTÁN CAGANDO, Y MUCHO. Y que luego no servirán lloros y lamentos; (¿acaso tienes dudas de que cuando llegue lo que va a llegar los inmigrantes y proinmigrantes volverán a LLORAR y a sentirse sólo VÍCTIMAS y verán el MAL en los indentitarios?)

    Tú decides dónde y cómo posicionarte, David. En mi caso no tengo ningún miedo de que me asocien a tal o cual corriente.

    #2399
    Alex Cosma
    Participante

    Por cierto, si de ACEPTAR el MAL MENOR se trata, pues adelante: me sumo a lo expuesto por José Francisco, esto es, elijo el «mal menor» de la parte más o menos positiva (e incluso la negativa con reparos) de la cultura de la que soy descendiente (aunque por desgracia poco practicante).

    Los males menores aceptados por otros son los siguientes:

    – Los inmigrantes aceptan (el remoto y, de facto, inexistente caso de que reflexionen sobre ello) como «mal menor» que su actitud redunde en JODERLO TODO MÁS.
    – Los proinmigración aceptan (en el remoto y, de facto, inexistente caso de que reflexionen sobre ello fuera de la R.I.) como «mal menor» el «detallito» de que que los inmigrantes no llegan para crear «comunidades reales», sino «comunidades imaginadas» adaptadas a las necesidades actuales de las clases dominantes.

    Podría seguir enumerando males menores en otros ámbitos, pero lo dejaré en esos dos por mor de la brevedad.

    #2400
    David Algarra
    Participante

    En relación a la cultura de raíz occidental, la cual yo también valoro, sólo decir que Parménides es el primer filosofo que enuncia la necesidad (no contingente) del ser. Y no es una cuestión intrascendente, esta necesidad del ser es de las pocas cosas realmente seguras que encontraremos en la filosofía.

    Bien, creo que han quedado claros los posicionamientos. Alex, José Francisco, sólo decir que si queréis escribir algún artículo sobre cualquier tema enviadlo a revolucionintegralgrupo@gmail.com y gustosamente lo publicaremos.

    Abrazos

    #2401
    Alex Cosma
    Participante

    La filosofía que yo valoro es la misma que, según parece, Félix quiere impulsar: LA POPULAR.

    Si tratamos de llegar a la gente de a pie, del siglo XXI, hablándoles del SER «hacemos un pan como unas hostias». Por tanto, lo que de VERDAD y POSITIVO tenga ese concepto (que yo particularmente pongo en duda) hay que traducirlo (el que pueda o quiera). Además, ¿no se afirma que la gente se busca la vida lo mejor que puede y ya está; y que si huye de dolor en vez de enfrentarlo, pues huye y ya está, y da igual todo lo demás? Dónde queda el SER en esa afirmación (pues yo creo que está más cerca del SER NADA felixiano que del SER ontológico filosófico).

    El camino de la degradación sólo se puede detener (y, en su caso, revertir) primero deteniéndonos en nuestro caminar, y luego desandando camino, no buscando atajos ni dando saltos triples mortales con tirabuzón. Por tanto, si no somos capaces de comprender y admitir la infinita gravedad de los procesos migratorios actuales, llegando incluso a afirmar su bondad o inocuidad, ¿cómo diantres vamos a comprender la importancia del SER? (concepto, como digo, ininteligible para la mayoría, empezando por los emigrantes).

    ¿Estamos capacitados para comprender y perorar sobre ABSTRACCIONES (el SER en mi opinión lo es) y no para constatar hechos tangibles como la nocividad de los procesos migratorios actuales, llegando a presentarlos como buenos, contradiciendo al propio emigrante que (aunque sea con la boca pequeña) afirma que preferiría no emigrar?

    Si todo el «mundo sensible» está de acuerdo en que emigrar es un drama, ¿cómo es posible que al mismo tiempo concluyan que los procesos migratorios son inocuos e incluso positivos?

    Si los que se van de un país no están de acuerdo con lo que sucede en ese país, ¿cómo pretender arreglar algo yéndose de ese país? ¿Acaso lo pretenden realmente?

