“Los niños y niñas pijas de las clases medias y altas europeas, que constituyen el sector más desalmado del planeta en la hora presente […sostienen] la peor expresión de racismo antinegro, eurocentrismo e imperialismo. […] Quienes aplauden la conversión del África subsahariana en una gran granja de crianza de seres humanos, y quienes callan ante esta enormidad porque temen ser linchados por los «antirracistas» […] son sujetos cobardes e inmorales […]
Mientras gritan contra “el racismo” [estos niños pijos] aspiran a vivir opulentamente de los africanos traídos torticeramente a Europa como neo-esclavos […]
El feminismo se encarga de administrar a la población anticonceptivos ideológicos y culturales para deprimir la natalidad según el genocida canon neo-malthusiano […] para reducir al mínimo los costes de reproducción de la mano de obra, que es una de las vías más poderosas para incrementar la acumulación de propiedad y maximizar los ingresos fiscales […] Los países del Norte ingresan el equivalente a unos 150.000 euros netos con cada inmigrante que les llega (otros estudios calculan que esa cifra se sitúa en los 225.000 euros), suma que pierde el país de donde éste viene en la forma de gastos de crianza y capacitación, el cual empobrece en esa misma cuantía. La emigración, en términos económicos, es una descomunal trasferencia de recursos económicos desde los países pobres a los ricos, para daño de los primeros y beneficio de los segundos. Si esa cifra se multiplica por los 10 millones de emigrantes existentes en el reino de España se obtiene una cantidad mareante, fabulosa. Así pues, la natalidad autóctona debe caer y caer por mero cálculo económico. El país queda además “liberado” de la cosmovisión propia de la cultura europea, que magnifica la libertad y execra la tiranía, que exalta la convivencia y desprecia la codicia, que considera al individuo como existente por sí mismo al margen del Estado, y que concibe el dinero y al capitalismo como un mal […]
La emigración del campo a la ciudad bajo el franquismo, en 1955-1980, hizo que extensas áreas de Castilla, Aragón, Murcia, La Mancha, Extremadura, Galicia, Andalucía, etc., perdieran el 50-100% de sus recursos humanos, con desertificación casi total e incluso total. Por ella los territorios emisores se han desplomado en una pobreza integral, debido a que allí no hay “nadie”, dejando de lado unos pocos ancianos y ancianas que malviven de pensiones escasas, mientras que los lugares a donde llegaron, el País Vasco, Cataluña, Madrid, etc., son sociedades ricas, opulentas. [En 14 provincias el 80% de los municipios desaparecerán a corto medio plazo]. Agotadas las canteras de seres humanos del interior de la península Ibérica en los años 80-90 del siglo pasado, se ha tenido que traer neo-esclavos de otros países, en particular de Rumanía, China, Marruecos, Senegal, República Dominicana y Ecuador. Muchos de ellos están ya exhaustos poblacionalmente […]
Los europeos y los africanos revolucionarios y antirracistas tenemos que unirnos contra los proyectos neo-negreros. Contra la destrucción de los pueblos europeos y africanos. […] A favor de la revolución popular mundial.”
Félix Rodrigo Mora en “Erótica creadora de vida. Propuestas ante la crisis demográfica.”
El “antirracismo” racista es una religión política creada por el Estado que promueven partidos como las CUP, Unidas Podemos, ERC, BNG, PCE, la Patronal, el Banco de España, el EMAD… o el anarcoestatismo, e incluso gente cercana a la Transformación Integral que ve cualquier reflexión diferente sobre el hecho migratorio como racista, algo tabú de lo que no se puede hablar más que para repetir como loros amaestrados las consignas del Estado y del izquierdismo.
Todos secundan el mantra de que “el hecho migratorio es bueno y nadie debe oponerse”; quien piense diferente será censurado, perseguido, calumniado y se le colocará el san benito, el estigma, la mancha, la infamia, la deshonra y la descalificación de racista.
Todo esto te lo harán con una virulencia sin igual, con una desfachatez sin parangón y, para más inri, en una región de Europa donde más de 1500 pueblos están al borde de la extinción completa, devastados por el hecho migratorio, y donde hemos batido récords de despoblación rural, teniendo zonas que se han quedado con densidades poblacionales iguales a las del círculo polar ártico. Abandonar tu pueblo es progreso, irte a la ciudad es desarrollo y adelanto. El hecho migratorio es lo mejor de lo mejor. Que se lo digan a nuestra ruralidad ¿verdad?
Estamos hablando de la potente religión política del inmigracionismo. Está hiper-financiada por el Estado por ser de una importancia colosal para la economía capitalista y para la Razón de Estado. Suele ir acompañada de otras religiones políticas como el ecologismo de Estado, el conservacionismo de Estado, el feminismo de Estado, el animalismo de Estado, el veganismo de Estado, el LGTBismo de Estado, el progresismo de Estado, el pensamiento urbanita de Estado… Estos movimientos apenas existen en su faceta antiestatal por lo que sería lo mismo si les quitáramos la coletilla de “de Estado”.
