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#2412
Alex Cosma
Participante

[color=#000000]En la R.I. ya sabemos (o deberíamos saber) que hay que diferenciar SIEMPRE entre los intereses del PUEBLO (o los que deberían ser sus intereses) y los intereses del ESTADO Y el CAPITAL… eso al menos en comunidades reales y/o no totalmente «imaginadas». Pero si el pueblo dice las mismas cosas que el ESTADO respecto de la inmigración (y resto de religiones políticas), esto quiere decir que el pueblo (el autóctono y el que llega de fuera) está (es) TOTALMENTE IMAGINADO.

No voy a hacer cuentas aquí y ahora porque serían muy tediosas, pero creo que se entenderá lo que voy a explicar:

La edad típica en la que se empieza a trabajar (cotizar) ahora en España es digamos 32 años… y esa es la edad media de los inmigrantes que llegan. Es decir, el ESTADO se ahorra 32 años de crianza y manutención de los mismos; pero dejemos los 32 años y quedémonos al menos con los 18, que es la mayoría de edad; pues bien, sigamos: hay cálculos que estiman que esa crianza y manutención (mantenidas con dinero llamado «público») cuesta unos 6000 € al año; multiplicados por 18 años, son 108.000 € por persona (192.000 € en el caso de tomar los 32 años). Pues bien, ese es el dinero que el ESTADO SE AHORRA POR CADA INMIGRANTE QUE LLEGA… y ese es el colchón de gasto que tiene el ESTADO hasta que ese inmigrante encuentra trabajo legal y cotiza.

Todo esto, como digo, es muy muy muy resumido, porque los números a hacer son muchísimos más.

No todos los inmigrantes encuentran trabajo y muchos viven de subvenciones, pero esto también está pensado para que haya dumping laboral y los sueldos caigan… y no sólo para que los ricos se forren (que también), sino para que la economía del país sea, siquiera, viable y pueda competir, precisamente, con los productos más baratos que se producen en los países emergentes o directamente del tercer mundo. En cualquier caso recordad la cifra: el estado dispone de hasta 6000 € al año para gastarse en cada inmigrante, a la espera de que cotice (y si no cotiza, al menos sirve para que los sueldos sigan a la baja).

Obviamente hay muchos efectos colaterales de hacer así las cosas; bueno, muchos no, TODOS, pero eso les da igual a los que diseñan todo esto.

El efecto colateral principal es uno del que apenas se habla, y es el de la pirámide demográfica, que ya sin inmigrantes iba a ritmo de extinción, y que al traer (hasta la fecha) a 7 millones de inmigrantes (legales o ilegales) con una edad media de 32 años, no se consigue otra cosa que posponer el problema unas décadas (en realidad lo pospone menos tiempo, porque el colapso económico agravará-adelantará todos los demás colapsos). Pero eso también les da igual… Como también da igual si todo es producto de un PLAN o bien producto de las dinámicas de poder del sistema de dominación en el que vivimos.

Por tanto, una vez comprendido que la inmigración masiva sirve a los intereses de los grupos de poder que conforman el ESTADO, y dejando a un lado el resto de connotaciones y problemas graves (gravísimos) que tiene dicha inmigración masiva, lo cierto es que es falso que con ella se solucionen los problemas demográficos (cosa que también se afirma), porque para ello lo que se necesitaría realmente son NACIMIENTOS de niños, o bien (otra barbaridad, pero que sí solucionaría la demografía) la importación masiva de niños extranjeros (con el asunto de las adopciones pretendían conseguir algo); porque trayendo a millones de inmigrantes EN EDAD DE TRABAJAR (aunque luego no trabajen) lo único que se consigue es AGRAVAR el problema, eso sí, aplazándolo un par de décadas en el caso de que la economía pudiera remontar (que tampoco parece el caso).

Si hasta ahora la pirámide demográfica estaba engordada en la franja de edad de la explosión demográfica del franquismo (personas entre los 40 y los 55 años), con la llegada (hasta la fecha) de 7 millones de extranjeros (con edad media de 32 años), lo que se hace es engordar también la franja inmediatamente inferior de edad, sin que la franja de niños aumente en igual o mayor proporción (sobre todo lo segundo), tal y como sería necesario; ojo, siempre hablando en términos demográficos-estadísticos-asépticos, es decir, sin tomar en cuanta el resto de los gravísimos problemas de toda índole que he mencionado, y que son más importantes que las meras cifras.

Todo es BIOPOLITICA: En Europa, después de la II Guerra Mundial (y en España después de la Guerra Civil, aunque aquí con retraso) los ESTADOS necesitaron aumentar la natalidad para reflotar la economía (porque la economía en aquel entonces TODAVÍA podía ir a más… a mucho más, tal y como hemos visto). Luego, con el descenso de la natalidad impuesto desde arriba para «emancipar» a las mujeres y para embrutecernos con el bienestarismo a todos (mujeres, hombres y niños), se necesitó importar inmigrantes que siguieran manteniendo la economía (y de paso, sosteniendo o bajando los salarios mediante el exceso de demanda de empleo).

Ahora estamos en un tercera etapa, en la cual no hay economía bienestarista que sostener (los de arriba saben muy bien que todo va a ir a peor), pero sí una economía de guerra que preparar para hacer frente a las nuevas condiciones geopolíticas, en las cuales Europa corre el riesgo de dejar de ser referente mundial, para convertirse en un fósil viviente que intentará mantener su status (el de sus élites) por todos los medios y a cualquier coste…

Resumen: España, y Europa entera, son un geriátrico, están endeudadas hasta límites insospechados y no tienen combustibles fósiles; y la inmigración masiva y el ISLAM son las herramientas elegidas (no sin discrepancias dentro de las altas esferas, pero con las élites alemanas marcando el paso al resto) para, en la medida de lo posible, tratar de ralentizar su caída, al mismo tiempo que preparan el renovado sistema de dominación adecuado a las nuevas circunstancias.[/color]