    ¿Dónde queda el SER en todo esto? Pues en todo caso queda COMO RESPONSABLE; ya que de la misma forma que no se puede «no ser», no se puede ser IRRESPONSABLE.

    Hay un autor, Pedro García Olivo, que habla de tales abstracciones (nocivas) en las que la modernidad se ha embolicado, pero al oponerlas a lo tangible pone como ejemplo «el dolor del otro»; es decir, que si el quehacer humano estuviera movido y/o tomara en consideración «el dolor del otro», y no fuera movido por abstracciones, la cosa iría mejor (o algo así). Esto me cuadra más y aún así me chirría, porque, de nuevo, podemos hacer de ese dolor un salvoconducto para incurrir en otras nocividades, como el victimismo («el mal está afuera» no es sólo cosa de los occidentales aburguesados, también está, a la vista de las evidencias, muy arraigado en los emigrantes de países «pobres») y el eudemonismo (la vida como búsqueda de la felicidad; y en su peor versión, como ausencia de dolor).

    Un apunte (le estoy cogiendo gusto a eso de jugar a ser suspicaz y sensiblero como caricaturización de sensiblerías reales): al decir que han quedado claros los posicionamientos e invitarnos a escribir otros artículos aparte, ¿das por cerrado este hilo que has abierto y/o tus intervenciones en él?

    Abrazos

    #2403
    David Algarra
    Participante

    A tú última respuesta, Alex, creo que he explicado mi postura y por el momento cualquier cosa que añadiera sería repetirme y en estos momentos dispongo de muy poco tiempo libre que tengo que dedicar a otras cosas. Pero el hilo por supuesto no está cerrado, cualquiera puede seguir interviniendo y podría intervenir yo mismo en el futuro.

    Sólo decir, sobre lo que comentas del Ser y de Garcia Olivo, que no es eso. He leído su obra y entiendo (que no quiere decir que comparta totalmente) a lo que se refiere cuando critica a la mentalidad occidental y su incomprensión sobre la alteridad concreta. Pedro explica que el uso de los universalismos (entendamos por ello a comunidades imaginadas como nación española, pueblo europeo, raza aria, comunidad cristiana, judía, musulmana…) como resultado de la abstracción son los que han llevado a justificar los mayores genocidios y matanzas. El Ser (el ser en sí mismo y no en relación a otra cosa) desde el punto de vista ontológico no tiene nada que ver con comunidades imaginadas o universalismos excluyentes.

    Lamento no disponer de tiempo actualmente para desarrollar estas cuestiones, sólo decir que el estudio de la filosofía (sea una filosofía popular o de estudio de los clásicos como recomienda Félix) y el arte de filosofar son fundamentales para actualizar nuestro potencial de inteligencia.

    Os invitaba a ayudarnos con la cuestión de los artículos porque necesitamos textos para la web. Se por ejemplo que José Francisco está profundizando en el estudio de la filosofía y de los clásicos, quizás podría enviar algún texto que podría ser publicado.

    Abrazos

    #2404
    Alex Cosma
    Participante

    ¿A qué comunidades se suman los inmigrantes del siglo XXI, a las imaginadas o a las reales? Pues a las imaginadas, ya que las reales, como tú mismo afirmas, David, han desaparecido… Es más, tú mismo dices que los inmigrantes deben adaptarse a las reglas de la comunidad de destino, y si esa comunidad de destino es imaginada, lo que hacen los inmigrantes es sostener esa comunidad imaginada creada por los poderes fácticos, comunidad que sin el concurso de los inmigrantes ya estaría en decadencia y con grietas aprovechables para la revolución.

    Ahora la sociedad imaginada ya no es la nación, ni la raza ni la religión, sino precisamente el altermundismo, el ciudadanismo, el antirrracismo, el feminismo y, por supuesto, todos ellos al servicio y bajo el paraguas de la SOCIEDAD DE MERCADO.

    Dices que el SER no tiene nada que ver con las comunidades imaginadas o reales, entonces, ¿por qué introduces al SER en el debate?
    Una cosa es pretender acercar la filosofía a la gente de a pie (entre la que me encuentro) y otra introducir conceptos ininteligibles para el común de los mortales, y además a destiempo.