Tras un trampantojo, tras un artificio, tras una trampa y un engaño de palabrería buenista, bondadosa, caritativa, humanitaria y muy muy muy “antirracista” se esconde lo que, con mucha más sinceridad, dice, una y otra vez, el Banco de España, la Patronal, los militares, los estadistas con Sentido de Estado, los que saben mínimamente sobre economía capitalista o los altos funcionarios del Estado español:
Necesitamos inmigrantes para “que nos paguen las pensiones”.
Necesitamos inmigrantes para que “hagan sostenible el Estado de Bienestar”.
Necesitamos inmigrantes para que permitan a la economía seguir creciendo y al Estado continuar recaudando.
Necesitamos inmigrantes porque hay escasez de mano de obra aquí y allá y la economía corre riesgo de colapsar.
Necesitamos inmigrantes porque se necesitan soldados para el futuro ejército europeo.
Necesitamos muchos inmigrantes para el agronegocio de exportación.
Etc.
Y nosotros afirmamos, necesitan inmigrantes porque precisan del esquirolaje que promueve el hecho migratorio que revienta las condiciones laborales de los autóctonos. Este asunto, los burgueses “antirracistas” no lo ven, pues no suelen trabajar en los sectores donde se han derrumbado los salarios ante el empuje de la inmigración. Nada saben de la lucha por las migajas, ni nada saben de los trabajos “bajos” en los que ellos, universitarios todos, no faenarán nunca. Estos izquierdistas son como los aristócratas ingleses de los que habla Orwell en sus novelas: exquisitos y supermorales pero esclavistas pérfidos.
Tras el lenguaje afable, compasivo y sensible para con la inmigración se oculta el racismo saqueador, neo-colonial, neo-negrero, neo-esclavista, rapaz, ladrón, expoliador, esquilmador, saqueador, un racismo de rapiña. Una necesidad imperiosa de extraer materias primas (seres humanos) para que el imperio de Estados europeos siga pujante. Y quien mejor que los izquierdistas para prestar una vez más, sus servicios al Estado y al Capital.
La propuesta de los izquierdistas -e incluso de gente perteneciente a la Transformación Integral- es que no se debe hablar ni reflexionar sobre el asunto pues eso es racista. ¡Menuda propuesta! Sólo repetir lo dicho por los grandes medios de comunicación
Es público y notorio que lo más selecto del izquierdismo progre trabaja para el Estado o en fundaciones, asociaciones, ONGs que dependen del dinero estatal. Sin dinero no puede continuar su fiesta de hedonismo, turismo y consumo de experiencias. Necesitan alimentar a la Bestia (el Estado) y el hecho migratorio es lo que más la nutre, la sustenta.
Estos progres izquierdistas, tan tan tan “antirracistas”, apoyan unas ideas, una religión, que se fundamenta en el saqueo de la juventud del tercer mundo para que el capitalismo patrio y el Estado español continúen fuertes y poderosos. Los anarcoestatistas son lo más grotesco de todo pues repiten virulentamente las consignas de la Universidad, como buenos discípulos de la socialdemocracia que son, siempre orbitando entorno a los partidos de izquierda sin nada, absolutamente nada, que les diferencie de, por ejemplo, Unidas Podemos.
Estos “antirracistas” nunca viven en pueblos y aldeas vacíos, envejecidos y desolados por la emigración (porque entonces sabrían lo que produce el hecho migratorio) y mucho menos viven en países emisores devastados, empobrecidos y tiranizados por la ida de sus jóvenes.
Estos racistas “antirracistas” son burgueses con mala conciencia que no tratan de igual a igual a los inmigrantes sino con paternalismo y condescendencia. Esto es el peor desprecio que se le puede hacer a alguien.
No quieren tener hijos pero si quieren que los inmigrantes, a los que taaaaanto quieren, se arremanguen y les recojan la basura, les sirvan la cerveza, les echen gasolina en sus viajes turísticos sin fin, les produzcan su comida, les paguen sus pensiones, les construyan sus casas, o les limpien sus calles después de sus manifestaciones pro-estatales del “más más más, dinero, dinero, dinero, Estado, Estado, Estado”.
Un “antirracismo” que dice defender a los inmigrantes mientras defiende un sistema que reproduce miméticamente el tráfico de esclavos del Imperio Romano o los flujos neonegreros del XVIII-XIX para las plantaciones americanas.
