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  • Autor de la entrada:Alex Cosma

No, con el título no pretendo decir aquello que dijo Rajoy («cuanto peor, mejor»), o aquello que dijo fuera de cámara Zapatero a Iñaki Gabilondo («nos conviene que haya tensión»).

Es bastante obvio que el sistema de dominación actual llamado «Estado de Bienestar» se basa, entre otras cosas, en la disponibilidad de energía barata, en concreto eléctrica, y en la hipertecnología que depende de ella…. Por tanto las minorías mandantes no tienen ningún interés en apagones de ningún tipo… Si realmente el apagón llegara, al menos respecto a la LIBERTAD de los pueblos, se abriría un periodo potencialmente revolucionario…

¿Por qué, entonces, empiezan a asustar con posibles apagones, como en Austria y Alemania?

Hay dos razones básicas.

1- Seguir con la política del miedo que tan buen resultado ha dado con la pandemia, para ir preparando a la población de cara a las medidas que se van a ir tomando a modo de demolición controlada del sistema, y que, en realidad, nada tienen que ver con pandemias ni con cambios climáticos, sino con que la modernidad ha llegado a su fin; el sistema es insostenible a todos los niveles, pero sobre todo en los dos más importantes para el poder constituido, la economía y la energía. Los recursos energéticos serán destinados a las dos prioridades del sistema de dominación: transporte de mercancías y ejército-policía (aparato coercitivo-represivo).

2- Ahora no hay todavía escasez eléctrica, pero sí hay disfunciones múltiples, y creciendo, en la red eléctrica, las cuales sí pueden provocar apagones; pero estamos hablando de problemas puramente técnicos.

Sobre la producción de electricidad, su precio y el por qué, por ejemplo, se desembalsa agua de embalses llenos, sin pasar el agua por las turbinas hidroeléctricas, y el por qué se cierran centrales de carbón, podemos decir lo siguiente:

1- Las empresas de renovables tienen contratos (llamadas concesiones) con el ESTADO para producir X cantidad de electricidad. Esto es lógico, si alguien crea una empresa de paneles solares y aerogeneradores, no es para tenerla parada.

2- Las renovables generan electricidad de forma discontinua, según el sol y el viento, y las empresas de renovables obviamente producen electricidad cuando hay sol y/o viento, y sólo ganan dinero en esos momentos.

3- Con el gas sucede lo mismo, si no se produce energía eléctrica con él, la central de ciclo combinado de turno entra en quiebra, porque los gastos fijos siempre están.

4- Los países no pueden producir toda la electricidad que quieran, pero sí lo hacen de facto, ya que la que no consumen, la inyectan en la red europea para venderla a otros países; pero si esos países no la necesitan, ¿qué hacer con ella? La electricidad en red no se puede almacenar, pero el caso es que no pueden dejar de producir electricidad porque las empresas quiebran. Esta contradicción del sistema es irresoluble.

5- Si el embalse está lleno, pero no pueden generar electricidad porque ya hay de sobra en la red, tienen que desembalsar agua. Las empresas hidroeléctricas sí pueden parar la producción de electricidad a pesar de que ello conlleve pérdidas, porque la otra opción es dejar que el embalse se llene y reviente. Obviamente eligen la opción de desembalsar sin generar electricidad.

6- Como la economía está en retroceso, se consume menos electricidad que antes, pero la potencia instalada en toda España es tres veces mayor que las necesidades actuales. Sólo en momentos muy concretos, sin sol y sin viento, sobra poca electricidad (pero aún así sobra).

7- Aunque sobre, la electricidad es cara por diversos motivos: subasta eléctrica, precio del gas cada vez mayor, impuestos del estado cada vez mayores, costes ocultos cada vez mayores, y los propios beneficios de las empresas eléctricas, que si no los mantienen, quiebran (dejando a un lado los dividendos que ganarán los empresarios y mandamases, pero que no suponen apenas nada en el montante total de dinero que se maneja en el sector eléctrico).

8- Hay más problemas aún, muchos más, que implican la «necesidad» de dejar de producir electricidad mediante centrales hidroeléctricas (o mediante carbón). Uno de ellos, el principal quizá, es la estabilización de la red eléctrica (estatal y europea) a 50Hz (hercios) de frecuencia.

Dependiendo de la forma de generar la electricidad, la frecuencia que se consigue puede variar hasta 1Hz. Las renovables tienden a elevar la frecuencia de la red (51Hz), y la producción eléctrica mediante gas tiende a bajarla (49Hz). Son datos aproximados, no exactos, para que se entienda el problema…

Como hay una locura de renovables en ciertos países (Alemania, España y resto de países punteros), locura legislativa, reguladora y sobre todo instaladora-productora, y que cada día va a más, la frecuencia de la red tiende a subir; pero sube, como digo, de forma aleatoria, según hay sol y viento o no lo hay.

Para compensar esas subidas de frecuencia (aleatorias pero constantes) que van a más, hasta ahora se usaba el comodín compensatorio de producir más electricidad con gas (para bajar la frecuencia de la red), pero como el gas se ha disparado de precio, ahora es más caro producir electricidad de esa manera, y ya no es rentable (a no ser que se repercuta el precio en el cliente final: el consumidor y otras empresas). Pero a su vez, como digo, las empresas productoras de electricidad (renovable o convencional) no pueden dejar de producir porque quiebran y porque tienen contratos con los ESTADOS para producir X electricidad o un mínimo (caso de las renovables). Y si los ESTADOS les impiden producirla, éstos tienen que pagar indemnizaciones colosales a dichas empresas.