    Sobre Pedro García Olivo hay que mencionar una curiosidad: llega a las mismas conclusiones que Félix acerca del Estado y los sistemas de dominación, pero lo hace interpretando de forma laudatoria a los mismos filósofos que Félix denosta (Heidegger, Nietzsche, Habermas, Foucault, Derrida, etc.), y lo hace usando citas de dichos autores de forma constante para reforzar sus postulados.
    O bien uno de los dos está equivocado, o bien la filosofía erudita sirve igualmente para una cosa y su contraria, vamos que sería una ESTAFA.

    Por cierto, las citadas «comunidades imaginadas» del siglo XXI (altermundismo, antirracismo, feminismo, etc.), tan ciertas como que el sol sale todos los días, y que no citas en tu enumeración, están preparando los próximos genocidios; pero ya atisbo que los corresponsables de su protección y sostenimiento acríticos, harán lo de siempre cuando llegue la sangre: la culpa es de otros.

    El inmigracionismo olvida y/o desprecia las condiciones objetivas actuales que imposibilitan la convivencia pacífica y la rehumanización… y cuando la realidad le muestra su ERROR CATASTRÓFICO, se enroca y echa la culpa al empedrado.

    La posibilidades de gestión de la inmigración masiva que tiene una comunidad real son mayores que las posibilidades de gestión que tiene una comunidad imaginada, ya que ésta última la gestionará exclusivamente de acuerdo a los intereses de las minorías poderhabientes que crearon dicha comunidad artificial; y entre dichos intereses está la división y enfrentamiento. A esto responderás: pues de eso se trata, de evitar que los podres fácticos se salgan con la suya… Pero no, no está en nuestra mano conseguir eso porque no está en nuestra mano cambiar el uso de una herramienta. Lo que si está en nuestra mano es impedir que esa herramienta sea diseñada y construida… o bien, si no lo hemos conseguido, una vez que está construida, sí está en nuestra mano no usarla. Las herramientas de división y enfrentamiento son muchas, pero para lo que nos atañe en este hilo, es la inmigración masiva y el inmigracionismo. Tienen un uso, y no podemos cambiarlo, es imposible. Sirven para sostener el sistema de dominación y para la división y enfrentamiento (debilitación, degradación, envilecimiento) del pueblo. Por tanto, mientras existan, dichas herramientas serán usadas por el poder que las ha diseñado y construido. Es nuestro deber, por tanto, no usarlas y, cuando se den (consigamos) las condiciones, destruirlas… y es nuestro error intentar cambiarlas de uso. El siguiente paso sería acabar con ese poder ilegítimo que las diseñó, evidentemente.

    Por contra, una comunidad real (con vínculos internos y autogestionada), deberá tomar decisiones propias cuando le llegue una gran cantidad de emigrantes… y una de ellas puede ser admitirlos a todos; bien, perfecto; pero otra puede ser no admitir a ninguno en el caso de que no se den las condiciones que dicha comunidad se ha puesto como necesarias. Y esto es así por la sencilla razón de que esa comunidad vela por sus intereses, no por los intereses ETÉREOS y difusos de toda la humanidad, ni por los de una minoría, ni por mandato de una supuesta filosofía universal…

    Por lo demás, y ateniéndome de nuevo a tus palabras, David, si los miembros de la comunidad imaginada (que será destino de los emigrantes) no tienen vínculos reales entre sí (y esto es objetivamente pernicioso), ¿por qué habría de ser siquiera inocuo que lleguen inmigrantes desconocidos para los envilecidos autóctonos, y aún más desconocidos entre sí al proceder de muchos países y culturas, no de una sola, llegando incluso a estar enfrentados entre ellos mismos?

    ¿Por qué insistimos en negar la REALIDAD? ¿Por qué insistimos en CREER (es pura creencia y dogma) que la mezcla (independientemente de cualquier otro factor) siempre es buena (independientemente de los ingredientes y las cantidades)?