“¡Vienen sin necesidad de criarlos!” Este alborozo se lo hemos escuchado muchas veces a parlamentarios y senadores “antirracistas” muy muy muy de izquierdas. Esto “es un chollo”, dicen con entusiasmo, pues los países receptores se ahorran los costes de crianza que son muy elevados y los pagan los países emisores. Vienen ya listos para trabajar, para cotizar, para fortalecer la economía, para sostener el sistema asistencial, para alistarse en el ejército, para trabajar en el agrobusiness de exportación, para alimentar el enorme sector servicios, para combatir la despoblación rural… Todo esto lo dicen sin que se les caiga la cara de vergüenza, llamando racista a todo el que disienta con ellos y dando lecciones a diestro y siniestro de su enorme humanitarismo.
Además, desde el Estado y el Capital se frotan las manos, pensando en que los inmigrantes les permiten no tener que pagar los costes de reproducción a la juventud autóctona. Lo que convierte al hecho migratorio en el mayor negocio del siglo.
Y para mayor júbilo y alegría de estos racistas “antirracistas” se van deshaciendo de la cosmovisión de las clases populares europeas (extinguidas, muerto el perro se acabo la rabia) siempre tendente a cuestionar a los ricos, al capitalismo, a la jerarquía, a la esclavitud, a la tiranía… y vamos consiguiendo una Europa donde culturas más inclinadas a la obediencia, a la sumisión, a la docilidad se vayan haciendo mayoritarias. El futuro ejército europeo podrá por fin solventar la enorme desventaja que tenía con el resto de imperios: el indócil frente interior. Al fin podrán tener un frente interior como todos los demás.
No por nada el izquierdismo salido de la Universidad es anti-occidental, racista antiblanco y anti-humanista. Todo muy en sintonía con el Ejército. Un izquierdismo contrario a lo mejor de nuestra tradición. Y no por nada, repito, fomentan a todo trapo el auto-odio, la vergüenza de sí y el desarraigo.
Hago un llamamiento por la revolución mundial contra los neonegreros, contra los mussolinianos de izquierdas y contra los progres racistas de Podemos y de la anarcoestafa ridícula, de la Patronal y del Estado.
Kiko Bardají Cruz
Se puede estar en contra de la inmigración sin caer en el racismo, son cosas distintas. Lo que hace racista una postura no es su denuncia del neoesclavismo negrero sino en qué se fundamenta esa denuncia. Yo propongo darle una vuelta a los discursos sobre este tema para hacerlos éticamente aceptables sin dejar de oponerse frontalmente a la inmigración masiva o al uso de lo politicamente correcto por parte del poder. En principio no tiene por qué ser complicado, bastaría con prescindir de afirmaciones esencialistas sobre los supuestos «pueblos europeos» y sus también supuestas virtudes diferenciales respecto de las gentes del resto del mundo. El identitarismo blanco como carta de presentación puede introducir un sesgo peligroso para la R.I. tanto por la gente a la que repele como por la que atrae.
Paco, coincido contigo no solo en el comentario de esta entrada. También he leído los de otros artículos y suscribo tus palabras.
El internacionalismo o universalismo no es sinónimo de globalismo. De hecho el globalismo se apoya en las ideas patriotas, aunque el poder las presente como una falsa dicotomía, que es una de las estrategias de manipulación que utilizan.
El internacionalismo nos iguala como seres humanos sin sacrificar la individualidad. El globalismo nos iguala como máquinas sin alma al servicio del poder.
En cuanto a las ideas de la sustitución étnica, las desmonté en otro sitio. El Plan Kalergi proviene de un neonazi que cayó en el mismo conspiracionismo que se ha criticado desde la RI. Y además, defender esas ideas apoya el mismo sistema de dominación que se dice combatir.
Laura Herrero Román. Nadie en la RI defiende el plan Kalergi. Nadie. ¿donde «desmontaste» el hecho de que no existe una sustitución étnica en Europa?
Paco Gimenez Cherp tú lo que tienes es endofobia. No reconoces las cualidades positivas de la cultura Europea ni tal vez sepas nada de los logros de la revoluciín altomedieval y su abolición de la esclavitus. Aquí no hsy identitsrismo blanco, hay una defensa de la cultura europea.
Que lo llames sustitución étnica en vez de Plan Kalergi no lo convierte en realidad. Ambos términos se basan en la misma premisa (falsa), la cual parte de una mentalidad profundamente racista, por mucho que se intente disfrazar de revolucionaria. Una mentalidad que defiende la superioridad de la cultura europea y la inferioridad de las culturas que supuestamente han elegido los poderosos para sustituir a la europea.
Lo cierto es que no hay culturas mejores ni peores, ni sus miembros son más o menos propensos a la sumisión y la obediencia. Sería importante leer a Casilda Rodrigáñez (y también a Erich Fromm y Wilhelm Reich) para comprender el origen de la sumisión en los seres humanos.