Si la descompensación en frecuencia de la red eléctrica de un país es muy grande, éste no puede conectar-canalizar-vender su sobrante a la red europea eléctrica que conecta al resto de países.

Si esa descompensación se da a pesar de todo (por error, o porque algún país incumpla las normas), la red no lo soporta, se cae, y llegan los apagones. En Europa ya estuvimos cerca de ese escenario en enero de este año 2021. Quedando Europa dividida en dos zonas temporalmente no interconectadas. Como se observará en el enlace a la noticia, no hacen mención a que son las renovables las responsables de tales grandes desajustes en la frecuencia de la red.

Y en julio hubo un problema con la conexión con Francia, responsabilizando oficialmente a un hidroavión de tal suceso…

Todo esto y mucho más es el motivo por el que (en España) se puso un canon o se prohibió de facto que los particulares generaran electricidad y la inyectaran en la red… No para no quitar negocio a las empresas eléctricas, que también, sino para no añadir problemas de sincronización de frecuencia en la red.

Todo esto sucede de forma lógica. ¿Por qué? Pues porque las decisiones a tomar son para que el sistema siga funcionando, a corto plazo, porque sin el corto plazo, no hay plazo largo que valga. Esa es la cruda realidad de un sistema que se está derrumbando: no hay largo plazo y sólo queda tirar con lo que hay hasta donde se llegue. Ese es el planteamiento que hacen desde las instancias de poder. El largo plazo en realidad lo están diseñando mediante la demolición controlada del bienestarismo (alarmas pandemistas y cambioclimatistas y sus medidas asociadas), porque éste no da más de sí. Los que están en el PODER hacen lo que tienen que hacer para que el sistema siga funcionando y para perpetuar su status en las nuevas condiciones objetivas que se están dando y que se van a dar. No entra en ninguna cabeza ostentar el poder y no usarlo de la forma que hay que usarlo. Los que llegan al poder es porque han querido llegar, nadie les ha obligado. Y una vez que han llegado y que tanto les ha costado llegar, ¿por qué habrían de hacer dejación de funciones, o por qué habrían de operar en contra del sistema del que siempre han querido formar parte y en concreto desde arriba del mismo? Sería absurdo, ¿verdad? El sistema es el que es, tiene sus propias reglas y sus propias dinámicas e inercias y no se puede cambiar, salvo que colapse de forma severa (eso es lo que están impidiendo mediante la demolición controlada) o mediante procesos revolucionarios.

¿Qué sucede en concreto en España? ¿Por qué en otros países ya se están planteando (o llevando a cabo) la reapertura de las minas de carbón y las centrales térmicas que queman carbón, mientras que en España no sólo no se lo plantean, sino que las están desmantelando y cada día que pasa es más fuerte el bombardeo mediático acerca del cambio climático?

Explicación breve:

Las élites «españolas» siempre han odiado a los pueblos ibéricos (que fueron obligados contra su voluntad a formar parte de esa creación artificial llamada «España», incluidos los castellanos, desde al menos 1812). Por eso a dichas minorías poderhabientes no les importa nada lo que pase con los «españoles», ya que esa cualidad (ser español) ahora es secundaria, y lo que les importa es sostener el ESTADO, el CAPITALISMO (adaptado a las nuevas condiciones) y su propio status (el de las minorías poderhabientes), y para ello la mejor opción es destruir a los pueblos ibéricos (incluidos los castellanos), que a buen seguro (como ya hicieron en otras épocas) se rebelarían en cuanto las cosas se pusieran complicadas (ya se acerca ese momento).

Como las élites españolas (esto incluye a sus sucursales autonómicas y sus élites, incluidas las llamadas «independentistas») odian a los pueblos ibéricos (ya sean españolizados o «independizados») no quieren bajo ningún concepto que los pueblos ibéricos salgan adelante, por tanto quieren exterminarlos de facto. Por eso cierran el carbón y lo que haga falta, porque además están al servicio de las élites extranjeras, pero no ahora, sino desde al menos 1812. No les importa que «España» quede al servicio y dependiente de potencias extranjeras, siempre que éstas les garanticen su status. Y esto lo hacen porque su prioridad es destruir a los pueblos ibéricos… Por eso además los dividen y enfrentan, entre españolistas e independentistas, y con otras divisiones y enfrentamientos mediante las religiones políticas: feminismo, inmigracionismo, homosexualismo, ecologismo, veganismo, animalismo, cambioclimatismo, etc. y sus respectivos y supuestos ANTIS, que en realidad son lo mismo, al ser todos esos «antis» igual de ESTATO-CAPITALISTAS que los defensores de las religiones políticas.

¿Apagón? Ojalá….

Si sucediera ese apagón, y fuera definitivo, vendrían tiempos difíciles y cierto caos y destrucción, pero serían salvíficos, como digo, siempre desde el prisma de la libertad, ya que el sistema de dominación creado y formado por el dúo ESTADO-CAPITAL no podría mantener la relación de fuerzas ahora existente (y desproporcionada a su favor) entre él y el PUEBLO.

Todo aquel que, por contra, su prisma y su prioridad sea el de la COMODIDAD, empezando por la comodidad mental, la más nociva de todas, probablemente siga dejando la totalidad de su existencia en las mismas castas de expertos que nos están llevando al abismo. Es su decisión, luego no valdrán lloros.

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