    Y esa REALIDAD que NEGAMOS (uso el plural de autoría porque, quiera o no, pertenezco a la comunidad que la niega y, por tanto, tengo mi cuota de responsabilidad), repito, esa realidad que negamos nos dice que la inmigración masiva está creando comunidades cada día más y más y más IMAGINADASSSS (con una «imaginación», por supuesto, adaptada a las nuevas condiciones).

    A partir de aquí, que cada cual sienta, piense y haga lo que estime oportuno. Como decía aquél: el tiempo es el juez insobornable que da y quita razones…

    #2405
    Alex Cosma
    Participante

    Ah, una cosa más:

    Obrar por virtud y no por interés, es un buen punto de partida para la reflexión, pero con un matiz: corremos el riesgo de creer que todo interés es malo.
    El interés, legítimo o ilegítimo, viene dado por la intención o no de hacer el mal. Esto viene a cuento de lo que he dicho sobre las decisiones, según sus intereses, que toma una comunidad real.

    Cuando los intereses legítimos de dos comunidades (reales, no imaginadas) entran en conflicto, la decisión a tomar por dichas comunidades puede no satisfacer a ambas por igual, de hecho lo normal es que cada cual barra para su casa, pero una cosa es impepinable: en una comunidad real es imposible que la decisión a tomar beneficie más al otro colectivo que al propio; por contra, en una comunidad imaginada, la decisión viene predeterminada desde arriba y perfectamente puede beneficiar más al colectivo ajeno que al propio pueblo, siempre que los intereses de la minoría mandante no sean conculcados.

    #2406
    Alex Cosma
    Participante

    Y otra…

    Las migraciones del pasado:
    a) Si eran de larga distancia los procesos duraban siglos (y el tiempo lo cura o permite todo; pero quizá en el proceso haya mucha sangre… y eso asusta a algunos).
    a) Si eran de corta distancia (pueblos vecinos) además de ser también relativamente largos los procesos, tenían la ventaja (o el no inconveniente) de que ambos pueblos (el emisor y el receptor) compartían ciertas similitudes (étnicas, religiosas, culturales, etc,).

    ¿Hay algo de eso en las migraciones del siglo XXI?
    En lo único que se parecen los habitantes de las sociedades receptoras y los inmigrantes que llegan a ellas es en su infrahumanización (o deseo de infrahumanizarse).

    Son precisamente los que no emigran los que tendrían y tienen algo que compartir, ya sea cultural o intencional, ya sea en un proceso largo o corto. Son éstos los que realmente aman y conservan sus culturas y tradiciones; son éstos los que no emigran porque consideran que su deber es seguir en su tierra y luchar en ella. Pues bien, todos esos valores, que sí serían de aprovechamiento para las sociedades receptoras, no los llevan consigo, en su inmensa mayoría, los emigrantes (y tampoco creo que sea necesario que me extienda más en esto, porque la evidencia es abrumadora).

    #2407

    Hola amigos,

    Apunto dos cosas:

    1. Estando de acuerdo con el realismo de Alex, también expongo que no siempre una comunidad busca principalmente su interés. Que, pongamos el caso, una aldea sufre un mal año y otra aldea de la comarca puede ayudarle a costa de sufrir unas pérdidas, por tanto perjudicando su nivel de consumo. Es sólo un ejemplo simplista. Esto creo que es diferente del buenismo, ONGismo, paternalismo,… lo cual es negativo. Si se establecen relaciones bilaterales o multilaterales de apoyo mutuo, es lógico en ocasiones dar a costa de perder. Pero aclaro que esto no pasa con la postura sobre los inmigrantes que se defiende normalmente. Ni existen comunidades libres que puedan decidir si los acogen o no, como debería ser. En este sentido, ¿conocéis los fenómenos de superpoblación y exterminio, por ejemplo Ruanda o Tikopia? Tema peliagudo, más aún para personas ingenuas y bienintencionadas.