En cuanto a dónde lo desmonté, en otro lugar. Lo que importa es que cualquiera puede desmontar tales ideas solo indagando un poco, aunque lamentablemente en nuestros tiempos hay una gran tendencia al discurso fácil, simplista y maniqueo.
Y olvidaba otro punto importante, que es que el sistema capitalista busca destruir todas las culturas, no solo la europea, así que ese victimismo eurocéntrico no tiene ningún sentido.
Con todo el cariño y respeto que te tengo Kiko, ya que posiblemente seas el más coherente entre tus ideas y vida, de las personas que forman el núcleo de la RI.
Sin embargo, no coincido con tu planteamiento. La RI no defiende la cultura europea… ¿qué es eso? Defiende una determinada visión de la misma, elegida y cerrada que se ha convertido en ideología. A base de criticar a todas aquellas personas que no coinciden con la misma, o tienen algunas diferencias de matiz, ha terminado por alejar e incluso discriminar a personas muy cercanas a esas ideas, convirtiéndolas cuasi en enemigos a los que combatir. Una cosa son las ideologías -sistemas cerrados- y otra cuestión aquellas personas -nuestros iguales- que pueden participar de ideas sobre las que han reflexionado poco, o no han encontrado ideas críticas sobre las mismas. Y así es como se ha caído en posiciones que en lugar de tratar de integrar, o al menos acercar a los iguales, aquellos más cercanos a una cosmovisión opuesta a la estatal, los alejan y distancian.
Tu rechazo a quienes salen de la universidad estatal de forma global, tal vez te hace olvidar que tu también has pasado por allí… y eso no te invalida, del mismo modo que no lo hace con otras personas. Otra cuestión es donde se posicionan.
Coincido con Laura en la importancia de leer a Casilda y Reich. Aunque sobre todo el último, no le guste a Félix. Creo que porque no lo ha leído en toda su extensión, sobre todo el origen del fascismo y la capacidad de autorregulación de la vida…
¿Por qué afirmo que la RI se ha convertido en una ideología, en un sistema cerrado?
Su visión del rural centrada en el pastoreo, no presta suficiente atención al mar, la artesanía, el arte, la creatividad, la tecnología actual (no podemos olvidar lo que ya conocemos…). Reivindica a Salviano de Marsella, los bagaudas y el cristianismo primitivo (una religión inventada por el imperio romano, no olvides donde tiene su centro), pero se olvida del heterodoxo obispo Prisciliano (el primer miembro de ese cristianismo primitivo ejecutado por la propia iglesia), la forma de vida de los monasterios dúplices (salvo alguna referencia de Félix), los “adeptos del Espíritu Libre”, los Irmandiños (que supuso la mayor rebelión popular antiautoritaria de Europa en varios siglos), etc.
Y sobre todo, se olvida que el origen de lo que llamas “cultura europea”, cuyo origen se centra en Grecia y Roma, se corresponde con la cosmovisión indoaria europea que se extendía desde India al norte de Europa. Es más, “muchas de las mentes mas grandes de la antigua Grecia compartieron numerosas creencias de la India, como el karma y la reencarnación, el reconocimiento de una inteligencia cósmica y la existencia de estados iluminados de conciencia. Muchos de ellos eran vegetarianos y algunos como Heráclito y Diógenes, adoptaron estilos de vida ascéticos no diferentes a los de los swamis de la India.” Sabios como Plotino o Pitágoras practicaban meditación para alcanzar estados internos que llamaban “henosis” que significa “estado de unicidad” o “unidad con el Uno”. Este último fundo una comunidad espiritual que apenas difería de un ashram hindú. Alejandro Magno tenía un gurú indio. Apolonio de Tirana considerado el mayor sabio en el Imperio Romano en el siglo I, “consideraba a los yogis indios como los mejores hombres del mundo y los alababa allá por donde fuera.” Jámblico (cuyo pensamiento aún se estudia hoy por algunos yoguis) ya que sus escasos escritos conservados proporcionan evidencias de que los principios del Tantra ya se comprendían en occidente hace mil ochocientos años igual que en la India. Podría seguir con más referencias en la misma línea… sí, sí, ese hinduismo que a algunos tanto les escuece, está en la raíz misma de la cultura indoeuropea.
Falta debate y reflexión, pero de forma abierta, receptiva, con calma y tranquilidad. Sin falcata para con los iguales, sin ese ánimo guerrero-militar de querer derrotar al otro (y que solo se derrota a sí mismo), que es la base de aquello que más rechaza la RI como es el Estado. Y hace falta mucho más amor y convivencialidad real.
