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  • Autor de la entrada:Alex Cosma

No, con el título no pretendo decir aquello que dijo Rajoy («cuanto peor, mejor»), o aquello que dijo fuera de cámara Zapatero a Iñaki Gabilondo («nos conviene que haya tensión»).

Es bastante obvio que el sistema de dominación actual llamado «Estado de Bienestar» se basa, entre otras cosas, en la disponibilidad de energía barata, en concreto eléctrica, y en la hipertecnología que depende de ella…. Por tanto las minorías mandantes no tienen ningún interés en apagones de ningún tipo… Si realmente el apagón llegara, al menos respecto a la LIBERTAD de los pueblos, se abriría un periodo potencialmente revolucionario…

1- Las renovables (eólica y solar) generan muchos problemas TÉCNICOS en la red eléctrica (sincronización, potencia, etc.) debido a que producen abruptos picos y abruptos valles de producción.

2- Para compensar esa poca inercia (mucha velocidad al empezar a producir y mucha velocidad al detener la producción) de la eólica y de la solar se pueden usar otras fuentes de producción que tengan inercias similares; la más similar es la hidroeléctrica (abres y cierras las compuertas de los embalses y generas o dejas de generar energía de forma rápida); la siguiente con mejor inercia es el ciclo combinado (centrales de gas).

Hasta la guerra de Ucrania, se usaba de forma masiva el gas, porque mientras el gas estaba barato era lógico no vaciar embalses, porque nunca se sabe cuándo va a haber sequía (saludos a los conspiracionistas chemtraileros, que van de la mano o son los mismos que los conspiracionistas de los embalses).

Con la subida de precios del gas debido a la guerra de Ucrania, hubo que recurrir a la hidroeléctrica, a pesar de la sequía. Aun así, no vacían tanto como la gente cree, y sólo vacían donde los embalses tienen el mínimo necesario de agua embalsada y/o en las cuencas donde hay forma de repartir-canalizar el agua entre embalses y redes de suministro (para compensar los desembalsamientos para producir energía).

Todo esto es muy resumido, pero se puede explicar de forma más extensa.

El resumen es: sí, se desembalsa agua, y se hace entre otras razones por culpa de las renovables. Aunque también por el propio y complejo mecanismo regulador del mercado de la electricidad. Pero basta entender que toda infraestructura tiene unos costes, incluidas las centrales hidroeléctricas, y cuando no están en funcionamiento son deficitarias, cosa lógica.

Si esto no se entiende, se podría explicar mejor, pero se puede adelantar lo siguiente:

Recordemos que las concesiones del ESTADO a las empresas de energías «renovables» son, lógicamente, para que las empresas ganen dinero; no se monta ninguna empresa para perder dinero, y menos a ese nivel de inversiones. Es decir, el ESTADO no puede ordenar a las empresas eólicas y solares que dejen de producir electricidad justo cuando hay viento y sol, porque es justo cuando ganan dinero; o dicho de otra manera, justo cuando no generan pérdidas y son viables. Por tanto, aunque esa producción masiva e instantánea de electricidad mediante eólica (y su consiguiente parada de producción masiva e instantánea) produzcan problemas serios e incluso graves en la red eléctrica, el ESTADO no puede decir a las eólicas que no produzcan electricidad, entre otras razones porque el ESTADO estaría obligado a pagar indemnizaciones. Por tanto, lo que se hace para compensar la inestabilidad que produce en la red la producción puntual masiva con renovables (así como el corte abrupto de producción que sucede también con ellas) es producir electricidad de la única forma posible que puede compensar esa falta de inercia de las renovables, que es el gas (ahora caro, aunque menos) y la hidroeléctrica (aunque haya riesgo de sequía). Por ahora el riesgo de desabastecimiento masivo de agua no está cerca; y cuando lo esté, veremos que hace el dúo ESTADO-CAPITAL (ese que TODOS defienden y que dirige la totalidad de nuestra existencia).

Es bastante obvio que el sistema de dominación actual llamado «Estado de Bienestar» se basa, entre otras cosas, en la disponibilidad de energía barata, en concreto eléctrica, y en la hipertecnología que depende de ella. Por tanto, las minorías mandantes no tienen ningún interés en generar problemas de ningún tipo que supongan una merma de su poder. Pero si realmente llegaran problemas en la red eléctrica, y se dieran, por ejemplo, apagones generalizados, se abriría un periodo potencialmente revolucionario, dado que el pueblo llano empezaría a buscarse la vida al margen (y en muchos casos CONTRA) el dúo ESTADO-CAPITAL.