    2. Gracias David por la invitación para realizar textos, en particular sobre filosofía y los clásicos. Voy haciendo algunas cosillas en mi blog, además de tener un par de proyectos entre manos (un vídeo sobre el Estado y un blog en inglés). Comento que en parte Alex tiene razón, que los clásicos y filósofos se pueden citar y usar para lo que se quiera. Por eso Félix comentó lo de su actualización, recuperarando lo mejor que tengan y ampliando su análisis desde una perspectiva RI. Quiero trabajar en esto en el futuro. Para acabar, los clásicos para mí son más importantes como autoconstrucción: del sujeto y de la comunidad-cultura-civilización. No pasiva, sino activa y superadora.

    Al final el debate sobre inmigración se ha acabado demasiado pronto. Creo que deberíamos profundizar en él, pero quizá aún no sea el momento. Te invito Alex (David no sé si estas muy liado), y al que quiera sumarse, a trabajar juntos y crear algún texto. Lo considero un tema central del mundo hoy.

    Un abrazo

    #2408
    David Algarra
    Participante

    Estimado José Francisco, sobre la crítica a ese uso que algunos hacen de las obras filosóficas estoy de acuerdo, yo mismo dije que pocas cosas seguras hay en filosofía aparte de la necesidad del ser. Pero la lectura filosófica no sirve sólo para adherirse a tal o cual paradigma filosófico, sino para a través de ellos, estudiando los diferentes paradigmas, aprender a filosofar, aprender a usar el análisis conceptual y otros métodos del razonamiento. Es decir, es un ejercicio que nos ayuda a actualizar nuestro potencial de inteligencia, una de las innumerables formas que existen de autoconstruirnos, como dice Félix. Por cierto, saqué el tema de la filosofía y la necesidad del ser por un comentario que hizo Alex sobre los “seres nada”, lo comento porque se me ha preguntado más arriba a que venía.

    José Francisco, creo que ya te expliqué que estuve estudiando filosofía durante unos años dentro de un Trabajo, que para entendernos ahora llamaríamos de autoconstrucción del sujeto. A riesgo que no se entienda nada, o se malinterprete, pues se requiere recorrer un camino determinado -como comentó Montse- copio un fragmento de la introducción que hizo uno de los amigos que durante años me ayudaron en este Trabajo:

    “La gente que manifiesta una cierta atracción por la Filosofía, tiende a considerar los filósofos desde la perspectiva del acuerdo o desacuerdo que mantienen hacia sus propuestas. Es curioso la facilidad con la que la gente emite opiniones sobre cuestiones filosóficas. No se advierte aquí la prudencia que manifiestan hacia los temas científicos o de ingeniería que desconocen.

    Sin embargo, todos los filósofos se preocupan muy mucho de sustentar su tesis en largo y complejos razonamientos que les llevan a sacar las conclusiones que ofrecen al público. Se preocupan de definir muy claramente las premisas de las que parten y de no dejar ningún flanco débil que permita denunciar sus argumentos como faltos de fundamento lógico o racional. En general, la mayoría de los filósofos presenta sus propuestas de una forma tan estructurada que son prácticamente irrefutables. Solo el paso del tiempo y el desarrollo de la sociedad muestran lagunas en estas propuestas; pero no porque no estén intelectualmente bien elaboradas, sino porque no ofrecen explicación para las nuevas realidades que aparecen.

    Esta estructura lógica y argumental perfectamente trabada es la manifestación más elevada que existe de la razón humana. Precisamente por ello, su estudio, resulta especialmente apropiado para realizar un ejercicio de actualización del potencial de Inteligencia que somos.

    Este trabajo de actualización no pretende en absoluto presentar las conclusiones de los filósofos como “opiniones” que haya que memorizar o con las que haya que estar de acuerdo o no. Pretende que el que lo realiza reproduzca en su mente, de una forma personal, el proceso de análisis que realizó en su momento cada uno de los filósofos que va a estudiar; y llegue, lógicamente, a las mismas conclusiones que él. En algunos casos, puede que perciba algunos fallos conceptuales, puesto que está en una posición temporal privilegiada respecto del filósofo; pero aún y así; si analiza con la suficiente profundidad todas y cada una de las propuestas que irán pasando por su mente; llegará a la conclusión que todos los filósofos tuvieron razón en lo que afirmaron; y que todos se equivocaron por no contemplar aspectos de la realidad que les pasaron desapercibidos.”