Hola amigos, ahora solo demostraré con hechos y argumentos la “sustitución étnica” y cultural de los Pueblos peninsulares y europeos:
Primero apuntar que es un fenómeno mundial, que la aculturación-aniquilación de las gentes y la destrucción del sujeto (como han repetido Félix y otros en la RI) se está llevando a cabo en todas partes; pero aquí, en la RI “peninsular”, nos centramos en analizar y transformarnos a nosotros mismos. No somos paternalistas para decir cómo tienen que hacer la revolución en la Indochina; les apoyamos como prójimos y hermanos en la lucha transformadora, pero ellos mismos tendrán que luchar por su cultura, mismidad y hasta supervivencia.
Lo perentorio es pensar en lo global y actuar en lo local. Abanderamos ideas positivas universales; las cuales cada quien las adapta a sus circunstancias históricas, culturales y medioambientales concretas. Nuestro centro primero de actuación es donde vivimos (de ahí que la soberanía principal deba residir en el concejo municipal o barrial); luego en la comarca, con los vecinos cercanos que compartimos experiencias; más tarde, si se diera el caso y así lo decidimos, actuamos a nivel regional y poblacional, como Pueblos (Navarros, Vandeanos, Castellanos, Kurdos, etc.); igual que a nivel interpoblacional, por razones histórico-culturales, como pueden ser los Pueblos peninsulares, europeos, sudamericanos, etc. Todo para confluir, idealmente, en un hermanamiento revolucionario de las personas y sus Pueblos a nivel planetario, contra todo Estado destructor de la vida, la naturaleza y lo humano; a fin de crear un mundo verdaderamente habitable, sano, civilizado y con futuro.
La destrucción del individuo a todos los niveles, incluido lo sexual-reproductivo, está más que demostrada (recomiendo estos vídeos de M. Prado Esteban Diezma: https://www.youtube.com/watch?v=G7J0vy7j098&list=PLQkUQPmjZAtJd-l1QGCKo5zFGRtSzeKsL&index=16, https://www.youtube.com/watch?v=QF5VUAbuSWQ y https://www.youtube.com/watch?v=JGetzKM7EJc).
Las élites poderhabientes utilizan, como es obvio, muchas herramientas para destruirnos. En cada Estado y región del planeta con sus particularidades, pero al fin y al cabo es lo mismo. En esta web RI “peninsular” (aunque también con proyección a todos los Pueblos hispanohablantes, hasta que seamos capaces de traducir al inglés, francés y otros idiomas), lógicamente nos centramos en analizar y proyectar más lo propio, como deben hacer todas las gentes a nivel mundial. Una de las maneras de manipulación y aniquilación es la ingeniería social (concepto lanzado en particular por Foucault hace más de 50 años, aunque fuera un fenómeno del comienzo de los tiempos, o, mejor dicho, de los Estados). Y es que los poderosos siempre han intentado controlar la natalidad, inmigración, nivel de explotación y procesos vitales de sus súbditos y esclavos (desde Egipto, Roma, el imperialismo islámico, hasta los Estados actuales). Félix Rodrigo Mora analiza en parte este fenómeno para la actualidad en Erótica creadora de vida. Propuestas ante una crisis demográfica y en Autoaniquilación. El hundimiento de las sociedades de la última modernidad.
La inmigración masiva es una herramienta de los poderhabientes ante todo para: 1) hacerse con trabajadores-esclavos baratos, que acepten oficios y peores condiciones de laboreo que los autóctonos “aburguesados” (algunos no aceptan esas condiciones de explotación por tener dignidad y amor propio; otros simplemente son urbanitas y privilegiados que no han visto una azada ni una paleta en su vida, ni quieren verla, por eso prefieren que se explote a los inmigrantes); 2) eliminar las particularidades, historia y cultura propia de los Pueblos autóctonos, en este caso los peninsulares y europeos. Ciertamente existen ciertas características revolucionarias que se encuentran especialmente destacadas entre los Pueblos y culturas de Europa, en especial en la Península ibérica. Por eso el estatus, respeto y consideración de la mujer en Europa (como reconocen las propias feministas en el Libro negro de la mujer) es con diferencia el mayor de todo el mundo (más que en regiones budistas, sintoístas, confucianas, etc.; por no mencionar las culturas islámicas, donde es una total aberración reaccionaria). Otro es la idea de libertad y de sujeto mismo, que está unido al punto anterior, aunque es más profundo. Ambas son ideas que nacen junto con la cultura occidental, así como la ciencia.