¿Por qué, entonces, en 2023 empezaron a asustar con posibles apagones de la red eléctrica, como en Austria y Alemania?

Porque aparte de los apagones por razones geopolíticas y de guerra, hay más factores que podrían producir apagones.

Hay dos razones básicas.

1- Seguir con la política del miedo que tan buen resultado ha dado con la pandemia, para ir preparando a la población de cara a las medidas que se van a ir tomando a modo de demolición controlada del sistema y que, en realidad, nada tienen que ver con pandemias ni con cambios climáticos, sino con que la modernidad consumista ha llegado a su fin. El sistema es insostenible a todos los niveles, pero sobre todo en los dos más importantes para el poder constituido, la economía y la energía. El objetivo real de la “transición energética” (revestida de ecologismo) hacia la electricidad es reservar el uso del petróleo, sobre todo a las dos prioridades del sistema estato-capitalista: transporte de mercancías y ejército-policía (aparato represivo).

2- Ahora no hay escasez eléctrica (de hecho, por ejemplo, en España, hay instalada el triple de la potencia que se consume) pero sí hay disfunciones múltiples, y creciendo, en la red eléctrica interconectada europea, las cuales sí pueden provocar apagones; pero estamos hablando de problemas puramente técnicos. Y los problemas que no son técnicos son por la guerra. Una guerra anunciada desde hace mucho, justo desde que empezaron a hablar de apagones en Austria y Alemania (los dos países más dependientes del gas ruso).

Los ESTADOS europeos no pueden producir toda la electricidad que quieran, pero sí lo hacen de facto, ya que la que no consumen, la inyectan en la red europea para venderla a otros ESTADOS; pero si esos ESTADOS no la necesitan, ¿qué hacer con ella? La electricidad en red no se puede almacenar, pero tampoco pueden dejar de producir electricidad porque las empresas (estatales o privadas, tanto da) quiebran. Esta contradicción del sistema es irresoluble.

En la producción hidroeléctrica, si el embalse está lleno, pero no pueden generar electricidad porque ya hay de sobra en la red, tienen que desembalsar agua sin pasar por turbina. Es decir, las empresas hidroeléctricas sí pueden parar la producción de electricidad a pesar de que ello conlleve pérdidas (o al menos dejar de generar ingresos), porque la otra opción es dejar que el embalse se llene y reviente. Obviamente, cuando la situación así lo aconseja, eligen la opción de desembalsar sin generar electricidad, porque además esa agua no se pierde, sino que va a otros embalses cuenca abajo (incluso de países diferentes, como es el caso de Portugal, con el que el Estado español tiene acuerdos en esta materia). Y esto es válido no sólo para embalses llenos, sino que también es válido para embalses medio llenos o medio vacíos (el agua desembalsada no se pierde, sino que se reubica).

Todo ello, además, teniendo en cuenta que hay varios tipos de embalses, siendo los dos principales: a) para generar electricidad; y b) para consumo de agua (uso consuntivo).

En las épocas en las que sobra electricidad, ésta también sigue siendo cara por diversos motivos: subasta eléctrica, precio del gas inestable, impuestos del ESTADO cada vez mayores, costes ocultos cada vez mayores, y los propios beneficios de las empresas eléctricas que, de no mantenerlos, quebrarían; y si quebraran no podrían llevar a cabo el cometido estratégico con el que el ESTADO las mandata.

Hay más factores-problemas, uno de ellos es la mencionada estabilización de la red eléctrica (estatal y europea) a 50Hz (hercios) de frecuencia.

La producción abrupta y masiva de electricidad con renovables tiende a elevar la frecuencia de la red algunas décimas (50,1 Hz por ejemplo).

La frecuencia se eleva de forma proporcional a la producción de electricidad por unidad de tiempo; cuando se produce mucha electricidad y en poco tiempo, la frecuencia sube mucho (una décima de hercio ya es mucho). Y son las renovables las que producen esos picos de producción, porque entran a funcionar al mismo tiempo (parques eólicos y/o solares) y dejan de producir al mismo tiempo.