    Respecto a que se realice un estudio o se presente un texto sobre las migraciones, como ya dije anteriormente, me parece perfecto. Tendréis todo el apoyo para publicarlo aquí y si puedo aportaré en ello. Ahora mismo me encuentro superado pues intento llevar adelante muchas cosas, por ejemplo tengo unas cuantas presentaciones del libro y la participación en algunas jornadas sobre bienes comunales, así como otras cosas, soy fundador de una asociación de aficionados a la astronomía en la cual colaboro dando cursos de historia de la astronomía y organizando observaciones, llevo un huerto, estoy en la junta de la Dolça Revolució con el Josep Pàmies, y unas cuantas cosas más.

    Abrazos

    #2411
    M. López
    Participante

    migracion.jpg

    Muy interesante todo lo que has escrito, David.

    Todavia no he podido leer el resto, mañana sigo. Hoy he estado trabajando en el campo todo el día y estoy rendida.

    Buenas noches, que descanséis.
    Un abrazo, montse

    #2412
    Alex Cosma
    Participante

    [color=#000000]En la R.I. ya sabemos (o deberíamos saber) que hay que diferenciar SIEMPRE entre los intereses del PUEBLO (o los que deberían ser sus intereses) y los intereses del ESTADO Y el CAPITAL… eso al menos en comunidades reales y/o no totalmente «imaginadas». Pero si el pueblo dice las mismas cosas que el ESTADO respecto de la inmigración (y resto de religiones políticas), esto quiere decir que el pueblo (el autóctono y el que llega de fuera) está (es) TOTALMENTE IMAGINADO.

    No voy a hacer cuentas aquí y ahora porque serían muy tediosas, pero creo que se entenderá lo que voy a explicar:

    La edad típica en la que se empieza a trabajar (cotizar) ahora en España es digamos 32 años… y esa es la edad media de los inmigrantes que llegan. Es decir, el ESTADO se ahorra 32 años de crianza y manutención de los mismos; pero dejemos los 32 años y quedémonos al menos con los 18, que es la mayoría de edad; pues bien, sigamos: hay cálculos que estiman que esa crianza y manutención (mantenidas con dinero llamado «público») cuesta unos 6000 € al año; multiplicados por 18 años, son 108.000 € por persona (192.000 € en el caso de tomar los 32 años). Pues bien, ese es el dinero que el ESTADO SE AHORRA POR CADA INMIGRANTE QUE LLEGA… y ese es el colchón de gasto que tiene el ESTADO hasta que ese inmigrante encuentra trabajo legal y cotiza.

    Todo esto, como digo, es muy muy muy resumido, porque los números a hacer son muchísimos más.

    No todos los inmigrantes encuentran trabajo y muchos viven de subvenciones, pero esto también está pensado para que haya dumping laboral y los sueldos caigan… y no sólo para que los ricos se forren (que también), sino para que la economía del país sea, siquiera, viable y pueda competir, precisamente, con los productos más baratos que se producen en los países emergentes o directamente del tercer mundo. En cualquier caso recordad la cifra: el estado dispone de hasta 6000 € al año para gastarse en cada inmigrante, a la espera de que cotice (y si no cotiza, al menos sirve para que los sueldos sigan a la baja).

    Obviamente hay muchos efectos colaterales de hacer así las cosas; bueno, muchos no, TODOS, pero eso les da igual a los que diseñan todo esto.

    El efecto colateral principal es uno del que apenas se habla, y es el de la pirámide demográfica, que ya sin inmigrantes iba a ritmo de extinción, y que al traer (hasta la fecha) a 7 millones de inmigrantes (legales o ilegales) con una edad media de 32 años, no se consigue otra cosa que posponer el problema unas décadas (en realidad lo pospone menos tiempo, porque el colapso económico agravará-adelantará todos los demás colapsos). Pero eso también les da igual… Como también da igual si todo es producto de un PLAN o bien producto de las dinámicas de poder del sistema de dominación en el que vivimos.