Los verdaderos revolucionarios nunca estarán en contra de la inmigración natural, realizada sin conquista ni opresión por la gente común. Pero ahora esto no existe. En la actualidad son las élites, los Estados, quienes exigen esclavos para trabajar y reducen la natalidad autóctona. Así lo reconocen los siguientes: el Ejército de EEUU https://smallwarsjournal.com/jrnl/art/immigration-diversity-inclusion-strategic-national-security-assets-antiquity-through-today; los propios afectados africanos https://umoya.org/2018/12/07/neocolonialismo-migracion-europa-francia/; los think tanks y la prensa https://elpais.com/masterdeperiodismo/2021-07-29/espana-necesita-siete-millones-de-inmigrantes-en-tres-decadas-para-mantener-la-prosperidad.html; la UE https://elordenmundial.com/historia-politica-europea-inmigracion-y-asilo/; los Ministros del Estado español https://www.parainmigrantes.info/espana-necesita-inmigrantes/.
De modo que resulta patente la “sustitución étnica” y cultural que se está realizando en el Estado español, contra los Pueblos peninsulares. Espero que se atienda la realidad, y no teorías ni sentimentalismos manipuladores. La natalidad está por debajo de 1 hijos por mujer, algo catastrófico para cualquier Pueblo-Pueblos del planeta. Cada año llegan al Estado español unos 300.000 inmigrantes para ser explotados impunemente (con especial interés de los izquierdistas aburguesados); robando terriblemente la gente joven a los países de origen. Y cada vez más se manipula-destruye más a las personas para que no comprendan nada y sean sumisos siervos dispuestos a ser explotados-morir (y desaparecer individual, étnica, histórica y culturalmente) sometidos al Leviatán llamado Estado.
Por tanto, aunemos fuerzas contra las estrategias estatales y del conjunto de élites; todos juntos, hermanados. Como Sujetos y como Pueblos. Por una transformación integral mundial.
Precisamente al leer a Rodrigáñez, pero no solo a ella, sino también a otros autores de distintos ámbitos que aparecen citados en su obra, nos damos cuenta de que la valoración de la libertad y la consideración de la mujer como un ser humano tan digno como el varón no son exclusivas de la cultura europea, como se afirma aquí sin reparos, sino que se trata de algo intrínseco al ser humano y se daba en las culturas ancestrales hasta la aparición de la civilización. Es entonces cuando comienza, en las culturas civilizadas, el proceso de acorazamiento en cada individuo (muy bien explicado por los ya mencionados Rodrigáñez y Reich). Hay un librito para un público infantil de Máximo Sandín donde también se cuenta cómo la civilización fue la que hizo olvidar al hombre («hombre» en su etimología es sinónimo de ser humano e incluye ambos sexos, creo que este dato ya se conoce) su naturaleza y así se dañaron las relaciones convivenciales y la relación con el entorno al iniciarse un acaparamiento desenfrenado de los recursos naturales por parte de una minoría. Y, para llevarlo a cabo, era necesario imponer el modelo de civilización en todo el planeta y destruir todas las culturas ancestrales.
Me resulta curioso que vuestra arma de debate en lugar de la verdad sea la acusación de sentimentalismo, algo que ya es recurrente por vuestra parte hacia quienes no nos sometemos a las premisas que se vienen defendiendo y que coinciden, casualmente, con el discurso de cierto sector que defiende con vehemencia el estado y el autoritarismo, algo de lo cual, en teoría, la RI está en contra. Sin embargo, exponer argumentos, por poco que os gusten, no tiene nada que ver con el sentimentalismo, sino con mostrar una realidad que decidís dejar de lado.
Como, por ejemplo, que si hubiera una sustitución étnica de los pueblos que emigran al Estado español y una aculturación, los autóctonos (utilizo este término, pero está claro que es muy relativo) estaríamos perdiendo nuestra cultura tradicional y nuestras lenguas y habría aumentado considerablemente el número de personas «autóctonas» que hablan árabe y las lenguas de los demás pueblos emigrados. Pero eso no ocurre. Sí estamos perdiendo nuestra cultura y nuestras lenguas (a excepción del castellano, pero eso daría para largo, así que remito a la obra de Juan Carlos Moreno Cabrera), pero las perdemos porque se nos impone la cultura yanqui y el inglés, que son la lengua y la cultura de la globalización. No olvidemos que cuando los inmigrantes llegan aquí, son aculturados, sí, pero por la cultura de la globalización: ven la televisión, utilizan internet, consumen contenido a través de las plataformas mainstream, compran en el supermercado, van al McDonalds, al menos un alto porcentaje de ellos, igual que un alto porcentaje de la población mundial porque eso es lo que nos imponen y solo una minoría luchamos contra esa aculturación en nuestra vida cotidiana.
Se deja de lado también el hecho de que fue la cultura anglosajona la que destruyó la cultura asiática tradicional y prácticamente obligó a China y a Japón a modernizarse.
Insisto, pues: la globalización ha destruido todas las culturas en todos los rincones del planeta, pero la cultura que se impone en detrimento de las autóctonas es la yanqui.