Como hay una locura de renovables en ciertos países (Alemania, España y resto de países punteros), locura legislativa, locura reguladora y locura instaladora-productora, y que cada día va a más, la frecuencia de la red tiende a subir en los momentos en que se produce electricidad con renovables; pero sube de forma aleatoria y puntual, según hay viento o no lo hay, cuando hay sol o no lo hay. Por contra, el mix de producción de electricidad por medio hidroeléctrico, gas y nuclear, aun teniendo diferentes inercias, puede ser más constante, sin picos de producción, dado que se complementan entre sí. La que más inercia tiene es la nuclear, ya que tarda mucho en arrancar y mucho en parar, por tanto, no se puede usar para compensar los desajustes en la red que provocan las renovables. La hidroeléctrica y el ciclo combinado (gas) son más fáciles de arrancar y parar, sobre todo la primera.

Para compensar esas inestabilidades de la red (aleatorias pero constantes) que van a más, hasta ahora se usaba el comodín compensatorio de producir más electricidad con gas, pero como el gas se disparó de precio por la guerra de Ucrania, en ese momento resultó más caro producir electricidad de esa manera, y ya no era rentable (a no ser que se repercutiera el precio en el cliente final, tal y como se hizo). Pero, a su vez, como se ha dicho, las empresas productoras de electricidad (renovable o convencional) no pueden dejar de producir porque quiebran y porque tienen contratos con los ESTADOS para producir X electricidad o un mínimo (caso de las renovables). Y si los ESTADOS les impiden producirla, éstos tienen que pagar indemnizaciones colosales a dichas empresas.

Si la desincronización en frecuencia de la red eléctrica de un ESTADO es muy grande, éste no puede conectar-canalizar-vender su sobrante a la red europea eléctrica que conecta al resto de ESTADOS; o, al contrario, no puede conectar a dicha red para comprar la electricidad sobrante de otro ESTADO.

Si esa descompensación se da a pesar de todo (por error, o porque algún ESTADO incumpla las normas), la red no lo soporta, se cae, y llegan los apagones (con averías gigantescas en las centrales eléctricas); o bien llegan los apagones preventivos (para evitar el colapso de la red) en forma de previa desconexión de la red que está causando problemas. En Europa ya estuvimos cerca de ese escenario en enero de 2021, quedando Europa dividida en dos zonas temporalmente no interconectadas. Como se observará en el enlace a la noticia, no hacen mención a que, generalmente, son las renovables las responsables de tales desincronizaciones graves en la frecuencia de la red.

Y en julio hubo un problema con la conexión con Francia, responsabilizando oficialmente a un hidroavión de tal suceso…

Y en julio de 2021 hubo un problema con la conexión con Francia, responsabilizando oficialmente a un hidroavión de tal suceso.

Quizá (no podemos afirmarlo) el motivo por el que en España se puso un canon o se prohibió de facto que los particulares generaran electricidad para inyectarla en la red, fue por ese motivo, es decir, no para no restar negocio a las empresas eléctricas, que también, sino para no añadir problemas de sincronización de frecuencia (o de potencia) en la red. Porque otro de los problemas de la red eléctrica es que no es descentralizada, sino centralizada; y cuando hay miles de productores pequeños de electricidad (placas solares de particulares en tejados, etc.) que inyectan su exceso de producción a la red eléctrica, es técnicamente muy complejo y delicado canalizar y centralizar todas esas pequeñas producciones.

¿Por qué se produce tanta electricidad si no es necesaria, o sólo es necesaria para compensar las desincronizaciones de la red provocadas por las renovables? ¿Por qué no se deja de producir con renovables y ya está? Pues por lo ya comentado, porque todas las empresas montan parques eólicos y granjas solares para, lógicamente, PRODUCIR ELECTRICIDAD; y la producen cuando hay sol y viento; y no pueden no producir electricidad cuando hay sol y viento, porque entonces no tendría sentido su inversión, ni la licencia que el ESTADO les ha concedido, ni se podría llevar a cabo la transición energética programada para ir dependiendo menos del petróleo y el gas. Y si el ESTADO les obliga a parar les tiene que pagar indemnizaciones astronómicas. Pero además hay otra razón para que no paren (en el futuro) y es que las eólicas se van a usar para generar electricidad (en este caso desconectadas de la red) para a su vez generar hidrógeno, con el cual hacer funcionar motores (ineficientes) de hidrógeno. El ESTADO alemán ya tiene acuerdo con el ESTADO español para la HOJA DE RUTA del “hidrogeno verde”