    Por tanto, una vez comprendido que la inmigración masiva sirve a los intereses de los grupos de poder que conforman el ESTADO, y dejando a un lado el resto de connotaciones y problemas graves (gravísimos) que tiene dicha inmigración masiva, lo cierto es que es falso que con ella se solucionen los problemas demográficos (cosa que también se afirma), porque para ello lo que se necesitaría realmente son NACIMIENTOS de niños, o bien (otra barbaridad, pero que sí solucionaría la demografía) la importación masiva de niños extranjeros (con el asunto de las adopciones pretendían conseguir algo); porque trayendo a millones de inmigrantes EN EDAD DE TRABAJAR (aunque luego no trabajen) lo único que se consigue es AGRAVAR el problema, eso sí, aplazándolo un par de décadas en el caso de que la economía pudiera remontar (que tampoco parece el caso).

    Si hasta ahora la pirámide demográfica estaba engordada en la franja de edad de la explosión demográfica del franquismo (personas entre los 40 y los 55 años), con la llegada (hasta la fecha) de 7 millones de extranjeros (con edad media de 32 años), lo que se hace es engordar también la franja inmediatamente inferior de edad, sin que la franja de niños aumente en igual o mayor proporción (sobre todo lo segundo), tal y como sería necesario; ojo, siempre hablando en términos demográficos-estadísticos-asépticos, es decir, sin tomar en cuanta el resto de los gravísimos problemas de toda índole que he mencionado, y que son más importantes que las meras cifras.

    Todo es BIOPOLITICA: En Europa, después de la II Guerra Mundial (y en España después de la Guerra Civil, aunque aquí con retraso) los ESTADOS necesitaron aumentar la natalidad para reflotar la economía (porque la economía en aquel entonces TODAVÍA podía ir a más… a mucho más, tal y como hemos visto). Luego, con el descenso de la natalidad impuesto desde arriba para «emancipar» a las mujeres y para embrutecernos con el bienestarismo a todos (mujeres, hombres y niños), se necesitó importar inmigrantes que siguieran manteniendo la economía (y de paso, sosteniendo o bajando los salarios mediante el exceso de demanda de empleo).

    Ahora estamos en un tercera etapa, en la cual no hay economía bienestarista que sostener (los de arriba saben muy bien que todo va a ir a peor), pero sí una economía de guerra que preparar para hacer frente a las nuevas condiciones geopolíticas, en las cuales Europa corre el riesgo de dejar de ser referente mundial, para convertirse en un fósil viviente que intentará mantener su status (el de sus élites) por todos los medios y a cualquier coste…

    Resumen: España, y Europa entera, son un geriátrico, están endeudadas hasta límites insospechados y no tienen combustibles fósiles; y la inmigración masiva y el ISLAM son las herramientas elegidas (no sin discrepancias dentro de las altas esferas, pero con las élites alemanas marcando el paso al resto) para, en la medida de lo posible, tratar de ralentizar su caída, al mismo tiempo que preparan el renovado sistema de dominación adecuado a las nuevas circunstancias.[/color]

    #2413
    Alex Cosma
    Participante

    Decís que no os gusta repetiros, pero la repetición es una herramienta legítima, que además da bastante buen resultado; los poderes fácticos la usan mucho y bien, ahí tenemos la machaconería con todos estos asuntos relacionados con las religiones políticas… y funciona, vaya si funciona…

    Pues bien, como viene al caso, y aunque ya he dicho algo al respecto, volveré a incidir en ello, en este caso haciendo un copia-pega de algo que escribí en facebook:
    [color=#000000]
    Tenemos que quitarnos de la cabeza la idea de que los explotados y sometidos, sean de donde sean, son sólo víctimas y nada más que víctimas… NO. Son corresponsables de su situación. Es precisamente el papel de VÍCTIMA el que las minorías poderhabientes quieren para sus dominados, porque por definición, una víctima necesita TUTELA, una víctima es IRRESPONSABLE; ¿y quién es irresponsable y necesita tutela de arriba?, los NIÑOS; por tanto eso es lo que las élites necesitan para perpetuar su status: una sociedad INFANTILIZADA.