En cuanto a demografía, se busca la reducción de la población mundial para llevar a cabo el proyecto transhumanista. Sí es cierto que la caída de la natalidad es mucho más brusca en los países del norte que en los africanos y también que ahora mismo los poderosos necesitan mano de obra inmigrante, como ellos mismos afirman. Lo que no es cierto es que eso implique una sustitución. No puede haber sustitución si lo que hay es reducción, son simples matemáticas. Necesitan ahora trabajadores, no madres y padres, por lo tanto, cuando los inmigrantes vienen aquí, al ser aculturados por el modo de vida occidental, reducen también drásticamente su natalidad para poder adaptarse a las circunstancias imperantes.
Y eso por no hablar de las continuas esterilizaciones forzosas que ha habido desde hace décadas en África y cómo las farmacéuticas y los filántropos juegan con la salud de los africanos tratándolos como cobayas, lo que lleva a enfermedad y muerte, aparte de las muertes por hambre a causa del expolio.
Ahora imagino que intentaréis tumbar mis argumentos tachándome de urbanita burguesa de izquierdas sensibilona, algo muy alejado de la verdad. Lo que hago es mostrar la cruda realidad y quien quiera puede profundizar y comprobar las cosas por sí mismo o puede limitarse a acusarme de sentimentalismo y quedarse con discursos sesgados.
Por mi parte, renuncio a estos absurdos combates dialécticos, pues mucha falcata y poca verdad.
A ver si os aclarais. Si vuestra preocupación es la (supuesta) «cultura europea» no tiene sentido hablar de sustitución étnica, porque la cultura no se hereda con los genes. Que hay un enriquecimiento genético de las poblaciones de Europa con aportaciones de gentes de otras latitudes es una obviedad, pero que esa inmigración esté sustituyendo la «cultura europea» por otra es un delirio xenófobo.
A no ser que penseis que hay una incapacidad congénita en las gentes no-europeas para asumir los (supuestos) valores de la (supuesta) «cultura europea», lo que es OBVIAMENTE una afirmación racista os pongais como os pongais.
Si la gente piensa que RI es un grupúsculo identitario blanco es porque lo es, al menos en sus discursos. Un poco de autocrítica no os vendría mal, aunque solo fuese para clarificar de una vez cual es la postura «oficial» de RI en este asunto.
Hola Laura, y demás amigos, tres cosas:
1. Tú misma te has dado por aludida respecto a lo de “urbanita burguesa de izquierdas”, por algo será.
2. Es más, resulta cristalino tu izquierdismo por dos razones. La primera son tus referentes: Casilda Rodrigañez, W. Reich, E. Fromn y M. Sandín, todos izquierdistas e intelectuales reaccionarios, en absoluto positivos salvo en un sentido tangencial.
La segunda razón, y la más grave, es que propones el internacionalismo (#2, Laura Herrero Román, 06-10-2021, 11:10). ¿Qué es dicho internacionalismo?
Según la RAE: 1. m. Actitud que antepone la consideración o estima de lo internacional a la de lo puramente nacional. 2. m. Tendencia socialista que propugna la asociación internacional de los obreros para obtener ciertas reivindicaciones.
Así pues, por un lado tu propuesta es tremenda, reaccionaria y por completo contraria a la RI. Nosotros rechazamos totalmente el socialismo, y todo tipo de izquierdismo, igual que todo tipo de derechismo. Además, propugnamos la defensa y soberanía de la cultura popular y de todos los Pueblos (auto-organizados democráticamente), sean Navarros, Mapuches, Kurdos, etc.
Por otro, el internacionalismo no niega el nacionalismo. Más aún, admite indudablemente el paradigma nacional, la Nación como elemento político-cultural último; esto es, el Estado. Ante esta proposición hiper-reaccionaria, solo puedo alentar a todos los interesados a la lectura de la extensa obra de nuestro compañero Enrique Álvarez Carrillo: Nacionalismo y Revolución. El Estado nación y el Paradigma de la Revolución Integral (en especial con relación a este debate el Libro V, La izquierda y la cuestión nacional).
Es preciso superar estas ideologías y doctrinarismos funestos, alejados de, y opuestos a, la vida real popular; en su defecto, poco o nada se puede comprender. Desde la TI se propone la superación de todos esos viejos paradigmas reaccionarios; entre los cuales destacan el izquierdismo, el socialismo, el feminismo (de Casilda Rodrigañez y de cualquiera), y, cómo no, el nacionalismo, o internacionalismo, (Estado-nación, no existe otro).
3. Y, Paco Giménez Cherp, también tú necesitas especialmente estudiar dicha obra de E. Álvarez Carrillo, pues como demuestra Alex Cosma eres nacionalista catalán y valenciano; y tú mismo lo reconociste hace unos meses (https://www.facebook.com/paco.cherp.39/posts/547190519964817).
