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#1932
David Algarra
Participante

Gracias Montse por volver. Algunos fragmentos, como dices, nos lo enviaste a tu amiga Sofía y a mi. ¿Sigues apoyando que en la existencia se puede dar un espacio neutro, se puede partir de cero, se puede abarcar la totalidad, etc.?. Mi respuesta fue que en la existencia podemos actuar con voluntad de abarcar la totalidad, con voluntad de verdad… pero siempre , como seres concretos de la existencia, seremos parciales, cometeremos errores y tendremos que viajar con nuestro pasado a cuestas, pues somos sujetos con historia. Otra cuestión es lo que somos en esencia, pero cuando nos manifestamos, como aquí en el foro o en el encuentro, lo hacemos con un grado determinado de actualización de nuestro potencial, aunque tengamos voluntad de mejora.

Claro que el Estado-nación ha sido construido por personas, pero tal como lo cuentas da la impresión que su construcción fue realizada de forma consensuada por todos los habitantes del dominio de ese Estado. Muchas de las que lo construyeron, lo hicieron con una bayoneta apuntándoles en la cabeza, otras muchas que intentaron impedirlo, murieron. ¿Son responsables?. Hay quien lo afirma y lo argumenta diciendo cosas tan tremendas como que los esclavos africanos fueron responsables de su destino pues lo llevaban escrito en su «karma». A ese punto tan perverso hemos llegado con el pensamiento new age.

Es un asunto complicado decir que todos somos responsables de la construcción y mantenimiento del Estado-nación. Si nos consideramos sujetos autoconstruidos con libertad de conciencia, entonces podemos hablar de responsabilidad real. Ser responsable es la «obligación de responder ante ciertos actos o errores», ¿pero que sucede cuando muchos de nuestros actos son fruto del amaestramiento? ¿somos responsables de unos actos que suceden a través de nosotros, pero que son actos mecánicos? ¿No cuenta el adoctrinamiento al que somos sometidos desde la cuna a la tumba? ¿De verdad alguien se cree que salir de esa programación se hace en un plis plas y de forma total?

Fíjate lo que decía el pedagogo liberal Antonio Gil de Zárate en su obra «De la Instrucción pública en España» (1855):

«Porque, digámoslo de una vez, la cuestión de la enseñanza es cuestión de poder: el que enseña, domina; puesto que enseñar es formar hombres, y hombres amoldados a las miras del que los adoctrina. Entregar la enseñanza al clero, es querer que se formen hombres para el clero y no para el Estado; es trastornar los fines de la sociedad humana; es trasladar el poder de donde debe estar a quien por su misión misma tiene que ser ajeno a todo poder, a todo dominio; es en suma, hacer soberano al que no debe serlo».

Gil de Zarate intervino en la Ley de Educación española de 1857 (Ley Moyano) y creó el Cuerpo de Inspectores de Enseñanza Primaria en 1859.

Lo bueno de leer estos textos del siglo XIX, y anteriores, es que te enteras de las cosas tal como las pensaba la élite cuando el porcentaje de personas que no sabía leer era altísimo, entonces escribían sin tapujos. La creación de la instrucción pública fue un asunto del Estado-nación, pues anteriormente las clases populares recibían la educación de su entorno más inmediato (familia y vecinos) y no se hacinaba a los niños entre cuatro paredes para enseñarles nada. Este texto se da en el contexto de la revolución liberal que crea el Estado-nación español, en un momento en el que se estaba disputando quien tenía que dar esa nueva instrucción: si el clero o el Estado, poco después del Concordato de 1851, momento en que el clero pasaba a ser mantenido por el Estado. Independientemente quien fuera el instructor, la cuestión es que, como dice Gil de Zárate, el que instruye, domina. Es una cuestión de poder para «formar mujeres y hombres para el Estado» y ya sabemos hoy día quien determina los contenidos escolares. ¿Qué grado de responsabilidad tienes en la construcción del Estado «cuando hemos sido formados desde pequeños para el Estado», «cuando somos amoldados a las miras del que nos adoctrina»?

Dices que no excluyes tu pensamiento crítico, ¿cómo lo haces para que no sea confundido con repudio o rechazo hacia el objeto de crítica?

Estoy contigo que siempre es positivo reflexionar sobre nosotros mismos, pero ¿qué es eso tan tremendo que ha sucedido para que tengamos que aparcar el debate de ideas? ¿Eso de «abandona la compañía de aquellos que comercian con palabras y toma tu lugar en presencia de los mudos» que sentido tenemos que darle? ¿Cerramos la web y nos quedamos en silencio?

Una golondrina no hace verano, para tener voluntad de abarcar la totalidad, y no la parcialidad, tendremos que tener en cuenta también todo lo positivo que se ha dado y no quedarnos sólo con lo muy mejorable, que también.

Abrazos

«La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio» (Cicerón)