    Por contra, una persona que asume sus responsabilidades y toma las riendas de su destino, junto a sus iguales, es un rival peligroso para el poder constituido. Pues bien, una vez tengamos esto claro, el siguiente paso, concretando y aplicándolo a la emigración, es aceptar que un emigrante no es sólo víctima, sino corresponsable (junto a sus iguales de la misma procedencia) de que su sociedad esté regida por las clases dominantes. Y una vez que tengamos esto claro, al emigrante se le puede aplicar otro agravante que no es de aplicación al que elige no emigrar, sino luchar, aun estando en la misma situación: el emigrante es COBARDE. Y para el que no entienda esto, lo explico de otra manera, hablando en boca de un emigrante potencial, y en este caso concreto, de un familiar mío, español, que dice lo siguiente: Si las cosas se ponen mal en España me voy a Inglaterra; y si se ponen mal ahí me voy a Canadá; y si se ponen mal ahí me voy a…. Y ahí le paro los pies y le digo: es decir que tú eres un CLIENTE de sociedades viables, pero nunca te implicas en luchar por conseguir esa viabilidad… eso que lo hagan otros… ¿verdad? Obviamente al calificativo de COBARDE le añado otro más, el de CÓMODO (la COMODIDAD es ANTAGÓNICA de la LIBERTAD).

    A esto la gente me suele replicar con que muchos mueren en pateras por querer emigrar… y a eso le añado otro calificativo: además de cobardes y con la idea de comodidad final en el destino, son INGENUOS y TONTOS. Y añado otro más: si finalmente no mueren, y consiguen esa comodidad en el destino, y se suman al mundo moderno, lo que están haciendo es convertirse, de facto, en AGENTES (agentes tontos y cobardes, pero agentes) DEL SISTEMA DE DOMINACIÓN DEL QUE DICEN ESCAPAR y que tiene a sus países en el estado actual en el que se encuentran. Y esto sirve para un español que va a Alemania como para un nigeriano que va a Suecia. Y todo ello hablando de gente que emigra sin mafias de por medio, de forma voluntaria y elegida. Y si algún día elijo emigrar y no LUCHAR, me aplicaré todos y cada uno de los calificativos aquí adjudicados a otros, corregidos y aumentados.

    Es así, no hay más. Nuestro infantilismo, hedonismo, y cobardía, es decir, nuestra DEGRADACIÓN, nuestra INFRAHUMANIZACIÓN, no tienen límites. Y por eso pasa lo que pasa y estamos como estamos, cada uno en su papel: los europeos como los ricos malos, y los inmigrantes como los pobres buenos (y mientras la rueda sigue girando…)[/color]

    Considero que la vehemencia, visceralidad y taxatividad con la que me expreso es necesaria dado el momento histórico que vivimos. Hablo desde la razón, pero también con el corazón (que no «emoción», cosa diferente); además, según leo por ahí, podría ser que en realidad el conocimiento profundo no estuviera en el cerebro, sino en el corazón (los escépticos y cientifistas califican a esto de magufada).

    Pues bien, al hilo de esto, puedo afirmar, alto y claro, que, muy al contrario de lo que nos venden, no vivimos en la sociedad de la RAZÓN, del RACIONALISMO (y tampoco en la del corazón) sino en sociedad de la EMOCIÓN. Todas las consignas que salen de los medios apelan a la emoción, tanto positiva como negativa (generando confusión): violencia de género (¡¡¡ qué horror !!!); inmigrantes que mueren (¡¡¡ qué pena !!!), etc. Y al mismo tiempo: estado de bienestar (¡¡¡ qué bien !!!), sociedad de la información y las tecnologías (¡¡¡ fantástico !!!), etc.

    Todo eso es EMOCIÓN; CERO REFLEXIÓN, CERO RAZÓN.

    Reflexionemos, por tanto, sobre la emoción y la «fibra sensible», para averiguar si están desbocadas y fuera de control, como es mi parecer, o no lo están.

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