Paco, ¿Por qué mientes? ¿Por qué escondes lo que tú mismo eres y nos acusas de lo que no somos ? ¿Por qué ves la paja en el ojo ajeno y no ves la viga en el tuyo?
Paco, ¿también niegas tu militancia en Unitat del Poble Valencià, y tu adhesión pública a Podemos y Compromís?
https://www.eldiario.es/politica/cargos-podemos-iu-candidaturas-municipalistas_1_2577885.html
https://abriendopodemos.wordpress.com/
https://bases.compromis.net/
https://vadedemocracia.cat/
https://acpv.cat/fempaisvalencia/
http://anarquiacoronada.blogspot.com/2016/05/espana-por-todas.html
Esto es de risa ya… O sea que haber votado por Puigdemont me convierte en «nacionalista»? Es una afirmación ridícula propia de analfabetos políticos o de fanáticos.
Yo no he mentido en ningún momento, ya está bien de caza de brujas y de insultos. Yo he expuesto argumentos y vosotros respondeis con ataques personales, y no tengo por qué tolerarlo. Esta conversación es pública y cualquiera que entre a esta web lo puede ver.
Vosotros no quereis hacer ninguna revolución. No sois más que un «think tank» diletante españolista y supremacista donde cuatro pseudointelectuales en busca de audiencia publican sus cositas y venden sus libritos. Acabareis montando una secta a este paso.
Yo no he negado nunca que fui militante de Compromis (no de UPV). Un año y por una cuestión táctica.
Todas esas iniciativas fueron maniobras CONTRA Podemos, alma de cántaro.
Contra un peligro fascista cada uno adopta la táctica que cree más útil. Apoyar a la facción que debilita al enemigo, por ejemplo. Sois demasiado maniqueos y demasiado puritanos para entenderlo.
Escribano, vamos a ver…. como podeis negar que sois racistas cuando atribuís una incapacidad congénita a las gentes no-europeas para asumir valores como la libertad? Como podeis negar que sois españolistas cuando todo vuestro discurso va sobre los «pueblos ibéricos» y su supuesta Unidad de Destino en lo Universal? A quien creeis que podeis engañar sino a vosotros mismos?
Te agradecería que me respondieses a lo que te planteo, que es el tema de esta conversación. No estamos hablando de mí.
Después de afirmar que no eres nacionalista, rectificas y admites que eras/eres militante de Compromís (y sigues negando las evidencias que prueban tu militancia en Unió del Poble Valenciá). Ambas organizaciones nacionalistas de izquierdas. Las mentiras tienen las patas cortas.
No has podido demostrar nuestro españolismo o nacionalismo español; no has aportado ninguna referencia de entre los 30 libros publicados por personas afines a la RI o TI (Félix Rodrigo Mora, Antonio Hidalgo Diego, Enrique Álvarez Carrillo, etc.) y cientos de artículos en esta web. ¿Habrás leído, por no decir estudiado, algo nuestro? Te vuelvo a recomendar la obra de nuestro compañero E. Álvarez Carrillo: Nacionalismo y Revolución. El Estado nación y el Paradigma de la Revolución Integral (en especial el Libro V, La izquierda y la cuestión nacional).
El nacionalismo es terrible; sea de izquierdas, derechas, español, catalán, autodeterminación, etc. Todo es odio; todo Estado. En concreto, tu odio nacionalista anti-español te impide reconocer una propuesta verdaderamente revolucionaria como la nuestra.
Una pena que no comprendas nuestra aspiración, voluntad y Proyecto para erradicar el Estado-nación, cualquier estado, sin excepciones.
Yo no he «rectificado» nada. Sigues escurriendo el bulto y tratando de desviar la conversación con ataques personales.
Como podeis negar que sois racistas cuando atribuís una incapacidad congénita a las gentes no-europeas para asumir valores como la libertad? Como podeis negar que sois españolistas cuando todo vuestro discurso va sobre los «pueblos ibéricos» y su supuesta Unidad de Destino en lo Universal? Puedes responder a eso?
Os habeis dado cuenta de que aquí solo comentais los mismos cuatro gatos y defendiendo una postura monolítica y partidista?
Solo se me ocurren dos razones para que pase eso: o bien la gente tiene MIEDO de comentar porque sabe que le espera el linchamiento o bien simplemente creen que no merece la pena debatir nada con vosotros.
Pero conmigo habies pinchado en hueso (uso una expresión taurina adrede para disipar las sospechas ridículas de «izquierdismo»). Pienso seguir señalando el racismo y el españolismo (quizás inconsciente pero no por ello menos tóxico) del «nucleo irradiador» que se ha atribuido en exclusiva la orientación ideológica de la RI.