El proyecto de motorizaciones de hidrógeno está en marcha porque el asunto del transporte no está resuelto ni de lejos con los vehículos eléctricos, y menos resuelto aún está el transporte de mercancías (al que, como hemos dicho anteriormente, se reservará el petróleo); de hecho, el asunto de los vehículos eléctricos (con sus colosales costes ocultos y multiplicidad de problemas) es otra más de las muchas (MUCHAS) mentiras, estafas y expolios al PUEBLO por parte del dúo ESTADO-CAPITAL.

Tampoco se elige producir más electricidad de forma estable con otras fuentes porque esas otras fuentes ESTABLES ya están a su rendimiento óptimo y/o máximo (como la nuclear) o no es posible, por ejemplo, la hidroeléctrica, porque si desembalsas toda el agua te quedas sin agua. Ahora están planeando extender otra alternativa, que en principio es viable (sobre todo, y como siempre, como NEGOCIO) que es la hidroeléctrica de bombeo, con dos embalses cercanos, pero a diferente altura, y bombear el agua por la noche (electricidad más barata) hacia el embalse de arriba. Pero los requisitos para ello son muchos, empezando por dos embalses cercanos y a mucha diferencia de altura. Muy pocos embalses son aptos para esta opción.

Todo esto viene a ser lo que afirma Antonio Turiel, es decir, una huida hacia adelante para evitar el colapso de la modernidad. Y todo ello con el dúo ESTADO-CAPITAL como ejecutor y ente LIBERTICIDA MÁXIMO, escondiendo al PUEBLO la realidad cruda (el fracaso de los EXPERTOS que nos iban a llevar a un mundo perfecto y de abundancia de todo), y camuflando todo (todas las medidas que van a imponer) con las excusas del cambio climático y las pandemias, y la excusa real (y prevista-programada) de la guerra.

Y es eso, es decir, la condición liberticida y totalitaria del dúo ESTADO-CAPITAL lo que esconde, o no quiere aceptar, Turiel, ya que él estaría entre los responsables del descalabro en su condición de experto y de funcionario. Por eso Turiel se suele limitar (dependiendo del foro que le invite y del tipo de audiencia) a hablar de poderes económicos, dejando intocado siempre al ESTADO, que es el principal responsable de todos los desmanes de gran alcance en la historia moderna; siendo el capitalismo siempre subsidiario del ESTADO (y financiador implícito de éste mediante la generalización del TRABAJO ASALARIADO MASIVO pagador de impuestos, y no con los bancos centrales dirigidos por judíos-jesuitas-masones, tal como nos dice el conspiracionismo).

Todo esto sucede de forma lógica. ¿Por qué? Porque las decisiones a tomar son para que el sistema siga funcionando a corto plazo, porque sin el corto plazo, no hay plazo largo que valga.

Esa es la cruda realidad de un sistema que se está derrumbando: no hay largo plazo y sólo queda tirar con lo que hay hasta donde se llegue. Ese es el planteamiento que hacen desde las instancias de poder. El largo plazo en realidad lo están diseñando mediante la demolición controlada del bienestarismo (las mencionadas alarmas pandemistas y cambioclimatistas y sus medidas asociadas; y ahora con la excusa real y programada de la guerra), porque este sistema bienestarista, consumista y siempre creciente no da más de sí.

Pero dentro de esta realidad, y dentro del propio sistema (en concreto dentro de las posiciones progresistas), se han creado, como siempre, dos corrientes enfrentadas que simulan contener en ellas todas las opciones de posible actuación ante ese fin de la modernidad. Por un lado, están los COLAPSISTAS, entre los que estaría Antonio Turiel, que nos dicen que la cosa está muy mal y que el ESTADO (los Estados) no tienen todo atado y bien atado (hay riesgo importante de colapso). Y por otro lado están los DECRECENTISTAS, los cuales afirman que precisamente la agenda 2030 y resto de medidas demuestran que los ESTADOS sí están haciendo los deberes, y que sólo hace falta que los colapsistas se sumen a ellos, y que la ultraderecha (que cumple el papel de NEGACIONISTA-CONSPIRACIONISTA) sea derrotada.

