¿Qué decir?, cuando las palabras no son demasiado adecuadas para hablar de algo tan sutil como es la esfera emocional.
Cada persona somos un mundo, Álvaro. La vida es una experiencia continua, un continuo comprender y evolucionar como seres humanos.
Lo que a alguien le puede parecer un infierno a otro le puede resultar un paraíso, la referencia que tenemos cada uno de nosotros se va configurando con cada una de nuestras experiencias. La existencia de la pareja o los hijos, su no existencia o incluso su pérdida son todo experiencias que nos enseñan sobre nosotros mismos, sobre la vida y sobre el mundo en el que vivimos.
No hay un guión pre-establecido, ni un protocolo vital que cumplir. Quizá las cosas en realidad son más sencillas de lo que parecen, pero en este mundo caótico lleno de confusión en el que vivimos actualmente cuesta sacar la cabeza fuera de la charca… para ver que más allá hay más mundo del que conocemos.
Y cuando conocemos más de ese mundo, volvemos a asomar la cabeza fuera de esa charca más grande para explorar eso que no comprendemos y seguimos adelante.
Ya ves que no eres el único y que no estás solo, porque nadie tiene ni todas las experiencias ni todas las respuestas. Ahí estamos cada uno de nosotros con nuestros conflictos, confusiones, creencias, idealizaciones, claridades, conciencias… y todo lo que se te ocurra.
Ánimo y un abrazo.