Los preparativos para el IV Encuentro TI siguen adelante, a pesar de las incertidumbres y las dificultades. De estas últimas la mayor resulta de la afluencia tan numerosa, lo que deja a bastantes amigas y amigos en lista de espera y hace pequeños los espacios donde vamos a estar.
Las incertidumbres provienen sobre todo del asunto de la pandemia, por los cambios en la normativa legal, a la que tenemos que atenernos, no porque estemos a favor sino meramente para poder celebrar el evento.
Nuestra propuesta ha suscitado una gran expectación. No sólo manifestada en los cientos de personas que ya están en lista sino en varios cientos más que por una u otra razón no pueden asistir, o prefieren mantenerse por el momento a la expectativa hasta observar qué somos capaces de hacer. Lo cierto es que en una situación determinada por el miedo inducido a la pandemia, el temor múltiple al futuro, la desorientación sobre qué hacer, las amenazas de un totalitarismo liberticida gubernamental aún más ominoso y la concentración de las personas más conscientes en un muy poco efectivo activismo individualista y virtual en Internet, nosotros hemos dado el paso de organizar un acto para el contacto físico, el conocernos y la fijación colectiva de tareas.
La cosa está yendo razonablemente bien, de manera que si somos capaces de superar las dificultades podremos organizar el V Encuentro, de ahora en un año, con -pongamos por caso- el triple de personas de las que ahora están ya inscritas, lo que nos situaría en un lugar excepcional y privilegiado, que hoy muy pocos tienen en el país. A partir de ahí, seríamos una fuerza social a tener en cuenta en la vida diaria de las sociedades de Iberia, con capacidad de intervención, de resistencia, de formar personas y de crear opinión a lo grande.
A quienes estéis en lista de espera os digo que el Encuentro es sólo un momento (aunque de enorme importancia) en el vasto proyecto para la transformación de la sociedad, la supervivencia individual en un tiempo de desmoronamiento global del orden social y la construcción personal. Después vendrán los Encuentros por territorios, la constitución de equipos de trabajo sobre materias específicas, los cursos de formación, los Encuentro para temas concretos, para las tareas de difusión de nuestro ideario en el seno de la sociedad civil popular y tantas actividades más.
Así pues, os ruego que estéis atentos si no podéis asistir, e incluso que sigáis animando a nuevas personas a escribirse pues con ellas contaremos desde el día después… A quienes constéis en la lista de espera os pido que participéis indistintamente en las tareas de preparación del Encuentro como si efectivamente fuerais a acudir. Eso significa seguir su desarrollo, estudiar las Comunicaciones y Ponencias e incluso presentar alguna o algunas, reflexionar sobre los problemas de la hora presente aportando propuestas y soluciones, planear estrategias y tácticas para los grandes problemas del ahora, meditar sobre las actividades de difusión de nuestras ideas y acerca de la organización de colectivos y fraternidades de ámbito local. Porque todo eso es participar. Además, os sugiero que estudiéis los libros que recogen los Comunicados del I y II Encuentro, así como lo editado en la web revolucionintegral.org
Mi criterio es que el IV Encuentro sea, en primer lugar, un gran acto convivencial. De ese modo, con alegría, buen humor, comprensión mutua, espíritu de servicio, ética del sentido común y mentalidad comunitaria iremos resolviendo las dificultades, logrando unos días de convivencia creativa y combativa que nos marcarán personalmente. Habrá demás un Reglamento, para que todo lo que se haga en el Encuentro sea regulado de manera objetiva, de modo que nadie sea marginado ni tampoco haya nadie que se alce con privilegios frente a la mayoría. La masificación, y el incordio de la histeria gubernamental con el covid-19, pueden hacer embrollado e incluso incómodo el Encuentro, y para superar esto esperamos de vuestra comprensión y activa cooperación. En el mes siguiente a su finalización habrá que efectuar y editar un balance.
Ahora necesitamos alguna ayuda y colaboración. Para acondicionar el edificio, yendo a él un par de días antes, y también para entrar en una lista de nombres que asuman unas hipotéticas responsabilidades legales en el enrarecido panorama post-confinamiento en que vivimos, condición que nos demandan. No hace falta decir que yo estoy ya en dicha lista.
Os saludo muy cordialmente, ¡pronto nos veremos!