¿Qué sucede en concreto en España? ¿Por qué en otros países (como precisamente Alemania, la principal impulsora de la “transición energética”) ya se están planteando o llevando a cabo la reapertura de las minas de carbón y las centrales térmicas que queman carbón, mientras que en España no sólo no se lo plantean, sino que las están desmantelando y cada día que pasa es más fuerte el bombardeo mediático acerca del cambio climático? ¿Por qué, además, impiden reabrir el único pozo petrolífero en tierra que hay en España (Ayoluengo, Burgos)?

Explicación breve:

A las minorías poderhabientes “españolas” nunca les ha importado nada lo que pase con los «españoles», ya que esa cualidad (ser español) ahora es secundaria, y lo que le importa al PODER es sostener el ESTADO, el CAPITALISMO (adaptado a las nuevas condiciones) y su propio status (el de las minorías poderhabientes del dúo ESTADO-CAPITAL).

Las élites españolas (esto incluye a sus sucursales autonómicas y municipales, y sus élites correspondientes, incluidas las llamadas «independentistas»), además, están al servicio de otros ESTADOS más fuertes, pero no ahora, sino desde al menos el siglo XIX. No les importa que «España» quede al servicio y dependiente de potencias extranjeras, siempre que éstas les garanticen su status.

Si, a pesar de todos esos “desvelos” de las castas de expertos y de las minorías poderhabientes, el sistema eléctrico colapsara, y se dieran esos apagones con los que nos van preparando mentalmente, y este escenario llegara para quedarse, es decir si fuera definitivo, vendrían tiempos difíciles y cierto caos y destrucción, pero serían salvíficos, siempre desde el prisma de la libertad con responsabilidad que impulsamos en el colectivo de la Revolución Integral, ya que el sistema de dominación creado y formado por el dúo ESTADO-CAPITAL no podría mantener la relación de fuerzas ahora existente (y desproporcionada a su favor) entre él y el PUEBLO.

Todo aquel que, por contra, siga con la prioridad de la COMODIDAD, empezando por la comodidad mental, la más nociva de todas, probablemente siga delegando la totalidad de su existencia en las mismas castas de expertos que nos están llevando al abismo. Es su decisión, luego no valdrán lloros.

Todo lo anterior sobre producción de electricidad ha sido en un lenguaje que todo el mundo entienda (lo cual puede conllevar errores de bulto a la hora de transmitir las ideas y conceptos de esa concreta manera). La intención es la de hacer comprender al lector que las renovables sólo son una solución parcial y temporal (y no total ni permanente) y que además generan problemas de estabilidad de frecuencia y de potencia en la red, así como ingentes costes ocultos. Además, otra segunda intención es la de hacer entender al lector que el papel de las centrales de ciclo combinado (que usan gas) en la estabilización de la red es (o era hasta ahora, dependiendo del precio del gas) fundamental.

Pero al igual que en la red eléctrica española hay tres niveles de regulación de la red, tenemos también una tercera intención, que es la de hacer comprender los tejemanejes políticos, económicos y estratégicos que están en muchos casos POR ENCIMA de lo meramente técnico.

Pero puestos a subir el nivel técnico, vemos en esa tabla que el ciclo combinado (quema de gas) es necesario para la regulación terciaria, y cada vez más (por ahora) dado que las centrales térmicas se están (o estaban) desmantelando.

Y vemos que para la regulación secundaria también se suman los problemas si no hay centrales térmicas suficientes, con lo cual esa regulación secundaria también se tiene que hacer con ciclo combinado (lo cual a su vez conlleva otros problemas). Ahora parece que ya hay disponibles sistemas técnicos de INERCIA VIRTUAL para las renovables, pero su implantación a gran escala es de dudosa viabilidad, empezando por la ingente inversión necesaria.

Más información sobre sistemas eléctricos de potencia:

https://www.aeqenergia.com/index.php/blog/mercado-electrico-iii-los-servicios-de-ajuste-del-sistema-electrico-peninsular

https://www.cecacier.org/wp-content/uploads/2020/09/La-importancia-de-un-mercado-de-servicios-complementarios-en-un-sistema-con-alta-inserci%C3%B3n-de-energ%C3%ADa-renovable.pdf

https://youtu.be/BB4cInM0zvs

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